Disclaimer : los personajes de Sherlock no me pertenecen ; pertenecer al maestro Arthur Conan Doyle Y a la BBC One

Un hermoso domingo

Era un frio domingo de invierno, y en el 221B de Baker Street había una paz inusual. Dentro, el calor de la chimenea hacía que la sala se encontrara verdaderamente agradable.

John, sentado en su sillón escribía en su blog, ya que hacía mucho que no subía de sus aventuras con el detective .Y Sherlock , bueno Sherlock , se encontraba recostado en su sillón absordo dentro de su palacio mental ( como siempre )

Todo era silencio y tranquilidad hasta que….

-John estoy aburrido

El rubio suspiro, adiós paz se dijo

-Y que quieres que haga

- Bueno puedes hacer muchas cosas – respondió el detective- En especial devolverme el revólver, así yo podre disparar con tranquilidad y tú podrás seguir lo que hacías con tu blog. Y así los dos estamos contentos y felices

- Haber Sherlock Sherlock – suspiro con pesadez y prosiguió- Dime que te hace pensar que yo te dejare dispararle a la pared

-Acaso no es obvio, John – el menor rodo los ojos como si eso fuera dicho algo estúpido y luego añadió – para que yo te deje de molestar claro está.

-No

-Pero John tu no entiendes, estoy muy aburrido y ya hace días que no sale un buen caso. Es que ningún criminal puede plantearme algo que realmente valga la pena - exclamo el detective

-Hoy es domingo Sherlock, se supone que los domingos la gente descansa, o simplemente puedes leer algo. Anda ve, sino para que están los libros que tenemos

- Que tiene que ver que sea domingo! se supone que el crimen no es organizado. Y no, no voy a leer ningún libro. Si esta escasez de casos continua mi replantearé el hecho de crear mis propios crímenes para poder resolverlos

John volvió a suspirar, y luego le pregunto

-A ver, quieres un Té?

-No quiero un té, quiero que me devuelvas el revólver – siguió el detective con todo de berrinche

-No, mi respuesta es no y no insistas – dicho esto prosiguió en lo que estaba haciendo en su blog

Luego de eso, Sherlock se mantuvo callado (para sorpresa de John). Rato después este se paró de golpe frente al mayor y le cerro la computadora de un golpe. John levanto la vista y exclamo

-Y ahora que ray…

Antes de terminar con su reclamo. Sus labios fueron sellados con los del menor y se dejó hacer mientras que el otro pasaba su lengua por su boca. Y sus lenguas se rozaban descaradamente haciendo que se le olvide de todo

Sherlock se inclinó más para profundizar el beso y lo único que el rubio pudo hacer fue posar sus temblorosas manos en la espalda del menor aferrándose a su bata .Estuvieron así largo tiempo jugando con sus bocas, hasta que los dos se quedaron sin oxígeno y al separarse, un hilo de saliva todavía los unía

-Delicioso – exclamo Sherlock con voz sensual, mientras veía como el otro enrojecía por completo.

Entonces se dispuso a seguir besando al mayor, atacando su cuello esta vez. Entre gritos y reclamos cargo a John cual princesa y lo llevo a su cuarto para "quitar su aburrimiento". Haciendo que en los reclamos esta vez pida más y que los gritos sean reemplazados por gemidos.

A la mañana siguiente John despertó todo adolorido maldiciendo mentalmente a Sherlock, ya que debía ir a trabajar. Miro al menor que lo abrazaba de manera posesiva mientras seguía durmiendo. Se zafó del agarre y cuando se dispuso a ir a bañarse sus piernas flaquearon y sintió un gran dolor en la parte baja de su espalda.

Maldición, pensó mientras hacia una mueca, debí darle ese estúpido revolver. Luego se volvió a recostar y fue envuelto de nuevo en un abrazo. Sherlock, entre sueños susurro lo suficientemente alto como para que el mayor escuchase

-John, te amo

El rubio sonrió con ternura y se dispuso a dormir, ya después se inventaría alguna excusa del porque falto al trabajo.

Ya que nada reemplazaría la sensación de estar con la persona que mas amaba