PROLOGO

Era un día como cualquier otro en la mansión Agreste, un hambriento Plagg se encontraba refunfuñando por lo bajo debido a que su portador había olvidado darle su queso. Así que se dirigió hasta donde este se encontraba. Con gran fastidio lo encontró sentado frente a su gran computadora.

-¡Adrien!

-¿Qué pasa Plagg?-dijo Adrien con voz adormilada.

-¿Qué pasa? He estado toda la mañana sin comer, eso pasa, ¿dónde está mi queso?

-Oh, lo siento, olvide comprarlo

No lo podía creer, esto era el colmo, el mocoso olvido de nuevo de comprar mi adorado queso. Últimamente ha estado en las nubes desde que se enteró del beso que le dio Ladybug cuando estaba bajo la influencia de Dark Cupid. Ahora se la pasaba viendo esa imagen (la cual la había puesto de fondo de pantalla) con una cara de bobo enamorado. Puaj, los humanos y sus relaciones complicadas me arruinan el apetito.

-Enserio chico, ¿te pasaras toda tu vida así?

-¿Cómo?

-Así todo bobo. Vamos, solo fue un beso, eso no es importante a comparación de mi adorado camembert.

-De que hablas Plagg, tú no sabes cómo me siento- dijo Adrien parándose y yendo hacia su ventanal

-¿Como un tonto?

-¡No! Traicionado. No puedo creer que Ladybug no me haiga contado sobre eso. Es injusto, mi primer beso y no lo recuerdo. Vaya mala suerte, esto de ser tu portador me está pasando factura.

-¿Qué? Perdona niño, pero no cualquiera puede poseer mi miraculous. Deberías estar agradecido. Y para demostrarme tu agradecimiento, podrías alimentar a este pobre kwami que no ha comido desde la mañana y se muere de hambre.

-Ah-suspiró- de acuerdo pequeño glotón. Pediré que te traigan tu queso apestoso. Sabes, si sigo comprando queso en cantidades grandes, mi padre sospechara y no sé qué excusa pondré.

-Dile que te has vuelto un amante del queso y asunto arreglado.

Adrien tomo su teléfono y pidió más queso. De solo pensarlo se me hace agua la boca. Entonces se dirigió de nuevo a su computadora observando esa foto. Enserio esto me cansa. Oh, se me acaba de ocurrir algo.

-He chico, porque no le devuelves el beso a Ladybug y asunto arreglado.

-Estás loco, si me le acerco de más, es capaz de colgarme de la cola desde lo alto de la torre Eiffel

Y aquí las cosas se ponen interesantes…

-Vaya y yo que pensaba que tenías agallas, pero eres un cobarde, y aunque tuvieras un plan de seguro fallarías. Además estoy seguro que a Ladybug no le gustarían los cobardes.

-Disculpa, no soy un cobarde.-dijo ofendido Adrien- Solo no quiero que Ladybug se moleste o se sienta incomoda, además para que lo sepas, no obligaría a nada a mi lady.

Rayos, piensa, piensa…. ya sé.

-No dije que la obliglarias, siempre pueden pasar "accidentes", ¿verdad?

-¿Qué estas tramando Plagg?-dijo Adrien desconfiado

-Mira niño, todavía que te estoy dando una solución a tus problema de embobamiento y tú me miras como si fuera cierta mariposa negra que aparece cuando algún desafortunado está ahí todo negativo. Lo que digo es que puedes planear que ocurra una "situación" y puedes robarle un beso a tu amor platónico y así se te quitara lo bobo, y podrías poner atención en detalles más importantes como comprar mi queso.

-No lo sé Plagg, eso no sería muy caballeroso

-Bueno allá tú, porque tengo unos planes que de seguro te ayudaran, pero ya que no los quieres escuchar me voy a descansar hasta que llegue mi queso.

Adrien miraba la pantalla, en sus ojos se veía el deseo y la curiosidad. Un poco más y…

-Espera Plagg- dijo Adrien apresurado

Bingo.

- Estás seguro que funcionará, ¿verdad?, no estarás planeando algo para ponerme en ridículo ante Ladybug solo por no haberte alimentado

-Me ofende que pienses así, vamos chico.

-De acuerdo, pero si algo sale mal te reduciré la cantidad de queso que comes

-Bien es un trato

Estoy seguro que me divertiré con esto.