Mundo: de Soul Eater.

Para leerlo ojalá hayan visto al menos hasta el capítulo 58 del manga.

Soul Eater (c) Atsushi Obuko.

Historia (c) mia~.

De dedicado a Yoriko =)


A la mitad de un bosque se escucha el sonido de algo removiendo tierra. Se vislumbra una mano enterrando una espada japonesa en el suelo.

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Una joven con ropa estrafalaria ve el árbol frente al cual colocó una katana. En su mirada se advierte un deje de nostalgia, pero ella pretende mantenerse serena y comienza a respirar profundo mientras cierra los ojos y se lleva las manos al pecho.

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Luego de unos instantes se logra relajar y se agacha. Observa nuevamente el árbol cuando se le vienen unas imágenes a su mente.

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Una pequeña planta. Una sonrisa satisfecha.

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La chica encorva su espalda para poder apoyar sus manos en la tierra, al parecer las imágenes han actuado sobre ella, comenzando a recordar…

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Una pequeña camina alegremente por un sendero imaginario, cuando el hombre que se encuentra junto a ella le llama la atención. Ambos se detienen y él le indica que adelante algunos pasos. Ella se mueve sin entender, demostrándolo claramente en su rostro.

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Al moverse la niña, se deja al descubierto que había pisado el retoño de alguna planta. Él con sumo cuidado, vuelve a levantar la planta, aunque ésta está un poco magullada puede mantenerse en pie nuevamente.

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Los dos miran la plantita. La niña está radiante de felicidad tras la pequeña 'lección de vida' que acaban de brindarle, aunque no comprenda plenamente.

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Y pensar lo que daría ahora por que él fuera su 'maestro' nuevamente.

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La joven se limpia una lágrima traicionera que ha resbalado por su mejilla.

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El lugar donde se encuentra es idéntico al que había estado hace unos diez años atrás, sólo que ahora las plantas habían crecido -al igual que ella-, y que había un gran árbol por donde antes caminó.

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- Te extraño Mifune.

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Una mano toca con delicadeza su hombro. Reacciona y gira su cabeza para observar a la persona que está tras ella.

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Una mujer enmarca con su pelo negro una gran sonrisa para que la chica se sintiera bien. Ésta la miró sin devolverle la sonrisa.

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Mantuvo su mirada fija hasta que no soportó más y se quebró. Unas cuantas lágrimas cayeron prófugas de sus ojos, se abalanzó sobre la mujer y la abrazó fuerte; ésta, a su vez, se dejó caer en cuclillas para no perder el equilibrio y soportar el peso de su amiga.

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Luego de unos momentos en que la mujer sólo la consoló silenciosamente, se rompió el silencio.

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- Gracias por acompañarme, Tsubaki. – dijo mientras trataba de sonreír, a pesar de sus sollozos.

- Lo necesitabas, Angela-chan. – decía la mujer a sabiendas del sufrimiento que debía sentir la pequeña.

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Ambas quedaron calladas nuevamente, pero esta vez llegaba a ser reconfortante. Se tenían mutuamente.

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Entre las sombras del bosque un sujeto peliazul las observaba esbozando una sonrisa cómplice y melancólica, llevando su mano al hombro derecho, como señal de una promesa de antaño.


16 enero 2010

Esta historia la escribí al recordar la canción Querida de Sandro (en castellano, en inglés es Honey de Bobby Goldsboro ).

Conste, y espero que se note, no se ha puesto nada sentimental entre los dos, es simple cariño. Lo otro, es que aún no sé si le dirán lo que pasó a Angela - y menos lo de 10 años después-, por lo que acá no se especifica nada -no me gusta alejarme de la historia a menos que haga un UA o algo-.

Este fic lo comencé como un doujin pequeño (6 páginas), link en el perfil si quieren verlo.

Gracias por leer.