Disfruten la lectura.


Encantador Psicópata

I

Le encantaba complicarse la existencia, sinceramente.

No tenía mucha ciencia el proyecto en sí, sólo ir por el parque andando hasta encontrar algo que valiera la pena fotografiar, tal vez un árbol al que las sombras formaran figuras que resultaran atractivas, y que con la angulación perfecta podría darle ese toque especial que solían tener sus imágenes, vida.

Sin embargo sigue dando vueltas por el lugar en donde niños corren mientras madres histéricas piden que no se alejen demasiado, animales que revolotean entre las piernas de los transeúntes, juguetones y anímicos en un día soleado, parejas caminan tomadas de las manos, envueltos en una burbuja romántica que muchas veces a él le causa repulsión.

No es que sea un tipo amargado, para nada, sencillamente nunca ha experimentado el amor y la verdad es que tampoco está interesado en ello. Suficiente tiene con soportar los llantos de su gemelo cada vez que pelea con Angelina o de Ronald sufriendo por una tal Lavandula o como se llame la chica, que no lo toma en cuenta y pasa de él como Molly lo hace con las excentricidades de su marido.

Como sea, lleva horas recorriendo el parque para encontrar un maldito algo bastante interesante y bueno para sacar un sobresaliente sin necesidad de photoshop, porque no estaba en sus planes perder valioso tiempo de sueño en algo tan nimio, aparte que él no necesita de esos programas inventado por mediocres para que su fotografía sea magistral. Pero aún con su cámara Canon EOS 650D, la cual consiguió trabajando todo un verano, rehusando a viajar con sus amigos para poder cumplir el capricho que hace años le carcomía el cráneo desde que la vio, no era capaz de enfocar con su visor la imagen perfecta. No había ninguna historia detrás de todo lo que rodeaba a su persona en estos momentos que tuviese la fuerza necesaria para atraer su atención y plasmarla en la película fotográfica.

Sí, hacía el revelado como antiguamente se procedía, expuesto a los químicos, a mayor probabilidad de error, con un gasto de tiempo innecesario para las facilidades que en el año 2013 poseía; pero ciertamente si quiso realizar un proceso manual fue porque era una de las esencias de la fotografía, ese trocito de alma que robaba en cada flash era cuidadosamente tratado para mantener inalterada la historia captada. Un pequeño cuarto en el minúsculo departamento en donde vivía fue destinado a ejercer de estudio, sitio en donde se coleccionaban esos pedazos que arrancaba de cada persona, lugar u objeto.

Era su santuario.

También que el día estuviese tan soleado tampoco le ayudaba, pero para él ésto nunca fue impedimento suficiente para obstaculizar una buena imagen. Simplemente no encontraba la inspiración. Y su humor estaba empeorando al igual que el hedor que lo acompañaba por culpa de la sudoración provocada por el calor. Bufando volvió a escanear su entorno sin esperanza de encontrar algo remotamente cautivador, por los calzones de su abuela, sólo necesitaba una insignificante imagen para pasar el curso sin estrés.

Hasta que la vio.

Tragó saliva y una sonrisa ladeada apareció en su cara, llamando la atención de las mujeres cercanas a él.

«Bingo Fred, te ganaste la lotería»

La chica era hermosa en todo sentido, rizos castaños cayendo en cascada por su menuda espalda, piel de porcelana expuesta que con los benditos rayos del sol producían una ilusión etérea, ojos marrones enmarcados por voluminosas pestañas y peinadas cejas, la nariz apuntando al cielo, altiva y orgullosa y unos pómulos prominentes salpicados en pecas. Era una belleza.

Pero no fue nada de lo anterior lo que provocó que los dedos le picaran por apretar el disparador, tampoco que su estómago se encogiera de ansiedad por el resultado del revelado o que su mente buscase frenética las historias que esa diminuta figura pudiese contar. Nada de lo anterior fue el detonante de sus reacciones.

Fue su sonrisa y cómo esta iluminaba todo su rostro lo que flechó al pelirrojo.

No sería necesario ajustar el objetivo para captar en todo su esplendor esa hilera de dientes brillantes y blancos, el sol causaba que los labios quedasen en primer plano y la piel que los rodeaban era un acompañamiento que no opacaban la preciosa mueca, las sombras, por su parte, realzaban rasgos tiernos en el rostro femenino y los ojos castaños se notaban más luminosos. Ella al natural se mostraba como la perfecta candidata a una de sus mejores fotos.

Un flash se escuchó por todo el parque cuando el coro de ángeles dejó de cantar en los oídos del muchacho.

Ahí Fred Weasley decidió que la musa que esperó por años fue puesta en su camino por el destino. Y él no la dejaría escapar.


Y volví, más pronto de lo que pensé :B

Tuve esta idea hoy y nada, veamos en qué resulta.

Espero les haya gustado :) Si tienen sugerencias, críticas (siempre que sean constructivas), opiniones, etc... me lo hacen saber, ¿vale?

Cuídense 3

PD: Busco beta, si alguien tiene algún dato, se los agradecería mucho :)