Hola, esta es una adaptación del primer libro de la serie "insaciable hijastra" de Bella Hart. Solo subiré este, el primero que es "A mi padrastro le gusta mirar". No sé si les guste, yo lo leí los 5 en 20 minutos, son súper cortitos me entretuvieron y me agradaron. Espero a ustedes les guste. Sin nada más, a leer (:
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—Bonito traje de porrista— Me dice sai, mirándome de arriba abajo.
Yo me rio de él.
—Tú sabes que soy una porrista—, Le digo.
—Aun así, te ves…wow
Yo me río. Estoy de pie en mi habitación enfrente de mi tocador, cepillándome el largo cabello rosado. Estoy comprobando mi delineador alrededor de mis ojos color verde jade. Todavía se ve bien. Mi novio Sai está de pie en mi puerta.
—Tú sabes que solo voy a estropearlo de nuevo— dice mientras camina hacia mi seductoramente.
—Shhh— le digo. —Cierra la puerta.
Él se ríe.
—Sakura— dice.
Él cierra la puerta y se apoya en ella con su alta desgarbada figura. Sai es bien parecido. Tiene el pelo corto y oscuro, músculos magros, los brazos cruzados sobre el pecho. Está en la universidad. Yo estoy en la escuela secundaria. Cumplí 18 años hace unos mese. Es mi mejor amigo, como mi hermano mayor. Así es como nos conocimos. Siento como mi corazón late a una velocidad mayor mientras me imagino lo que estamos a punto de hacer.
Dejo mi delineador. Da un paso hacia mí. Yo comienzo a temblar un poco, si, No es como si nunca hubiéramos hecho esto antes, pero esto es diferente.
—Shhh— dice, poniendo su mano sobre mi mejilla.
Tiene puesto unos vaqueros negros y una camiseta negra. Le da un aspecto vagamente siniestro, pero me gusta. Sus ojos verdes brillan por mí.
Me besa, y sus manos de inmediato se mueven a mis redondos y grandes pechos. Lo beso más fuerte. Él mueve sus manos a mi pequeña cintura. Poco a poco me lleva al borde de la cama.
—¿A qué hora regresa tu padrastro a casa? Murmura, entre besos.
—Cinco treinta— le digo.
—Por lo tanto, tenemos tiempo— dice, y me besa de nuevo.
Yo vivo con mi padrastro, Sasuke. Mi madre murió hace unos pocos años. Y nunca conocí a mi verdadero padre
Sai empieza quitándose con torpeza sus zapatos y los calcetines, mientras me besa, de pie junto a mi cama. Yo solo me río y me quito los zapatos y luego llego hasta mis calcetines
Me levanta y me sienta en la cama. Sigue besándome. Me quita la camiseta, la cual es de manga larga porque es invierno. Luego me baja la cremallera de la parte trasera de mi uniforme de animadora. Me quita la falda, dejándome en sujetador y bragas negras.
—Oh, Cielos, Sakura—dice mientras besa mi escote.
Me estremezco. Puedo sentir como la humedad se acumula entre mis piernas.
—Eres tan hermosa— me dice cuando llega a mi sujetador y lo desabrocha.
Él me lo quita y se ve sorprendido cuando mira mis pechos. Paso mis manos sobre su pecho musculosos. Estoy un poco nerviosa, pero esto es tan emocionante.
—No puedo creer que eres virgen— me susurra mientras se mete uno de mis pechos en su boca.
Yo me quejo. Tengo enredados mis dedos en su pelo. Luego comienza a tirar fuera mi ropa interior. Me pongo a temblar de nuevo.
—Shhh, Sakura…— me dice tranquilamente.
Luego comienza a besarme el cuello y las orejas, luego mis pechos. Estoy jadeando. Baja sus manos hasta mi vagina y me mete dos dedos dentro. Me estremezco, y me pongo más húmeda.
Se baja la cremallera de sus pantalones, y se encoge de hombros de forma rápida, quitándose los bóxers también. Él respira con dificultad.
— ¿Estas lista?— pregunta sin aliento.
—Si— le susurro, mirándolo a los ojos.
Él se inclina y con sus manos guía su pene dentro de mí. Se siente tan grande. Lo empuja suavemente en mi tan profundo como sea posible. Siento un dolor agudo en el interior.
—Ayyyy—. grito.
—Lo siento— dice. —Supongo que siempre les duele a las chicas la primera vez.
Me mira a los ojos cuando empieza a empujar dentro de mí. Yo gimo. Aún siento dolor, pero se siente bien tan bien. Si muy bien. Sai la mete y saca unos minutos más y siento como una extraña sensación crece dentro de mí. Es como si quisiera de él más y más. Para que vaya más profundo o más rápido o algo así.
El placer es maravilloso. Nunca he sentido nada como esto antes. Yo ni siquiera me he masturbado. Entonces, de repente, hay una explosión de placer, tan exquisita que no lo puedo creer. Yo me quejo mientras mis músculos se aprietan contra su voluntad.
Poco después, Sai gime y se corre dentro de mí. Él se ríe y me dice.
—Oh, cielos, eso fue increíble—
Yo me río. Estoy de acuerdo. Me rodea con sus brazos y me besa.
