Como cada día deje a Bella para ir a cambiarme y buscar mi coche para recogerla. Odia la separación pero era necesario para mantener la fachada que mostrábamos ante el mundo. Al llegar a casa la primera en recibirme fue la pequeña duende saltando de alegría tras su última visión, que tuvo el placer de compartir conmigo. Los protagonistas éramos Bella y yo, besándonos. Lo único alegre de esa visión fue que ella se acaba de morder el labio con tanta fuerza que se hizo sangre y yo en vez de atacarla le sonreí antes de besarla y alejarme después triunfante por haber aguantado la sed de sangre.
- ¿Cuándo va a pasar eso?- pregunte divertido.
- Creo que hoy por la tarde- respondió Alice.
- Entonces será mejor que advierta a Bella de que no se muerda el labio.
- Si pero superas la sed de sangre.
- Alice no quiero correr ningún riesgo con la seguridad de Bella.
Sin decir nada mas entre en casa donde me despedí de mi padre que ya se iba para el hospital y salude a mi madre que le despedía.
Cuando finalmente llegue a mi habitación me encontré con Emmett que sonreía perversamente, y eso no me gusto así que leí su mente encontrándome con que cantaba a pleno pulmón una canción. Inquietante.
- ¿Qué hiciste ahora?- pregunte preocupado.
- Nada- respondió aun sonriendo.
- Emmett no me gusta nada de lo que vayas a hacer, asi que déjalo todo como estaba.
- Ja, eso no te lo crees ni tu Eddy.
Suspire pesadamente, en momentos como ese mi querido hermano era un completo fastidio solo por el hecho de que no sabes que fechoría cometió. No se como Rosalie le soporta, es un niño pequeño en el cuerpo de un adulto, horripilante. Sin perder mas tiempo para llegar cuanto antes junto a Bella, mi Bella, me metí en mi cuarto para cambiarme con la ropa que seguramente me habría dejado Alice en el diván de mi habitación y descubrí una moto negra.
- ¡¿Emmett que es esto?- grite furioso.
Emmett se había ido en el mismo momento en el que yo entre en mi cuarto, chico listo por que cuando le pillara le desgarraría. No dejo nada en mi cuarto excepto la moto, mis libros mi cd´s todo había desaparecido.
Con la mente nublada por la ira corrí a buscar a Emmett, que para mi desgracia monto en su Jeep, junto a los demás, huyendo de mí. Que estúpido podía ser, yo podía correr igual de rápido que el coche e incluso más y ambos lo sabíamos pero no por eso intento dejarme atrás. Cada vez que les alcanzaba aceleraba aun mas, ocasionando que me irritara.
- ¡EMMETT PARA!-ordene enfadado adelantándome hacia la ventanilla del conductor.
- Eddy falta unos metros para llegar al colegio- me aviso mi hermano riéndose.
Mire hacia delante extrañado y efectivamente íbamos a llegar al colegio y todos sus alumnos se asustarían cuando apareciera persiguiendo el coche de mi hermanos a una velocidad sobrehumana.
Reaccionando rápidamente corrí hacia los arboles para esconderme y no llamar la atención. Iba a matar a mi hermano cuando llegara a casa, de eso estaba seguro.
Salí de entre los arboles tan tranquilo en apariencia cuando vi Bella en su auto. Dichoso por encontrarla me aproxime a su coche cuando paro en el semáforo.
- Bella- la llame golpeando con los nudillos su ventanilla.
- Edward ¿Qué haces aquí?- pregunto Bella extrañada- Sube anda.
- Mi hermano que me ha quitado todo del cuarto y me puso una moto- le respondí- Le seguí y me tendió una trampa dirigiéndose al colegio.
Bella se rio divertida imaginándose la situación y suspire recordando la broma.
- Emmett no entiende lo que es una broma- murmure.
Al llegar al colegio, con aquel estrepitoso y lento auto mi Bella aparco junto al Jeep. Mi familia nos esperaba allí y al parecer Jasper perdió una apuesta por que le extendió a Emmett un fajo de billetes.
- Emmett eso no se hace, nos podía haber visto alguien- le reñí al bajarme.
- Yo no hice nada, eres tu el que se puso nervioso y me siguió- respondió Emmett- Eddy, Eddy, Eddy si no sabes controlar tu temperamento no es mi culpa.
- Edward déjale, Emmett tiene razón- intervino Jasper.
- Me lo vais a pagar los dos cuando lleguemos a casa os lo juro.
Bella seguía sonriendo divertida y reclamo mi atención con un beso que me derritió. Ojala pudiera besarla por mas tiempo, antes de que mi sed reclamara la posición numero uno de mi lista de prioridades, pero eso no podía ser.
Al separarnos emprendimos la marcha hacia nuestra primera clase cuando Alice me detuvo extendiéndome una bolsa.
- ¿Qué es eso pequeño duende?- pregunte curioso.
- Tu ropa.
- Ya llevo ropa puesta- respondí confuso.
- Edward, ¿Acaso no tienes ropa en casa de Bella para esas noches que te quedas con ella?- dijo Emmett con malicia en un tono que cualquiera alrededor nuestra podía oír.
Bella se puso claramente roja y gimió molesta por la acusación y por las miradas de nuestros compañeros.
- ¡EMMETT CULLEN!- gruñí furioso por segunda vez en el día.
Eso era lo que había estado planeando todo el tiempo, poner la moto en mi cuarto solo fue una distracción para que cayera en la trampa y había arrastrado a Bella en ella.
Me aparte de Bella y me abalance sobre él cogiéndole del cuello de la camiseta.
- No puedes hacerme nada- canturreó divertido.
Y era cierto por que decenas de ojos humanos nos observaban y al menor rasguño de todo lo que pensaba hacerle nos delataría a todos. Mi única opción era dejarlo en eso, cogerle del cuello y gruñirle. Pero eso no se iba a quedar así por que cuando llegara a casa acabaría definitivamente con él.
- Esta me la vas a pagar- dije alejándome de él.
Cogí la bolsa de las manos de Alice y me lleve a Bella conmigo bajo la atenta mirada de todos. Emmett se iba a enterar de quien era Edward Cullen enfadado.
- Edward como te cambies ahora llegaremos tarde a clase- dijo Bella interrumpiendo el hilo de mis pensamientos.
- Me cambiare a la hora de la comida no te preocupes- le respondí guiándola entre el mar de estudiantes hacia nuestra aula.
Después de tanto tiempo aun nos seguían mirando a mi y a mi familia con curiosidad, la mayor parte del tiempo podía aceptarlo sin embargo sus mentes me decías que las miradas iban por otra cosa. Un tema en particular que se había extendido como la pólvora y que llegaría a oídos de todo el pueblo en un lugar tan pequeño como lo era Forks. Bella se moriría de vergüenza de eso estaba seguro cuando le dijera la razón de por que la gente nos miraba.
Por supuesto era normal las relaciones entre adolescentes en este absurdo tiempo, pero aun era un tema de cotilleo lo que esa relación podía generar.
Durante toda la mañana los susurros nos siguieron allá donde íbamos, Bella dejo de darle importancia a sabiendas de que se disgustaría, pero yo no podía hacer eso. No mientras los cotilleos cada vez eran más exagerados y suponían que ella podría estar embarazada. Como si un vampiro pudiera dejar embaraza a una humana, vaya tontería.
- Edward te lo juro un susurro mas y chillare- murmuro Bella en la ultima hora de Biología- Yo pienso ser la que mate a Emmett cuando vaya a tu casa.
- Ignórales, es lo que yo hago.
- Algo me dice que eso no te lo crees ni tú.
Que razón tenia, para ser humana siempre era muy observadora, demasiado diría yo en algunas ocasiones en las que me gustaría ocultarle algo.
Por fin el profesor dio por finalizado el día escolar, así que me levante y cogía las cosas de Bella como todo un caballero.
- Menos mal que tenemos todo un fin de semana por delante para mitigar el cotilleo- comente en un intento de tranquilizarla.
- Eso solo agravara mas el problema y lo sabes.
- Bella solo relájate, los humanos olvidan fácilmente.
