Primero que nada: Es desde el punto de vista de María Teresa I de Austria.
No quiero quejas (?) bueno sí...

Debo aclarar que Hetalia no me pertenece… Ni Roderich… (TAT) ni María... (Que sólo le pertenece a Austria! (?)). La canción que me inspiró es "Historia de un sueño" de La oreja de Van Gogh... por ende, no es mía XD

Aún sabiendo que entraba sin su permiso me acerqué a la cama y sonreí. Aunque había pasado poco tiempo, me entristecí tanto de verlo que sentí lo ojos nublarse por las lágrimas. Él se encontraba dormido, no era para menos a estas horas de la noche. Me senté en la cama para poder verlo mejor. Sentía un dolor muy profundo en el pecho, aunque tenía que decirle que me encontraba bien, que no se preocupara por mí. Le acaricié el cabello intentando no despertarlo y quité de su rostro un par de mechones rebeldes que pretendían esconderlo de mí.

Sé que mañana no recordará nada de lo que pueda pasar. Tal vez, lo tome como un sueño y nada más, pero necesitaba venir. Me acerqué más a él y besé su frente, sintiendo como mis lágrimas comenzaban a caer, aunque no mojaban nada a su paso, parecían evaporarse antes de llegar a tocar su piel. Sólo quería que esos rastros de sal en su rostro, no volvieran a aparecer jamás. Le acaricié la mejilla y abrió los ojos mirándome sorprendido, le sonreí dulcemente para que supiera que todo estaba bien.

—Quiero verte feliz, como siempre. Quiero recordarte como antes, no así, triste como estos días. Por eso vine.

Mi voz sonaba suave y algo entrecortada a causa del nudo que tenía en mi garganta. Sabía que cuando me fuera, dejaría a la persona que más amo durmiendo en su cama, como antes. Respiré profundo al mismo tiempo que acomodaba las mantas y lo arropaba. Me miraba con una extraña expresión en su rostro, se veía tan extraño sin lentes.

—Recuerdo... cuando venía desearle las buenas noches, mi señorito —Susurré sin dejar de acariciarlo, notando como se dormía por mis caricias.

Si tan solo pudiera venir todo el tiempo y hacerle compañía. Pero no es posible, por lo que me tendré que conformar con venir solamente unas horas mientras duerme, al menos de esta manera, podré verlo seguido. Aquel triste día no pude despedirme y no soportaría alejarme así de él.

—Tendré que marcharme. En unos segundos vas a despertar.

Besé su cabello, su mejilla... y mis ojos se nublaron nuevamente antes de lograr darle el tercer beso. Sabía muy bien que no era una despedida... al menos no para siempre, pero no deseaba alejarme de mi Roderich, no en este momento de su vida. Mañana volveré a verlo nuevamente, mientras duerme. Me levanté sin quitar mi vista de sus ojos. Me alejé y lo observé atentamente. Ya dormía con una sonrisa. Por lo menos había logrado lo que quería.

Yo ya era parte de su pasado, aunque no podría evitar querer ser su presente y su futuro también. Supongo que con el tiempo me olvidará y en ese instante dejaré de venir. Por el momento...

—Ich liebe dich, Österreich —Susurré yéndome de la mima manera en la que había llegado.

Bueno ya... es horrible y corto... pero me divertí escribiendo un rato... y más pidiéndole ayuda a mi abuela con mis faltas en alemán xDU *no recordaba cómo era: Österreich* ya saben... quejas... dudas, preguntas, tomates, Austrias (?)... lo que quieran, me tiran! (XD)

Gr3y R4inb0w~