Disclaimer
Los personajes pertenecen a la gran Meyer
La historia es de mi Loca Cabecita.
N/A: Esta historia salio de la
cabecita de 4 personas las
cuales perdieron el contacto
y no pudieron seguir con ella
pero intente continuarla y he
aqui el resultado
Capitulo 1
Era una tarde vacía, gris, fría como siempre en Forks, tres mujeres bellas y algo torturadas se encontraban con la mirada perdida en el cielo tratando de encontrar las respuestas a sus interminables preguntas.
Mientras Alice miraba con los ojos bañados en lágrimas la tumba de sus padres pensando cómo sus vidas habían terminado en esto. Ya ella no era esa niña inocente con ojitos risueños, no, ya de esa niña no quedaba nada.
Isabella se aguantaba el nudo que tenía en la garganta para no gritar y hacerse un ovillo en el piso, ella tenía que ser fuerte por sus hermanas, la necesitaban más que nunca aunque ella no fuera tan fuerte como todos pensaban. A pesar de ser la hermana mayor, no se sentía con fuerzas para llevar una carga tan grande, pero solo lo hacía por ellas. Por esas chicas que aunque ya grandes y adultas todavía eran jóvenes.
Rosalie, echaba un vistazo a sus hermanas con una mirada fría, oscura y siniestra… Fue la que más sufrió junto con Bella, fue torturada de las peores formas, violada, marcada y vio morir a sus padres frente a ella, vio cómo los mataban lenta y dolorosamente, en su mente solo está grabado la forma en la que la vida se iba desvaneciendo de los ojos de su padre.
Suspiro pesadamente y prendió un cigarrillo, ella le había prometido a sus padres dejarlo porque sabía que le haría daño, pero ahora sentada en la tumba frente a sus padres, pensaba que era algo relevante. La vida ya la había matado, ella solo subsistía.
Isabella, observó a su hermana ahora rubia y suspiro, ahora que la veía bien, también le provocaba un cigarrillo, pero habían cosas más importantes por las cuales preocuparse, Billy le había llamado hace dos horas para concretar un negocio en Canadá, no quería dejar a sus hermanas, sentía que las dejaba indefensas pero trabajo era trabajo y todo culmina en una jugosa venganza.
Alice miró al cielo, mientras sonreía con nostalgia, extrañaba muchísimo a sus padres y aunque la vida y esos malditos la trataron de las peores formas en las que se le puede tratar a una mujer aún tenía algo por lo cual seguir viviendo y sonreír, tenía que darle color a las vida de sus hermanas, pasó su mano sutilmente por su brazo izquierdo y sintió esa cicatriz, esa que la marcó de por vida, esa que le hizo él y que nunca la olvidaría.
Miró a sus hermanas que tenían la misma cicatriz pero ahora modificada, ella no la modificó, aunque sus hermanas no lo supieran ella quería seguir teniendo la cicatriz original, recordar a los malditos cada día y tener fuerzas para que cuando los encuentre, enseñarles la cicatriz y verlos a los ojos matándolos lentamente.
Rosalie, le dio una última calada a su cigarrillo, observó a Isabella que ya se estaba levantando de la tumba para irse y suspiro, por ellas, por sus hermanas, ella iba a buscar a ese maldito, lo iba a torturar de las mismas maneras que él las torturo a las tres y lo mataría de la misma forma en la que él mató a sus padres y lo haría pagar por todo lo que hizo.
Aun recordaba como si hubiera sido ayer, aún podía oler la sangre fresca, aún podía oír el llanto de sus hermanas, aun podía escuchar esa maldita risa de triunfador. Esos ojos color esmeralda mirándolas como si solo fueran basura aun recordaba como ya cansada y sin fuerzas llegó a donde estaba su padre y lo abrazo, quizás tratando de aferrar el alma de Charlie al cuerpo ya inerte, ver si aún tenía pulso, pero no era así.
FlashBack
Como pudo ayudó a Alice a levantarse y está envuelta en llanto se abrazó a Rosalie.
—Me quiero morir, Rose – sollozaba fuertemente.
—No digas eso hermanita. Ven, vamos por Bella –Ambas, ayudadas una por la otra levantaron a Isabella, que por el dolor despertó aturdida y confundida.
—¿Dónde están mamá y papá? – preguntó Bella cuando entre Alice y Rosalie la sacaban del sótano donde las tenían.
—Bella… solo quedamos nosotras –Contestó Rosalie con voz lúgubre, nada le dolía más que recordar la forma en la que perdieron a sus padres. Varios flashes pasaron por la cabeza de Isabella recordando la forma en la que ese mal nacido mató a sus padres y en vez de llorar solo suspiro y tenso la mandíbula.
—Me las pagara —susurro tan bajo que ni siquiera Alice que estaba a su lado le escucho.
—¿Por qué nos hizo esto? –pregunto una triste Alice– ¿Que le hicimos?
—Ya obtendremos respuestas –Murmuró una muy enojada Isabella– pero una cosa sí es segura –Isabella miró a Rosalie y vio su mirada reflejada en la de ella, ambas tenían la misma. Entre las dos se sonrieron y miraron a Alice.
—¿Piensas lo mismo que nosotras, Ali? –pregunto Rosalie en tono burlón. Ya nada en esta vida la haría llorar y mucho menos desistir. Alice al ver la mirada de sus hermanas supo lo que pasaba, siempre tuvieron la habilidad de pensar lo mismo sin decirse las cosas, aun triste por la pérdida de sus padres sonrió con malicia y asintió.
—Venganza –murmuraron las tres con toda la rabia que las inundaba en su más terrible momento–.
Fin FlashBack
Isabella volvió la realidad cuando sintió la mano de Alice tomar la suya, miró por última vez la tumba de sus padres y con un pequeño suspiro se levantó, tenían que volver a Seattle, Solo iban a Forks una vez por mes para visitar la tumba de sus padres.
No había nada más religioso para las tres chicas que visitar a sus padres cada mes, y como Rosalie le prometió a Charlie, siempre estaba cuidando a sus hermanas.
Alice jalo suavemente la mano de Rosalie, ya habían pasado las dos horas correspondientes de visita, no podían arriesgarse a pasar más tiempo y que alguien las viera. La última vez que estuvieron ahí fue cuando enterraron a sus padres y ese mismo día desaparecieron.
—Vamos Rose, ya Bella está en el auto - susurro Alice triste al tener que dejar a sus padres. Nada le habría dado más placer que irse con ellos hace 4 años cuando ocurrió todo, pero si Dios y el "Diablo" la dejaron en este mundo es porque ella tenía una misión que cumplir.
—Está bien –murmuró Rose regalándole una pequeña sonrisa a su hermana, ella jamás sonreía, ni en su trabajo y mucho menos en sus negocios, lo hacía en pocas ocasiones para sus hermanas, por que juro a si misma reír y sonreír cuando viera como ese maldito moría frente a ella.
—¿Por qué tardaron tanto? –bramo Isabella ya en la limosina, estaba bastante ansiosa. Tenía un mal presentimiento pero solo decidió pensar que estaba loca y no alterar a sus hermanas.
—Aquí estamos, tranquila –le contestó Alice dulcemente mientras se sentaba a su lado en el hermoso Cadillac color negro totalmente blindado y Rosalie se sentaba frente a ellas. Isabella sintió una punzada de culpa por tratar mal a sus hermanas, pero a veces no podía controlar su ira.
—Vámonos de aquí, Taylor –Dijo Alice a su chofer, cuando era cuestión de ir a Forks, las tres iban en un solo auto, pero solo ahí. Del resto andaban en autos diferentes por protección– porque el apuro, Bella –preguntó luego de que iban en camino al aeropuerto.
—Tengo trabajo que hacer –contestó mirando por la ventana.
—¿En tu trabajo o en nuestro trabajo? –pregunto Alice sin entender porque su hermana les daba poca información y se mantenía distante.
—En el nuestro, pequeña –contestó Isabella tratando de sonreírle, suspiro y miro a Rosalie– Billy llamó.
–¿Cual es el negocio? –pregunto Rosalie directamente. Billy fue quien las ayudó a salir adelante y quien las metió en el negocio, con ambición y guiadas por la sed de venganza llegaron a la cima, ahora ellas eran un cartel reconocido. Con fama de mercenarias e impecables en su trabajo.
El más grande cartel de norte américa, conocida como "La Mafia Dorada", un nombre que a simple vista suena sacado de una película de Disney, pero es un nombre que muchos solo con escucharlo tiemblan de miedo.
Con un solo lema en su vida "La Mafia Dorada no da segundas oportunidades" lo aprendieron en carne propia con la pérdida de su familia. Pero también están regidas por su única ley "Nunca abras tu corazón" ellas sabían que no podían enamorarse, pero nada les impedía jugar con los hombres.
—Un negocio grande para traficar mercancía por Canadá –Contesto Isabella con voz neutra.
—Sabes que no me gusta la palabra "traficar" Bella –le reprocho Ali a su hermana mayor, esta sonrió con ironía viendo que su pequeña hermana, una artista del engaño, la actuación, la seducción y perfeccionista en el arte de matar sin dejar huellas, se molestaba por la simple palabra "traficar"
—Lo siento, Enana. Es una negocio grande para "exportar" mercancía por Canadá, ¿Está mejor? –le pregunto sonriente.
—Mucho mejor –dijo Alice con suficiencia.
—Bien, ¿Cuando se va Jacob? –pregunto Rosalie, Jacob era el hijo de Billy y era el negociante de ellas, siempre que había que hacer tratos ellas mandaban a Jacob. Y luego de que el trato se daba, las tres viajaban para culminar el negocio.
Nunca estaban separadas, las tres eran un arma difícil y nunca se podía llegar a ellas, por eso siempre viajaban las tres, Isabella era la jefa de la Mafia, la que daba la cara en los tratos y la que, sin darte cuenta, te mataba a quemarropa con una sonrisa sutil y coqueta.
Por otro lado Alice, era la experta en distracción y seducción, matar sin dejar rastros era su pasión, una simple punzada al corazón, una navaja en la yugular, ahogo accidentado en el jacuzzi, Ali tenía mil y un formas de matar y que a la vez pareciera un accidente.
Rose, ella era diferente. Ella no se limitaba a matar a quemarropa, mucho menos a hacer cortes limpios o que parecieran accidentes, ella mataba de las peores formas imaginables, mataba, destrozaba y descuartizaba, por eso ella era la que hacía el trabajo sucio o la negociación fuerte.
—No va a ir Jacob –contestó Isabella sabiendo la cara que pondrían sus hermanas, así que antes de que hicieran la pregunta obvia, la contestó– iré yo.
—¿Que? –Exclamó Alice– ¿Sola? –preguntó alarmada y asustada por su hermana. Ali siempre tuvo, no ese sexto sentido, sino un octavo sentido que no le fallaba y temía por su hermana.
—Si, Ali, sola. Jacob estuvo en un enfrentamiento hace una semana y salió herido, no puede viajar y si queremos seguir teniendo un negociante debemos dejarlo recuperarse –contesto Isabella de manera seria, tratando de imponer su autoridad.
—¡Estas loca Isabella! No nos hemos separado en estos malditos 4 años y Ahora pretendes ir a hacer un negocio con quien sabe que gente ¿Y sin nosotras? –bramo Rosalie casi gritando.
—Tengo que ir, Rose. Necesitamos este negocio. Nos abrirá las puertas que necesitamos para acercarnos al maldito imbécil. –Le contestó Isabella entre dientes, no le gustaba discutir con su hermana pero tampoco le gustaba que le reprocharan su autoridad.
—¿Por qué no mandas a Seth? –pregunto Alice tratando de hacer entrar en razón a Isabella y no queriendo ver a sus hermanas pelear.
—Seth apenas es un novato, este es un negocio grande, si lo arruina, que se que así será, perderemos el contacto con el maldito imbécil.
—Entonces... ¿Nos dejaras? –pregunto Alice más triste.
—No las dejare, iré y en dos días volveré –contesto Isabella mirando a su pequeña hermana mientras le acariciaba la mejilla.
—Déjanos ir contigo, Bella –dijo Rosalie sintiendo impotencia, ella sabría cómo proteger a su hermana, muchas veces lo hizo por malos negocios. –podemos ayudarte y...
—Iremos contigo –le interrumpió Ali a Rose– te defenderemos y...
—¡No! –interrumpió Isabella a su hermana– no es la decisión de ninguna de ustedes, iré sola y volveré pronto. –dijo dando por terminada la conversación.
—Llegamos, señoritas –dijo Taylor estacionando en el hangar Swan de Port Ángeles.
—Gracias Taylor –dijo Alice dulcemente, las tres bajaron del auto. Ali y Rose miraron confundidas a Isabella, al parecer ella ya había planeado todo.
—¿Que hace Hannibal aquí? –pregunto Rosalie bastante molesta viendo el avión que ellas usaban para viajar, era su avión personal donde hacían sus negocios y donde viajaban a visitar a su pequeña Mónica.
—Es obvio Rosalie. Me iré de una vez a Canadá, ustedes se irán en el jet de Billy a Seattle. –ordenó Isabella, cuando vio que sus hermanas iban a replicar volvió a hablar– y es una orden para ambas. ¿Entendido?
—Si, Bella –dijeron ambas bajando la cabeza. Después de todo Isabella seguía siendo la mayor. No podían contradecirla.
—Bien, les prometo que en dos días estaré en casa con ustedes y saldremos de comprar ¿Vale? –dijo mirando a Alice, enseguida el brillo en los ojos de la pequeña se agrandó a tal grado que Rose supo que había perdido la batalla, Bella sabía cómo manejar a sus hermanas.
—Cuídate mucho Bella –dijo Rosalie abrazándola fuertemente.
—Se los prometo. –contestó Isabella. Soltó a sus hermanas y se subió a Hannibal. Su copiloto ya estaba ahí esperándola con una mirada impasible.– vamos José. Hay un largo vuelo a Canadá –las compuertas se cerraron y Bella sonriente como cuando tienen un juguete nuevo se sentó en el puesto del piloto.
Ella sabía cómo manejar un avión, Estuvo en la fuerza aérea, sabía cómo manejar un maldito avión, pero sus hermanas aún se asustaban cuando lo hacía. Junto con su copiloto encendió los motores y arrancó.
Alice y Rosalie veían partir a su hermana en el avión, dejándolas con un sentimiento de preocupación, ellas nunca se habían separado desde la muerte de sus padres pero recordando las palabras de su hermana antes de irse suspiraron, todo era por una sola causa, la tan anhelada y jugosa venganza.
Ali suspiro al ver despegar a el imponente Hannibal, el cual resguarda una parte muy importante de el corazón de Alice, después de la desgracia que les tocó vivir a sus hermanas y a ella hicieron lo posible por resguardar la vida de la pequeña Mónica. Nadie en la mafia sabía de su existencia ni siquiera el Maldito Imbécil, como ellas le llamaban al asesino de sus padres.
Ya que unos segundos Antes de que los malditos mataran a sus padres Ali tuvo el tiempo suficiente para esconder a su hermana en un pequeño cuarto secreto dentro de su armario.
FlashBack
Se encontraba en su habitación escuchando música con los ojos cerrados ya estaba quedándose dormida, cuando entró en su habitación una muy asustada Monica quitando sus auriculares sacándola así de su ensoñación.
Abrió los ojos rápido totalmente enojada, todos en la familia sabían que Ali odiaba con todo su ser que apagaran su música cuando estaba tratando de relajarse de un dia de escuela. Pero ni en un millón de años Ali se imaginó encontrarse con lo siguiente.
Se escuchaban los gritos de sus hermanas y su madre por toda la casa, también cosas cayendo al suelo y rompiéndose, su linda Brujita que era el apodo que le habían puesto las hermanas a la pequeña Mónica, estaba encima de Ali llorando fuertemente, asustada por el alboroto de la planta baja.
Su habitación quedaba en el tercer piso y era la unica que habia alli, como ella amaba la moda todo el tercer piso era solo de ella asi que tenia en el un Armario del tamaño de una tienda de centro comercial y su estudio de diseño donde se la pasaba horas y horas.
Sabia que tenia que bajar a ver que era el alboroto, pero antes tenía que dejar a su hermana escondida y muy bien resguardada porque algo le decía que eso no era algo simple, Ali había tenido ese mal presentimiento desde hace casi 2 semanas se sentía ansiosa, nerviosa y mientras iba a estudiar se sentía observada, por lo cual había diseñado un pequeño cuarto detrás de una de las paredes del estudio y con ayuda de la tarjeta de crédito de su padre logró ponerle un sistema de seguridad con puertas que se abren solo por fuera con la huella digital de Ali y una vez cerradas ni el mismo Houdini en persona podría abrir a menos que estuviera dentro.
Dentro de ella había un pequeño refri con lo necesario para sobrevivir unos días y unas pantallas que mostraban todo lo que sucedía en la casa, así que sin pensarlo dos veces, jalo a Mónica hacia dentro.
—No te muevas de aqui, ire por las chicas, ¿vale? –le dijo Ali rápidamente.
—Tengo miedo, Ali –murmuró con ojitos llorosos, estaba temblando del susto. Era muy pequeña todavía y no entendía nada.
—Tranquila, pequeña todo estará bien. –le sonrió con nostalgia.
—No te vayas –sollozo cuando Ali iba a cerrar la puerta.
—Moni, debo ir por nuestras hermanas –tomó una respiración, le tomó el rostro para que la mirara– Si las chicas y yo no llegamos a entrar, pase lo que pase, veas lo que veas, no salgas de aquí hasta pasadas 48 horas ¿Entendiste?
—Si –susurro con los ojitos bañados en lágrimas.
—Ahí hay comida, no salgas. Te quiero Moni. –susurro antes de cerrar la puerta sin esperar respuesta.
A Alice le partía el alma dejar a su hermanita ahí sola y desamparada pero tenía que ir por sus hermanas, así que con el alma partida en dos, cerró la puerta un poco más tranquila sabiendo que al menos una de ellas iba a estar a salvo.
Fin del FlashBack
Ahora se encontraba en el asiento del avión privado de Billy con un presentimiento de que algo no andaba bien, no le gustaba nada la estúpida idea de su hermana Isabella de haberse ido sola a esa reunión y lo peor que no sabían de que se trataría.
Nunca en los 4 años después de la desgracia se habían separado, pero como siempre su hermanita se salía con la suya, Ali mandaba maldiciones por todos lados el hecho de no saber nada la ponía mal y el sentir esa angustia en su pecho la ponía más inquieta, Pero Bella lo hacía por protegerlas ya que pensaba que era mejor que la mafia del mundo no conociera el rostro de sus hermanas, nadie en la mafia conocía el rostro de las hermanas menores de "La Diosa" así la apodaba la mafia ya que era implacable, decidida y además justo como su apodo lo decía, ella era muy hermosa tan hermosa como malvada, Isabella poseía una belleza envidiable. A pesar de que las hermanas Swan andaban juntas a todos lados, nunca nadie había visto sus rostros.
Pero Ali ya se estaba hartando de eso, de estar en las sombras de la organización, era una mujer adulta como para andarse escondiendo. Así que con el dolor de su corazón y sabiendo la reacción de Bella al haber desobedecido sus órdenes, decidió contradecirla e ir a la maldita fiesta en el "Cuervo" (jet militar Ruso 9k 130)
Ya lo tenía decidido solo bajaría de ese avión, iría por su vestido y su ropa, tomó su móvil marcando a la ama de llaves para que le tuviera las maletas, tanto de ella como de Rose.
Además... esa semana era tranquila en su trabajo, sólo bastaría hacer unas llamada justificando su falta.
Bella, Ali y Rose detrás de esa fachada de Niñas Malas, tenían un trabajo decente para poder pasar desapercibidas ante la sociedad.
Ahora a Ali le faltaba un obstáculo muy grande… Rosalie.
—Haber genio como le vas a hacer para convencerla de que vaya contigo –decía para sí misma Alice mientras bajaba del avión– piensa Ali... ¡Piensa!
—¿Esta bien, Señorita Swan? –preguntó el chofer cuando la vio hablar sola.
—Si, Taylor, estoy bien –contestó sonriente mientras se subía al auto pensando que no podia mentirle a su hermana ya que parecia que tenia un detector de mentiras incorporado al cerebro así que lo mejor sería decirle la verdad.
Al llegar a la casa dejó las compras que llevaba en su habitación, tomó unas cuantas respiraciones y bajó para hablar con Rose, estaba en la sala, recostada en uno de los sofás, puso su mejor sonrisa y se detuvo frente a ella.
—¿Qué tienes planeado para esta tarde y el dia de mañana? –Rosalie bajó su libro de leyes y la miró con sus penetrantes ojos azules a través de sus lentes para leer con una cara de "¿Que tienes planeado duende?"
—Pues... Nada. ¿Por qué la pregunta, hermanita? –contestó enarcando una ceja.
–Es que tenía planeado que hiciéramos un viaje de relajación en estos días que Bella no estara por aqui y tenia planeado irme hoy. ¿Me quieres acompañar? -–preguntó con su mejor rostro de angelito–.
"Maldita mentirosa" se reprendió a sí misma Ali."No era que ibas a decirle la verdad?" –pensaba– "Es mejor llevarla engañada que decirle la verdad es tan capaz que me ata a la cama con tal de que no salga" –se respondía a sí misma mentalmente–.
—Esta bien, Ali –contestó Rose con tono desconfiado y su mirada amenazadora, Ali sabía que ella sospechaba que algo traía entre manos. Pero su curiosidad era más grande que su responsabilidad– ¿A que horas nos vamos?
—Tengo a "Monaco" ya preparado para salir y no te preocupes por las maletas ya mande a Sue a que las arreglara para las dos.—
—¿Que? –grito sorprendida.– Ya lo tenias todo planeado ¿verdad enana? –dijo con una sonrisa en sus labios, Ali solo se limitó a asentir.
Alice suspiró tranquilamente, Rose se había tragado la mentira, no por nada la apodaban "El ángel salido del infierno", su poder de persuasión era demasiado bueno.
—Tenía planeado que después de la visita al internado fuéramos de viaje pero sin Moni, ya que ella tiene exámenes esta semana y no puede faltar,asi que seria un viaje de mujeres –dijo con su mejor sonrisa tratando de que fuera más creíble–.
—¡Esta bien Alice! Se hará como tú digas –contestó rendida–.
—Bien –contestó Ali cantando victoria, pero aún tenía que prepararse para lo que vendría después–.
Espero que esta historia les guste, muchas gracias por leerla, espero que les guste
GRACIAS
I.S. Vafe
