Un D/G muy especial, el primero que hago, ojalá no el último, dedicado a Clau, ya saben todos los derechos a la warner y bla, bla, bla xD


::VENGANZA


Sus sonrosados labios formaban una sádica sonrisa, sentía aquella extraña satisfacción correr por sus venas, llenarle el corazón de algo que no sabía distinguir, sed de venganza escucho que una voz en su interior se lo dijo, tomo entre sus manos ese cabello rubio platinado obligándolo a profundizar el beso, sus lenguas formaban una danza pasional, con tanta venganza que nunca supieron que sabría tan bien.

"¿Se siente bien, Ginevra?" – Preguntó una voz que arrastraba las palabras, ella se separó bruscamente y se perdió por un momento en esos ojos tan arrogantes que la observan con una mezcla de deseo y burla.

"Demasiado…" – Susurró relamiéndose los labios con lujuria invitándolo a dar uso de ellos, y él, deseoso, no rechazó la invitación.

Venganza. Eso era lo único que podía sentir en ese momento. Tanta sed de venganza que lo único que podía saciar un poco esa sed eran esos labios con sabor a menta. Sabía que nada bueno podía salir de ahí, pero sentía tanto dolor que el único escape que tenía ahora era ese chico rubio que visitaba todas las noches en la sala de astronomía.

¿De qué se vengaba? De Harry James Potter. De su estúpida egocentrismo, de su egoísmo, de que ella no fuera la mujer que él amaba. Se pegó más contra el cuerpo de Draco embriagándose de aquel frío glacial que desprendía de su cuerpo.

"¿Por qué lo hacemos?" – Preguntó súbitamente Ginny mirando los glaciales ojos de Draco, el bufó fastidiado, odiaba esa clase de preguntas y Ginny lo sabía, lo conocía mas de lo que el creía, incluso más de lo que ella misma creía.

Sus plateados ojos penetraron los de Ginny, aquellos ojos avellana que irradiaban una pasión que pocas veces había visto en una mujer, en realidad no sabía porque hacía esto, tal vez eran sus ojos… ¡no! no podía ser eso, seguro era su orgullo, ese orgullo que Potter había lastimado tantas veces, era venganza.

"Venganza" – Dijo con una voz que no se parecía en nada a la que solía usar con todo el mundo… esa voz que solo salía cuando realmente deseaba tener algo, y como el niño mimado que siempre fue, lo obtendría. Y la besó; de una manera tan desesperada que se sorprendió de si mismo, rodeó con sus musculosos brazos su pequeña cintura, ella no se quedo atrás y sus manos acariciaron su espalda guiándose hasta su cabello, donde lo sostuvo y técnicamente obligo a no detener el beso.

Y el momento de a venganza llegó. En una esquina apareció la única esperanza del mundo mágico, aquel chico de ojos verdes, aquel chico que sintió una ira subir por todo su cuerpo y golpearle la cabeza con un dolor absoluto. Así que la pequeña niña dejó de serlo. Se acerco a zancadas a ellos y los separó de golpe dándole un fuerte puñetazo en la nariz a Draco que lo dejo aturdido por un minuto, cuando se recupero sintió un fuerte dolor en la cara y sintió como sangre caía a chorros por su nariz. Más sin embargo sonrío como nunca había sonreído en toda su vida.

Harry estaba estático ante Ginny que mantenía una cara fría y distante, las mejillas de este estaban de un tono muy rojo, con la palma de Ginny marcada, esta lo quito del camino con un fuerte empujón y se acerco a Draco con una sonrisa que muy pocas veces le había visto, colocó ambas en sus mejillas y le dio un beso que nunca le había dado, fue un beso suave, lento, dulce… sin nada de rencor, de dolor, nada de venganza… fue un beso con amor.