Estaba soñado, esa debería ser la explicación más lógica. Debería, pero no esto no era un sueño. Marinette se encontraba siendo abrazada por Adrien, tan fuerte, tan desesperado que su pobre corazón se quería salir de su pecho por tantos latidos que daba, unos, que estaba segura que Adrien los escuchaba.
¡Espera!
El corazón de Adrien también latía en ritmos frenéticos, aunque, eso debió calmarla. Provoco que su cara que estaba sonrojada ahora este quemando.
¿Por qué la estaba abrazando?
Claro, eso debía preguntar, mientras se apartaba por la extraña conducta que estaba optando, pero estar en esa posición y sobretodo su nariz en su pecho, oliendo su colonia, su aroma. Esa fragancia, era la razón de que no pueda pensar correctamente y quiera seguir -imprudentemente- siendo abrazada por él.
Sin embargo, después de un largo tiempo, Marinette sentía que se estaba drogando con su colonia.
— A-Adrien n-no r-respiro —Articuló Marinette con su cara estampada en el pecho del aludido. Al escucharla, sus manos se apartaron un poco, ya no apretujándola demasiado a él.
Sin embargo no la libero, en cambio, Adrien quien estaba muy cerca de su oreja. Le susurro: "Si lo hago, yo seré el que no respire" Al oír eso, se quedó inmóvil, con su disnea, sonrojo y sus latidos frenéticos. ¿Por qué estaba diciendo eso? ¿Por qué me está abrazando?
— Porque... —Comenzó como sabiendo lo que pensaba Marinette y cualquier persona racional.
No obstante se detuvo, decirle que había descubierto su identidad era una noticia muy impactante, además de que si lo decía tenía que obviamente revelarle su identidad, algo, que ella dejo claro desde un principio no saber las identidades del otro por seguridad. Y desafortunadamente- o no tanto- por un accidente. Él la había descubierto.
— ¡Porque estoy muy feliz de verte! —Dijo de pronto apartándola mientras la sujetaba por los hombros y sonreía enormemente dejando estupefacta a Marinette que estaba con el corazón salido, respirando entrecortadamente como sintiéndose un desastre interior y exteriormente.
¿Eh? ¿Eh? ¿Eh?
Su cabeza no podía pensar. No podía como si lo de recién fue una alucinación.
— Bueno, vamos a entrar al salón —Dijo con una alegría que parecía tan fantasiosa mientras la tomaba de la mano y la llevaba hasta allá.
Aja ¡Estamos en la escuela!
Espeto Marinette que ya ni sabía dónde estaba parada, entretanto era arrastrado por Adrien. Al llegar al salón, al poco tiempo, el aludido la había invitado a salir. Enfrente de todos y cada par de oídos. Todos ahogando un grito de sorpresa y Chloé mirándola como si fuera a asesinarla.
— Déjame respirar —Solo dijo, apoyando quejumbrosamente su barbilla sobre la mesa. Había tenido mucha emoción por hoy. Un abrazo, las palabras, tomarse de las manos y ahora... y ahora... ¿Invitarla a salir? Después... ¿Qué? ¿Besarse? ¿Ser novios? ¿Casarse? ¿Hijos?
De acuerdo, estaba exagerando, pero debía admitir que la situación parecía una exageración.
— ¿Marinette? —Preguntó con visible curiosidad y al levantar la mirada vio sus ojos brillosos con un deje de esperanza. Lo vio por tanto tiempo que parecía que se estaba aguantando la respiración por cada segundo que pasaba y no le daba la respuesta.
Al aceptar, dejo escapar aire profundamente aliviado y sonrió enormemente antes de darse la vuelta y comenzar a copiar a la par de la profesora.
Ella, sentía su corazón y pulmones desfallecer mientras se esforzaba por respirar correctamente. Por culpa de Adrien estaba teniendo disnea.
