Rapsodia de guerra
Notas del autor:
Esta historia es un universo paralelo, en este la magia es algo de conocimiento comun, las facciones de la ciencia y de la magia están en guerra desde 4 años antes del principio del fic. (Más o menos en el periodo en que se desarrolla la serie en primer lugar)
Todos los personajes le pertenecen a Kamachi sensei, la historia es mía, toda mía.
Campaña uno: liberación.
Capitulo uno: la bala dorada
҉[…]҉
Aviñón.
Calle de los mártires
25 de diciembre, 16:34 horas
Empezaba a caer una ligera nevada, en la azotea de un edificio abandonado se parapetaban dos jóvenes, de entre 20 y 21 años de edad.
Ambos, los dos iban vestidos con trajes de invierno, camuflados para combate urbano; uno de ellos, de cabello negro puntiagudo y mirada fría con ojos azul acero, estaba espiando a través de la mira de su rifle Anzio 20mm, entiéndase que tiene un arma de dos metros de largo, del otro lado de la mira, la puerta de un orfanatorio.
El otro era un joven rubio de cabello sucio, él tenía unos binoculares militares muy avanzados, con los que se puede medir la velocidad del viento y otras condiciones que afectan en un tiro de francotirador.
-¿Tenemos algún reporte de los observadores? –pregunto el joven del rifle, su voz era calmada, incluso fría, templada por los horrores de la guerra en la que había estado envuelto desde antes de tener que rasurarse.
-nada… espere, tenemos algo, dos sujetos se acercan al objetivo desde el oeste, jefe, esto es inesperado creo que son…
No termino, no hacía falta, pronto entraron los dos sujetos en el campo visual del tirador.
-la numero tres, nombre clave, Railgun y la numero cuatro, alias Meltdowner. –dijo con voz fría, aunque no pudo esconder cierto grado de sorpresa.
-los de ciudad academia debieron enterarse también, aunque es extraño que hayan enviado agentes de tan alto rango.
-no tiene nada de extraño, después de todo es Kaori Kanzaki su objetivo… igual que el nuestro.
-¿Qué vamos hacer, Kamijou-san?
-no tiene sentido que esperemos a que llegue la santa, ya debe haber sido advertida de la amenaza, pero creo que todavía podemos cobrarnos una presa.
-pero… esa bala, es para cazar santos, no está preparada para un nivel 5.
Dentro del rifle de francotirador solo había una bala, una bala dorada con el nombre de uno de los 20 santos vivientes grabado en ella.
-tienes razón, esta bala no le hará ningún daño a la numero 3, sin embargo la numero 4 es tan vulnerable a un disparo como cualquier humano normal, si la railgun no se da cuenta hasta el momento preciso, podremos dar un buen golpe.
Con eso quedo decidido, la bala dentro del rifle cambiario de destinatario.
-rango.
-915 metros.
-velocidad del viento.
-12 Kilómetros por hora, este-oeste, ningún arregla adicional requerido, tiro despejado.
Kamijou Touma hizo los ajustes necesarios, retiro el seguro del rifle, y por un segundo cerro los ojos, otros francotiradores rezaban en este momento, pero él tenía una disputa personal con todos los dioses, así que solo lo hacía para reunir su concentración en un solo punto.
Puso su ojo derecho, azul acero, en la mira del rifle, el puntero estaba fijo en la nuca de la más alta de ambas figuras, una mujer de 24 años aproximadamente, el dedo del joven estaba puesto justo sobre el gatillo, apunto de jalar, pero la chica empezó a moverse, y el joven perdió el tiro.
-no puedo fijar el blanco. –dijo con voz parsimoniosa.
-niveles 5, malditos monstruos, no cree jefe… ¿jefe? –el joven rubio estaba observando toda la escena, acababa de empezar una pelea entre los guardianes del orfanatorio y las dos figuras que acaban de llegar, el jefe del rubio había desaparecido al ver como se iniciaba la confrontación, el rubio solo dio un suspiro de resignación.
-siempre es lo mismo
҉[…]҉
La tercera y cuarta espers más poderosas del mundo caminaban por las calles desiertas de Aviñón, horas antes en ellas se había librado una batalla y en la calle los restos de algunos hombres, los trajes de poder de ciudad academia mesclados con los cuerpos de los soldados magos de Nesessarius, gráciles copos caían del cielo, la más joven y más poderosa de ambas miraba al cielo, contemplando como caían, como si nunca antes hubiera visto nevar, saco la lengua tratando de atrapar uno de los copos.
-¿Qué te pasa tercera? Hoy estas rara, ¿estas enferma o algo?
-tercera no tiene ninguna enfermedad, solo disfruta de la nevada, responde la tercera a Mugino-san. –contesto la chica con voz robótica.
-incluso estas usando los honoríficos, sí que estas rara.
La chica castaña la miro sin expresión alguna en su cara, sin embargo había algo extraño, estaba muy dispersa, muy inestable, esto preocupo a la cuarta, ella también era un persona terriblemente inestable, pero estaba al tanto de ello y podía actuar en consecuencia, en cambio la tercera era prácticamente un robot de carne lo que la hacía más peligrosa.
-terminando la misión te harás un análisis psiquiátrico, no pareces del todo bien. –le dijo Mugino.
-tercera lo hará, pese a que no lo considera necesario, esta funcionando de acuerdo a los parámetros normales, dice la tercera un poco fastidiada.
-¡como sea, acabemos con esta misión lo antes posible!
La más alta apuro el paso, haciendo que la más joven la siga de cerca, pronto llegaron al orfanatorio, con una prisa innecesaria, Mugino azoto la puerta.
Tardaron unos segundos en contestar, la puerta se abrió levemente, revelando a una mujer de cabellos dorados y ojos verdes.
-ya hemos pagado los arbitrios de este mes. –dijo e intento cerrar la puerta, pero la mano de la cuarta la detuvo.
-no somos recaudadoras de impuestos, sabemos que este es un centro de adoctrinamiento de la iglesia católica y que Kaori Kanzaki se encuentra dentro, díganle que salga o demoleremos toda la manzana.
-no sé de qué me está hablando, somos un orfanato laico, sin conexión directa con el lado de la magia o de la ciencia.
-no tiene sentido que lo esconda, Hermana Lucia, si no la eh matado todavía es que quiero evitar causar un desastre por las puras.
La mujer rubia se sorprendió al escuchar su nombre, de pronto por una de las ventanas salto un hombre de 2 metros de alto, con cabello rojo y un código de barras debajo del ojo, llevaba una túnica negra lo que marcaba claramente su afiliación.
El hombre lanzo una gran pared de fuego contra las dos mujeres, la mayor creo un escudo de energía verde, mientras que la más joven se dispuso para atacar a la rubia que les había abierto la puerta.
La mujer rubia saco gran rueda de madera de quien sabe dónde, ella se especializaba en utilizar la enorme rueda como un explosivo, y controlando las esquirlas de la explosión para herir a los objetivos cercanos
Ella la blandió tratando de empalar a la tercera, pero esta le respondió con un movimiento de la mano, que gracias al campo magnético que esta poseía mando la rueda a volar, luego dirigió un pulso electromagnético a los órganos vitales de la rubia, causándole un fibrilación ventricular y matándola rápidamente.
Mientras tanto el mago de cabello rojo había detenido su ataque de fuego con un movimiento de su túnica salieron volando decenas de cartas, el mago recitaba despacio un conjuro mientras las cartas se repartían sobre el suelo.
-¡su propósito, la destrucción; su forma, la espada, consume mi cuerpo y dame tu poder, ven, poderoso innocentius!
-ja, nada mal, pero no es suficiente –dijo Mugino disparando su Meltdowner contra el monstruo de fuego, este se deshizo por un momento, solo para reformarse de forma instantánea.
-ja, nada mal, pero no es suficiente. –contesto de forma irónica el mago.
-entonces se trata de un conjuro auto regenerativo eh?
Mugino saco una barra de metal troquelado de su bolsillo y la lanzo al aire, luego disparo su poder contra esta barra, haciendo que su poder se fraccione, cada uno de los rayos menores callo sobre una de las cartas que el mago había lanzado previamente, uno de los rayos incluso lo golpeo al mago, causándole una herida incapacitante, en unos minutos y sin atención estaría muerto así que ya no era necesario vigilarlo.
Las dos niveles 5 ingresaron al orfanato, no había nadie en el interior, pronto pasaron a los niveles inferiores, estas construcciones siempre contaban con sótanos amplios, la vista de la cuarta fue captada por una figura que se movía entre las sombras.
Disparo uno de sus rayos, fallo en la puntería pero la luz revelo que se trataba de una mujer de cuerpo pequeño y cara infantil, llevaba un hábito negro, tenía su cabello rubio amarrado en dos trenzas y sus ojos azules estaban impregnados de terror.
-¡aléjense de los niños! –grito la pequeña monja.
-¿los niños? Pero si son los perros de caza que está entrenando nuestro enemigo, relájate, no les aremos daño si nos dices donde esta Kanzaki Kaori.
-¿la santa de Amakusa? –dijo la pequeña monja, su cara mostraba que no sabía nada.
-no nos es útil… tercera, acabala.
-tercera no quiere matar a un enemigo que no pelea, dice la tercera expresando su sincera opinión. –la railgun se había mantenido callada todo el tiempo, ahora que hablaba su voz ya no era tan mecánica como era normalmente.
-¡hazlo!
-tercera se rehúsa.
La pequeña monja estaba acorralada, las dos niveles 5 estaban discutiendo sobre su destino, mientras ellas estaban distraídas, quizás podría hacer un movimiento para que los niños lograsen escapar, aunque le costase la vida.
Todos estos pensamientos pasaron por su cabeza a gran velocidad, ya tenía un plan de ataque.
De la parte de atrás de su túnica saco de forma sigilosa cuatro pequeñas bolsas de tela.
Tiro dos de ellas al piso y dos las lanzo al aire.
-¡12 apóstoles, sean mi escudo! –grito, las dos bolsas que había lanzado al aire empezaron a brillar con fuerza y se dispararon como láseres contra las niveles 5.
De debajo de la manga de la tercera salió una espada, esta estaba hecha de arena de hierro que ella siempre cargaba consigo, usando la espada rápidamente bloqueo los ataques de la monja.
Salto de las escaleras hasta quedar a tan solo metro y medio de la monja, esta levanto sus manos y de las dos bolsas que había arrojado al piso broto una luz cegadora, creando una especie de pared de luz.
La monja se sintió confiada cuando la pared de luz que había creado había roto la espada de la tercera, pero antes de que pudiera alegrarse demasiado, su escudo fue perforado nuevamente por una segunda hoja de arena que vibraba a altísima velocidad.
La brecha en su escudo se hizo lo suficientemente grande para que a través de ella pasara medio torso de la railgun.
La castaña electromaster miro a los ojos a la monja, su mirada era perturbada, incrementando el horror de la escena.
-si no hubieras luchado no habrías sufrido dice la tercera mientras te asesina. –el brazo de la chica que poseía la espada retrocedió, solo para regresar con más fuerza y apuñalar a la monja en el pecho, matándola inmediatamente.
-¿no que no ibas a matarla? –dijo Mugino acercándose a la sangrienta escena.
La tercera se quedó mirando de forma fija el cadáver de la monja, un musculo en su quijada estaba tan tenso que era visible a simple vista, de pronto, un pequeño murmullo salió de su boca, algo parecido a una risa.
-¿estas riendo?
-no rio. –fue la seca respuesta de la más joven.
Mugino por un momento pensó en cancelar la misión y regresar lo más rápido posible, el estado mental de la tercera estaba punto de quiebre.
Sus cavilaciones fueron interrumpidas de repente. – ¿Sister Angenele? –un niño de 9 o 10 años había abierto la puerta, y miraba con ojos dilatados el cadáver de la joven monja.
Tenía un cuchillo en sus manos, posiblemente lo había tomado presintiendo el peligro, con manos temblorosas levanto el cuchillo y apunto a las dos mujeres que estaban al lado del cadáver.
-¡ASESINAS MUERANSE! –grito el chico cargando contra las dos mujeres mayores.
-no corras con cosas filudas que puedes lastimarte. –dijo con voz sádica Mugino, cogiendo al chico del brazo, torciéndoselo y forzándolo a soltar el cuchillo.
Un pequeño chillido escapo, tanto de la boca del niño como la de la railgun.
El chico entonces libero una chispa eléctrica por todo su cuerpo, un poder correspondiente a un nivel 1.
La descarga tomo por sorpresa a la cuarta, quien reacciono lanzando al mocoso contra una pared. –parece que tendré que dejar un pequeño cadáver más antes de irme.
-¡no lastimes al niño! –grito Misaka totalmente temblorosa, y bastante perturbada, cogiendo a Mugino por el brazo que sujetaba el cuchillo.
Pese a la diferencia de tamaños, la tercera era más fuerte, con esa mayor fuerza torció la muñeca de su compañera, arrebatándole el cuchillo y un grito.
La cuarta respondió dándole una cachetada a la railgun, tirándola al piso. – ¡no te metas puta! –luego de gritarle fue a por el chico, que se había torcido una pierna por lo que no podía pararse, y se arrastraba para tratar de escapar.
-¡ahora pequeña plaga, prepárate para ser exterminada! –grito de forma psicópata Mugino.
Estaba cargando su Meltdowner, cuando fue golpeada por la espalda por una fuerte descarga eléctrica que la tiro al suelo.
La cuarta se dio la vuelta y vio que parada justo detrás de ella se encontraba la railgun, tenía una enorme sonrisa en toda la cara, estaba riendo por lo bajo, tenía flojamente sujeto el cuchillo en la mano izquierda y una moneda en la derecha.
-eh tercera, no hagas algo de lo que puedas arrepentirte, espera, no lo hagas… ¡no!
El cuerpo inerte de la cuarta esper más fuerte del mundo golpeo el piso con fuerza.
El railgun le había dado en la cabeza, ella podía defenderse normalmente de ese ataque pero a esa distancia era imposible, su cerebro había quedado reducido a nada.
La niño no soporto más la escena y vómito, la tercera soltó el cuchillo y se acercó a él.
-niño, ¿tu pierna está bien? –dijo mientras se inclinaba cerca del niño.
-¡ALEJATE MONSTRUO! –le grito el chico.
La chica se levantó, y empezó a reír, sujetándose la cara con una mano los ojos desenfocados y las pupilas dilatadas.
-sí, jejeje, ¡soy un monstruo! JAJAJAJAJA ¡SOY UN MONSTRUO!
Mientras la chica se retorcía en carcajadas enfermas, una tercera figura ingreso al sótano.
Era el joven de cabellos puntiagudos Kamijou Touma.
Rápidamente el joven reconoció la escena completa con la mirada.
-aléjate del niño. –dijo con voz tranquila Touma.
-¿para qué? ¿SOY UN MONSTRUO? ¡SOY UN MONSTRUO! JAJAJAJAJAJAJAJA
La chica lanzo una poderosa descarga contra Touma en ese momento, pero este levanto su mano derecha contra la descarga negándola por completo.
¡¿?! La chica se sorprendió, en un instante ya tenía al chico encima, el con un Uppercut lanzo por los aires a la railgun, tendiéndola en el suelo.
Creyendo que la amenaza se había acabado saco el joven de su chaqueta una radio.
-atención, en la calle de los mártires 224, necesito un equipo de rescate, hay menores involucrados, y un equipo de inmovilización.
Entonces sintió un movimiento en el piso, era la railgun, se había arrastrado por el piso y se había sujetado de su tobillo, estaba llorando.
-viólame, mátame, has lo que quieras conmigo pero acaba rápido, Mikoto ya no quiere continuar, por favor, córtale la cabeza a este monstruo. –dijo con voz suplicante la chica.
-Mikoto. ¿Es tu nombre?
La chica no respondió, se había desmayado.
El equipo llego rápidamente, los paramédicos estabilizaron al mago que pese a estar increíblemente cerca de la muerte, todavía resistía.
En cuanto a la Meltdowner y las dos monjas estaban definitivamente muertas, sus cadáveres fueron embolsados y transportados.
Los niños huérfanos fueron recogidos también y llevados a un lugar seguro, todavía existía la posibilidad de que la santa apareciese y si eso ocurría, toda el área quedaría afectada por el fuego cruzado.
Touma recogió a la tercera entre sus brazos y salió cargándola, en un momento de lucidez en medio del desmayo, la mujer abrió los ojos, y pudo ver un hermoso caballo, caminado por la calle opuesta, con los copos de nieve cayendo perezosamente sobre él.
҉[…]҉
Algún lugar de Francia
Base subterránea desconocida
Mismo día, 22:30 horas
En una pequeña cabaña a las afueras se encontraba el líder de la facción Kamijou, estaba examinando con un escáner de mano a la inconsciente tercera esper.
Al pasar el escáner por su cabeza este detecto que la chica tenía algún tipo de implante en el cerebro, en la corteza pre frontal, podía tratarse de un localizador pero no enviaba ni recibía ningún tipo de señal así que no era preocupante.
En la misma situación, examinado a los niños rescatados del orfanato y al mago de fuego se encontraban el equipo médico.
Los niños estaban limpios, así que los subieron a un camión que los llevaría a un refugio seguro, el niño que vio morir a la pequeña monja fue separado del grupo, tanto para tratar de interrogarlo como para que no ponga en peligro la estabilidad mental de los otros niños.
Touma bajo su escáner y detecto lo que estaba temiendo, encontró un rastreador en el cuerpo de la chica, estaba implantado quirúrgicamente en el esternón.
Tomando en cuenta de quien se trataba era obvio que el detector estaba protegido contra ataques EMP así que solo quedaba extirparlo, trabajo para el cuerpo médico.
Touma les indico a los médicos donde se encontraba el dispositivo y abandono la pequeña habitación pasando a otra.
En ella se encontraba Hamazura Shiage, estaba analizando del mismo modo el cadáver de la cuarta esper.
-no entiendo el sentido de esto jefe, ¿para qué estamos transportando este cadáver? Dudo que Xóchitl pueda sacarle algo con el daño que tiene en la cabeza.
El cráneo de la mujer había sido envuelto en bolsas plásticas para que conservase su forma, pese a que casi no quedaba nada de cerebro en un estado reconocible.
-aunque no obtengamos nada, al menos le daremos una sepultura digna. –fue su respuesta.
-por cierto, el mago de fuego es alguien que usted conozca, por el modo en que te miro parecía que tenía algo contra usted.
-sí, él es Stiyl Magnus de Nessesarius, uno de los mejores magos de fuego, lo conocí hace 4 años.
-¿antes de que comenzara la guerra?
La mirada de Touma se perdió en los recuerdos de como había empezado la guerra, Shiage sabía que ese era un terreno en que no debía entrar.
-¿no le parece extraño jefe? Primero nos informan que una de los 20 santos se dirigía al orfanato, luego resulta que uno de los mejores magos de fuego se encontraba en él, ¿Qué estaría buscando Nessesarius para enviar dos de sus mejores hombres a un lugar así? Y luego como es que se enteran los de ciudad academia tan rápido.
-Lo primero, seguro que pensaban reclutar a los niños como tropa, están faltos de gente últimamente. –esta respuesta no contesto plenamente a Kamijou, que sentido tenia enviar a alguien de tal nivel a una misión tan simple. –y lo segundo, fue Tsuchimicado. –esta segunda respuesta era segura.
Tan pronto los medico terminaros de incapacitar el transmisor salieron de la habitación, esto fue señal para ponerse en marcha nuevamente.
El camino estaba cubierto por una gruesa capa de nieve, desapareciendo todo contraste de terreno.
Pronto llegaron a un campamente minero abandonado parecía el vehículo ingreso a un garaje destartalado, dentro del garaje había una rampa que conducía a una construcción subterránea.
La puerta del garaje se cerró, dejando mientras la oscuridad de la noche reclamaba el lugar.
La railgun despertó del que parecía un largo y pesado sueño, al mirar el techo le pareció extraño que fuera de algún material sintético, al mirar alrededor vio que estaba en una celda de materiales no magnéticos, capto algo más, un horrible zumbido estaba taladrando sus oídos, la fuente fue fácil de determinar, cuatro parlantes uno en cada extremo de la habitación.
Tampoco le tomo mucho tiempo darse cuenta de que se trataba, ya había escuchado ese sonido antes, era el Capacity Down, uno de los dos únicos sistemas que servían para contener a un esper, aunque ella habiendo experimentado varias veces sus efectos era capaz de resistirse.
Un ruido seco resonó en la pequeña habitación.
Por la puerta de la misma, un joven de cabello negro puntiagudo entro a la caja de material sintético en que la castaña se encontraba, le resultaba vagamente familiar, aunque no podía adivinar de dónde.
El joven se sentó pesadamente frente a ella, no llevaba armas, y no parecía tenerle ningún miedo, pese a ser una de las personas más peligrosas del mundo.
-¿tú eres…? ¿Kamijou Touma, el asesino de ángeles? Pregunta la tercera tratando de reconocerte. –dijo la chica mientras entrecerraba los ojos.
-…asesino de ángeles, tch,… -el chico cerro los ojos con algo de fuerza, como tratando de expulsar recuerdos que le resultaban desagradables. –jamás pensé que terminarían usando ese epíteto conmigo.
-¿entonces lo eres? Insiste tercera.
-sí, así es como me llaman. Era de esperarse ¿Cuáles son las ordenes, matarme tan pronto como me encuentren verdad? Tercera esper más fuerte del mundo.
-no contesta la tercera, la orden era capturarte con vida para exhibirte como trofeo dice la tercera tratando de asustarte.
Touma miro al techo, no se esperaba que pensaran exhibirlo si lo capturaran "me estoy volviendo famoso, eh?" pensó con amargura. –tercera, cuál es tu verdadero nombre.
-tercera es tercera.
-no, tercera es tu rango, Mikoto, ¿ese es tu nombre?
La chica miro con ojos asustados a Touma, de pronto algo se rompió en su interior, el ataque de psicosis que había sufrido unas horas antes.
¡TERCERA! ¡TERCERA ES TERCERA! ¡SOY LA TERCERA Y NADA MÁS! MIKOTO ¡TERCERA! ¡TERCERA ES TERCERA! ¡SOY LA TERCERA Y NADA MÁS! MISAKA, ¡NO! ¡TERCERA! (…)
Touma se quedó observando a la chica sin ninguna emoción, mientras esperaba a que el ataque de pánico que a chica estaba atravesando terminase, entre los gritos pudo reconocer el verdadero nombre, Misaka Mikoto, su mente estaba increíblemente dañada, él no sabía que le habían hecho, como la habían reprimido.
Touma no movió ni un dedo cuando vio que la chica empezó a lanzar rayos pese al Capacity Down, en el fondo ya había decidido que ella, se salvaría sola, el la ayudaría a salvarse pero ella haría el camino por sí misma.
A cabo de una hora de crisis finalmente la chica se calmó.
-muy bien, Misaka Mikoto, tengo un par de preguntas que hacerte.
-cuales son dice la tercera enfadada.
-¿Por qué mataste a la cuarta?
-Mugino quería matar a los niños.
"Después de todo, no esta tan corrompida como me imaginaba" pensó el chico. "será más fácil que se salve de lo que me esperaba" –bueno, Misaka Mikoto, gracias a ti, esto ya no será necesario.
El chico metió su mano en su bolsillo y del saco una bala, en su costado tenia escrito la palabra Meltdowner, lanzo la bala a las manos de Misaka.
-¡JEFE! –oyó el chico gritar a través del auricular que llevaba, era la voz de una de sus subordinadas, que acababa de entrar en un ataque de pánico con lo que el acababa de hacer.
Touma miro hacia una de las cámaras de seguridad, tratando de transmitir confianza en su mirada.
Luego que considero que se habían calmado su vista regreso hacia Misaka.
-tengo otra bala como esa, pero con tu nombre, mi segunda pregunta es ¿Qué debo hacer con esa bala? –dijo dándole la espalda a la chica y saliendo de la habitación.
-¿Por qué? Pregunta la tercera, ¿crees que no puedo acabar contigo y por eso me das esto?
-se perfectamente que puedes acabar conmigo, pero confió en que no lo harás. –Touma volteo solo un poco, para verla con un solo ojo y luego siguió andando.
Mientras salía de la habitación, una de sus subordinados, Mariebeth Blackball, ella tenía un sombrero amplio, con un lazo rojo hasta arriba, llevaba un vestido al estilo de las brujas de Salem, tan solo que con pantalones en vez de falda, ella es una bruja con especialidad de tierra y lleva una cruz de san Jorge del cuello.
-¡jefe, aun con el Capacity Down! ¡¿Cómo pensó en darle una bala a la tercera?!
-llámala Misaka, además a ella no parece hacerle efecto el Capacity Down.
¡Aun peor!
-¿peor? ¿En qué forma? Ella podría escapar con o sin bala, pero no lo hace ¿Qué crees que significa?
-que está esperando a que la rescaten.
-quizás, pero no me parece, ya veremos… ¿por cierto? ¿Está tu maestro bien?
La mujer de cabellos rojizos miro hacia un lado, ella era la estudiante de Stiyl Magnus, pero ella traiciono a Necesarius para unirse a Kamijou.
-sí, está en cuidados intensivos, pero evoluciona bien… ¡no desvíes la conversación!
-jefe. –vino corriendo Hamazura Shiage, interrumpiendo a Mariebeth, ganándose su enfado. –acaba de llegar Tsuchimicado, tiene algo interesante.
Touma suspiro, no quería hablar con Tsuchimicado.
-en fin, voy. –luego mirando a Mariebeth. –luego hablaremos de eso, ¿quieres venir?
Los tres fueron, entraron a la oficina de Touma, era un salón con tres sillones toscos de madera sin comodidades, un pupitre hacía las veces de mesa de centro y un viejo escritorio con una silla rotatoria.
Hamazura Shiage ni siquiera entro, no quería tener que involucrarse más en los asuntos de los jefes.
Touma se sentó en el escritorio, era su lugar por definición, apoyado contra una de las paredes se encontraba Aogami Pierce, tenía los ojos cerrados y parecía estarse riendo sin ningún motivo.
En uno de los sillones estaba el espía múltiple, Motoharu Tsuchimicado, llevaba camisa hawaiana abierta y lentes de sol, pese a hacer un frio terrible y estar en un ambiente poco iluminado.
Mariebeth vio a los hombres que se habían reunido en esa habitación, antiguamente Tsuchimicado había sido camarada de los otros dos, pero en la actualidad a las duras penas se toleraban mutuamente.
-eh Kami-yan, dicen las malas lenguas, que te cargaste a las #3 y #4. –dijo sonriendo Tsuchimicado. –podría decirse que fue una jornada productiva.
-si consideras destruir el documento C y detener a dos armas vivientes te parece productivo, entonces sí.
-al menos ahora se detendrá la guerra civil norte americana. –dijo Aogami.
Esto despisto a Mariebeth.
-¿Qué tiene que ver lo ocurrido en Aviñón con una guerra en estados unidos?
Los hombres se quedaron mirando a la bruja como si fuera un bicho raro.
-¿eres del lado de la magia, y no sabes lo que acaba de suceder?
La cara de la chica fue toda la respuesta necesaria.
-ciudad academia hizo una presión en todos los países del mundo para que los gobiernos nacionales le cobrase fuertes impuestos a las sectas cristianas, el vaticano para contraatacar esto utilizo el documento C para causar una revuelta en los principales países donde estas leyes se aplicaban. –dijo Aogami.
-Habiendo destruido el documento C las revueltas se detendrán y le acabamos de dar un fuerte golpe a la religión, pese a que terminamos apoyando al lado de la ciencia. -La facción Kamijou era una organización revolucionaria, que estaba en contra de la ciencia y de la magia por igual.
La bruja se sintió como una tonta, todos lo sabían menos ella al parecer.
-¿pero eso no es por lo que has venido? ¿Qué quieres? ¿O acaso tienes algo para mí?
-¿Qué no te basta con que un viejo amigo venga a visitarte?
-tu vendiste a Índex, ya no somos amigos.
-ella era desde el principio propiedad de los anglicanos, tarde o temprano la iban a recuperar, ¿además de que te vale una biblioteca si no puedes usar sus libros? ¿O la querías como amante?
Touma cerró un puño, Tsuchimicado tenía que ser cuidadoso, o su auto regeneración dejaría de funcionar para siempre.
-en fin, tengo algo para ti, Aleister me va a odiar si se entera de que tú sabes esto.
-¿Qué es esto?
Tsuchimicado sonrió, disfrutando el momento.
El modo, por el Aleister controla a sus ovejas negras.
Touma miro los planos. –adoctrinador… supresor del componente moral de la conciencia… control de impulso…bla bla bla. –luego paso los ojos a unos esquemas del dispositivo, inmediatamente lo reconoció, era lo mismo que tenía Misaka Mikoto dentro de su cabeza.
-por cierto Tsuchimicado. ¿Tú fuiste el que les dijo a los de ciudad academia acerca del orfanato? –pregunto Aogami mientras Touma estaba revisando los documentos.
Tsuchimicado por un momento no contesto, luego se volteo y dijo. –no, por una vez alguien más les dijo a ellos.
-entonces, te están robando el puesto amigo, tienes que trabajar más en serio. ¿Qué sabes acerca de lo que iba a hacer Kazakiri en el orfanato?
Tsuchimicado sonrió. –no creas que te voy a dar toda la información gratis, algo tienes que descubrir por tu cuenta.
Touma entonces dejo los papeles.
-Mariebeth, toma esto, llévaselos a la sala de enfermería.
-…s-sí. –contesto la chica.
Ella salió cerrando la puerta tras de sí, suponía, no lejos de los cierto que la habían mandado lejos para discutir asuntos más importantes.
Lo que se discutió esa noche solo los que estaban ahí presentes.
Cuando acababa de llegar a la enfermería se activaron las alarmas.
Justo afuera del refugio la figura de una de los 20 santos se contrastaba con la nieve que lo envolvía todo.
Continuara.
El siguiente capítulo se titula, "el ataque de la santa" espero que me dejen reviews diciéndome que tal quedo.
Hasta luego.
