Editando tu memoria.
Carlos, James, Logan y Jenifer Knight estaban sentados en la sala de espera de un hospital.
-¿Dónde está Katie? –James miró a su alrededor buscando a la hermanita de Kendall.
-Está en Palm Woods, le dije que no viniera, por el momento –respondió la Sra. Knight.
-¿Cómo creen que estará ahora? –preguntó Carlos mirando a los que estaban ahí presentes.
-Pues esperemos que esté bien –dijo James con la mirada hacia el suelo-. La verdad es que ya lo extraño.
-También yo lo extraño ¿Ahora quién será nuestro líder? –se preguntó Logan con tristeza.
-Chicos, díganme que sucedió –pidió Jenifer Knight intentando no llorar.
-¡Fue culpa de Carlos! –exclamó James mirando al recién nombrado.
-¡No es así, fue culpa de todos! –se defendió el más bajito algo molesto.
-¡Sin pánico! Debemos resolver bien esto porque Kendall así lo habría hecho –Logan alzó la voz dirigiéndose a sus dos amigos.
-Creo que tú podrías ser nuestro nuevo líder –murmuró James.
-Nunca habrá nuevo líder porque Kendall estará bien ¡Entiéndanlo! –Logan comenzaba a desesperar.
-¡Chicos, díganme de una buena vez qué ocurrió! –pidió impaciente la señora Knight.
-Bueno, lo que sucedió fue que… -a Carlos se le formó un nudo en la garganta.
-Yo lo diré. Lo que sucedió fue que estábamos jugando hockey en una zona inadecuada, y cuando Carlos lanzó el disco Kendall intentó alcanzarlo pero resbaló y se golpeó la cabeza con el hielo…
-Pero fue idea de todos jugar en ese lugar –dijo Carlos interrumpiendo a Logan.
La sra. Knight iba a comenzar su sermón de accidentes pero en ese momento llegó una enfermera.
-¿Familiares de Kendall Knight? –preguntó mirándolos.
-Sí, somos nosotros -contestó Logan.
-Síganme.
-Los chicos y la sra. Knight se levantaron de sus asientos con algo de temor, la enfermera no mostraba signos de buenas noticias.
Carlos miró con detenimiento a la joven enfermera, vestida de blanco y con semblante alegre, no obstante su expresión rebelaba lo contrario, era como escuchar hablar a una persona contenta con voz triste.
La siguieron por barios pasillos y zonas del gran hospital, hasta que llegaron al área de traumatología.
James miró nervioso la puerta de la habitación, donde un doctor los esperaba con cara seria y mirada cansada.
El doctor de no más de 30 años los recibió intentando transmitir tranquilidad, ya que ellos la necesitarían mucho después de la noticia que les daría. Les ofreció asiento frente al gran escritorio de metal y luego él mismo se sentó frente a ellos.
Tomó una bocanada de aire y habló.
-Bien chicos, necesito que hagan todo lo posible para no alterarse por lo que les voy a decir, ya que se trata de…
-Kendall, lo sabemos –interrumpió Carlos, la sra. Knight lo miró fulminantemente causando que el latino se sonrojara de la vergüenza.
-Un caso grave y diferente a los que alguna vez he manejado o asistido –continuó el médico-. Necesito tranquilidad por parte de ustedes.
Todos asintieron con la cabeza.
-Kendall Knight perdió la memoria –dijo sin más.
Carlos sintió como su mundo se rompía en mil pedazos, no podía creer que su mejor amigo lo olvidara, no quería que su líder dejara de ser su líder. Miró al doctor apretando los ojos para evitar que las lágrimas salieran, pero no resultó.
James respiró hondo intentando calmarse, no quería creer lo que había escuchado, pensaba que todo era un mal sueño y que pronto despertaría.
Logan sintió un dolor agudo en el corazón, estaba desesperado y devastado, pero se prohibió a si mismo demostrarlo, porque necesitaba ser fuerte, sus amigos lo necesitaban fuerte.
Jenifer mantuvo la calma a duras penas, y con voz entrecortada preguntó: ¿Hay alguna solución?
El médico asintió levemente.
-Claro, solo que es un tanto peligroso aplicarla –contestó con sinceridad-. Es algo no utilizado con anterioridad en humanos.
-¿D de qué se trata? –preguntó Logan nerviosamente.
-Es una máquina para editar básicamente todo sobre el ser que la utilice. Sus recuerdos, su personalidad, sus habilidades, etc. Solo se ha aplicado en animales pero…
-¡De ninguna manera pueden tratar a su amigo como un conejillo de indias! ¡Simplemente no! –interumpió la enfermera algo alterada.
-Tranquilízate Isabela, esa desición es de los familiares del paciente –dijo el doctor con voz potente-. A ti y a mí solo nos corresponde hacer bien el trabajo.
Isabela asintió resignada.
-Puede ser una… o mejor dicho la única esperanza que le queda a Kendall –continuó el interrumpido con cara de preocupación.
Logan pensó en lo que haría Kendall en sircunstancias parecidas, y no dudó en seguir su ejemplo, el de hacer una prueba. Porque una vida sin riesgos es una vida no vivida. De todas formas dudaba mucho de los buenos resultados, casos así de grabes no se reparaban como por arte de magia, y tampoco creía en los milagros.
-¿Cuáles son los peligros de un posible intento? –preguntó la sra. Knight.
-Que Kendall Knight nunca vuelva. Es decir, si la máquina no funsiona en humanos, el Kendall que ustedes conocen ya no existiría más –respondió el médico.
Carlos se limpió las lágrimas que se habían escapado y suspiró melancólicamente, su vida no sería la misma sin el rubio.
James permaneció callado y depresivo, lo único que deseaba en ese momento era despertar de aquella horrible pesadilla, pero nunca sucedería, porque esa era la realidad.
La cruda realidad.
-Nosotros aceptamos hacer la prueba –dijo Logan armándose de valor.
Sus amigos lo miraron sorprendidos, la sra. Knight solo asintió en silencio.
-¿Qué dices? –preguntaron en voz demasiado alta Carlos y James.
-Vamos chicos, si Kendall estuviera aquí y yo no, él haría lo mismo. Porque la esperanza muere al último –expresó Logan aparentando tranquilidad.
-Pero…
-Recuerden que la mamá de Kendall tiene la última palabra –interrumpió el doctor.
Jenifer Knight asintió con la cabeza.
Los 3 amigos y la mamá de Kendall estaban en compañía de un especialista en el cuarto donde guardaban aquella impresionante máquina que consistía básicamente en un teclado como el de una computadora, conectado por un cable grueso a una caja cuadrada con una pantalla rectangular, y esta a su vez estaba conectada a unos cables muy delgados de colores que de alguna manera entraban en contacto con el cerebro del pasiente, así era como se veía a simple vista.
Kendall yacía inconsiente en una camilla en un rincón de la habitación, con un vendaje en la cabeza y un marcapasos.
-Bien, ahora les explicaré como funciona este aparato –comenzó el especialista-. Este teclado sirve para escribir detalladamente lo que se quiera grabar en la memoria de quien lo use, la pantalla irá rebelando los cambios realizados y lo que se escribe, la caja cuadrada tiene por dentro pequeños receptores que almacenan, analizan, y dividen la información previamente escrita, enviándola a través de los cables delgados de colores que observan directo a una cinta sobrepuesta en la cabeza de Kendall, la cual tiene un imán magnético que transmite la información convertida en ondas al cerebro y este a su vez la recibe y la aplica.
James se quedó impresionado, intentaba procesar toda la información que le habían dado.
Logan comprendió casi todo, pero había una duda que le causaba curiosidad. ¿Cada cable de distinto color tiene una tarea diferente? –preguntó educadamente.
-Por supuesto –respondió el especialista. Los colores claros sirven para las emociones tranquilas, los fuertes sirven para emociones alocadas, los de colores combinados son para transportar cada habilidad y cualidad, el nombre de cada persona a la que conoce y finalmente los blancos son para recordar lo sucedido a largo plazo, los negros a corto plazo.
-¿Y si queremos que Kendall olvide algún suceso triste? –preguntó Carlos.
-Simplemente no se escribe nada sobre eso –contestó el especialista pacientemente.
Los 3 amigos suspiraron, se preguntaron qué sería de las personas si pudieran olvidar para siempre los recuerdos tristes. El pasado ya no los atormentaría, nunca más.
-Comencemos ya –ordenó Jenifer Knight amablemente.
-Bien, empiecen a escribir todo sobre Kendall, intenten no olvidar ningún detalle importante y no se lo tomen como un juego, esto es muy serio –dijo el especialista con formalidad.
Los chicos y Jenifer se acercaron y fueron escribiendo uno a uno los recuerdos, habilidades, actitudes y personalidad de Kendall, observaban como los cables de colores sentelleaban cada vez que enviaban la información al cerebro de su amigo.
Una vez terminado el proceso, los chicos se retiraron de ahí, esperando a que Kendall despertara para verificar los resultados.
Una semana después, el ambiente en el 2j estaba cambiado sin Kendall ahí, ahora el silencio era costumbre y la alegría se había esfumado.
Logan leía un libro sin prestar demasiada atención en la información que contenía hasta que el sonido del teléfono lo sobresaltó.
Se levantó con peresa y fue a contestar.
-¿Hola?
-Sí, aquí es.
-¿Enserio?
-¡Claro, irémos allá inmediatamente!
-¡Gracias!
-¡Adiós!
-¿Quién era cariño? –preguntó Jenifer Knight.
-El médico. ¡Me dijo que vallámos al hospital inmediatamente porque Kendall a despertado!
Sonrrisas fugases aparecieron en el rostro de los chicos, de Katie y de la sra. Knight.
Salieron del 2j y se encaminaron al hospital.
Los amigos y la familia de Kendall estaban en la sala de espera, incluso Lucy, Jo, Camille, Kelly y Gustavo esperaban noticias del rubio fuera del hospital.
La enfermera que los había recibido anteriormente entró a la sala.
-Solo pueden pasar 2 personas a ver al joven Knight –informó mirándolos.
Carlos y James dudaron, Logan se levantó ansioso y la señora Knight lo imitó.
La enfermera los condujo por un corto pasillo hasta que abrió la puerta de la habitación de Kendall.
-Debemos tener precausiones, no causen que Kendall se altere, por favor –indicó en voz baja, Logan y Jenifer asintieron y entraron a la habitación.
-Kendall –dijeron los dos al mismo tiempo.
-¿Mamá? ¿Logan?
-Sí, somos nosotros –dijo Jenifer sonriendo.
-Hola amigo –Logan también sonrió.
-Tuve un accidente ¿Verdad?
-Así es. Pero estarás bien pronto –comentó la enfermera.
-¿Dónde están Carlos y James? –preguntó Kendall dirigiéndose a Logan.
-Ellos vendrán a verte en un momento.
-Está bien. Ya quiero salir de aquí para ir a jugar hockey.
Jenifer abrió la boca para decir algo pero la cerró instintivamente.
-Tú amas el hockey ¿Verdad? –insistió Logan.
-Sí, lo amo tanto como a mi vida misma.
Logan sonrió como nunca, precisamente esa era una de las cosas que él, la sra. Knight, Carlos y James habían especificado en la máquina.
-Katie está ansiosa por verte –dijo Jenifer.
-¿Katie? ¿Quién es Katie?
-Y nuestras fanáticas están deseosas por ver a Big Time Rush de nuevo –le siguió Logan.
¿Big Time Rush? Yo no sé qué es eso.
Logan y Jenifer se quedaron petrificados, Kendall había olvidado a su hermana, y la única razón por la que estaban en Los ángeles.
¡Oh yea!
Aquí estoy de nuevo con otra historia, espero les agrade, y me dejen un review.
Asepto cualquier crítica y sugerencia, por favor déjen un comentario sobre qué les pareció la historia, porque nunca había echo algo parecido.
Gracias por leer!
TheCandiRusher
