Las lobas de la reina
Personajes
Lady Ana Miller: Kacey Rohl
Lady Ophelia Campbell: Lily Collins
Lady Emily Grey: Alexis Bledel
Lady Virginie Bale: Jennifer Lawrence
Lady Eliza Radcliffe: Hanna Mangan-Lawrence
Princesa Margarita de Francia (Margot): Amanda Seyfried
Capítulo 1: las rosas de InglaterraLondres, Inglaterra
La reina Elizabeth de Inglaterra siempre se sentía a gusta en su corte, llena de gente que compartía su amor por esta tierra, ingleses igual que ella, pero también por los nuevos ingleses: los moriscos y los judíos que entraban con libertad en su nación protestante aunque en la corte también habían exiliados escoceses, jefes de clanes muy importantes que lo habían perdido todo por culpa de María de Guisa, la madre de su supuesta reina. Ese día entre los colores, los bailes y la música Elizabeth buscaba entre sus jóvenes damas de la corte 5 adecuadas para enviarlas a Francia; aquellas mujeres serían sus ojos y oídos en una corte donde había una reina que quería su trono, Mary de Escocia. Si las circunstancias fueran otras la aceptaría como la reina de Escocia y Francia, y nada más pero tanto el vaticano como la misma Francia la declaraban la reina de Inglaterra, si quería mantenerse en su trono y su cabeza sobre sus hombros debía actuar y rápido. Después de mucho examinarlo escogió a las 5 indicadas para mandarlas a Francia, ellas eran: Lady Ana Miller, hija de un importante terrateniente; Lady Ophelia Campbell, hija de un conde con mucha influencia; Lady Emily Grey, hija de un Barón con una fuerte fe protestante; Lady Virginie Bale, hija de un marqués con una gran experiencia militar; y Lady Eliza Radcliffe, hija de un comerciante muy rico. Las jóvenes fueron llamadas para hablar en privado con la reina, las jóvenes estaban nerviosas y ese nerviosismo se hizo mayor cuando llego la reina, tan hermosa y elegante como siempre.
—¿Saben porque las mande a llamar? – pregunto Elizabeth desde su trono
—N-no, su majestad – dijo una tímida Ana
—Estén tranquilas no les haré daño ni estoy enojada con ustedes - dijo Elizabeth
—Entonces ¿Por qué estamos aquí? – pregunto Eliza
—Porque he decidido mandarlas a Francia
—¡A Francia! – exclamo una sorprendida Virginie
—Pero…¿Por qué? – pregunto Ophelia
—Como ya saben todas, el vaticano reclama a Mary Estuardo como la legitima reina de Inglaterra, no es noticia que desde entonces la veo con suspicacia, si Mary realmente quiere mi trono o no debo saberlo y como neutralizarla antes de que sea tarde para mí y para mi prospero reino protestante
—¿Y qué debemos hacer nosotras? – pregunto Emily
—Quiero que sean mis ojos y mis oídos en la corte francesa, quiero que me informen de todo lo que pasa, irán como pupilas del rey de Francia, díganme ¿puedo confiar en ustedes?
—Si, su majestad – dijeron todas las damas
Elizabeth se sentía complacida por tales fieles súbditas y mando a preparar todos los preparativos para mandarlas a Francia y escribirle una carta a Francis para que acepte a estas 5 pupilas. Dentro de 1 mes las jóvenes irían a Francia.
Francia
La noticia de las 5 pupilas inglesas rápidamente se supo en toda la corte francesa, algunos decían que eran espías o incluso asesinas, eso debió asustar a Mary ya que pensaba que su prima Elizabeth quería destruirla para poder seguir en el trono de Inglaterra, un trono que según el vaticano y su madre María de Guisa le pertenecía a ella, y tal vez adueñarse de Escocia de paso, no quería a esas mujeres aquí, ellas eran una amenaza lobas enviadas por su peor enemiga, una enemiga que era de su sangre y que ni siquiera conocía, Mary no perdió tiempo y le suplico a Francis que no aceptara a esas mujeres en la corte que solo traerían desgracias y que eran las enemigas de Francia, entre muchas otras cosas más. Mientras Mary le daba a Francis miles de razones por la que no debía aceptar a las pupilas inglesas, una persona que no apreciaba a Mary escuchaba y sonreía divertida, aquella persona era Margarita de Francia o Margot como todo el mundo la llamaba, ella no le tenía ninguna simpatía ar Mary por alguna razón le irritaba todo de ella.
—Enemigas de Francia, es irónico que desde que te convertiste en reina tus enemigos pasaron a ser los de Francia – dijo Margot
—Tu no entiendes nada Margot
—¡Claro que entiendo! Usas a Francia como tu escudo contra otras naciones que podrían ser nuestros amigos
—¿Amigos? ¡Elizabeth no es alguien que puedas llamar tu amiga!
—Tal vez fuera diferente si tú no quisieras su corona – luego volteo a ver a su hermano Francis – mi querido hermano, no pretendo influir en ti y ni intentar convencerte de algo, solo quiero darte mi opinión. Nosotros somos muy diferente a los ingleses y no tenemos buena relación con ellos desde la guerra de los 100 años aun así comerciamos con ellos y es uno de nuestros pilares económicos aun ¿Por qué no pueden ser nuestros amigos y aliados?
—Concuerdo con Margot – agrego Catalina – No podemos granjearnos más enemigos, si aceptamos a estas jóvenes puede que las relaciones entre ambas naciones mejoren
—No puedo creer lo que escucho ¿quieren condenar a Francia? – exclamo Mary
—Condenar tus intereses querrás decir, solo te diré que no te permitiré que hundas a Francia para poner a flote tu reino – dijo Margot con firmeza
Catalina se sentía orgullosa de su hija, siempre había sido un poco fría con ella pero aun así Margot quería a su madre, a la mente de la reina madre llegaron las palabras de Henry, el cual se lamentaba que Margot fuera mujer y no hombre, ya que si fuera hombre seria uno de los mejores reyes de Francia, tal vez comparable con Carlo Magno. Mary se fue de ahí muy molesta, por alguna razón Margot tenía el don de molestar a Mary como cuando rechazo la propuesta de matrimonio del tío de Mary, Christian de Guisa, alegando que era muy viejo; sin embargo, había algo que Mary y Margot compartían y eso era que ambas amaban a Louis de Condé.
—La felicito princesa, esas fueron unas sabias palabras – dijo Narcisse
—Gracias lord Narcisse, aunque solo dije mi opinión – contesto Margot
—Unas sabias palabras – agrego Catalina
—Un gran consejo, hermana – dijo Francis
—¿Y que vas a hacer? ¿Escucharas a Mary o a tu razón como rey? – pregunto Catalina
—Solo diré que estoy harto de enemistades, aceptare a las jóvenes. Por la paz de Francia y si Dios quiere también a Escocia – informó Francis
—Sabia decisión Majestad – agrego Narcisse
Mary sentía como las lágrimas de rabia le escocían los ojos, Elizabeth desde Inglaterra le hacia la vida imposible. En esos momentos solo quería estar en los brazos de su amado Louis, pero en ese momento llego Kenna aunque Mary hubiera preferido que Louis hubiera entrado a la habitación.
—Mary ¿estás bien?
—Si lo estoy, Margot no lograra molestarme
—Supe sobre las pupilas inglesas y que Francis ya las acepto
—¡Todo esto es culpa de Elizabeth! Puedo sentir su mano detrás de todo esto!
—Mary, no debes preocuparte de ellas, tanto yo como Lola y Greer las mantendremos vigiladas
—¿En serio?
—Sí, es una promesa
Mary abrazo a Kenna y se sintió más tranquila, después de un rato Mary se quedó sola y fue cuando recibió un mensaje secreto de su amado Louis Condé, que feliz se sentía cuando estaba en sus brazos pero luego pensó en Francis y en Bash quienes también la amaban y ella lo sabía, aunque ella no los amaba, los quería pero no los amaba. Francis era quien la mantenía segura y le daba más fuerza desde que era su reina le había dado poder mientras Bash era quien la ayudo cuando se sentía sola, él era el salvavidas cuando se sentía desprotegida pero ahora tenía a Louis y tal vez para siempre. Esa noche se verían en una cabaña en el bosque como siempre.
Un mes después
Para las 5 jóvenes inglesas Francia era como otro mundo y su corte, muy diferente a la corte inglesa, era una corte más glamorosa. La reina madre Catalina De Medicci había organizado un baile en honor de las nuevas pupilas, todo el mundo las recibió con gentileza aunque se notaba que la reina de Escocia y Francia no estaba feliz con sus presencias, las 5 jóvenes habían notado que Mary de Escocia era hermosa y elegante pero se necesitaba más que belleza y elegancia para reinar y las jóvenes, sobre todo Emily, sabían eso además de oírlo de boca de sus padres; en ese momento las jóvenes estaban en distintos lugares del salón, en un momento Emily se quedó mirando a Francis, debía reconocer que era muy guapo y además de guapo era así como se imaginaba que era el rey Arturo, rápidamente volteo la mirada para que nadie se diera cuenta, Mary y Francis no se dieron cuenta pero Catalina si y pensaba que esa joven podría serle útil. Por otra parte Ana se paseaba entre los nobles franceses cuando se encontró con Sebastian de Valois, mejor conocido como Bash; a Ana no lo conocía y mucho menos sabía que el rey Henry II había legitimisado a su hijo que tuvo con Diana de Poitiers, Bash le dio una copa de vino y brindaron juntos.
—Gracias, es muy amable – dijo Ana con gentileza
—No es nada comparado con la compañía de una hermosa dama – contesto Bash
—Ja,ja! No digas esas cosas me ruboriza, señor…
—Sebastian de Valois pero puedes llamarme Bash
—¿Valois? ¿Es pariente del rey Francis?
—Soy su hermano o mejor dicho medio hermano
Ana no entendió nada ¿su hermano? Pero los reyes de Francia no tenían más hijos varones, la confusión de Ana termino cuando Bash le conto toda su historia. Bash se había acercado ya que la encontraba hermosa pero también porque quería saber más información que le pudiera ser útil a Mary.
—Dígame, Lady Ana ¿Cómo es la reina de Inglaterra?
—Alta, tiene los ojos verdes y es pelirroja
—Debe ser hermosa
—La reina de Escocia y Francia también es muy hermosa
—También es reina de Inglaterra
—Es lo que dice la corrupta iglesia del Papa pero no la última voluntad del rey Enrique VIII
Bash le iba a preguntar a qué se refería con "la última voluntad del rey Enrique VIII" pero antes que pudiera hacerlo Lady Emily apareció y Ana se fue con ella, de verdad Ana pensaba que Bash era guapo y esperaba que ambos se conocieran mejor, había algo en Bash que le gustaba a Ana. Las otras 3 chicas inglesas: Eliza, Ophelia y Virginie estaban juntas cuando de repente apareció Mary junto a Lola y Kenna, la reina de Escocia y Francia quería verlas personalmente y ahora las estaba viendo eran hermosas y vestían elegantemente pero aun así eran enviadas de Elizabeth y debía tenerlas vigiladas, tenerlas aquí era como tener a Elizabeth frente a frente. Las jóvenes hicieron una reverencia ya que aunque Mary era hostil con ellas, seguía siendo una reina.
—Elizabeth tiene buen gusto para mandar damas – dijo Mary
—Nos alaga, su majestad – dijo Ophelia
—Díganme, damas ¿Cómo esta Elizabeth?
—Ella está bien, dedicada a su nación – contesto Virginie
—Me gustaría algún día conocerla aunque no congeniemos siendo ella protestante
—La religión protestante no es un impedimento para nada – comento Eliza
Mary se dio cuenta que debía no sacaría nada siendo hostil con ellas por lo que decidió ser amable antes de irse e ignorarlas toda la velada, después de todo la reina de Escocia, Inglaterra y Francia no debía comportarse así; las jóvenes no entendían porque la reina de repente se volvía tan amable con ellas, o era muy voluble o muy estúpida. Después de la fiesta las jóvenes fueron a sus habitaciones pero antes todas se reunieron en la habitación de Ana para hablar.
—Que está planeando esa tal Mary? – se preguntó Ophelia
—Quiere que nos vayamos, eso es evidente – comento Virginie
—Esta loca, no le fallare a la reina porque su prima le molesta mi presencia – dijo Ana
—Debemos tener cuidado, no sabemos qué clase de trucos tiene escondidos Mary – dijo Eliza
—Para mí es muy tonta, no creo que sea tan buena reina como lo es la reina Elizabeth – opino Ophelia
—Deberíamos tener cuidado con ella, mi padre siempre me dijo que los tontos eran los más peligrosos, mucho más que una persona inteligente – dijo Eliza
—¿Y sus damas? De seguro le son fieles ¿debemos cuidarnos de ellas? – pregunto Ana
—Si, ellas eran un problema si las dejamos acercarse mucho a nosotras – dijo Virginie
—¿Qué te pasa Emily?
Emily no había prestado atención a la conversación ya que estaba sumida en sus pensamientos, después de decirle que no le pasaba nada y que de seguro solo tenía sueño todas se fueron a dormir, esa noche Emily Livington soñó con algo que olvido al despertar y al despertar estaba ruborizada y con el corazón acelerado; sin embargo, esa mañana para Mary Estuardo viviría una desgracia ya que había caído en desgracia cuando a través de los espías de Catalina De Medicci; esa mañana Mary de Escocia era sacada de sus aposentos y puestos en otros más pequeños hasta saber que se haría con ella, tal vez sería mandada a la bastilla, ya que se había descubierto que era amante de Louis de Condé y que ambos tenían planeado hacer un golpe de estado y destituir a Francis y a su familia, los Valois, y poner a Louis de Condé en el trono para que así Mary pudiera tener todo lo que ella quisiera pero no fue así; hasta ahora las jóvenes no se esperaban algo así pero debían tener más compromiso con su reina.
