Digimon no me pertenece. Esto es por puro Hobbie.


FE

Promesa

La tranquilidad del amanecer relajaba un poco a una castaña con músculos tensos, ojos fijos, el pulso acelerado, síntomas constantes en su cuerpo, pero, esa mañana no lo era así. Junto a Hikari sobre el techo de un edificio se encontraban Siul y Aerna, los mellizos como eran conocidos por el grupo al que se había unido: los Ooda. Pelirrojos y letales, estos dos jóvenes de apariencia de veinte años eran sus compañeros de "excursión". Aerna mantenía sobre sus ojos dos círculos de marco dorado y en su centreo una especie de paneles pequeños brillando en azul. Se les conocía como Augen, el equivalente a los binoculares de los humanos solo que más efectivos. Su compañera se encontraba viendo un edificio a lo lejos, como a unas veinte cuadras de distancia — siendo Seattle esa es una distancia muy larga — clavando su atención en un punto especifico; una ventana iluminada. La joven estaba ansiosa por poder entrar en acción, pero no tanto como lo estaba Hikari por saber si por fin lo encontraría. En tanto, Siul escuchaba música con su celular y unos audífonos que tapaban toda sus orejas y un poco más. El volumen estaba muy alto que incluso las jóvenes podían entender la letra de la canción que en ese momento escuchaba. Aerna bajo la cabeza y suspiro, si algo le molestaba era que su hermano jamás se concentrara en su trabajo. A Hikari no le molestaba en absoluto que estuviese tan relajado el joven, cuando se le necesitaba siempre estaba para ayudar y su habilidad como "Detector" — habilidad Eraba para encontrar sin mucho esfuerzo en la mente de otro información — no tenían comparación. Incluso ella no era tan buena como el.

— El sujeto solo sigue viendo el televisor — Comentó cansada la joven pelirroja.

— Debemos ser pacientes.

— ¿Dos días aquí arriba no te parece que es paciencia? — La pregunta que soltó Siul estaba cargado de sarcasmo.

— Tú sigue escuchando a Lil Wayne.

— Lo que mande la jefa — El joven se colocó mejor los audífonos y se puso a tararear la canción.

Hikari sabia que el joven solo bromeaba, su humor no es de los comunes pero le agradaba. Sonrío al verlo irse bailando hacia la entrada al techo y volvió su atención a su compañera. El comentario de Siul tenia mucha verdad, estaban esos dos últimos días espiando a un sujeto que sospechaban era un aliado de Nek, a quien tenían persiguiendo por dos semanas. La situación por la traición de Takeru al unirse al grupo de aquel Eraba ruin complico las cosas, no pudieron seguirles el rastro después de lo ocurrido en Boston y ahora quien sabe donde estuviesen. Lo único seguro, mejor dicho que aseguraba Yeoj, era que Nek si quería el poder absoluto necesitaría ciertas cosas que solo en Estados Unidos encontraría, por lo que no estaría fuera del país. Los Ooda se movilizaron enseguida, El doctor les informo que las ciudades donde seguro estaría para encontrar lo necesario para llevar acabo la investigación de su padre serían Seattle, Nueva York y Los Ángeles. Hikari rogaba que estuviese en una de esas ciudades, recuperar la pulsera lo era todo para ella pues no solo mantenía la salvación de los Eraba en ella, también era el único vinculo terrenal que tenia con la memoria de su padre. La castaña dejo escapar un suspiro al pensar todo aquello, en verdad le dolía tanto la traición de Takeru. La noche que le contaron sobre sus acciones no pudo evitar llorar por varias horas, por mas ridículo que fuese la traición del rubio se clavo muy dentro de ella. Lo peor, no lo podía odiar. Aseret fue quien le revelo que ella no era ninguna idiota por sentirse como aquella noche, pues ella era victima del llamado Vínculo. Eso significaba que estaba enamorada del rubio, pero no era ningún enamoramiento típico se trataba de algo más fuerte y especial. Si un Eraba tenia un vinculo no tenia otra razón mas que había encontrado a su alma gemela ó eso aseguraba la líder de los Ooda.

— Confirmado — Hablo entusiasmada Aerna.— Dos sujetos Eraba de mala pinta entraron al departamento del objetivo.

La noticia hizo olvidar todo pensamiento de amor de la castaña, la adrenalina se propago por todo su cuerpo y pronto dio la orden de ir por ellos. Siul hablo por su celular a unos contactos cerca del edificio del objetivo para darles luz verde de entrar. En tanto, Hikari y sus dos compañeros se colocaron en su mano derecha un guante negro de tela fibrosa muy extraña. Su vestimenta también era peculiar, parecía que traían ropa negra de bucear, pero de igual textura que el guanta. Apretaron un pequeño botón en el lado derecho de su pecho y se volvieron invisibles. Sin pensarlo los tres se colocaron en el borde del edificio y se lanzaron al vacío con la mano del guante pegado en todo momento a la pared del edificio. Bajaban con velocidad por todo el horizontal pasaban vidrios y paredes de tabiques rojos. En ningún momento se despegaron del contorno del edificio. La velocidad fue disminuyendo conforme llegaban al final, y apenas sus pies tocaron la acera corrieron hacia una camioneta que les esperaba. Apenas entraron esta arranco y se puso en marcha al edificio del objetivo. Les tomo menos de diez minutos llegar, siendo las seis de la mañana las calles estaban relativamente desiertas.

— Me informan que ya los tienen — Afirma Siul.

— Que no los dejen ir, estamos por llegar.

Apretando el paso los tres suben por el ascensor, ya sin el camuflaje y con vestimenta normal. Solo se colocaron un pantalón normal y una chaqueta. En unos minutos estuvieron en el piso del objetivo, caminaron por el pasillo sin hacer mucho ruido y localizaron la puerta del departamento. Se encontraba entreabierta por lo que enseguida se hallaron con sus colegas en la sala sometiendo a los tres objetivos. Hikari no luchaba por controlarse y no arremeter contra los tres sujetos frente a ella, en ocasiones creía que ella fue la humano que fue inyectado con lo que tuviese su pulsera. Se sentía Takeru.

— Llévense todo lo que quieran, pero no nos lastimen — Soltó un hombre delgado con rostro de rata.

— No somos ningunos ladrones, somos de los Ooda — Como si fuese peor que ladrones, los tres individuos sometidos abrieron los ojos y comenzaron a sudar en frió.

— ¿Qué hemos hecho? nosotros no hemos actuado fuera de las normas — Hablo el sujeto dueño del departamento.

— Eso pronto lo veremos.

El interrogatorio comenzó, les hicieron preguntas después de colocarles las esposas. Luego, cuando los tres dieron sus versiones por separado — asegurando que solo eran vendedores de vienes raíces en el mundo lyvo asegurando no conocer a Nek — se les puso frente a ellos lo que seria el portátil de la mesa metálica que una vez usaron en la castaña. Se trataba de una placa de metal de unos treinta por treinta centímetros con el que tomaron muestras de sangre, huellas dactilares y esencias de los tres sujetos. Hecho todo lo anterior llego el turno de Siul, inyectaron en los tres sujetos una especie de liquido baboso color carne y pronto quedaron atontados facilitando al compañero de Hikari su labor. Siempre se pregunto la castaña como es que ese procedimiento servia, ¿Por qué no simplemente leían la mente y listo? La respuesta la encontró cuando tuvo su primer interrogatorio, haciendo lo ella. Necesitaban confirmar que tan confiable podría ser el acusado. Pudiera que fuese tonto, pero en realidad era efectivo. La frase el que nada debe, nada teme tomaba forma en la practica de los Ooda.

— Dicen la verdad — Reveló el joven detector.

— ¿Cómo?

— Son Eraba normales, viviendo una vida normal — Siul se levanto de su asiento frente al dueño del departamento y se acerco a Hikari y hermana.— De nuevo pistas falsas. Comienzo a sospechar que Nek nos quiere mandar a un callejón sin salida y nosotros nos dejamos conducir.

Frustrada Hikari apretó sus puños haciéndose daño en el proceso. Aerna se percato de la reacción de su compañera, con un gesto dulce le tomo de la muñeca logrando que la castaña se relajara un poco. Ambas chicas se hicieron buenas amigas en tan poco tiempo, talvez por el hecho de que las dos estaban enamoradas del hombre incorrecto. El celular de la castaña vibro en su bolsillo del pantalón, con pesar lo saco para atender la llamada. Se trataba de Aseret. Le informo que debían reunirse en el hotel que usaban como cuartel, necesitaba comentarle algo. La joven ya no quería ilusionarse, el solo hecho de tener cinco supuestos objetivos potenciales y que todos fueran solo señuelos le quebrantaba el espíritu.

Cuando llegaron al hotel donde les esperaba la líder la vida social de la ciudad comenzó a fluir. Ya había más gente por las aceras, autos en la carretera y el sol brillaba con más intensidad. Subieron hasta el quinto piso, buscaron la puerta de la habitación de Aseret y entraron. La líder les dio el pase y ofreció que se sentaran donde pudieran. El cuarto de hotel era simple, aun cuando pudieron alquilar el penthouse estaban en esa ciudad para trabajar y no de placer por lo que vieron inútil gastar en algo tan banal. Hikari se sentó en un silla libre que se escondía bajo el tocador, Aerna en el otro lado de la cama donde Aseret se ubicaba, y Suil se tiro en el suelo.

— Me hablo Moht — Comenzó a explicar la joven de cabellera obscura antes de que alguien preguntase.— Me ha dicho que han encontrado algo interesante.

Pudiera que su mente le jugase una broma, pero podría jugar la castaña que la mirada que le echo su colega estaba cargada de algo mucho más que simple una mirada. En sus ojos podía leer que había más, algo que no le quería revelar y si era así no le agradaba que le ocultaran información. Se dispuso a exhortar que le dijera todo, pero no fue necesario ya que le estaban leyendo la mente y una voz retumbo en ella.

Creemos que encontramos al que llamas Sivad.

¿Sivad? ¿Dónde?. La castaña no podía evitar sentir ese ardor en su interior al saber que pudiera estar cerca de encontrar al rubio.

Nueva York.

— ¿Nueva York? — Espeta la castaña sin darse cuenta que lo hizo en voz alta.

— ¿Qué hay con Nueva York? — Pregunta la pelirroja pasando su mirada de la castaña a la pelinegro.

— ¿Escuche Nueva York? — Siul se incorpora en el suelo y al igual que su hermana pasa la mirada por las dos jóvenes que no les prestaban atención.

Aseret les comunica que Moht juntó con su grupo han logrado atrapar a unos secuaces de Nek mientras hacia una compra de materiales ilegales. Opusieron resistencia, pero nunca pudieron con la superioridad del grupo del lider de los Ooda. Atraparon a todos y estaba en ese mismo momento en el proceso de interrogatorio, uno de ellos confesó que Nek y su gente se encuentran en Nueva York planeando construir algo de lo que nadie sabe; solo unos cuantos conocen lo que se planea. La alarma de que el enemigo estuviera planeando construir algo de peligro se activo, y aunque debían ser precavidos el grupo de Aseret y Moht se requerían en la ciudad de los rascacielos de inmediato. Hikari ante la nueva ola de información sintió en su pecho una opresión, deseaba de una vez partir hacia aquella ciudad y es que en esas semanas sus dos grandes motivos para seguir adelante se encontraban ocultos en alguna zona de la ciudad del norte. Se levanto de su lugar impulsada más por la emoción que por la razón, su compañera la líder la tranquilizo explicando que antes de partir debía dejar todo en orden en aquella ciudad. Si bien las pistas apuntaban a una nueva ciudad cabía la posibilidad de que fuese una trampa ó mentira era muy factible. Debían ser cautelosos y seguir vigilando las ciudades claves. Para frustración de la castaña los preparativos tomarían el resto del día por lo que no sería hasta la mañana siguiente que viajarían al estado de York.

— ¿No temes que solo sea otro callejón sin salida? — La pregunta de Aerna sacó de sus pensamientos a Hikari.

Las dos chicas compartían habitación, por lo que aquella noche la castaña le sería difícil poder estar sola con sus pensamientos. Sentada en la cama con las piernas dobladas cruzadas volteo a ver a su colega sentada de la misma forma sobre su propia cama.

— No.

La manera tan cortante de contestar hizo que la pelirroja se quedara callada, pero por su rostro se notaba que necesitaba escupir la nueva pregunta que tenia atorada en la garganta. De esto se percato la castaña, que aunque prefería estar sola con sus pensamientos sonrío y se disculpo.

— Perdón, es que tengo tantas cosas en la cabeza.

— No te preocupes — Aerna seguía con el semblante que transpiraba curiosidad.

Ver aquel rostro provocaba en Hikari cierta gratificación, le divertía que la joven luchaba por ser cortés y respetarla en su momento de soledad. Quizá en otro momento menos importante pudiera tomarla en broma y jugar con ella un poco, pero no era el caso y prefirió evitar conocer que era lo que tanto ansiaba preguntar. Se quedó callada viendo por la ventana que se ubicaba justo a su izquierda, la ciudad estaba pintaba de blanco. Uno tan puro que en ese momento le parecía sarcástico. El mundo esta podrido, no queda ya nada puro. Hikari sabia que aquella voz que hablaba en su cabeza no era mas que su parte dolida por la traición, la que estaba herida por los actos macabros de un ser que asesino a su padre, por la manera en que ha vivido en ese ultimo año.

— No pierdas la fe, amiga.

Las palabras de su compañera provoco en su interior un especie de alivio, como si con ello todo el mal se esfumara.

— La fe es la luz y la esperanza — Aerna se sentó en el borde de su cama para acercase más a la castaña.— Es el motor de este mundo, nunca la pierdas.

No supo que contestar la castaña, lo único que logro atinar hacer fue sonreírle como forma de agradecimiento. De verdad que esas palabras la animaron, la luz y la esperanza en un solo vocablo. FE. Hace tanto que ese sentimiento se había perdido en ella, pero esa noche retorno en su ser. Si algo tenia la pelirroja era esa habilidad para transmitir sentimientos.

— ¿Me prometes que jamás perderás la fe?

— Lo prometo.

Las dos jóvenes se sonrieron en un momento de real conexión de sentimientos. A Hikari le agradaba la forma tan positiva y fuerte que demostraba la pelirroja. Y aquella noche no solo le prometió aquello a su amiga, se prometió a si misma que seguiría adelante que encontraría la pulsera de su padre, salvaría su raza y en el proceso a Takeru. Esa noche se lo prometió y no pensaba faltar a su palabra.


¡Bienvenidos!

¿Emocionadas/os por esta tercera parte? Espero que si lo esten tanto como yo hahaha. Bueno, les traigo el primer capitulo como manera de agradecimiento por apoyarme con sus comentarios a continuar esta historia, pero no se cuando tarde para el segundo capitulo debido a que aun estoy estructurando bien lo que quiero para este ultima parte y cerrar bien la historia. Como sea, espero hayan gozado el capitulo y nos vemos pronto.

Antes de irme quiero agradecer a: thereaderez12, Ivymon, anaiza18, sslove y Domidomo Spor sus comentarios en el capitulo final de ESPERANZA. Me dio mucho gusto ver que les gusto el final de la secuela y que les agrado la idea de una tercera parte n.n

Sin más por decir

Au Revoir.