ACTUALIZACIÓN: 4 de julio 2018
Lamento por pasar mucho tiempo sin actualizar. Por ahora no va a ser un nuevo capítulo, pero si la corrección de algunas partes del fanfic. Todo esto se debe a que hay algunas partes que quedaron mal redactadas, sobre todo los dos primeros capítulos.
Con respecto a la continuación del fic, por ahora estoy ordenando las ideas. Lo único que puedo asegurar es que no voy a poder actualizar muy seguido, debido a mis deberes académicos. Pero espero dejar anotada las ideas, para que estas puedan ser incorporadas en los siguientes capítulos.
Esta historia comienza en un lugar muy particular. Una ciudad universitaria ficticia llamada Alexandrita, localidad que vive alrededor de una institución educativa llamada Universidad Santa Apollonia. Lo que llama la atención de este campus es la enorme conexión que tiene con la ciudad. A diferencia de otras instituciones, donde predomina el complejo de feudo y solo existe para sí misma, la Universidad de Santa Apollonia tiene una alta relación con el medio. Eso lo demuestra con las actividades enfocadas enfocadas para todo el público, sobre todo para los que viven en la ciudad de Alexandrita. La institución ofrece conciertos musicales, bandas sinfónicas, danzas y más.
La institución educacional abarca diversas áreas del conocimiento: ciencias duras, ciencias sociales, artes y más. Por esta razón hay una enorme cantidad de carreras de pregrado y posgrado que ofrece Santa Apollonia. Y este es el lugar donde estudia Jolyne Cunningham, estudiante de primer año de Antropología. Ella lleva un cabello bastante largo, teñido de dos colores, el cual suele peinarlo con dos rodetes y unas trenzas que terminan en de eso, Jolyne era una estudiante de Bachillerato de Humanidades en la misma Universidad. En consecuencia, no era tan nueva en cuanto a estudios universitarios se refiere. Pero ella se sentía novata en otros temas. Es el primer año de su carrera de Antropología y debía ubicar la sala donde se dictaba una asignatura sobre cine alternativo (un ramo electivo que tiene Jolyne). Tenía que ubicar el edificio donde se realizará la clase. Y no era muy fácil llegar ahí. La universidad Santa Apollonia abarca todas sus carreras en una sola zona, por lo cual es un territorio muy grande. Además, el campus cuenta con 4 aularios —agrupaciones de salas comunes— el cual puede confundir a cualquier persona que no conozca la universidad.
Por suerte, Jolyne es una chica responsable y llegó a tiempo al aulario para ubicar esa sala un tanto escondida. Ella logra llegar cinco minutos antes del inicio de la clase de cine alternativo. Entra a la sala y nota la variedad de estudiantes que abarca el curso; estaban los estudiantes de ingeniería, los de las carreras humanistas, los de arte y más. Como nadie conocía a nadie, sentarse en los puestos era de puro azar. Jolyne se sienta al lado de un chico japonés con una gorra blanca. De vez en cuando miraba el rostro de ese chico y le llamaba bastante la atención la seriedad y motivación que tenía en la clase, a diferencia de otros compañeros que estaban con sueño y desmotivados.
El profesor que dicta la clase de cine alternativo es un licenciado en Comunicaciones, con posgrados donde se ha especializado en temáticas artísticas y todo lo relacionado con lo audiovisual. Comienza su clase explicando la programación semestral de su curso. El principal objetivo de su clase es poder enseñar aquel cine que no está dentro de Hollywood y/o se escapa de sus lógicas. Como el tipo también tiene una enorme formación filosófica sobre el cine, eso hacía más aburrida la clase para algunos.
Para Jolyne, no le era complejo el lenguaje del profesor. Lo que más le preocupaba era el tipo de evaluaciones que tendría esta asignatura. En teoría los ramos electivos deberían ser menos exigentes que los obligatorios. Pero se ha dado el caso de profesores que han logrado hacer electivos tan difíciles, que las asignaturas más complicadas de las carreras de ingeniería quedaron como juegos de niños; este tema pasó a mayores, donde los estudiantes se organizaron y reclamaron ante las autoridades sobre esta situación. Independiente de estos antecedentes, es inevitable que un electivo aumente su dificultad. Al final, esta situación depende de la libertad de catedra de cada académico que le entrega la Universidad Santa Apollonia.
Retomando las cosas que pasan dentro de la sala de clases, el profesor explica que el primer trabajo de la asignatura tiene que ver con el análisis filosófico de una película. Como una manera de animar a los estudiantes, para que no se aburrieran con la primera tarea, el académico eligió el filme Dr. Strangelove del director Stanley Kubrick. Pero la redacción de este informe debía hacerse en parejas. Es así como Jolyne le toca trabajar con el chico japonés que estaba a su lado. Es así le habla y pregunta su nombre.
—Mi nombre es Jotaro Kujo ¿El tuyo? — El estudiante hablaba relativamente bien inglés. Pero su acento un tanto "engrish" lo delataba un montón.
—Me llamo Jolyne Cunningham." – Y haciendo preguntas obvias y básicas trataba de romper el hielo con su nuevo compañero.
—Por cierto Jotaro, soy estudiante de Antropología ¿Qué estudias tú?
—Soy estudiante de Biología marina.
—Suena interesante eso. — decía Jolyne.
En medio de la conversación, Jotaro cuenta que él es estudiante de segundo año y gracias a una beca de la Fundación Speedwagon — institución de carácter privado que ha hecho donaciones para la Universidad Santa Apollonia — puede estudiar en Estados Unidos sin dificultad.
Es así como estos chicos empezaron a intercambiar teléfonos, para poder hablar a través de varias redes sociales. Por lo menos, para Jolyne no se le iba a desaparecer su compañero japonés gracias a estos datos.
En la clase vieron un extracto de la película de Kubrick. Pero los estudiantes tenían que terminar de ver el filme fuera de clases. Es así como Jotaro y Jolyne hacen sus planes para enfrentar su primer trabajo del electivo de cine.
Lo que más le extrañaba a Jolyne es que Jotaro es un estudiante demasiado correcto en su forma de ser. Ella no estaba acostumbrada a estas conductas. Pero ella tenía que comprender que eso era parte de su idiosincrasia japonesa. Además, cuando estaba en el bachillerato, era una chica demasiado alocada y solía tratar a otros jóvenes con demasiada confianza. Si Jotaro hubiese conocido a esa Jolyne, hubiese sido un bicho raro para ella.
El tema se hace más complejo si profundizamos en la sexualidad de Jolyne. Por lo menos antes de romper con su última pareja, ella siempre se consideró lesbiana. Su última relación amorosa fue con una persona, que en un primer momento se presentó como un chico un femenino. Pero con el paso del tiempo, se asumió como mujer transgénero, donde Jolyne acompañó a esa persona en las primeras etapas de su transición. Por esta relación, sumado a la crítica de la gente, Jolyne dudaba mucho de su sexualidad; según la creencia popular, lo que tenía Jolyne y ella no era una relación lésbica. Por lo mismo, hubo un momento donde la chica de los rodetes creía que era bisexual. Las dudas sobre su sexualidad seguían, pero a Jolyne se le hacía más fácil decirle a todo el mundo que era lesbiana. Lo único que tenía claro es que no estaba muy interesada en los chicos heterosexuales. Lo otro que tenía claro era que independiente de la persona, Jolyne sería muy abierta y muy confiada con el trato (salvo que fuese una persona muy tóxica, que no se merecía su energía). Considerando el estilo japonés de Jotaro, donde la cortesía es lo primero, no sabía cómo lidiar con ello sin que parezca mal educada.
La clase de cine alternativo finalizó. Jolyne sale de la sala y se dirige a la segunda clase. Tiene que dirigirse a la facultad de Ciencias Sociales, donde se ubica la carrera de Antropología. Su teléfono está sonando. Su mamá estaba llamando.
—Hola hija ¿cómo has estado?
—Mamá, estoy bien.
La madre de Jolyne se llama Lauri Cunningham. Es madre soltera y crió sola a su hija. El padre de Jolyne es un gran misterio. Lo único que se sabe es que, por alguna extraña razón, Lauri recibe un montón de dinero en su cuenta de ahorro, para poder costear los gastos de mantención de la hija. Pero la misma madre se rehúsa a dar más información. Eso era el gran misterio que tenía Jolyne desde la infancia. Lo que era un tema polémico que siempre se intentaba hablar, ahora es un tema poco relevante, considerando que su madre y sus parientes maternos fueron los únicos quienes han estado cerca de ella.
Lauri Cunningham es una conocida guitarrista en la localidad originaria donde viene Jolyne. Ella suele participar en varios eventos locales. Y considerando que esa ciudad es relativamente chica, mucha gente saluda a Lauri cuando la encuentran en la calle. Aparte de dedicarse a los eventos musicales, suele vender artesanías en su propia casa. Habilita un sector de su hogar para convertirlo en una feria, donde los vecinos y otros lugareños visiten su tienda.
—Hija ¿cómo han estado las clases?
—Hasta ahora todo tranquilo. Tuve mi primera clase de cine alternativo y ya tengo tarea con un compañero.
La conversación telefónica seguía, contando las novedades sobre la nueva carrera en el que está Jolyne.
—Hija, me alegra tu primer día de clases en la Universidad como estudiante de Antropología. Te mando muchos cariños y harta fuerza para este primer semestre.
Jolyne se alegra y le dice:
—Gracias mamá.
La conversación telefónica termina y la hija de Lauri Cunningham sigue caminando. Ya llega a la facultad donde está su carrera. Entra a la sala para su primera clase obligatoria. Todo transcurre normalmente, hasta cuando pasa el receso de los 15 minutos, antes de comenzar la segunda parte de la clase. Ninguna persona de primer año de antropología se conocía. Pero ya había una chica motivada hablando con varios compañeros del curso, pasando los contactos de redes sociales y generando un grupo para la gran fiesta novata universitaria.
Generalmente, las fiestas que se hacen dentro de la comunidad universitaria de Santa Apollonia son exclusivos de ciertas carreras y/o agrupaciones. Pero la gran fiesta novata mencionada anteriormente es la más grande que se hace, ya que tiene como invitados a todos los estudiantes de la Universidad. Por lo mismo, es el gran instante para pasarlo bien antes que comience el estrés del semestre. Por otra parte, la fiesta novata universitaria se hace dentro de las dependencias de Universidad Santa Apollonia, la misma zona donde se hacen los grandes espectáculos musicales para la comunidad de Alexandrita.
Jolyne pasa sus datos a sus compañeros, para que la contacten dentro de la fiesta. Por lo menos ella tendrá más conocidos para encontrarse durante la fiesta. Tenía en mente ir al evento junto con su compañera de alojamiento Ermes Costello, quien estudia Sociología, carrera que se encuentra en la misma facultad donde está Antropología. Antes de ser compañeras de departamento, Ermes y Jolyne eran compañeras de Bachillerato de humanidades. Recién este semestre, ellas viven juntas en un apartamento donde arriendan conjuntamente.
En medio del segundo bloque de la clase, Jolyne y Ermes se mandaron mensajes de texto, para reunirse en el casino de la facultad de Ciencias Sociales durante el almuerzo.
Y es así como llega el mediodía y por ende la hora de almuerzo. Se juntaron ambas chicas y comenzaron a comentar sobre sus novedades.
—Sabes Ermes, ya están creando grupo en mi curso para juntarse en la fiesta de los novatos.
—Pasó algo similar con mis compañeros. Habrá una suerte de club de los novatos de Sociología para esa fiesta. —La chica con las rastas se reía de lo tan motivados y sociables que están sus compañeros, además de la sobre expectativa que tiene esa gente con el evento.
—Seamos honestas. Van a usar esta fiesta para puro coquetear, tener sexo casual o buscar nuevo novio —Jolyne también se reía, mientras comentaba eso.
— ¿Y tú vas a ir a conquistar chicas en esa fiesta Jolyne? —Ermes preguntaba eso con una cara de picarona.
— ¿Acaso me ves con cara de mujer loca, borracha y conquistadora? No bromees. — Se queja la chica de los rodetes en su cabello.
Calmando un poco las cosas, Ermes dice:
—Ya en serio, me dan ganas de ir a la fiesta, pero solamente quiero bailar y no quedarme completamente borracha. No tengo muchas ganas de tener las resacas que tenía cuando estaba en el bachillerato —Ermes se sinceró en sus primeros años universitarios como mujer borracha. Por lo menos nunca llegó al alcoholismo.
—Yo quiero algo similar para esta fiesta. Pasarlo bien, pero no para destruirse con la borrachera —dice Jolyne
Las chicas seguían recordando de fiestas antiguas durante el bachillerato, mientras comían durante la hora de almuerzo.
—Jolyne, no tengo más clases en la tarde. Así llegaré al departamento antes y prepararé la cena para las dos.
—Gracias Ermes. No tenías que hacer eso.
—A ti te falta una clase más y te apuesto que llegaras agotada a nuestro hogar. —Le reclama Ermes.
Las chicas se separan y queda sola Jolyne en medio del casino. De ahí le suena las notificaciones del teléfono. Mira el aparato y ve que le habla Jotaro vía mensajería de texto. Le pregunta a ella en qué momento comenzarán a realizar la tarea de cine. Al final se ponen de acuerdo que durante el martes y miércoles deberían terminar de ver el resto de la película de Kubrick y juntarse el jueves en una Biblioteca para redactar la tarea.
Llega el día donde Jotaro y Jolyne se juntan para hacer el trabajo para el ramo de cine alternativo. A pesar que había varias bibliotecas en el campus, se decidió trabajar dentro de la facultad de Ciencias Sociales. Fue idea de Jotaro que se juntaran en ese lugar, para que su compañera se sintiera cómoda y no estuviera en un lugar que no le gustara trabajar. Para Jolyne, le daba lo mismo el lugar, porque las bibliotecas y salas de estudios de la Universidad eran de similares calidades y características. Pero le extrañaba la idea que le dio Jotaro.
Antes de la redacción de la tarea, ambos chicos reflexionan sobre la película y las preguntas que pedía el profesor.
—Para mí, la película era una completa locura. —Jotaro lo decía muy inseguro, ya que su fuerte no era lo filosófico.
—Tranquilo. Esto es más fácil de lo que se lee en las instrucciones del trabajo. Jolyne se tenía mucha fe con la tarea.
Ya casi terminando el trabajo, Jotaro le pregunta a Jolyne:
— ¿Has oído hablar de la fiesta novata de la universidad?
—Obvio. Es una tradición acá. ¿Qué pasa con eso?
—No sé si te molesta, pero tengo ganas de formar un grupo contigo y con mi compañero de alojamiento. ¿Te interesaría acompañarnos a esa fiesta? –Jotaro lo dice de manera muy correcta, a pesar de su acento japonés.
—No hay problema. Verás, inicialmente quería ir a la fiesta de los novatos solamente con Ermes. Mis compañeros de carrera también me invitaron, pero pensaba estar más tiempo con mi amiga. Si somos más personas, sería más entretenido esto. —Jolyne se ve contenta por la inesperada invitación.
Es así como empieza de a poco la relación entre la chica de las roletas y el chico con la gorra blanca…
