Lincoln's Literature Club

Disclaimer.— Portada por Monteroimothy Loud House y Doki Doki Literature Club no me pertenecen en lo absoluto.

Parte I Las chicas

Aquella mañana se encontraba Lincoln Loud con su mejor amigo Clyde hablando sobre el club escolar al que debían unirse. El resto de sus amigos habían querido entrar al club de videojuegos, pero la asistencia a ese club era tanta que ambos decidieron no entrar. Aquel día era la feria de los clubs, donde las distintas organizaciones escolares reclutaban a nuevos miembros, y aunque muchos estudiantes no lo deseaban, había otros tantos que encontraban su lugar en alguno de los variados clubes.

—¡Podemos ser caza fantasmas!—dijo Clyde emocionado—O tal vez ingresar al club de los populares, imagínate, tu y yo entrando al club de los populares amigo.

Clyde tomó de los hombros a Lincoln y sus mejillas rozaron mientras el afroamericano levantaba su mano enfrente de ambos como si quisiera que Lincoln y él vieran lo mismo. Para Clyde eran las puertas de un futuro entusiasta, mientras que para Lincoln eran las puertas al club de ajedrez.

—Estoy buscando algo tranquilo.—dijo en cambio Lincoln separándose un poco de Clyde y dando un vistazo a un cartel rosado con la foto de una de sus compañeras de clase posando animadamente—O mejor aún, uno donde consigamos una cita para San Valentín…—susurró eso último sonrojándole la idea.

—Lincoln, dudo que entremos a un club este año, de nuevo, si eso es lo único que quieres.—dijo Clyde decidido y llevándolo del brazo—Hay muchas opciones "compadre".—dijo eso último haciendo un acento que hizo reír a Lincoln.

Continuaron durante toda la mañana buscando un club donde ingresar, incluso pasaron por uno de fans de películas de monstruos. Pero ninguno lograba capturar la atención de Lincoln, a pesar de que Clyde le rogaba por entrar a uno. Ya casi estaba a punto de acabarse el tiempo de los estudiantes para el festival de clubes y ambos continuaban sin un puesto fijo.

—Lincoln, ¿Podrías decidirte?

—Yo…

—¿Quieres o no un club?—le preguntó Clyde molesto—Porque si no lo quisiste pudiste haberlo dicho desde un inicio, hubiéramos ido por una malteada o al arcade y no estar dando vuelta por los pasillos de la escuela durante horas.

—Lo lamento Clyde, supongo que debí habértelo dicho antes.—dijo Lincoln feliz y suspirando como si se hubiese quitado un peso fuerte de encima—Pero te veías tan alegre…

Clyde al principio pareció que iba a reclamarle, pero decidió que lo mejor era reír y ambos dieron media vuelta, decididos a pasar una tarde de hombres, sin pensar en lo absoluto en reunirse con ningún otro. Pero fueron sorprendidos al ver a sus espaldas a una chica de su edad pero que no compartía clase con ellos, sino que era de otro salón. Ambos la reconocían de sobra:

—Hola Haiku.—dijo Clyde saludándola efusivamente—¿Qué haces aquí?

—Clyde, Lincoln.—saludo la chica sin un ápice de sonrisa en su rostro, tenía un ojo siempre cubierto por su gruesa y larga cabellera y un vestido negro que llegaba hasta los tobillos y cubría casi en su totalidad su pálida piel—Veo que están buscando un club.—dijo ella bajando la mirada, como si temiera haber sido demasiado directa.

—Realmente ambos…—iba a hablar Clyde.

—¿Unirse al club de literatura?—dijo ella juntando sus brazos y mostrando una leve sonrisa en su rostro, se dio cuenta de lo último y se autocorrigió a si misma llevándose su mano izquierda al brazo derecho y apretándolo—Lamento la efusividad, no hemos tenido una buena cosecha de capitas este año.

—¿Club de literatura?—preguntaron ambos al unísono.

—Sí, un club donde hablaremos de todo tipo de lecturas desde novelas, cuentos, poemas…Hasta historietas.—dijo eso último conociendo que ambos eran fans de Ace Savvy—Todo el material nos lo presta la escuela, así que…

Ambos chicos voltearon a verse, y luego la puerta de salida que les prometía una tarde de videojuegos. Por el otro lado unirse a un club de literatura, donde podrían leer de diferentes cosas.

—¿Cuántos son en el club?—preguntó Lincoln causando que Clyde le lanzará una mirada de reclamo.

—Somos tres chicas hasta ahora.—dijo Haiku contando con los dedos de su mano—Y necesitamos al menos un integrante más poder ser un club oficial.—dijo ella aun sin demostrar ninguna emoción en el rostro—Por eso es importante que nos ayuden.—algo de súplica se notaba en su tono de hablar a pesar de su cara indiferente.

—Creo que acepto.—dijo finalmente Lincoln.

—¿Enserio?—dijo Clyde ya claramente ofendido—Llevo toda la mañana tratando de convencerte para unirte a un club, ¿Qué hace este diferente?

Lincoln sonrió nerviosamente, le pidió un momento a solas entre chicos a Haiku y se llevó empujando a Clyde al final del pasillo y lo empujó para quedar fuera de la vista de la chica. Después de ver que no los hubiera seguido, Lincoln suspiró y detuvo a su amigo.

—Hay chicas Clyde, tres chicas.—dijo Lincoln mostrando el número de sus dedos con una sonrisa—Piénsalo solo durante un segundo, vamos todos los días, leemos algo, tal vez alguna coopere y…

—Lincoln, ¿Qué mosca te pico?—le dijo Clyde preocupado.

Lincoln agachó su cabeza y luego volteó a ver a Clyde antes de asentir y dar media vuelta.

—Desde que se fue Ronnie Anne no la he podido sacar de mi cabeza, siento que necesito encontrar a alguien más Clyde o…O sino…—decía cada vez más frenado—No creo que me sentiré bien en San Valentín viendo como todos son felices mientras yo tengo que aprender a superar a Ronnie…—dijo sin voltear a verlo—Ya puedes odiarme…—dijo molesto más por sus palabras que por su amigo.

—No te odio Linc, creo que hasta puedo entender tu situación.—dijo Clyde golpeándolo gentilmente en el hombro y suspirando—Hagamos esto, pero me vas a deber una muy grande, tal vez dos.

—Gracias Clyde.—dijo Lincoln lanzando una sonrisa y dándole las manos para cerrar el trato—¿Clyncoln McLoud?

—Clynocln McLoud.—dijo Clyde dándole la mano.

El trato estaba sellado. Lincoln y Clyde se acercaron a Haiku y le dijeron que aceptaban. Ella sonrió ligeramente y les pidió que la siguieran, ambos chicos caminaron por los pasillos de la escuela hasta llegar a la puerta del lugar.

—Espero que les agrade.

Haiku abrió la puerta mostrando un aula de clases llena de pupitres vacíos, con la única diferencia que tenía en las paredes algunos libreros casi llenos con material de lectura incalculable. Ambos chicos lo vieron antes de darse cuenta de que no era que el aula estuviera sola, sino que en el fondo del aula se encontraban sentadas dos chicas leyendo muy pegadas una con la otra un libro grande y colorido.

Bajaron el libro mostrando que una de las chicas apenas rozaba los cinco años, mientras que la otra era directamente de la clase de los chicos. La menor era de pelo castaño y largo, con un sujetador rosa en forma de corazón, medias y suéter morado. La menor, en cambio, iba con mini short y blusa de tirantes, además de que su cabello era corto y esponjado, llevaba en su blusa celeste una flor.

—¡Qué sorpresa!—dijo la chica de mayor edad—¡Lincoln Loud y Clyde Mcbride!—dijo ella levantándose y dejándole el libro a la menor.

—¿Moni…?—iba a decir Clyde.

—Sh sh.—le detuvo la chica corriendo mientras levantaba su dedo—Odio que me llamen por ese nombre, prefiero que me llamen Cookie.—dijo ella sonriendo una vez frente a los dos—También pueden llamarme presidenta, porque fui yo quien fundo este club.—dijo estrechándole la mano a uno y al otro con rapidez.

—¿Cookie?—preguntó Lincoln sin entender pero lanzando una risa ligera.

—Como galleta en ingles.—dijo ella juguetona y dando media vuelta con aires de fingida autosuficiencia—Veo que han venido a formar parte de nuestro adorable club de literatura.—dijo ella llevándose una mano al mentón—Pero claro, les encantan los comics, deben de estar ansiosos por aprender más del mundo de las letras.—dijo ella sin darles tiempo a decir nada.

—Sí…Así es…—fingió Lincoln.

—Pues me alegra que lo hayan hecho, porque de no ser por ustedes este club no hubiera sido posible.—dijo Cookie sonriendo y tomando un portapapeles—Firmen aquí por favor.

Ambos lo hicieron y vieron como Cookie levantaba emocionada el portapapeles al ver cinco firmas reunidas en este y levantándolo en el aire mientas daba una vuelta. La niña del fondo lanzó una risa tonta al ver a la líder del club actuando así.

—¡Perfecto!—dijo Cookie—Chicas, el club se salva.

Hubo unos aplausos leves por parte de Haiku, mientras que la pequeña niña estalló de alegría al ver los resultados.

—Mientras yo voy con el director, ustedes traten de conocer a las chicas.—dijo Cookie saliendo por la puerta y corriendo a todo lo que daban sus piernas—Chicas, sean amables.—dijo con el mismo tono aunque Lincoln notó algo de dureza, probablemente porque lo gritó casi desde el otro lado del corredor.

Lincoln se quedó viendo como Cookie se perdía por el pasillo antes de cerrar la puerta y ver que todos los miembros del club estaban distribuidos unos de otros, Clyde se encontraba viendo las librerías, mientras que Haiku leí un libro de vampiros hasta el frente del aula. La niña que él desconocía continuaba con la lectura de su libro gigante hasta el fondo del aula. Él se acercó por curiosidad para ver lo que leía ella y pudo notar el titular del cuento era "El lobo vestido de oveja". Él tenía experiencia con las niñas pequeñas, después de todo era hermano mayor de cinco chicas

—Oh, estas leyendo cuentos pequeña.—dijo Lincoln saludando efusivamente.

—¡Sí, me lo recomendó Cookie!—dijo ella con un tono muy dulce de voz y cerrando el libro para leer la portada—Se llama Fa…fa…—parecía tener dificultad a leer—Fabulas de…Es…Esopo.—dijo finalmente entrecerrando los ojos.

—¿Y es divertido?—preguntó entonces Lincoln.

—¿Qué si lo es? ¡Tiene muchos dibujos!—dijo ella feliz.

—Veo que estas leyendo uno de lobos y ovejas.—dijo Lincoln—¿Podrías decirme de qué trata?

—Oh por supuesto.—dijo la pequeña—Cuando un lobo se viste de oveja para engañar al pastor es confundido con una oveja y el señor lo mata en lugar de una de sus ovejas.—dijo ella feliz y sin miramientos.

—¿Qué?—en cambió Lincoln pareció no entender qué clase de cuentos para niños era ese.

—También esta esté otro…—dijo dando vuelta a las páginas—De Apolo y Zeus que dice que no puedes ganar a los que están por encima de ti.—dijo la chica feliz mostrando el dibujo de un arco y una pierna extendida.

—Eso es ridículo, siempre puedes enfrentarte a todo con el suficiente esfuerzo.—dijo Lincoln levantando su puño, sin haberse dado cuenta él estaba sentado junto a la niña menor sujetando el libro—Por cierto soy Lincoln, Lincoln Loud.

—¿Lincoln Loud?—dijo la chica como procesando algo—Loud…Loud.—dijo feliz—¡Cómo mi amiga Lisa!—dijo ella aplaudiendo.

—¿Tu amiga Lisa? ¿Te pago para ser su amiga…?—dijo Lincoln incrédulo antes de negar—Lo siento, quiero decir, ¿Conoces a Lisa?

—¿Conocerla? ¡Es mi mejor amiga en todo el mundo!—afirmó la pequeña—¿Nunca te habló sobre mí?—dijo poniéndose un poco triste.

—¿Daisy?—trató de atinar Lincoln.

—Darcy.—le dijo la pequeña sonriendo—Al menos sí sabías de mi.

—¿Sabes de ti? Eres la mejor amiga de mi hermana.—dijo Lincoln sonriendo—Muchas gracias por soportarla, ella a veces puede ser muy…Lisa...—dijo Lincoln no sabiendo como definir su actitud.

—¿Una chica muy lista?—preguntó Darcy inocentemente.

—Sí, creo que esa la combinación adecuada de palabras niña.—dijo Lincoln sonriendo—Mi hermana es muy lista.

—Aunque también puede ser muy mala cuando se lo propone.—dijo Darcy llevándose una mano al cuello—Aunque no la puedo culpar de que sea así conmigo.

—¿Cómo es contigo?—preguntó Lincoln extrañado.

—Ella es…

—¡Llegue!—interrumpió la revelación Cookie abriendo la puerta de golpe y con una cara de felicidad extrema—¡Somos un club chicas!—dijo dando saltos—Y Lincoln…

—¡Hey!—se escuchó el grito de enfado de Clyde antes de que las otras dos chicas rieran por lo bajo.

—Yeih, volvió Cookie.—se levantó Darcy de su asiento, tomó su libro y se lo llevó a Cookie mientras Lincoln levantaba mucho su ceja por la pequeña, aunque decidió que sí habló de tan buena manera de su hermana Lisa probablemente aquello no significaba nada.

Lincoln también se levantó y dirigió hacia donde una de las estanterías para tomar un poco de material de lectura, pero al ver la temática del libro de Darcy y que en la portada del de Haiku había algo relacionado a sangre dedujo que debían estar teniendo una especie de lectura de cuentos o novelas de horror. Trató de buscar una, pero ninguna captaba su atención especialmente, aunque algunos títulos se veían llamativos al leer su contraportada le quitaban el interés.

Supuso que simplemente el género del horror y lo macabro no era su fuerte, ni lo que él buscaba para entretenerse. Si ahí estuviese su hermana Lucy probablemente le hubiera preguntado algún consejo sobre cómo iniciarse en el género. Suspiró molesto, ella estaba en el club del ocultismo…Aunque al voltear al frente del aula se encontró con la espalda de Haiku y su larga cabellera pelinegra. Ella también era parte de la cultura de Lucy, sin embargo, no estaba en ningún club de algún género que le debería de llamar la atención a ella, sino en un club de lectura, lo cual no se alejaba de los gustos de Lucy, pero tampoco era toda la esencia que uno esperaría en una chica gótica o vampiro.

—Oye, Haiku.—se acercó Lincoln sentándose en el pupitre de al lado—¿Qué tanto lees?

Ella pareció sobresaltarse por el hecho que Lincoln estuviera hablando con ella, miró primero de un lado, y luego a otro antes de finalmente aceptar que era a ella la que estaban hablando. Seguía con su rostro indiferente, pero su ceja estaba levemente levantada, mostrando que se encontraba ciertamente sorprendida.

—¿Yo?—era como si necesitara confirmarlo, así que Lincoln asintió—Es solo un libro de Anne Rice.—dijo Haiku mostrando en la portada "Entrevista con el vampiro".

—Suena divertido.—dijo Lincoln pensando en qué tanto podía haber en un libro con un título tan ridículo.

—Es un libro que refleja el sufrimiento de los vampiros al momento de asesinar cruelmente a sus víctimas, centrado en como pierden cada atisbo de su alma humana a pro de la supervivencia basada en la sangre, y con la pérdida de su humanidad también de su sexualidad.—le contradijo Haiku comenzando a emocionarse ligeramente, empalmando algunas palabras con otras—Lo siento, a veces me emociono.—se llevó su mano izquierda al brazo derecho y apretó, aquello solía ser señal de vergüenza extrema.

—No te preocupes, me intrigaste más en la trama.— dijo Lincoln con sinceridad, ella se soltó y tomó con ambas manos el libro.

—Gracias.—dijo ella sonriendo ligeramente antes de volver a su cara monótona—¿Buscas algo en mi morada del conocimiento?

—Sí, ¿Están acaso leyendo cosas con temática de horror?—preguntó Lincoln—Es que parece que Darcy comparte tus gustos.—dijo este contando rápidamente lo poco que le dijo la chica del libro colorido.

Haiku escuchó con total serenidad antes de negar con la cabeza decepcionada y llevarse una mano a sus sienes.

—Lincoln las fabulas de Esopo son consideradas bastante inocentes.—dijo ella—Si quisieras algo de buen horror tendrías que iniciarte con otras lecturas, aunque yo no creo que ese sea tu estilo.—dijo ella pensativa y mirándolo con su ojo analizante.

—Pero la temática del día de hoy…

—¿Temática?—le cuestionó Haiku—No hay ninguna temática, hiciste una falsa relación de puntos.—dijo ella mostrando su fluidez del habla—Eres libre de leer todo lo que desees en la estantería.

Lincoln sonrió ampliamente volteando a las estanterías pegadas a las paredes y luego de vuelta a Haiku y su libro tan extraño.

—¿Y si me interesará por las cosas de horror por donde me recomendarías empezar?—dijo Lincoln aprovechando que estaba con ella para al menos sacar algo de la conversación.

Haiku levantó la mirada de su libro y lo miró como si lo examinará de pies a cabeza, en la cabeza de Lincoln no le fue difícil imaginar a su nueva amiga abriendo una cinta métrica y midiendo las dimensiones de su rostro con esa mirada examinante.

—No creo que seas digno.—dijo finalmente Haiku volteando a su libro con tono firme.

—Oh por favor, puedo ser digno, te lo prometo, soy hermano de Lucy Loud, ¿No lo recuerdas?—dijo Lincoln tratando de apelar a sus sentimientos.

—Lucy dijo que era la única alma oscura de su familia.—dijo Haiku negando aunque algo sonrojada estaba porque volvió a sonreír por la actitud de Lincoln—Pero no puedo decirle que no a un niño que ruega.—dijo finalmente ella accediendo y cerrando su libro.

—Gracias Haiku.

—Inicia con algo ligero, no sé Stephen King, o tal vez algunos poemas como El Cuervo, hay mucho material de horror.

—¿El cuervo?—dijo Lincoln sacando una libretita de mano y una pluma—Anotado.

—También deberías considerar que no todos están listos para una literatura tan profunda, así que te recomendaría que no entraras directamente al mundo del ocultismo y fueras primero por los niveles de lectura básicos.

—Muchas gracias por todo Haiku.

—Gracias a ti Lincoln, me hiciste sacar una sonrisa.—dijo ella volviendo su mirada al libro—Eso es más de…

—¡Lincoln!—se escuchó el grito de Cookie—Lincoln, ¿Qué haces sin un libro?—se acercó ella sentándose en la tabla del pupitre de Lincoln.

Lincoln levantó la ceja y trató de volver a hablar con ella para entender por qué hablaba de esa manera, pero decidió que lo mejor era callarse, siempre era callarse y esperar a que eventualmente Haiku le dijera si tenía un problema. Hasta donde él sabía bien podía estar la chica solo bromeando de una manera cruel.

—Pedía consejos de lectura.—dijo Lincoln la verdad a medias.

—¿Consejos de lectura?—dijo Cookie como si no entendiera—Pero Lincoln, la lectura es una aventura en la que deberías sumergirte con intrepidez, vamos.—lo tomó del brazo e hizo que se levantara estirándolo efusivamente—Escoge un libro.

Cookie arrastró a Lincoln hasta la estantería de libros y una vez frente a esta le tapo los ojos. Lincoln respiró entrecortadamente pues se encontraba nervioso en ese momento, ¿Para qué era necesario eso último?

—Toma un libro.—le dijo finalmente Cookie.

—¿Cuál libro podría tomar?—preguntó Lincoln tratando de voltear, pero las manos de la chica eran firmes, sabía que si no seguía su juego ella no lo dejaría.

—Cualquier libro, eso es lo emocionante.—dijo Cookie a su oído—Cuando lees aventurándote a una nueva aventura.

Lincoln suspiró por ese discurso que se le hizo barato y extendió su mano para tantear el librero. Dio de pleno con uno que pareció de pasta gruesa y los suficientemente delgado como para que él lo tomara, pero no tanto como para dar la idea que era un libro largo y aburrido. Cookie le quitó las manos de encima y Lincoln pudo ver en la portada un gato negro el cuál lo rodeaban unas letras "Coraline".

—Interesante elección.—dijo Cookie riendo—Yo lo leí hace mucho tiempo cuando era más niña.

—¿Desde qué edad comenzaste a leer Cookie?—preguntó Lincoln curioso—¿Y por qué le diste a Darcy ese libro?

—No recuerdo.—afirmó ella—Tal vez seis, siete, mi interés en la lectura nació de las fabulas y cuentos.—dijo con un deje nostálgico—Probablemente Darcy encuentre lo mismo con lecturas infantiles.

—Es un poco fuerte para una niña de su edad, ¿No crees?

—Lincoln, en los comics mueren personajes cada tres segundos y su público objetivo suelen ser niños.—dijo Cookie reclamándole—No subestimes a los niños, pueden lidiar con más de lo que crees y creo que este libro es prueba de eso.—dijo señalando el que Lincoln aun sujetaba y guiñándole un ojo.

Cookie se apartó para volver a con Darcy mientras Lincoln se quedó mirando, él volvió a mirar su libro y luego a Cookie y decidió darle una oportunidad. Después de eso fue a ver directamente a Clyde, quien se encontraba sentado junto a una ventana con un libro sujetado en su mano izquierda y bastante tranquilo, casi confiado.

—Pensé que no querías unirte al club de literatura.

Saludó Lincoln acercándose y viendo qué leía su amigo, era uno que no disimulaba su temática desde la portada "En las montañas de la locura" con una foto de tentáculos saliendo de una especie de caracola, pero que en lugar de tener ventosas eran ojos, ojos que parecían estar dibujados con la intención de incomodar al lector.

—Bueno, tenías que conquistar chicas.—dijo Clyde sarcásticamente antes de reír un poco—¿Conseguiste el teléfono de Darcy?

—¿Cómo sabes su…?

—Me lo dijo Haiku.—dijo Clyde como si fuera lo más normal.

—Bueno, no era lo que esperaba, pero al menos todas son amigables.—admitió Lincoln—Creo que podríamos volvernos sus amigos.

—Eso espero.—dijo Clyde sonriendo de medio lado.

Ambos se sentaron a leer, uno enfrente del otro e intercambiando miradas o comentarios repentinos, el resto de las chicas continuaron en sus respectivas lecturas. Paso casi una hora hasta que la campana escolar sonó, las tres chicas y los dos amigos se levantaron al momento.

—¡Podemos irnos sí!—gritó Darcy llena de emoción dirigiéndose a la puerta.

—Un momento Darcy.—dijo Cookie levantándola en el aire por el cuello de su blusa, aunque los pies de la pequeña siguieron moviéndose.

—Pero ya sonó la campana.—dijo la niña rogando.

—¿Crees que no lo sé?—dijo Cookie soltándola estrepitosamente—Pero como club tenemos que hacer actividades de club y se me ocurrió una idea.—dijo ella poniendo sus dos manos de frente—¿Qué tal si escribimos un cuento para mañana?

—¿Cuentos?—preguntaron todos.

—Sí, cuentos cortos, no necesariamente largos.—dijo Cookie como si fuera nada—¿Qué dicen?

—Me suena a buena idea.—dijo Haiku sonriendo levemente.

—¡Darcy escribe cuentos!—dijo la pequeña levantando ambos brazos efusiva.

Lincoln y Clyde se miraron el uno al otro antes de asentir con igualdad, no veían la dificultad en aquella labor y ella estaba en lo correcto, como club debían de hacer ciertas actividades.

—Está decidido, mañana traeremos un cuento todos.—dijo ella sonriendo y cerrando los ojos antes de dejar al resto salir—Lincoln, ¿Te podría detener durante un segundo?

Lincoln volteó hacia Clyde y luego a Cookie, contestó que sí y le dijo a Clyde que lo esperará afuera. Este asintió rodando los ojos mientras Lincoln iba de vuelta con Cookie.

—¿Ocurre algo?

—Quiero agradecerte mucho, sin ti no hubiera sido posible todo esto del club.—dijo ella—Haiku me contó que fuiste tú el que convenció a Clyde y…De no ser por ustedes.—dijo ella juntando los dedos índice de sus manos—Gracias.—le dio un beso en la mejilla provocando que el chico se sonrojara—Nos veremos mañana después de clases Lincoln Loud.

Dicho esto, ella salió corriendo hacia la puerta de salida, dejando a un embobado Lincoln en el salón mirando hacia la pared con los ojos perdidos. Tuvo que entrar Clyde para sacarlo de su trance y llevarlo a su casa.

—Adoro este club…—dijo Lincoln incapaz de pensar en nada más que la chica.

No sabía que las palabras son de lo primero que el ser humano se arrepiente y con creces.

Continuara…

Na.—Muchas gracias por leer.

Para los que dejen review les mando un abrazo de oso por adelantado (los abraza tan fuerte que sus órgano internos salen disparadas) Ups…Creo que me pase…

Si no conocen el juego Doki Doki Literature Club no creo que necesiten conocerlo para entender esto, porque la historia es independiente aunque hace oda al juego. Y para los que lo conocen, tranquilos, no soy tan carente de imaginación como para repetir exactamente lo mismo que el juego, aunque sí tendrá toques o guiños difíciles de ignorar.

Espero que sea de su agrado esta historia, serán solo 3 capítulos, y les aseguro que el siguiente…Será interesante cuanto menos.