Digimon no me pertenece.


La observaba, la brisa de la tarde hacía que su vestido y su cabello se moviesen con gracia. Por algunos momentos el viento se hacía más fuerte y hacía que la falda se elevara más de lo que corresponde y eso hacía que él sonriera más de lo debido. Ella lo notó y se sonrojó.

—No es mi culpa que hayas traído un vestido corto — dijo Taichi acercándose con su sonrisa burlona

—¡No es corto!

—Sí lo es — se acercó más y sus dedos llegaron al borde del vestido y rozó las piernas de la pelirroja.

Sora sentía que el corazón se le iba a escapar en cualquier momento de su cuerpo y sin darse cuenta posó sus manos sobre el pecho del moreno. Taichi profundizó su sonrisa burlona.

—Vamos — la levantó y la posó en su hombro derecho — Debemos cambiarte — con su otra mano trataba de bajar un poco la falda para que nadie viera lo que había debajo y emprendió camino.

—¡Taichi! - se quejaba la pelirroja —¡Bajame!

Forcejeaba pero con poco esfuerzo, siendo sincera, no quería que Taichi la soltara.


Un pequeñitito regalo para la embajadora, suprema emperadora, del Taiora por su cumpleaños.

Espero que haya gustado, sino, a la mierda todos.

¡Feliz Cumple Genee!