Hi there... Ok a la cuestión- Aqui tienen From you to you, un fic three shot de Leo y Elliot en pandora hearts, es muy sentimetal, fluff con romance.

Por supuesto tiene drama. Y lagrimas vuestras... (XD) Lo he escrito yo, la idea es mía, pero PH pertence a mochizuki-sensei.

Es shonen-ai, vamos, ¿que esperaban de mi? ... -.- Si esto es un warning de esos.

LET'S GO!

3,2,2... 1!

1/3 El tiempo se agota

Leer tanta fantasía de un solo trecho te hace exagerar las circuntancias, que a veces si son reales.


El tiempo se agota

Leo POV

Y...¿Si todo fuera como antes?
No.
-Solo bromeo.-mh- A veces leer tanta fantasía de un solo trecho te hace más sensible a las circunstancias.-
Y ya es hora de irse, la biblioteca cierra sus puertas, tras nuestras, bueno esta vez en mi tardía espalda, a las 9 de la noche.
-Que tengas buenas noches bonito~-se despide de mí la señora de llaves que con su chaquetita hecha a mano y cerrándola con ambas manos, se marcha a paso rápido.
La noche es clara, la luna enfoca en algún lugar de la superficie terrestre que parece querer destacar, y el viento es frío, bastante fuerte también.
Hago el camino de regreso solo, porque hoy ha sido un gran dia de cambios, unos que desencadenaran a cosas distintas, no tan relacionadas conmigo.
Hoy me ha dicho a las cinco de la tarde, justo seguido del último sorbo de té de tarde:

-Lo siento Leo -se levanta y enfunda su fiel espada a un lado, se pone la chaqueta, se dirige la puerta abriendola para salir.-Hoy no puedo acompañarte a la biblioteca-.Y no parece estar mintiendo.-
-Vale- le contesto mientras recojo las dos tazas, par de platos pequeños y el resto de cubertería usada. -Que te vaya bien.-
-Ni tampoco a la sala de música- se para un segundo pero no se gira. -Ni mañana tampoco. -rápidamente se marcha y parece golpear sin querer el arma con el marco de una de las puertas con las prisas.

Yo no puedo quejarme, ha dedicado mucho tiempo conmigo y no puedo obligarlo a hacerlo.
Pero… ¿Para qué he servido yo, estos dos años?
He sido el primer y frágil punto de equilibrio, le he protegido y le fijado distintos objetivos a seguir, ahora es su momento de escoger e irse.

En la sala de música, reservada hoy para mí, interpreto mi nueva pieza en el piano.
No la he escrito, al contrario de lo que hace Elliot, yo improviso y si sale bien tomo nota; pero el éxito de Lacie me arrastra a volver a interpretarla, ella que fue un regalo a causa de algo que está empezando de perecer.
Elliot no está aquí para oírme tocar, estoy yo solo, con las manos en el piano y me he dado cuenta de dos cosas, a parte del flequillo que me cubre los ojos, las lágrimas no me dejan ver bien lo que hago.

-No me puedo quejar- De que él se marche, que construya una vida sin mí, que me agradezca lo que haya sido para él y se despida.
-No me puedo quejar-
Lacie, me haces llorar.
Lacie, mis memorias me hieren.
Lacie, el futuro me aterra.
¿Lacie, que debería hacer?


-¡Elliot has llegado a casa!- su familia le da la bienvenida, lo oigo desde aquí. Me he colado en su casa sin que nadie lo sepa.
Aunque te vayas a ir, la familia te quiere y la visitas de tanto en tanto.
-Ehm familia- habla el recién llegado llamando la atención de todos. -Querría decir algo...-todos parecen tomar asiento, yo no me muevo del escondite donde estoy metido.
-He... decidido que…

Me quiero casar más o menos en unos dos años.- Se ahoga en la sala una exclamación, la hermana Vanessa pega un grito de alegría.
Le bombardean a preguntas.
-¿Cuánto lleváis saliendo? ¿Cómo os va? ¿Nos la vas a presentar pronto?
Entre otras chorradas.
Atención a la respuesta de Elliot.
-Bueno, bien- dice intentado encubrir su vergüenza- !Aún no malditos entrometidos!-
-No parece estar mintiendo-

End Leo POV


Hoy es el dia libre del menor de los Nightray.

-Hermana- entra después de haber llamado y obtenido el permiso para acceder al cuarto de su hermana mayor.
-¿Has visto a Leo?- hoy sábado y esa pequeña rata de biblioteca debería estar asaltando la librería del salón.
-No cariño- su hermana se gira hacia él y tira el pedazo de ropa a la cesta, cambia el pañuelo por otro azul. -No le he visto en tres días...-ella le mira, interrogándole.
-Si- suspira- yo tampoco lo he visto en tres días...
Su hermana se alarma.
-¿Has olvidado al pobre Leo en algún sitio?- Elliot niega con la cabeza y se marcha de allí.
-Más bien, me he obligado a olvidarme de él durante tres días.-
Da algunas vueltas para dar con él.
En la biblioteca el polvo se apila rápidamente sobre aquellos libros que normalmente son movidos de su sitio.
El piano se queda quieto ante el ruido ambiente.
El jardín trasero parece tener la voz de Leo, Elliot corre hacía allí.
Leo está reunido con unos niños, en círculo y parece estar contando algo.

Se acerca lo suficiente como para escuchar con nitidez el relato, que parece estar por acabar.

-Ese oso, que era tan querido por Nadja, que le había acompañado a tantos sitios, le había dado tantos ánimos, la había consolado y explicado las historias más maravillosas del mundo...
Se convirtió en un simple oso de peluche que ella abandonó en la estantería, al lado de su cama para verlo antes de dormir.
Ella dejó de quererle y él simplemente un día se perdió, nadie hizo nada para encontrarlo jamás.-
Elliot iba a reprocharle el comportamiento a Leo por explicar ese tipo de historias a unos niños que podrían llorar.
-¡Leo! ¡Leo!- mira hacia el mencionado. -No llores Leo- le dice una niña.
-Quien llora resulta ser el que cuenta la historia.-
-Mira- el chico de gafas mira a la adorable pequeñita, ella tiene un pequeño conejo negro de peluche, que lo deja en sus manos.- Yo creo que el oso nunca dejó de querer a Nadja- la pequeña sonríe- y Nadja... Creo que...
La niña se gira hacia todos los demás y les da una especie de señal, todos se levantan y hablan, por turnos.
-Nadja regresó a casa y encontró ese pequeño espacio para el oso que estaba vacío.
-Ella tiró todo lo que tenía en las manos y dejó pendientes todas las tareas que debía hacer.
-Y se puso a buscarlo-
Leo coje de la mano a la niña y termina por ella.
-No descansó hasta hallar aquello tan importante para ella.-
-Porque si hace eso, es porque le quiere.-

Elliot se ha quedado allí un poco en shock, esa historia es extraña en todos los sentidos, el rubio simplemente se esconde tras el árbol para ver sin ser visto.
Leo se despide de los niños y camina lentamente en su dirección.
A medio camino y con los niños bien lejos se para.
-Nunca lo va a querer, nunca lo va a hacer- Vislumbra los ojos de Leo entre las hebras de su cabello, los ojos que ahora fuertemente cerrados derraman lágrimas, se muerde los labios para mantenerse en silencio.
El libro que sujetaba cae a sus pies y las manos que lo sujetaban tratan de apaciguar el dolor en el pecho, estrujando la tela.
Elliot no puede soportar más la escena y alterado se esconde con la espalda en el árbol.
Leo pasa justo por su lado, no le mira, no lo ve.
Puede ver la espalda de Leo alejarse y tiene la sensación de que esa sería la última vez que lo pueda ver.
En menos de unos instantes...

La puerta de la casa es abierta y cerrada con una increíble fuerza e incluso provoca un temblor en el edificio. Todos se lo reprochan al que acaba de entrar.
-¿Y ahora qué , hermano?- todos pueden ver como su adorable Elliot viene despeinado y bastante alterado.
Él ni les contesta la pregunta, coje su chaqueta y se marcha, abriendo y cerrando igual que anteriormente.
Un suspiro general.

El rubio corre por todo el camino mirando a lado y lado en busca del de gafas.
-Perdón la interrupción, Gilbert- a medio trayecto y al lado de uno de los canales de agua, ha encontrado a su hermano con su cabeza llena de algas, un detalle cierto pero que nunca le va a mencionar, la pequeña Alice tiene razón.
El hombre en cuestión alza una ceja al verle y de entre sus ropas salen dos cabezas, Alice y Oz.
-Hola~- no piensa preguntar porque Gil los tiene dentro de su abrigo.
-¿Has visto a Reo?- Gilbert al oír ese nombre tira el cigarrillo y lo aplasta contundentemente bajo su suela.
-Si, ha pasado hace un rato corriendo y ha tirado a estos dos al agua- señala a esos bajitos que juegan tapados con Gil.
-Parecía afectado por algo, sólo sé...- ¡Qué no sé nada!- antes de poder terminar la frase cierra la chaqueta atrapando a esos dos dentro, para acallarlos. Carraspea un poco.-Sólo... Ha ido al aula de música.

El rubio Nightray toma ese rumbo y se despide con la mano de su hermano.
-Te quiero Gil~- habla Oz y de eco Alice. Lo abrazan y hacen enrojecer al más alto hasta las orejas.
-¡No os burléis de mi, enanos!-

El aula de música le da la bienvenida con las puertas abiertas, la señora encargada le da la llave de la sala interior y sale a fuera a fumar, todo totalmente en secreto.
Antes de poder siquiera poner la llave en la cerradura, en la sala suena una melodía que nunca había oído, ni siquiera había participado en su escritura.
Abre y entra sin querer interrumpir.
Allí está Leo tocando con ligereza, habilidad y maestría, sin ningún trozo de papel cerca, la maravilla de la improvisación.
Al terminar se oye un aplauso.
-Hola Elliot- el pianista se da la vuelta hacia él. Tiene un papel en mano que le tiende.-Esta es mi nueva melodía, la he llamado la canción del sol.- Aparece una sonrisa en la parte descubierta de la cara de Leo, Elliot no coje el papel.
-Perdón por lo de hace tres días- El rubio se disculpa mientras toma asiento a su lado, le observa detalladamente.
-No te disculpes- otra ligera sonrisa y menea la cabeza juguetón.

-No parece haber llorado ni estar enfadado, dónde ha quedado lo de antes?
O...
¿¡ Lloraba por culpa de alguien más?!-

-Vamos a tocar Lacie, ¿que te parece?-Habla él de nuevo pero Leo se levanta y le deja solo ante el piano.
-Deberíamos dejar Lacie y componer un millar de canciones más. - Elliot se gira con lentitud sin creer sus palabras.
-Me estas diciendo que compongamos canciones por separado, sin ser regalos, sin corregirnos... ¿Te estas oyendo?-Esto deberían ser pensamientos.-
-Si claro- Leo recoge su papel y lo dobla al máximo, siete veces, lo guarda y palmea el bolsillo.
-¡Es un nuevo reto que lo hace más interesante!- se dispone a salir y nada se lo impide.
-Debería pararlo, retenerlo a mi lado, porque se está yendo...-

Por un lado.
-Elliot se va a casar, se va a ir, a formar una nueva vida y familia con esa persona.
Por la otra cara.
-Leo lloraba por alguien más y prefiere a esa persona que la monotonía que llevamos.
-¿Mi tiempo con él va a llegar a su fin?-


Thanks for reading...

Si desean la continuación, ya saben el 2/3 dejen su follow o su comment. Aceptaré con gusto~

Sore ja!