Los Caminos de la Vida.
(Un viaje ATM).
Capítulo 1. Llegando a Toluca.
Señores pasajeros, les habla el capitán.- anunció una voz masculina por los altavoces del avión.- Lamentamos tener que informarles que habrá un pequeño cambio en nuestra ruta...
La gente comenzó a murmurar. Todos se miraban unos a otros y más de uno abordó a las azafatas del vuelo 145 que había partido de Alemania con destino a la Ciudad de México varias, muchas, horas atrás. Obvio que eso no era normal, ¿un cambio de ruta? ¿Qué habría sucedido? A través de las ventanillas del avión el cielo se veía azul, hermoso y despejado, de manera que no podía ser por el mal clima...
Por cuestiones que están fuera de nuestro poder.- continuó el capitán.- Tendremos que desviarnos un poco, ya que no podremos aterrizar en la Ciudad de México debido a una manifestación que ha tomado las instalaciones del aeropuerto Internacional, de manera que tendremos que desviarnos a la ciudad de Toluca.
¿Toluca?.- exclamaron varios.- ¿Qué rayos es eso?
La ciudad de Toluca.- respondió el capitán, como si hubiese oído a sus pasajeros.- Se encuentra en el estado de México, a unos cuantos kilómetros de la Ciudad de México. Lamentamos los inconvenientes, pero no hay otra posibilidad, a menos que quieran ser secuestrados por un grupo de seguidores del PRD.
Algunos mexicanos presentes en el vuelo se rieron, pero a los extranjeros no les causó gracia enterarse de que no podrían llegar a su destino.
Tiene que ser una broma de mal gusto.- gruñó Genzo Wakabayahi, portero del equipo Hamburgo y de la Selección Japonesa de Sóccer.- ¿Por qué todo eso?
Perdone la molestia que eso le pueda ocasionar.- comentó una azafata.- Estoy segura de que la aerolínea les pagará el transporte terrestre desde Toluca hasta la Ciudad de México.
Pero no entiendo: ¿qué clase de manifestación es?.- insistió Genzo.
Una creada por MALO.- respondió el pasajero que estaba sentado a un lado de él, suspirando.- Está molesto porque le ganaron la presidencia del país y está haciendo de todo para demostrar lo ardido que está...
¿MALO?.- se sorprendió Genzo.
Son las iniciales de su nombre.- dijo el señor.
Ni modo, no había de otra. Así pues, el avión cambió su ruta y el avión comenzó a descender. Genzo vio una ciudad pequeña y extraña bajo sus pies y se preguntó por qué escabroso motivo habría el destino de llevarlo a Toluca... Unos diez minutos más tarde, el avión ya estaba en tierra y la tripulación conducía a la gente hacia el área de mostrador de la aerolínea. Al parecer, la compañía hacía de todo por recompensar a sus inconformes clientes. Genzo se dio cuenta de que había al menos unos cuarenta pasajeros que exigían el viajar a la Ciudad de México lo antes posible. Cuando le llegó el turno a Wakabayashi de llegar al mostrador, la agotada recepcionista le informó con voz cansada que ya no habría lugar disponible sino hasta dentro de dos días, pero que si quería podía conseguirle un lugar para lo más pronto posible, a la mañana siguiente, con un descuento en su próximo viaje.
No se preocupe, no tengo prisa.- respondió Genzo.- Puedo esperarme hasta que haya un lugar libre, lo que tengo que hacer en la Ciudad de México no es urgente.
Lamentamos las molestias.- se disculpó la afligida señorita.
No se preocupe, por lo que veo, nadie está feliz con esto y no es culpa de ustedes.- respondió Wakabayashi.
Él había visto en las noticias el famoso "plantón", obra de MALO, el ex candidato presidencial que se dedicaba a causarle dolores de cabeza al nuevo gobierno y a la población mexicana en general. "Pobre gente", pensó Genzo, "nadie sabe a quien tiene de candidato para gobernante...".
Así pues, Wakabayashi tomó el taxi que le consiguieron y se dirigió hacia el hotel en donde le habían reservado habitación. El lugar era agradable, de cinco estrellas, y pues Genzo aprovecharía para pasear un poco por esa ciudad nueva y desconocida para él. Al bajar del taxi, un muchacho de doce años abordó al portero.
¡Chorizos, chorizos, lleve sus chorizos!.- gritó el chico.- Señor, ¿no quiere chorizos?
¿Qué es eso?.- preguntó Genzo, quien evidentemente no sabía qué eran los chorizos.
Pues estas cosas que me cuelgan.- respondió el muchacho.
¡Oye!.- protestó Genzo.
¿Qué? Yo hablo de estos pedazos de carne.- el muchacho enseñó una especie d salchicha pero echa de otra consistencia, envuelta en plástico..- ¿No quiere?
No, gracias.- negó Wakabayashi.
Bueno, entonces le puedo ofrecer un tour turístico por la ciudad.- ofreció el chico.- Un paseo por el nevado de Toluca, el estadio de fútbol o el mercado de abastos.
¿Tienen estadio de fútbol?.- preguntó Wakabayashi, asombrado.
¡"Pos" claro que tenemos!.- replicó el chico.- ¡Y tenemos un equipo en la liga nacional! ¡Los merititos Diablos Rojos del Toluca! ¿"Pos" qué se cree, que estamos en el año del caldo o qué?
¿El año del caldo?.- Genzo estaba aturullado por tanta expresión local, aun cuando sabía hablar español.
Ya, que "usté" es muy "pipirisnais" "pa" saber lo que es eso.- se burló muchacho.- ¡Chorizos, lleve sus chorizos!
Genzo esbozó una sonrisa. Vaya que era peculiar la gente ahí... En cuanto Genzo se registró y llegó a su habitación, se dio una ducha y después le habló por teléfono a su padre, el cual se encontraba en la Ciudad de México arreglando un negocio y por el cual Genzo estaba en México. Se suponía que Akira Wakabayashi habría de verse con su hijo en la capital del país mexicano por una petición que el propio Akira había dicho y que Genzo había aceptado dado que se encontraba de vacaciones, pero pues esa marcha loca había retrasado sus planes.
Padre, soy Genzo.- dijo el portero.- Estoy en una ciudad llamada Toluca, hubo una marcha o algo así y al parecer todos los aeropuertos de la Ciudad de México están cerrados.
Eso vi en las noticias.- respondió Akira.- ¿Llegaste con bien?
Con algo de indigestión por la comida del avión, pero de ahí en más, estoy bien.- respondió Genzo.- No te preocupes, solo que me quedé varado acá por dos días, en lo que me consiguen un transporte terrestre hasta allá.
Mientras te encuentres bien, no importa.- dijo Akira.- Estaré aquí otras tres semanas más, este negocio no va a arreglarse pronto, de manera que puedes tardarte todo el tiempo que quieras.
Muy bien, padre.- asintió Genzo.- La aerolínea llamará cuando tengan un boleto disponible en algún autobús. Si consigo irme antes, yo te aviso.
Está bien, y mientras tanto, encuentra algo en qué distraerte.- dijo Akira.
Claro, padre.- Genzo colgó.
Claro que tendría en qué distraerse. El chico de los chorizos, lo que sea que eso fuera, había mencionado un estadio de fútbol. Por ahí podría empezar...
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Maderique Villaseñor chateaba por el programa del messenger con algunas amigas, esperando a que se conectara alguien en particular. Le urgía hablar con esa persona, tenía que ver si ella aceptaría su oferta o no... De pronto, una ventanita en la parte inferior de la pantalla de la computadora anunció que "Ángel Lily: El Ángel del Eterno Sol" , se había conectado. Maderique inmediatamente abrió una ventana de conversación privada:
A-chan says: ¡Hola, Lily! Te estaba esperando.
Ángel Lily says: ¡Hola, Made! Perdona la tardanza, acabo de llegar de trabajar.
A-chan says: No te preocupes. ¿Mucho trabajo?
Ángel Lily says: Bastante, ya sabes...
A-chan says: Lo lamento. ¿Puedo ayudarte en algo?
Ángel Lily says: No te preocupes, no es nada que un buen descanso no me quite. ¿Y bien? ¿Vas a aceptarme entonces por allá?
A-chan says: ¡Por supuesto! Para eso estaba esperándote... Mi casa es tu casa, dime que vienes, ¿sí? Tengo muchas ganas de platicar contigo.
Ángel Lily says: Pues podría partir en dos días en el autobús de las cuatro de la tarde. Llegaría a Toluca cerca de las ocho y media de la noche, si esto no se retrasa...
A-chan says: Me parece perfecto. Le pediré a mi hermano que me lleve a recogerte a la central. Ya tengo listo un lugar para ti.
Ángel Lily says: ¡Muchas gracias, Made! Mañana allá estaré.
Lily Del Valle, o Ángel Lily, era una médico que vivía y trabajaba en el estado de Guanajuato y que había conocido a Maderique, A-chan, a través del chat del messenger. Las dos mujeres se habían hecho muy buenas amigas y se habían conocido ya en persona, pero Maderique le había hecho la invitación a Lily de ir a Toluca por un fin de semana, cosa que Lily pudo aceptar después de meses de posponer el viaje debido a su trabajo.
A-chan: Entonces te estaré esperando. ¡No me vayas a dejar como novia de rancho!
Ángel Lily says: ¿Vestida y alborotada? Claro que no, bueno, eso espero.
Las amigas entonces comenzaron a hablar de sus vidas y de sus trabajos en general. Después de un rato, Lily se despidió ya que deseaba descansar. Maderique deseó entonces que su amiga pudiera ir a visitarla como habían quedado.
Será un fin de semana diferente, lo presiento.- comentó Maderique, mientras apagaba la computadora.
¡Ah, claro que lo sería!
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Genzo llegó al estadio de Toluca, el cual obviamente no era tan grande como los estadios europeos, pero no estaba nada mal. Wakabayashi se preguntó si podría entrar; vio una reja abierta y se coló por ahí, pero no había avanzado ni medio metro cuando un guardia de seguridad con aspecto de todo, menos de policía, lo detuvo.
Oiga, no puede pasar.- dijo el hombre, con un acento bastante peculiar.
¿Por qué no? Solo quiero conocer el estadio.- replicó Genzo.- No soy ladrón ni nada.
Pos eso yo no sé oiga, solo sé que no puede pasar.- replicó el policía.- Le voy a tener que pedir que me acompañe.
Está bien, yo lo conozco.- terció una voz conocida que Genzo no esperó escuchar ahí.- Gracias, Botija.
Ta bueno, señor Misaki.- gruñó el hombre.- Pero si se roba las escobas o los balones, usté los paga.
Está bien.- rió Taro Misaki.
Genzo no esperaba ver a Taro Misaki ahí, uno de sus compañeros de selección y más apreciados amigos. ¿Qué rayos andaba haciendo Misaki en Toluca?
¡Qué gusto verte, Wakabayashi!.- saludó Taro.- ¿Cómo estás?
¿Qué haces aquí?.- preguntó Genzo.
Lo mismo podría preguntarte yo a ti.- replicó Taro.
Vine a ver a mi padre, pero una manifestación me detuvo.- suspiró Genzo.- Y terminé en esta ciudad.
Ah, sí. MALO.- Taro también suspiró.- En fin... Bueno, espero que a ese loco se la acomoden los torillos pronto.
¿Y tu pretexto cual es?.- preguntó Genzo.
Pues ninguno, realmente.- Taro se encogió de hombros.- También estoy aquí gracias a papá, se vino a México a pintar paisajes y me vine con él.
¿Y qué está pintando en esta ciudad?.- por lo que Genzo había visto hasta ese momento, Toluca no tenía precisamente los más hermosos paisajes…
Pues el Nevado de Toluca.- respondió Taro.
¿Qué es eso? ¿Alguna nevería?
Si serás baboso.- Taro rió con muchas ganas.- El Nevado de Toluca es un volcán, el que tienes enfrente tuyo.
Misaki señaló la montaña que se encontraba frente a ellos, dominando toda la ciudad, cuyo pico estaba cubierto de nieve.
Se llama Nevado porque tiene nieve, y de Toluca pues porque está en Toluca.- explicó Misaki.
Tan tarado no estoy.- gruñó Wakabayashi.
Bueno, por si las moscas…
Si no soy tú…
En fin, sea como fuere, Taro le dio a Genzo un recorrido por el estadio mientras le contaba que trabajaba como entrenador suplente en un club de fútbol, afiliado a los Diablos del Toluca. En dicho club, se preparaba tanto a hombres como a mujeres para ser grandes jugadores de sóccer en un futuro. Misaki había aceptado un trabajo de medio tiempo para enseñar a jóvenes mexicanos mientras su padre pintaba el dichoso Nevado de Toluca. Genzo comenzó a interesarse al ver como jugaban los mexicanos, si bien les faltaba mucho por aprender, se notaba que tenían empeño, cosa que le recordó al japonés sus inicios en la liga alemana.
Vaya trabajo más interesante.- comentó Genzo.- Lo tuyo siempre ha sido ser entrenador, ¿no?
Sí, me agrada ayudar a mentes nuevas.- sonrió Misaki.- Yo hubiera querido tener un mentor como lo tuvieron Tsubasa y tú…
A mí me gustaría poder corresponder un poco de lo que Mikami hizo por mí.- sonrió Genzo.
Eso tiene fácil arreglo.- replicó Misaki.- Hay una vacante para entrenar mujeres.
¿Mujeres? No, no creo.- negó Genzo.
¿Por qué no? ¡No me digas que eres machista!.- exclamó Taro.
¿Qué soy qué?.- Genzo no entendió el término.
Chauvinista.- suspiró Misaki.- Machista es el término mexicano…
¿Cuánto tiempo has estado en este país, Misaki?.- gruñó Genzo.
Lo suficiente para saber qué es machista.- rió Taro.
Como sea, no soy machista pero no sé si me acomode a entrenar mujeres.- replicó Genzo.
Nada pierdes con intentarlo, ellas muchas veces tienen más ánimos que nosotros.- replicó Taro.
Genzo lo pensó. No estaría mal que fuera entrenador por unos días, después de todo sería algo solo temporal, mientras conseguía como irse a la Ciudad de México… Sin embargo, Taro no lo dejó pensarlo mucho y lo llevó con el encargado, quien inmediatamente contrató a Genzo al reconocerlo.
Entrenará a las que quieren ser porteras.- dijo el hombre.- Será un verdadero honor contar con un apoyo como el suyo.
Bueno… Gracias, supongo… .- musitó Genzo.
Me harás compañía.- Taro estaba contento.- Ya me estaba poniendo triste de estar yo solito…
Sí, como no…
En ese momento, los dos se fijaron que al lugar llegó una muchacha bajita, morena, de cabello negro recogido en una cola de caballo y ojos cafés, quien miraba de un lado para otro de manera un tanto asustada. Genzo la miró con cierta indiferencia, pero Taro la miró de arriba abajo con mucho interés…
Notas:
Je, aquí voy con otro fic, dedicado a mi amiga Made y basado en nuestras vivencias en Toluca, la vez que fui a visitarla
Todos los personajes de Captain Tsubasa son creación y pertenecen a Yoichi Takahashi y Shueisha.
Maderique Villaseñor es un personaje creado por Maderique.
Lily Del Valle es un personaje creado por Lily de Wakabayashi.
MALO es un galimatías de AMLO, conocido ex candidato presidencial de México…
