Capítulo 1: El Resurgimiento
"…Sobrevive y piensa solo en matar a quien fallo en matarte"- Tite Kubo.
La pequeña compañía de apenas de 30 soldados se sentía cada vez más agotada a cada paso que daban sobre la nieve de Ice Mountain. Los pasos se hacían más lentos y pausados a medida que los pies se entumecían, a pesar de los abrigos que llevaban encima el hecho era que el frio finalmente estaba por vencerlos. Fue luego de más de medio día de marcha infructuosa en la ladera de la fría montaña que uno de los soldados se acercó a su superior al mando, y en su gutural lengua hablo.
-Señor, haber avanzado durante horas, nuestros hombres apenas poder seguir ¿estamos ya cerca de refugio?
El ser al que se dirigió el miembro de la tribu Sharp Claw, era un dinosaurio que sobrepasaba los 2 metros de alto, se volvió ante su subordinado, y con ojos llenos de ira y frustración respondió con una voz que intimidaría hasta al más valiente de los otros en de esa compañía.
-¡¿Acaso dudas de mis indicaciones soldado?!
-No mi general, jamás- dijo el soldado de piel verde apresurado y con algo de miedo en su voz- solo que no habernos detenido en días, luego de perder a esos invasores insectos de metal en última tormenta.
-Es justamente por eso que seguimos avanzando con apenas la provisiones que podemos reunir de este basurero congelado- Respondió el general.-Si nos alcanzan estamos muertos, eso fue lo que le paso al resto de los nuestros cuando intentamos responder a sus ataques ¿o tengo que recordárselo soldado?
-No mi general- respondió el soldado de piel verde- usted lo dijo muy bien cuando empezamos la marcha: "No huimos, nos movemos para sobrevivir, detenerse es extinción, así los verdaderos Sharp Claw prevaleceremos".
-Muy bien entonces soldado, entonces solo te diré esto: no estamos lejos de nuestro refugio, descansaremos y seguiremos la marcha en cuanto recuperemos fuerzas.
-si señor- respondió el soldado.
-Y algo más recluta- prosiguió el general- Si tu o algún otro soldado vuelve a preguntar que si llegamos a nuestro objetivo, habrá una boca menos que alimentar, y más provisiones para el resto de nosotros, quede claro?
El soldado trago saliva, entendiendo la amenaza de su superior respondió- ¡Entendido General Scales, señor!
Luego de esto el soldado retrocedió para volver a marchar a la par con el resto de los soldados y advertirles sobre el estado de ánimo de su cruel, pero a la vez único, líder competente.
Scales, aun mientras marchaba decidió para encontrar para él y sus adeptos, los únicos que quedaban luego de la insubordinación y la posterior aniquilación de casi toda su tribu, tenía la mente enfocada en solo dos objetivos concretos: sobrevivir a su situación actual, y vengarse, vengarse de ese mal nacido zorro llamado Fox McCloud.
Luego de que ese extraño espíritu lo noqueara para favorecer a ese zorro entrometido, sus subordinados se amotinaron al verlo derrotado, lo atacaron, lo golpearon, lo mordieron y arañaron, mientras el una vez terrible dictador y líder supremo de la tribu Sharp Claw podía incorporarse. Hasta hubo uno de ellos que fue tan osado como para robarle su cinturón y alzarlo ante los demás como botín de guerra. Ante tal humillación, Scales huyo, corrió a los tropezones por el palacio Krazoa, mientras su antiguos esbirros le lanzaban frutas y piedras, pero aun asi nadie se atrevía a cerrarle el paso, sea porque se divertían más con la vergüenza del tiránico líder, sea por miedo de recibir represalias por el atrevimiento de atacar a su superior, o tal vez haya sido una combinación de ambos. Cual fuera el motivo, el hecho fue que el Scales logró escapar de las burlas de sus subordinados y de la justicia de los Earth Walkers.
Deambulo sin sentido por los caminos Sauria por tres días, nunca yendo por el sendero, pero siguiendo el trayecto del mismo para que nadie pudiera verlo. Fue así como llego a Moon Mountain Pass, fue ahí al ver el hogar ancestral de su tribu donde finalmente colapso de cansancio.
Al despertar, se vio rodeado de muchos miembros de su tribu, ellos dijeron que a pesar de ser poco, y de lo ocurrido en el palacio ancestral, ellos seguirán leales a diferencia de los traidores que se volvieron ante los Earth Walker y Cloud Runner suplicando piedad. El general Scales, aunque era un ser tiránico que dominaba con miedo a sus esbirros y infundía terror en sus enemigos, los años de gobernar y pelear por una posición en el planeta Sauria que él estaba seguro que le correspondía por derecho lo habían dejado totalmente insensible ante gestos como la amistad, o la camaradería, pero aun en su corazón tan frio como la sangre que fluye por sus venas, este gesto no pasó inadvertido y por primera vez en mucho tiempo alzo la voz para dirigirse a sus subordinados en forma en que se sintieron más inspirados que atemorizados.
-¡Han elegido bien mis valientes soldados!- exclamo- ¡Nuestra victoria nos ha sido arrebatada por advenedizos de los cuales nuestra venganza caerá como la luna que cayó una vez sobre esta estas tierras, los Sharp Claw finalmente prevalecernos y Sauria será nuestra!
Los leales esbirros, gritaban, y alaban a su nefasto líder, ellos si bien sabían que el general Scales no cambiaría sus métodos crueles y sanguinarios de hacer las cosas, la mayoría eran tan retorcidos y brutales como el de mente, y los pocos que no se habían atrevido a desertar era debido a que no conocían otra forma de vida que no sea esa.
Y así fue como esta porción de la tribu Sharp Claw se dedicó luego de su derrota a lo único que podía hacer ante el su número diezmado de soldados: el pillaje. Durante lo largo de un año se dedicaron a atacar aldea tras aldea, nada riesgoso, evitaban los grandes asentamientos, y se dedicaban principalmente al saqueo, y el robo a los viajeros en los caminos, fue de esta manera que pasaron de ser soldados, a ser un poco más que bandidos y ladrones, aunque el general Scales seguía llevando su título, y castigaba severamente a quien no se dirigiera a él como es debido, y el a su vez se dirigía a ellos como soldados, pero nunca olvido al zorro que acabo con algunos de sus mejores hombres y cuya molestia insistente hizo que, a ojos del general, su plan finalmente fracasara, podía verlo en sus sueños cada noche imaginaba una forma diferente de como matarlo, de cómo verlo sufrir hasta que el general estuviera satisfecho para rematarlo el mismo. Asi paso el tiempo para la tribu Sharp Claw, fue entonces que luego de más de un año de la derrota del general en que Ellos vinieron del cielo.
Aparecieron sin previo aviso, horrores con formas de insectos pero mucho más grandes, algunos de ellos podrían dejar a los Red Eye o los High Top como pequeñas lagartijas en comparación, nadie en toda Sauria sabían que era lo que buscaban, solo atacaban como enjambres incontenibles de escarabajos.
Al principio los distintos seres del planeta respondían ante los ataques de estos abominables extranjeros, pero rápidamente se dieron cuenta que no ofrecían reto alguno a los invasores, cuyo único objetivo, luego de un tiempo descubrieron, era infectar el planeta entero para generar más seres como ellos, fue hasta mucho más tarde que entendieron que los así llamados Aparoids no solo infectaban el suelo que pisaban sino también a los propios residentes del planeta.
El General Scales y su banda de rufianes fueron unos de los primeros en entender esto, fue cuando empezaron a notar que a medida de que sus soldados iban disminuyendo, el número de invasores aumentaba, a pesar de no verse llegar más de ellos de más allá de las estrellas, pero para cuando se dio cuenta de eso, ya la mitad de su leales subordinados habían sido asimilados.
Fue cuando dedujo que la mejor forma de pelear contra ellos de momento era evitarlos, esperar encontrar una debilidad con el tiempo, y pedir a alguna divinidad que los terribles invasores acabaran con los demás dinosaurios para quedar el solo como gobernante supremo.
Así fue como la banda de bandidos, se convirtieron en nómadas, no se detenían mucho tiempo, cada soldado cargaba, incluso Scales, sus provisiones para la jornada, y estaban divididos en grupos de entre veinte a cuarenta miembros, desde el momento en que el general asigno los grupos, que en total luego de las primeras bajas eran entre quinientos y seiscientos Sharp Claw, distribuyo los mapas y asigno por donde debían ir, los puntos de encuentro, y la orden explicita de no confrontar a los invasores, si bien era un plan astuto de supervivencia, el general era consciente de que muchos no sobrevivirían, pero aun así sus soldados obedecieron sus órdenes como siempre lo habían hecho.
Fue ya pasando los seis meses de marcha desesperada por la supervivencia, en la que debieron más de una vez huir por sus vidas y dejar a los más lentos atrás, mientras que los invasores los seguían de cerca hasta hace más o menos unas semanas en las que dejaron de escucharlos venir por ellos, que finalmente el grupo de Scales llego al último punto de encuentro: la antigua caverna custodiada por los Snow Horn, Dark Ice Mines, y bastante más aliviado al ver que ya habían llegado otros tres grupos de sus subordinados.
-¡Soldados!-dijo el Scales y todos escucharon- ¿Qué significa esto, porque aún no han tomado la mina para nuestra tribu? por lo que se los Snow Horn han huido de sus tierras, si es que no han sido atrapados por los invasores, llevamos más de una semana en sus despreciable montaña sin que ninguno de ellos nos ataque, debo suponer que esos malditos mamíferos se han encerrado en su mina para morir como las alimañas súper desarrolladas que son.
-No mi general- dijo un Sharp Claw bastante corpulento, el líder de uno de los grupos- tampoco haber visto a los Snow Horn, como usted decir, debieron abandonar este lugar.
¿Entonces qué ocurre, los invasores han tomado la mina?- pregunto Scales.
Ser lo gracioso, mi General- dijo el corpulento soldado- mina haber sido tomada por extraños, y decir que invasores han sido expulsados del planeta.
-¿¡Que?!-exclamo asombrado Scales, él pensó que si bien los habían dejado de perseguir era debido a haberlos perdido entre alguna de las tantas tormentas de nieve que los habían asolado, en ningún momento pensó que la amenaza se habría acabado, recuperando la compostura pregunto: -¿De quién se trata, soldado?
-Un extranjero, de otro planeta, mi general, creímos que usted haberlo contactado durante larga marcha, porque lo primero que hacer fue preguntar por usted, al no verlo, se enfureció, e indico a sus hombres echarnos de la cueva para que ir a buscarlo, apuntaros con sus armas y disparar esos extraños rayos de calor-dijo el Sharp Claw- grandioso ser usted acabar de llegar, sentirlo mi general, pero estamos agotado, y ya apenas y podíamos seguir.
-Entiendo soldado, ¡Todos, descansen, yo iré a hablar con esos extranjeros para ver que asuntos tiene conmigo!- ordeno Scales, que ante el cansancio, y el asombro, tenía muy poco interés en tener que soportar la maldita nieve cayendo sobre su cabeza.
Entro solo, solo armado con la única arma, además de las naturales, que no podía separar de su cuerpo, su prótesis que tenía dos filosos ganchos de metal. Apenas entro vio una docena de monigotes apenas más altos que sus encorvados soldados apuntándole con esas pistolas laser de las que había oído hablar.
-¿Eres Scales?- pregunto una figura detrás de los monigotes, era apenas un poco más alto que ellos, pero tenía un voz algo chillona y el sintetizador de voz que tenía para hacer que se escuchara en lengua dino la hacía sonar un poco distorsionada, iba encapuchado, vestido con una capa de viajes y abrigo color café claro, que en la poca luz que había en la mina, le evitaba al Scales ver totalmente su rostro.
¡GENERAL SCALES!- exclamo enfurecido el líder Sharp Claw- ¡¿Quién eres tú para evitar que yo y mis hombres entremos en esta mina?!
-Mi nombre de momento no es lo importante "General"- dijo la figura con algo de ironía en su voz, que en otra situación hubiera hecho que Scales se le abalanzara para arrancarle la lengua- Lo que si es importante es he venido con noticias, y una oportunidad de oro para algo que seguramente ha estado esperando con ansias.
Scales, lo pensó por un momento- Lo escucho, extranjero- dijo- pero mis hombres ya me han informado de la destrucción de los invasores, si eso es lo que quería decirme, ahora solo me dirigiré a tomar el lugar que me corresponde en este mundo, si desea unírseme, entonces le dejare pasar su atrevimiento hacia mí.
Si…debido a eso- dijo el encapuchado- creo que no estará muy contento al saber que buena parte de las otras tribus sobrevivieron como ustedes a la invasión, lo siento general pero parece ser que su plan de conquista de este miserable planeta tendrá que esperar.
¡¿QUE, COMO ES POSIBLE QUE SOBREVIVIERAN?!- exclamo enfurecido- ¿entonces qué demonios tienes tu, para ofrecerme que pueda interesarme sino es para acabar con las miserables tribus que se oponen a mí?
-Algo más delicioso aun que una gloriosa conquista- dijo la figura- una dulce venganza contra el cretino que echó a perder tus planes.
-Fox McCloud…-dijo el general Scales entre dientes.
-Sí, estuve estudiando el reporte que conseguí de la misión de su equipo de mercenarios en este planeta, así es como supe de usted general, y el desafortunado resultado que tuvo para usted.
-¿Y eso a ti en que te concierne extranjero?- pregunto el general
-Digamos que ese maldito equipo, ha matado a alguien importante para mí- dijo la figura llevándose un mano a la cara en un gesto exagerado de ocultar lagrimas- y ha también frustrado mi agenda personal, así que como ve general nuestros enemigos son los mismos.
-¿Y qué?- dijo Scales con arrogancia- realmente lo único que debo hacer seria tomar a los Earth Walkers de rehenes y esperar que el equipo Star Fox venga a rescatarlos, no necesito tu ayuda, insignificante sabandija, para obtener mi venganza…
-si haces eso, será tu funeral seguro- dijo el extranjero en un esfuerzo de sonar convincente- no, no, no, general, las tácticas directas solo harán que ese tramposo zorro le meta un láser en la cabeza. Lo cierto es que yo tengo un plan formulado para acabar con ellos, pero necesito de su fuerza, vera usted no soy del tipo peleador.
-No me digas, sabandija-contesto el general con ironía- ya veo que necesitas de tus monigotes para que te cuiden el culo, si ya me lo hubiera propuesto, se los habría servido a mis hombres como cena de esta noche, y lo más seguro es que tu estarías a punto de orinarte en el mismo lugar donde estas.
-Por suerte no es la situación- respondió la figura calmadamente apenas haciendo caso de la altanería del general- pero como usted dice, su poder digno de reconocerse, sino no me hubiera tomado la molestia en investigarlo, en seguir sus movimiento tan pronto como pude hacerlo, y esperar que los Aparoids a quien usted llama invasores, no lo hubieran atrapado. Es en serio general Scales, le suplico que lo considere, con su fuerza y mi cerebro podremos enviar a Fox McCloud directo al infierno.
Scales, lo pensó cuidadosamente, si bien las palabras del extraño tenían algo de verdad, no confiaba en él, aun si su razones para querer matar a ese zorro entrometido fueran ciertas, había algo que no le agradaba y era que sabía que este personaje que le estaba dando una posibilidad de cumplir su objetivo era sin dudas un cobarde. Por otro lado, si su plan tenía éxito y si realmente lo ayudaría a acabar con Fox McCloud, lo importaba mucho pero había solo una cosa que el General Scales quería.
-Muy bien, aceptare su propuesta- dijo finalmente el líder Sharp Claw- pero con una condición.
-Lo escucho- dijo el encapuchado
-No me importa si su problema con Fox McCloud es antes, después, o más o menos profundo que el mío, una vez que lo atrapemos, el primero que tendrá oportunidad de acabar con el seré yo, es mi única condición.
-Hmmmm…es una propuesta poco satisfactoria para mi conviniendo que el plan es mío- dijo la figura, llevándose una mano a lo que parecía ser su barbilla en forma pensativa.
-Entonces tal vez no siga su plan saban…
-Pero- interrumpió el extraño- me gusta la idea, si tú puedes con McCloud, ambos ganamos, y si no lo vences tú, entonces yo tendré salida para acabar con él, no me interesa realmente quien lo mate mientras yo esté cerca para ver como sufre, está bien general Scales, tenemos un trato.
Dicho esto, el extranjero hizo ademan para que sus guardaespaldas se movieran, se acercó al imponente general, alzo su mano en gesto de buena fe, a lo que Scales respondió estrechándosela con fuerza, mientras formaba una siniestras sonrisa con sus afilados dientes.
-Muy bien- dijo el general- entonces dime quien eres, y explícame tu plan, camarada.
El extraño rió ante el cambio de actitud de su nuevo "socio" de negocios- a su tiempo, general, a su tiempo- a lo que se llevó las manos sobre la capucha para revelar su rostro.
Por el momento Scales poco importo la cara de su aliado, en lo único en que pensaba ahora es que finalmente luego de dos largos años de penurias, de aferrarse a una mísera supervivencia, podía finalmente concentrarse en avivar su odio para descuartizar con sus garras al que osó en ponerse en su camino.
Bueno para empezar esta es mi primera historia en mucho tiempo, ya veré si puedo acabarla como quiero hacer, me gusto empezar con orientar mas en que creo que yo que había sido del tan terrible antagonista que nunca tuvo su posibilidad de una pelea final digna contra Fox o alguno del resto del equipo. Intentare poner, o por lo menos mencionar, a la mayoria de los personajes, aun los del command aunque no lo tomo muy canónico que digamos.
Y algo mas, al que ya pueda adivinar o deducir al personaje con quien se asocio el General Scales, déjenme solo una explicación, si bien tal vez puede parecer un poco fuera de personaje, yo creo que en verdad es un personaje inteligente, pero al momento de acción es mas desastroso que efectivo, ya veremos si su plan da o no frutos jajaja.
