Qué onda qleros, aquí les traigo un pinche fanfic bien perrón y a quien no le guste, que se vaya alv, este fic será con el clásico y típico título "cómo jodería si Yo reencarnara en High School DxD" es el título de mi fic, y aquien no le guste que me chupe un huevo XDXDXD no, ya en serio, espero les guste, porque a mí sí me va a gustar :D sin más ahí les va.
Mensajes del autor y subtítulos: ej. "flashback"*
Narración y diálogos*
Pensamientos de los personajes*
Capítulo 1 jodiendo en la infancia
Realidad mi mundo aburrido y 3D
Érase una vez un chico popular y guapo, súper social, caballeroso y muy generoso, este chico le agradaba a todo el mundo. Siempre por donde caminaba todos lo saludaban, y él a todos ellos.
Tenía una vida estupenda y maravillosa, hijo de una casa humilde y alegre. Siempre fue bendecido con la gracia de la felicidad, a lo cual todos los que lo rodeaban eran de igual manera felices, era contagioso.
Nunca tuvo grandes necesidades, solo tenía las típicas necesidades de cualquier niño feliz, ver televisión, comer, defecar, hacer el vago cuando quisiera hacer el vago, salir a su escuela para divertirse con sus amigos, no estudiar, follar con amigas, follar con su novia, follar con sus profesoras, ir a embriagarse con quien lo invitara o incitara a hacerlo; ustedes saben toda diversión que un niño sano haría; en fin siempre era feliz, sacaba buenas notas en la escuela, tenía una gran salud, un cuerpo muy atlético con medidas proporcionadas, un rostro no exageradamente atractivo, pero sí apuesto; ya saben, era el típico chico feliz que podría encontrarse en cualquier lado de su alegre Ciudad de México, donde todos cumplen sus sueños y viven en armonía.
Pero este chico tenía un secreto, su vida en realidad era divina, tanto que Dios lo envidiaba, o sí, el muy malnacido era más feliz que Dios, algo imperdonable para él. Por lo que optó por cambiar su realidad haciendo que todo fuera solo un sueño. Un jodido sueño del que este joven despertó llorando. Llorando por volver a despertar en su puta y fea vida, siendo pobre, siendo normal, siendo cohibido e introvertido, siendo ignorado por todos y el ignorando a todos, con ropa vieja y de tiendas baratas, siendo virgen y sin novia, un estudiante que ha perdido varios años de su vida repitiendo años de escuela solo por repetirlos porque es un flojo inmundo y miserable. Oh sí, su vida escolar era de igual manera, todos lo ignoraban y el a todos ellos, pasaba desapercibido como un fantasma.
Siempre al llegar a su casa, sin parar ni un momento por alguna parte de su horrible, corrupta y delictiva ciudad por miedo a morir en un asalto, llegaba a ver animé y masturbarse viendo pornografía de todo tipo, hasta saciar su lujuria, solo para el momento a que su madre lo llamara para comer, terminando de comer siempre volvía a su cuarto para volver a ver animé y masturbarse, solo para terminar y llorar hasta dormir; esa es la vida que ha llevado desde que tiene conciencia.
Pero todo cambió un día a sus 21 años de edad, edad en la cual empezó a maldecir su vida, maldecir a Dios y maldecir al mundo.
- Ohh maldita sea, puto mundo, espero que ya me muera y poder salir de esta puta vida horrible.
Decía con un tono de cansancio y desesperación.
- Puta mierda, todo empezó debido a que me empecé a poner celoso de Issei, puto bastardo suertudo.
Decía con rabia y celos.
Cielo
- Caramba, tenía celos de ese chico, pero creo que me excedí, pobre chico, es tan miserable, si tan solo no lo hubiera mandado al mundo donde todo es horrible y pútrido como el infierno.
Decía un hombre con barba blanca luminoso y de vestiduras blancas.
- Tengo una idea – exclamó pensando en algo para redimir su error injustificado - lamento haberte hecho eso chico.
De regreso al infierno en la Tierra
- Con un demonio, ¿cómo ese bastardo puede tener a tantas chicas tan hermosas deseando embarazarse de él? – Espetó con rabia y celos – ¿por qué este mundo no es así?
Sus pensamientos se vieron interrumpidos porque un tipo prieto y con muchas cicatrices entró a su cuarto repentinamente.
- ¿Qué chingados? – preguntó espantado.
- ¡Ya valiste madres hijo de tu puta madre, me vale verga lo que hayas hecho, pero ya me pagaron, así que, ya te cargó la chingada hijo de tu puta madre! - gritó apuntando una pistola hacia el chico, no pasaron ni 2 segundos cuando el sujeto disparó tres veces en contra del chico.
- ¡No, espera, por favor no me mates, no quiero morir! – rogó llorando por su vida; demasiado tarde, 3 punzadas se sintieron en su torso, comenzando a brotar sangre desde ellas.
- ¡Cállate hijo de la chingada, o te meto otro balazo cabrón! - dijo amenazadoramente, cosa innecesaria debido a la condición del chico – mira, hijo de la fregada, da de gracias que no había nadie en la casa aparte de ti, no me gusta matar sin cobrar, así que da de gracias a Dios que fue bien – dijo comenzando a retirarse de la casa del chico.
- Maldición, pendejo – decía con mucho esfuerzo, tomando su celular y marcando el número de emergencias – ayuda, me acaban de disparar – dijo con el aire que podía exhalar, diciendo rápidamente su dirección y soltando el celular - puta mierda, no puedo creer que así de mierda fue mi vida, miserable, aburrida, sin nadie que me amara como pareja, con muy pocos amigos – pensaba comenzando a ver toda su vida en su mente, sangrando por su boca – hmm, que irónico, jamás pensé necesitar de un servicio de emergencias, y como esperaba de México, jajajaja nunca funciona ni un carajo, pinches inútiles – pensaba tratando de dar algo de risa a los últimos momentos de su vida – pero de lo que más me arrepiento… es de nunca haber tenido novia… - pensaba comenzando a cerrar sus ojos y poniendo una sonrisa y una cara de enojo muy disgustada y decepcionada a la vez – en verdad deseaba coger…
Cielo
- Creo que volví a excederme, pude haberlo hecho de otra manera – expresó al ver todo lo ocurrido con el chico al que le provocó su muerte – bueno, lo importante es que ya estás aquí –
- ¿Qué diablos? Jajaja que mamada, ¿en serio existe el cielo? – expresó al verse desnudo y rodeado de mucha neblina - ¿tú eres San Pedro? – Preguntó al ser divino que tenía frente a él – o talvez ¿es otra religión? Como sea, muévete, mándame al infierno de una buena vez, sé que no he sido bueno en toda mi vida, y siempre he negado de Dios, así que córrele, ya he tenido bastante como para no saber que el infierno será peor que mi vida anterior, como sea que puede empeorar, es peor, pero no por mucho, en algún momento me acostumbraré y volverá a ser aburrido – expresó con cansancio – ¿qué esperas?
- Te equivocas, yo soy Dios, Pedro está atendiendo a los muertos, tú eres un caso especial que yo mismo traje – dijo con una voz profunda y extrañamente reconfortante – verás, antes tu vida era todo lo opuesto a la vida que tú recuerdas, pero yo te la cambié por ciertas razones – dijo calmadamente.
- Hijo de la…
- Así que te quité la vida, para recompensarte por lo que hice – dijo cerrando la boca del chico antes de que volviera a mancillar el cielo con su boca – así que cumpliré tu deseo.
- ¿Me concederás un deseo? ¡Yo no he pedido nada! – reclamó tratando de pedir por sí mismo su deseo.
- Soy Dios, sé que me pedirás, solo estoy adelantando las cosas – sostuvo apuntando al chico con su dedo.
- Viejo de… - dijo pausando su pensamiento - ¡Oye, si eres todo poderoso, podrías crear una cucaracha indestructible, verdad! Pero si es indestructible, ¡tú no la podrías destruir! ¿Verdad? ¡Entonces no eres todo poderoso! – dijo burlonamente.
- No lo entenderías aunque te lo explicara – respondió ante la acusación del chico.
- Jah, sí claro, eso dices porque sabes que tengo razón – expresó mientras desaparecía del cielo en un destello de luz, que reventó cual burbuja.
Universo chido 2D aunque 3D para ellos, real y ficción a la vez, Universo DxD
Nos encontramos en una sala de un hospital, con varios médicos atendiendo el parto de una señora.
- Ya casi, señora, puje – indicó el doctor a cargo del parto.
- NNNNNNNGG – pujó la señora que estaba dando a luz a su bebé.
- Ya salió señora – afirmó sacando por completo al recién nacido, cortando el cordón umbilical de la criatura y limpiándolo un poco de la sangre y desperdicios de placenta que lo cubrían.
- ¿Qué me ves pendejo? – pensaba sin poder gesticular nada, notando que el médico que tenía enfrente lo veía directamente.
- es un varón, fuerte, sano y muy lindo señora – expresó con una sonrisa mientras seguía observando al bebé.
- Ah ya veo, pinche puto, te gusta la verga ¡verdad puto asqueroso! – Pensaba mientras observaba al doctor – ya suéltame o te rompo tu madre – pensaba viendo que el doctor lo entregó a los brazos de una mujer – ¿qué con esta señora?
- Mi bebé, mi hermoso bebé – pronunció tomando al niño entre sus brazos – ya estás en mis brazos, no dejaré que nada te pase nunca me niño hermoso – pronunció en un idioma, que el niño inconscientemente había entendido hasta que pronunció esa frase.
- Verga, eso no lo entendí, espera, ¿no estaban hablando en español? – Se preguntaba mientras trataba de recordar lo antes dicho por las personas – creo que es japonés, supongo que el animé me sirvió un poco para entender lo anterior, pero ya no entendí lo siguiente…
- Bien, señora, ahora llevaremos a su bebé al cunero, después cuando sea apropiado y usted esté recuperada, podrá llevarse a su bebé –
- Gracias doctor – agradeció, entregando su bebé y relajándose para descansar y dormir lo necesario.
- Me re patean las bolas, con una fregada, ahora tengo que aprender el japonés para mi nueva vida – pensó echando maldiciones a su suerte – bueno, si Dios cumplió el deseo que creo que quería, me divertiré después de esto – pensó relajándose, empezando a dormir.
Cinco meses después alguna ciudad de Japón
- Eso, bebe, bebe toda la que quieras mi lindo bebé – decía contenta mientras amamantaba a su bebé – jeje ¡te gustan mucho los pechos de mami, verdad!
- jajaja claro que sí, adoro chupar tus tetas, en mi vida anterior nunca chupé unas, por lo que chupar los de una MILF es de lo mejor – pensaba mientras chupaba, lambisqueaba y mamaba los pechos y pezones de la mujer - jajaja casi me siento culpable, pero tú no eres mi madre, mi madre se quedó con mi otra vida – pensó mientras lambisqueaba los pezones de la mujer – ahh que buena leche, siempre quise beber la leche de una mujer – pensaba bebiendo con éxtasis la leche de la mujer.
- jeje vaya, ¿quieres dejar sin leche a tu mami? – decía con un sonrojo mientras sentía que su niño mamaba como si no hubiera mañana.
Siete meses después
- Creo que ya caminaré, ¿o debería seguir gateando? – Pensaba mientras lamía los pechos de su supuesta mamá – ya lo pensaré después, por ahora, voy a disfrutar de estas deliciosas tetas, que son todas mías – pensaba comenzando a lamer un poco más agresivamente los pezones de la mujer.
- Ay cariño, siempre succionando todo lo que quieres – decía con un leve sonrojo mientras veía a su bebé mamando sus tetas igual que siempre – ¿me pregunto si es tu forma de decir que las tetas de mami son tuyas? – se preguntaba sosteniendo a su niño para que pudiera seguir mamando sus pechos.
- Así es, tus tetas son mías y de nadie más – pensaba extasiado de saborear esos pechos cada vez que se le antojaba – y no dudaré en llorar las veces que sea necesario para recalcarlo – pensó con risa por su afirmación, pensando que era muy graciosa, casi como una amenaza de muerte.
Un año después
Ahora el pequeño niño de ahora dos años de edad estaba bastante contento con su actual situación, con la familia que lo cuidaba temporalmente, pero el solo reconocía como sus esclavos.
- ¡Ya estoy cansado Sayuri! – Gritó el hombre que supuestamente era el padre del chico - ¡Desde que nació el niño no hemos vuelto a tener sexo, ya no puedo con esto!
- Yo también quiero… pero…
- ¿Pero, qué?
- El pequeño Cristopher…
- ¡Tú hijo siempre llora cuando queremos hacer algo, ya estoy harto!
- Pero… es que… si tiene hambre no puedo evitar darle de comer…
- ¡Claro, ese niño está tan apegado a tus pechos que aunque ya tiene dos años aún sigues amamantándolo!
- ¡Pero también es tu hijo!
- ¡No más Sayuri! Ya me harté…
- ¿Qué… quieres decir?
- ¿no lo entiendes? ¡Te estoy dejando, a ti y a ese niño!
- Pero… somos tu familia…
- Eso no es cierto, lo sabes ¿verdad? ¿Alguna vez me has visto cargar a ese niño o jugar con él? ¡Claro que no, siempre que intenté hacerlo, él se ponía a llorar y corría bajo tu regazo!
- Pero… solo es cuestión de tiempo… para que tú también…
- ¡No más, espero tengas una buena vida Sayuri!
- ¡Espera, NO NOS DEJES! … por favor…
La mujer se puso a llorar desconsolada en el piso, frente a la entrada de su casa, la cual fue abierta cuando su esposo abandonó el sitio, dejándola con la palabra en la boca y el frío viento de la noche entrando por la puerta.
- Mami, ¿estás bien? – preguntó bajando por la escalera, viendo a su mamá tirada en el piso, llorando desconsoladamente.
- Sí, cariño, estoy bien – respondió secándose las lágrimas y brindándole una sonrisa a su niño.
- hmp, tan fácil se puede quebrar una familia… que débil es el hombre ante un poco de presión - pensó con una sonrisa interna – y yo que apostaba por que podría resistir más tiempo, qué patético… - pensó a sabiendas de todo lo ocurrido, al escucharlo escondido - sea lo que sea, yo te cuidaré, mami.
- Sí, muchas gracias – respondió con un sonrisa hacia su hijo.
- ¡En serio, yo siempre cuidaré de mami! – gritó abrazando a la mujer fuertemente.
- Mi niño tan valiente – comentó correspondiendo el abrazo.
Dos años después
- Por ahora va todo bien, Sayuri tiene un negocio en casa, el idiota se murió y ahora tenemos una pensión debido a que nunca se divorció de Sayuri, yo sigo siendo mimado por Sayuri, sigo chupando sus tetas cuando me plazca, y aun no tengo que ir a la escuela porque le dije a Sayuri que quería ir el próximo año… sí, todo está perfecto – pensaba feliz de su vida – hoy viene la segunda fase de todo jajaja ya no puedo esperar…
Así el pequeño Cristopher continuó leyendo secretamente un libro, a sabiendas de que con sus veintiún años mentales, él sabía más que lo que un niño promedio sabría a esa edad. Paso el tiempo hasta llegar la noche, la cual el niño de cabello negro ansiaba tanto para poder comenzar con la siguiente fase de su plan.
Inicia lemoncito
- Supongo que ya va siendo hora… - pensó saliendo de su cama, dirigiéndose al baño de su casa.
Así, silenciosamente caminó hasta su objetivo; el cual era la entrada de la regadera, la cual abrió silenciosamente y posó su mirada hacia el interior.
- Ahí está… como supuse… llevo bastante tiempo observando y esperando, hasta que decidí que al fin actuaría… hoy es la noche – pensó observando directamente hacia el interior del baño.
En el baño se escuchaba el agua de la regadera correr, vapor de agua cubriendo la habitación levemente y una luz iluminando completamente el sitio; pero lo importante, era la figura que estaba dentro del baño, la cual era una mujer, de aproximadamente veinticuatro años de edad, con un cabello largo y de color verde, y lo más importante, era lo que esta figura estaba haciendo. La mujer estaba haciendo disfrutar a su propio cuerpo, auto-complaciéndose de tal manera que emitía sonidos solo audibles por alguien que estuviera en la habitación.
- Es ahora – se dijo, tomando una bocanada de aire y juntando bastante valor, decidió entrar vistosamente – Mami, ¿qué estás haciendo? – preguntó parado mirando fijamente, devorando internamente a la mujer.
- ¡Cariño! – Exclamó, deteniendo su acción en el acto – ¿qué haces despierto? – preguntó yendo a tomar su toalla y cubrir su intimidad.
- Quería hacer pis – respondió inocentemente.
- Está bien cariño, pero no deberías darle esos sustos a mami – contestó comprensiva, relajándose un poco.
- Mami, ¿qué era lo que hacías? – volvió a preguntar, indispuesto a dejar el tema.
- Nada, cariño, solo estaba bañándome – respondió un poco inquieta.
- Y ¿por qué hacías sonidos extraños? – Volvió a preguntar insistente - ¿te dolía?
- ¿Eh? No, claro que no cariño, es solo…
- ¿Se sentía bien? – preguntó sagazmente.
- ¿Eh?
- Si se sentía bien, quiero hacerlo, ¡yo quiero hacer sentir bien a mami! – aseveró inocentemente acercándose a la mujer.
- ¿Qué? No, cariño, esto no puede…
- Si mami se siente bien quiero hacerlo – sostuvo con gran convicción en sus palabras, mirando a la mujer fijamente a los ojos.
- Pero… cariño…
- ¡Quiero que mami sea feliz! – gritó ferozmente, asegurando su intención.
- Uh bueno… - exclamó finalmente cediendo – si mi pequeño hombrecito insiste, no puedo negarme – afirmó, retirando la toalla de su cuerpo desnudo.
- ¡Me esforzaré para que mami sea feliz! – volvió a decir.
- Sí – secundó, sentándose en un costado de la bañera y abriendo sus piernas, dando una vista de su entrepierna al niño.
- Mami, ¿qué es eso? Nunca he sabido por qué mami no tiene lo mismo que yo – dijo mirando fijamente la entrepierna de la mujer.
- Es el lugar secreto de mami, de ahí fue de donde saliste – respondió cariñosamente.
- ¿Salí de ahí? – preguntó alzando su mano y tocando ligeramente la intimidad de la mujer.
- Sí, es un lugar muy preciado para las mujeres, es el lugar donde se hacen los bebés.
- ¿Bebés? – preguntó con un tono de inocencia, comenzando a tocar un poco más el sitio.
- Sí, es un lugar que al ser tocado por un hombre hace sentir muy bien a una mujer – respondió observando a su pequeño jugueteando con su intimidad.
- ¡Quiero hacer bebés con mami! – Afirmó ferozmente – quiero casarme con mami.
- ahh vaya, cariño, me haces tan feliz – dijo un poco abochornada por la afirmación de su pequeño – lamentablemente no se puede.
- ¿por qué no? – preguntó con un tono de desilusión.
- Porque aún eres muy pequeño, y solo los adultos pueden hacer bebés, además de grande tú querrás casarte con una mujer joven de tu edad y tendrás que olvidar a mami – respondió cálidamente.
- ¡No quiero, cuando sea grande yo quiero casarme con mami! ¡y también quiero hacer bebés con mami! – aseveró, dando un ligero sonrojo de felicidad por los halagos de su pequeño.
- Ay mi pequeño hombrecito, ¡está bien, cuando seas grande mami hará muchos bebés contigo!
- Perfecto, Mami, ¿te estás sintiendo bien ahora? – preguntó mientras seguía jugueteando con su mano en la entrepierna de la mujer.
- Sí cariño, tus palabras me hacen muy feliz – respondió.
- No, quiero decir, como antes, cuando tú estabas sola – mencionó, volviendo a la situación de antes.
- Bueno, aun no estás haciendo lo necesario para hacer sentir bien a mami – respondió amablemente.
- Entonces ¿qué hago para hacerte sentir bien? – preguntó deteniendo su mano.
- Mami te va a guiar – manifestó tomando la mano del pequeño y colocándola en la abertura de su Vagina – aquí es uno de los dos lugares especiales para hacer sentir bien a mami, ¡intenta meter tus deditos cariño! – indicó.
- Está húmedo mami – dijo metiendo dos dedos tal cual como le había dicho Sayuri.
- Sí, ahora tienes que comenzar a masajear el interior, delicadamente pero haciendo algo de presión para que mami se pueda sentir bien – indicó, provocando que el niño comenzara a hacer lo indicado.
- Es muy suave y húmedo mami, se siente blandito y cálido, es muy agradable – dijo moviendo su mano un poco más rápido.
- mm Sí, esa es una de las cosas que muestran que una mujer se está sintiendo bien – respondió soltando un ligero gemido.
- ¡Está saliendo líquido! - dijo observando cómo se desprendía un líquido transparente y casi imperceptiblemente blanquecino.
- mm Sí, ese es el jugo de amor del sitio especial de mami, es otra muestra de que una mujer se está sintiendo bien – dijo soltando otro gemido.
- Parece leche de mami, ¡quiero beber la leche de mami! – afirmó acercando su rostro hacia la vagina empapada de Sayuri.
- ¿Eh? Espera, cariñ… - fue interrumpida, notando la boca del pequeño cubriendo su vagina chorreante – espera cariño, ese lugar… está sucio, no deberías beber… el líquido de mami…
- Pero, sabe muy bien mami, la leche de amor de mami es muy sabrosa, algo ácida, pero sabrosa, es la leche secreta del lugar especial de mami, ¡la leche de mami solo es mía! – replicó aumentando su fiereza al lamer, chupar y beber toda la vagina de su mami.
- mmm ah ah cariño, no debe… ah ah cariño – decía pausada sintiendo un placer en aumento, provocado por la boca experta de su pequeño, trabajada durante cuatro años directamente con sus pechos – ahh ahh ahh cariño mmm sigue así, estás haciendo sentir muy bien a mami ahh.
- mami tiene otro chupón de leche aquí – dijo viendo directamente el clítoris de Sayuri.
- ¡AAAAAHHHH! – Exclamó al notar una gran corriendo recorriendo su cuerpo, justo al momento en que el pequeño Cristopher comenzó a mamar expertamente su clítoris – AHH ahhh ahhhh ahhh.
- Mami, estás soltando más leche de amor – dijo volviendo a aumentar el ritmo de su mano que jugueteaba en el interior de la vagina de Sayuri, y lambisqueando nuevamente la vulva de Sayuri.
- ahhh AHHH AHHHH – gemía bastante fuerte, ante las lamidas y jugueteos de su pequeño - ¡AAAAHHHH! Es el segundo, y también fue bastante bueno, no he tenido sexo en mucho tiempo, así que fue fácil para Cristopher darme esos deliciosos orgasmos con su boca experta – pensó al experimentar un exquisito segundo orgasmo, provocado por el buen juego de mano y boca que tenía su pequeño - Cariño, por favor, mami se ha sentido muy bien por hoy, si sigues me voy a desmayar – dijo algo ida por tan ricos orgasmos que le fueron proporcionados, tan buenos y después de tanto tiempo que si hubiera otro caería desfallecida.
- Está bien mami – respondió deteniendo sus movimientos – mami, ¿te sentiste bien?
- Sí cariño, hace mucho que no me sentía tan bien – respondió respirando agitadamente.
- Mami, tengo hambre – declaró volviéndose hacia la parte superior de Sayuri.
- ¿Qué? Espera cariño, si te doy de beber ahora… seguramente…
- Leche de mami – manifestó, mamando los pechos gordos y llenos de leche de Sayuri.
- Ah, perdí, ya no puedo más… - pensó cayendo en otro orgasmo, mientras sus pechos y pezones eran atendidos por la boca de su hijo, exprimiendo su leche de ellos; y su coño salpicaba de su jugo vaginal provocado por su tercer orgasmo.
- Genial, nunca había lamido un coño, es estupendo… parece que hice que Sayuri se derrumbara de placer jeje tantos años de saborear sus tetas a mi gusto me dieron una buena técnica – pensó orgulloso de su acto – por ahora solo beberé tranquilamente su leche y me iré a dormir – pensó apresurando el paso, extrayendo de los regordetes pechos de Sayuri toda la leche que pudiera beber – o talvez… - pensó entrecortado, mirando al coño palpitante de la desmayada Sayuri – jeje solo un vez y ya – se rio traviesamente en sus pensamientos ante lo que iba a hacer – ¡al fin me gradué de mi virginidad! – Pensó eufórico, dado que en ese momento su pene estaba dentro del coño de Sayuri – ahh, bueno, por ahora eso es suficiente, como soy pequeño aun no puedo venirme… ahh me gustaría venirme dentro de ella ya – pensó con algo de disgustó, pero recordó que debía disfrutar de cada momento en su nueva vida.
Así, Cristopher fue por alguna manta para cubrir a la dormida Sayuri, ya que al ser un niño no tenía aun la fuerza suficiente para cargarla a su cuarto; después de esto el consideró ir a su cuarto a dormir, pero se sintió mal dejando sola a Sayuri, por lo que fue por otras mantas y las colocó debajo de ambos, metiéndose en las cobijas de Sayuri y durmiendo junto a ella.
Fin del lemoncito
Al día siguiente, Cristopher Salió a la calle por la mañana, caminando por la ciudad. Teniendo el conocimiento de la ciudad en la cual había renacido, teniendo el conocimiento de alguien mayor a su edad actual, todos los días salía a las calles de la ciudad a caminar y observar el mundo, tranquilo de que Sayuri estaría en casa atendiendo su negocio.
- hmmmm vaya, tenía el plan bien elaborado, pero hacerlo ahora es un poco diferente… - pensaba teniendo una duda ligera, sobre si estaba bien hacer ese su primer objetivo – oh está bien, como sea, después haré el otro… - pensó tomando la iniciativa de hacer su objetivo planeado.
Tras esto, comenzó a avanzar más rápido, acelerando el paso para llegar pronto a su objetivo de ese día. Pasaron varios minutos, convirtiéndose en un par de horas, hasta que llegó a su objetivo.
- Genial, ser consentido por Sayuri es perfecto, ahora tengo un celular muy útil – pensó viendo sobre su celular, siguiendo las instrucciones que obtenía de él – en verdad es útil tener internet y celular propio, gracias a esto puedo hacer o llagar a varios lugares, sobre todo el lugar al que me estoy dirigiendo ahora jaja – pensó divertido, viendo que no faltaba mucho tiempo para llegar a su destino.
Seguía caminando, siguiendo detenidamente las instrucciones de su celular, pero sin ignorar su entorno, apreciando toda la ciudad.
- Sí mi anterior mundo fuera así, todo sería mejor, aquí puedo caminar por toda la ciudad tranquilamente aunque sea un niño… en mi anterior mundo seguro que alguien ya hubiera intentado secuestrarme, asaltarme y matarme, o peor simplemente utilizarme para sacarme los órganos y después venderlos ilegalmente – pensó apreciando con tranquilidad su nuevo mundo, o por lo menos su ciudad actual, ya que si intentara caminar solo en su mundo anterior, lo más seguro era que algún sujeto lo asaltaría si bien le fuera, un idiota secuestrador lo secuestrara e intentara conseguir dinero de su familia, algún maniaco lo desaparecería simplemente para matarlo o para vender sus órganos en el mercado negro, o incluso alguna clase de enfermo asqueroso intentaría raptarlo y violarlo al ser un depravado pedófilo.
Mientras pensaba caminaba ya muy cerca de su destino, llegando a una esquina en la cual al voltear por ella pudo apreciar su objetivo.
- Al fin – musitó para sí mismo contento de poder lograr su objetivo.
Flashback
Previamente, hace un año específicamente, cuándo Cristopher había pedido y obtenido el celular que le pidió a su madre, Cristopher estaba muy contento, examinando y descubriendo cómo utilizar su celular nuevo.
- Bien, ya quiero utilizar mi precioso celular para conocer más cosas – anunció para sí mismo observando su celular mientras cargaba su batería – bueno, supongo que puedo utilizarlo mientras se carga – pensó alegre buscando un poco de diversión en su nuevo dispositivo electrónico.
Pasaron varias horas, en las cuales el niño se dedicó a jugar con su celular, buscando y descargando juegos, probándolos, jugándolos, ignorándolos, borrándolos, dejándolos para después, en fin disfrutando de su celular como un niño lo haría.
- Bueno, ya fue suficiente juego por ahora – exclamó para sí mismo – voy a chupar las tetas de Sayuri un rato y después continuaré usando mi celular jeje oh sí, esto es genial – pensó súper contento de su actual vida como niño.
Yendo a su objetivo, que claramente estaba dentro de la casa haciendo los quehaceres del hogar, puesto que el negocio lo había cerrado hace ya unas horas, dado que es un negocio simple de verduras, el cual como es bien sabido, las amas de casa frecuentan en las mañanas solamente para conseguir los víveres y materiales para sus comidas.
- Mami, quiero un poco de leche – llamó, haciendo que la mujer peliverde detuviera la acción que estaba haciendo y volteara hacia él.
- Oh vaya, pero si hace rato desayunaste bastante comida normal – dijo un poco divertida.
- Quiero ser grande y fuerte, por eso tengo que comer bastante bien – replicó con una sonrisa mientras corría a abrazar el regazo de la mujer.
- Sí, sí, mi niño es muy fuerte – secundó agachándose hacia su hijo con una gran sonrisa.
- Mami, rápido, rápido… - dijo con entusiasmo, ansioso por beber la leche de los hinchados y lactantes pechos de Sayuri.
- Está bien cariño – asintió quitándose el delantal que tenía, posteriormente su camisa de color verde a cuadros y finalmente un top bastante holgado que le servía como sustituto para los sujetadores que actualmente no podía usar, debido a que siempre que, desde que tuvo a Cristopher y posteriormente este mamaba sus pechos vorazmente, sus pechos comenzaban a secretar su leche ante alguna fuerza que los presionara, igual a la que los sujetadores que intentaba usar – bien aquí tienes, bebe toda la que quieras y así serás grande y fuerte – indicó, mostrando sus dos bastante hinchados pechos y con una ligera gota de leche materna escurriendo e la punta de sus pezones, los cuales denotaban la necesidad, no, la urgencia y deseo por ser ordeñados por la boca del niño.
- ¡Gracias por la comida! – expresó con una gran sonrisa, abalanzando su cara contra los suplicantes pechos de Sayuri.
Después de una buena cena-mamada, unas tetas bien ordeñadas de Sayuri y un satisfecho Cristopher con su estómago lleno de leche materna; El niño regresó a su cuarto en el segundo piso de la casa, cerrando la puerta de su habitación y tomando su teléfono.
- Cada vez son más sensibles las tetas de Sayuri ante mis mamadas, desde antes de los dos años, he visto como Sayuri obtiene un sonrojo en su cara cada que bebo de ella, y hoy no ha sido la excepción, todo el tiempo estuve al tanto de que ella disfrutaba mientras yo mamaba de sus senos, jeje supongo que en todo este tiempo he aprendido algo muy bueno – pensó con satisfacción y orgullo – bueno como sea, es hora de volver a donde estaba antes de bajar.
Dijo para sí mismo, encendiendo su celular y entrando al internet.
- Pronto será hora de empezar todo – dijo con una sonrisa, buscando una página del gobierno – veamos, buscar…
Fin flashback
- Bueno, para luego es tarde – expresó, caminando hacia donde estaba un niño jugando en el parque que se encontraba.
Caminando toda la dirección en recta hasta su objetivo, se dirigió con una gran sonrisa en su cara, viendo que el niño estaba jugando solo en el arenero, y estaba creando un par de montículos en la arena, este par e montículos era perceptiblemente una representación de un par de pechos de mujer.
- jajajaja no mames, no era broma cuando decían que desde pequeño era un pervertido completo – pensó admirando la obra del chico de pelo castaño – aunque no estoy en posición para criticar – pensó volteando el punto de vista hacia sí mismo - ¡Oye! ¿Por qué juegas tú solo?
- ¿qué? ¿Quién eres tú? – preguntó distrayéndose de su creación.
- Yo pregunté primero – refutó fácilmente - ¿por qué juegas solo?
- No es de tu incumbencia – espetó incomodo por la pregunta.
- Si quieres yo puedo jugar contigo – Prosiguió el chico.
- ¿En serio? – preguntó muy entusiasmado.
- Claro, soy Cristopher – dijo con una sonrisa, estrechando la mano del chico castaño.
- ¡Genial, soy Hyoudo Issei! – anunció el chico con gran entusiasmo.
- Bueno, ¿me puedes decir que es lo que estabas haciendo? – preguntó volviendo su mirada hacia el par de montículos de arena.
- AH, eh, ¡NADA! – respondió apresuradamente, deshaciendo sus creaciones con sus manos.
- Que raro eres – dijo con una mirada de confusión – pero no importa, entonces, ¿qué quieres hacer? – preguntó tomando algo de la arena entre sus manos.
- Bueno, la verdad no sé – respondió dudoso.
- ¿Qué te parece si hacemos un castillo gigante de arena? – preguntó muy emocionado.
- ¿Un castillo?
- ¡Sí, uno tan grande y genial que no se deshará con nada! – sostuvo con gran entusiasmo.
- Ohhh ¿y de qué sirve un castillo así?
- Maldita sea, sí que es difícil – pensó molesto por la apatía del chico – entonces, cambio de estrategia... ¡Porque yo seré un gran rey, y mi reina también será dueña de mi castillo! Tú también puedes tener a tu reina con el castillo – dijo entusiasmado, sabiendo que el chico se emocionaría con una incitación por mujeres, aunque con una afirmación bien disfrazada para parecer la de un niño de su edad.
- OHHHHH ¡Genial, yo también quiero mi reina! – secundó con un tono lujurioso en su voz.
- Bueno, entonces vamos a hacer el mejor castillo que haya – declaró comenzando a apilar la arena.
- jijiji claro que sí – secundó nuevamente con un tono lujurioso, pensando en las niñas que podría conseguir si hacía un gran castillo.
Pasaron varias horas, ambos creando con gran entusiasmo un gran montículo de tierra para hacer su gran castillo, así hasta que ambos supusieron que era hora de regresar a sus casas.
- Volvamos a jugar mañana – pidió con una sonrisa al chico castaño.
- Claro – respondió enérgicamente.
- Nos vemos – declaró yéndose por donde llegó, tardando nuevamente bastante en regresar a su casa.
Casa de Cristopher
- Estoy en casa – anunció su llegada, cuando una voz salió disparada hacia él.
- ¿Dónde estabas? Estaba muy preocupada – dijo con un tono muy preocupado a su niño, abrazándolo fuertemente.
- Solo salí a jugar un rato mami – respondió calmadamente, tratando de calmar a la mujer y su angustia.
- Pero, tardaste mucho, pensé que algo podría haberte ocurrido – dijo, aun abrazando con fuerza a su pequeño.
- Lo siento mami, la próxima vez llamaré para avisarte que estoy bien – dijo mientras abrazaba a la mujer fuerte y consoladoramente.
- Por favor, no sabría qué hacer si te perdiera – dijo sosteniendo su abrazo con firmeza.
- Descuida mami, no te dejaré nunca.
- Sí.
- Mami, vamos a bañarnos – dijo en un tono de sugerencia.
- Está bien cariño – dijo soltando su abrazo y tomando la mano de su pequeño.
- Mami, ¡hoy te haré sentir muy bien como disculpa por haberte preocupado! – afirmó con una gran sonrisa, que alegró el corazón de Sayuri.
- jeje Por favor – respondió sonriente mientras caminaba de la mano hacia el baño.
Time skip
Después de una ducha, cuatro buenos orgasmos de Sayuri y un estómago satisfecho de Cristopher, ambos salieron del baño y fueron a dormir relajadamente.
Pasaron varios días, una semana, en la cual, por la mañana Cristopher caminaba hacia el parque dónde se había encontrado con el niño castaño llamado Issei, y por la noche se dedicaba a darle placer con sus manos y boca a su madre. Hoy no era un día distinto, Cristopher caminaba por la mañana dirigiéndose otra vez al parque donde últimamente se encontraba con el chico castaño.
- Diablos, creo que soy adicto a beber la leche de Sayuri, llevo años bebiendo su leche y ahora no es la excepción, más ahora, que también degusto de su lubricante vaginal – pensaba como usualmente lo hacía, recordando su adicción a beber la leche materna de Sayuri y también sus secreciones lascivas – bueno, no importa, mientras pueda hacerlo y ella lo disfrute no encuentro problema alguno jajaja – pensó finalmente, al doblar por la esquina que siempre tomaba para llegar a su destino.
Caminó directo hacia donde sabía que estaba el castaño y le dirigió la palabra.
- ¡Hola! – saludó enérgicamente y con una sonrisa.
- ¡Hola Issei! – respondió el saludo corriendo hasta encontrarse con el chico mencionado.
- ¿Qué quieres hacer hoy? – preguntó entusiasmado.
- ¡Hoy seremos aventureros! – respondió con una gran sonrisa.
- Está bien – secundó alzando su brazo izquierdo en respuesta.
- Caminemos entonces – indicó volteando hacia la salida del parque y comenzando a caminar.
- Vamos – respondió siguiendo el paso.
Ambos niños comenzaron a caminar alegres por las calles, hablando de ser grandes aventureros, y claro Issei mencionando que los aventureros siempre tienen que rescatar a una mujer para que sea una gran aventura. Ambos reían y caminaban por las calles más cercanas al bosque de la ciudad, cerca de las montañas.
- Vaya llegamos bastante lejos – dijo asombrado al ver el paisaje del bosque.
- ¡Sigamos con la aventura! – anunció retomando su caminata.
- ¿Estás seguro? – preguntó con un tono de preocupación.
- Claro que sí, ¡somos unos aventureros, vamos a adentrarnos en la aventura! – respondió con una sonrisa adentrándose en el bosque.
- Bueno, está bien – dijo aun estando indeciso.
- Vamos, seguramente encontraremos a una damisela en apuros – dijo en voz alta, levantando el ánimo del chico castaño.
Ambos chicos continuaron caminando adentrándose en el bosque, mientras seguían cantando sobre ser grandes aventureros, con Issei expresando su idea de presumir sus hazañas en su escuela.
Caminaron y caminaron, hasta que pensaron que llegaron a un punto en el que pensaron que era suficiente.
- ¡Fue una gran aventura! – afirmó el castaño alzando sus brazos en victoria.
- Sí, pero una aventura no termina sin una buena historia para contar – dijo sacando un encendedor y unos malvaviscos.
- wow, eso sí es terminar una aventura – exclamó con estrellas brillando en sus ojos.
- Perfecto, juntemos leña para hacer nuestra gran fogata – indicó guardando nuevamente el encendedor.
- ¡Claro! – aceptó moviéndose rápido para juntar mucha leña.
Ambos chicos comenzaron a juntar ramitas, varas, y algunos pequeños troncos que pudieran cargar y apilar en el lugar.
- ¡Ya está! – afirmó soltando la última vara sobre su pila de leña.
- Perfecto, ¿puedes encender la fogata? – Le dijo mientras iba a su mochila para sacar los malvaviscos y unas varitas largas con las cuales empalar los bombones – el encendedor está en esa piedra – señaló a una piedra en la cual estaba el encendedor mencionado.
- ¡Bien, ahora mismo! – respondió, tomando el encendedor y acercándose a la pila de madera para comenzar el fuego.
El castaño prendió algo de la leña con la flama y fue con el chico de cabello negro. Ambos se sentaron junto a la gran fogata, acercando sus golosinas al fuego y comenzar a comer; comían y comían todos sus malvaviscos fundidos, contaban historias y reían. Lo que no era esperado fue que el fuego fue demasiado grande con tanta leña que juntaron, debido a que nunca habían hecho una fogata y pensaron que necesitaba mucha leña, prendiéndose una rama de un árbol por encima de la fogata, ninguno se había percatado de esto y seguían hablando de sus asuntos.
Notando que comenzaba a acumularse bastante humo alrededor de ellos, detuvieron su plática.
- Oye, mira, estamos rodeados – dijo con un tono de preocupación.
- ¿Qué hacemos? – preguntó con preocupación.
- ¡Ya sé! – Exclamó tomando un trapito de su mochila en su boca y nariz - ¡Toma! – indicó, otorgándole un trapo parecido al chico castaño.
- Gracias – manifestó tomando el trapo en su boca y nariz.
- Vámonos de aquí – ordenó señalando hacia una salida posible.
- ¡Claro! – aceptó dirigiéndose a donde estaba señalando el chico pelinegro.
Repentinamente, el castaño comenzó a tambalearse y a cerrar los ojos, finalmente cerrando sus ojos y cayendo al suelo.
- Vaya, funcionó bastante fácil – dijo ante lo sucedido, viendo al niño castaño tirado en el suelo – lo lamento, Issei, pero morirás aquí, lo único que pude hacer por ti fue darte una última experiencia algo agradable – dijo agachándose y tomando el trapo.
El chico bajo mientras cubría su boca y nariz con el trapo húmedo que sostenía, guardando el trapo que le había entregado al chico castaño, un trapo bañado en cloroformo, lo cual durmió todo el cuerpo del castaño; el pelinegro días antes había investigado cómo crear cloroformo, consiguió los materiales y creó el suficiente para poder utilizarlo.
- Lo que su puede hacer con algo de tecnología y conocimiento… - pensó viendo su obra - ¡OYE! – Alzó su voz - ¡Sé que estás ahí, despierta de una vez, Draig, emperador dragón celestial rojo! – llamó tocando un poco el cuerpo del chico y mirando fijamente al cuerpo - ¡OYE! – volvió a llamar.
- "¿Qué? ¿Quién me llama? – se preguntaba al escuchar la voz que lo llamaba - ¿Quién eres y qué quieres?"
- ¡Yo te conozco y quiero que te unas a mí! – respondió ante la voz que salía del cuerpo del castaño.
- "¿por qué debería hacer eso? – preguntó con indiferencia".
- Primero, porque tu actual portador ya va a morir – respondió enlistando sus respuestas – Segundo, porque yo te conozco muy bien y seríamos un buen equipo juntos – continuó – Y tercero, porque si no lo haces, de igual manera tomaré la Sacred Gear de Issei y con ella a ti también, así que, solo te estoy hablando para entablar una primera conversación.
- "hmp, interesante, muy bien – aceptó el dragón sellado – por cierto, dime, ¿perteneces a una de las tres facciones? ¿Alguna otra religión? O ¿a otro culto? – preguntó juntando su esencia para pasarse al cuerpo del pelinegro".
- Te equivocas, no pertenezco a ninguna de esas cosas – respondió mientras se juntaba su esencia con la del Sacred Gear Longinus – Digamos que… soy algo especial… - continuó con una sonrisa.
- "Bien, entonces quisiera ver tus recuerdos y así conocerte un poco mejor – pidió el dragón".
- Me niego – respondió, sintiendo vergüenza por si este pudiera ver su vida pasada.
- "Qué aburrido".
- Vámonos - afirmó parándose al lado del cuerpo del niño castaño – no hay nada más que hacer aquí…
Tras esto, el pelinegro caminó hasta salir del bosque, dejando el cuerpo del castaño junto al incendio, Cristopher continuó su camino hasta regresar por la tarde a su casa.
- Segunda fase completa – pensó con una sonrisa en su cuarto, recostado en su cama – ahora tengo que entrenar con la Busted Gear… ¿verdad, compañero? – preguntó dentro de su mente al dragón rojo que habitaba dentro de él.
- "Qué mocoso tan pretencioso… invocar tu nueva Sacred Gear apenas obteniéndola".
- Es fácil, te dije que tengo conocimiento de ti – respondió invocando el guantelete rojo y aparentemente metálico en su brazo izquierdo – solo tienes que saber que tienes una Sagred Gear, la cual yo mismo conseguí, pensar en algo poderoso, lo cual para mí es muy fácil de hacer… y para obtener poder mayor del que necesite, solo tengo que tener emociones fuertes, cosa también fácil de hacer… - mencionó recordando partes de su vida pasado, enojándose y rompiendo su límite, alcanzando el fuerte Balance Breaker - ¿lo ves?
- "impresionante mocoso, eres mi primer portador en despertar mi poder a tan temprana edad, supongo que no fue tan mala idea dejar al mocoso castaño y fusionarme contigo – respondió mientras apreciaba a su compañero en la armadura de cuerpo completo – bueno, aunque también si haces muchas veces esto, acortarás tu vida demasiado rápido y terminará siendo una aventura muy corta – dijo ante el hecho de que el chico, a pesar de poder despertar ese poder mediante su furia, también consumía su energía vital".
- Tranquilo, ya después me aseguraré de que me reencarnen – aseguró algo cansado y jadeando, quitando su armadura y recostándose nuevamente.
- "JAJAJAJA que interesante chico, muy interesante – se rio ante las palabras de su portador.
Toda la conversación se vio interrumpida por una voz que llamaba al chico pelinegro.
- ¡Cariño, vamos a cenar! – llamó una voz femenina.
- ¡Claro mami! – respondió con un grito apresurado y de voz alegre.
- "jajaja ¿Mami? – preguntó entre risas el dragón".
- ¡Cállate, solo le digo así porque… bueno no es de tu incumbencia… - tras esto el chico se puso sus sandalias y bajó junto a la mujer que lo había llamado.
Listo, fin del capítulo, este fic tiene bastantes palabras o frases que son digamos… "Mexicanismos" lamento si algunos, o los que lo traducen al inglés no lo entienden, pero solo basta con que dividan las palabras que conforman la frase y podrían darse una idea de lo que significan; sobre todo si han experimentado un asalto y parecido y/o son mexicanos :v, sabrán porque hice mi muerte así; si no les gustó no les pido que lo sigan, si les gustó pues que padre, este fic no se anda con mamadas, bueno sí, "literalmente" XD, espero me entiendan XD, espero les haya gustado, y si se les movió el pene al leer el limón, pues a mí también :v ya habrá más limón después, más cosas mías jodiendo a DxD y cosas de ese tipo, sin más, hasta la próxima.
