Volvió a soltar el golpe por quinta vez mientras todos los demás solo fingían que no escuchaban lo que estaba ocurriendo con su compañero. Kusanagi suspiro cansado al mismo tiempo que llevo la copa de whisky a sus labios. Ya le era suficiente con su propio luto, con el de Anna y con el del rey, como para acudir corriendo a ver lo que el más inmaduro y explosivo de los chicos bajo su cuidado se le ocurriera hacer. No tenia ganas de pensar en esas cosas, no con la muerte de Tatara tan presente.

Suspiro, otra vez, y los vio a los demás sentados en la barra o en la sala callados y depresivos, solo dejándose perturbar por el ultimó golpe que llego desde la calle para después ver abrirse la puerta de manera brusca. Si Misaki volvía al interior del local debía ser porque el bote de basura ya estaba roto y no era lo suficientemente idiota como para golpear la pared con la mano desnuda.

Misaki observo su reloj un momento, eran apenas las 10 de la mañana y el sentía que había pasado una vida entera desde que dejaran los preparativos de la fiesta de Anna y corrieran al techo del edificio a salvar a Tatara, o mas bien a verlo morir.

Una fuerte opresión en el pecho hizo que se arrepintiera de pensar en todo eso y prefirió corre escaleras arriba, lejos de los demás, a una de las habitaciones que estaban disponibles ara ellos cuando los necesitaban.

Nadie de sus compañeros entendían lo que él estaba sintiendo, ya que nadie sujeto el cuerpo si vida del rubio ni escucho sus ultimas palabras, ni mucho menos vivieron todo eso al mismo tiempo. Solo su rey y Kusanagi podían derrumbarse mas que él, solo ellos, quienes le conocieron por muchos años podían superar el dolor que se tiene cuando ves a alguien sumamente importante para ti morir en tus brazos. Ya que Tatara no solo era el tercer líder de HOMBRA, para él era su familia.

Y eso no significaba que a nadie más le doliera, ya que a todos le carcomía el alma el saber que uno de los suyos fue asesinado de esa manera. Pero una gran diferencia era que ninguno era como Misaki, ninguno sentía tan fuerte y profundo como él.

Se sentó en la cama tranquilo y callado, ya se había terminado de descargar contra los botes de basura en la calle y lo que ahora quería hacer era quedarse sentado y calmar las ganas de salir a golpear a quien sea que se le ponga en frente. Y quería evitar salir por la puerta y buscar al culpable sin la indicación de su rey.

Miro una vez mas su reloj y como si fuera un bálsamo el solo verlo le relajo y con sentirlo, frio y real contra su muñeca, le enfrió los ánimos. Como si volviera años atrás y sintiera el tacto de una mano dándole el apoyo que necesitaba para superar todo aquello.

Ese día se permitiría llorar, ya que al siguiente la casería iba a comenzar.

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Esta es mi versión de la noche de la muerte de Tatara peo vista desde la otra parte del que ya publique antes. Y la forma inconsciente en la que el mismo Misaki piensa en Saruhiko. Como el otro, este esta inspirado por los manga aunque creo que tiene mas de mi propia imaginación. Y también espero hacerle un poco, muy poca la verdad, justicia a esa escena que en verdad me partió el corazón.

Espero que le haya gustado y si es así, por favor, díganlo.

Gracias por leer, saludos.