Hola! Espero que todos se encuentren muy bien n_n Aunque el día de hoy yo inicie clases, no sé, me dio ánimos de escribir una historia que traigo desde hace un par de noches en mi cabeza XD Espero les agrade y mucha suerte a todos los que entran hoy a un nuevo año escolar n.n
Inuyasha le pertenece a Rumiko Takahashi, la historia es de mi autoría.
"Estúpida caja mágica"
Todos sabemos lo impaciente que es nuestro hayou favorito, Inuyasha. Todos sabemos que luego de 3 días sin Kagome, Inuyasha se pone de muy mal humor, y todos sabemos que él nunca dudaría en saltar dentro de aquel pozo mágico que lo transporta 500 años en el futuro.
Pues esa es la típica situación cotidiana.
— ¿Qué tanto estará haciendo esa tonta? Ella dijo 3 días y ya va por el 4to. — Refunfuñaba el chico de pelo plateado mientras salía de un gran salto del pozo devora huesos, yendo fuera de aquella pagoda y olfateando el aire, ubicando un olor a flores de sakura y un toque de fresa dentro de la casa: Kagome.
Aunque Inuyasha no lo admitiría—al menos no cuando está en sus 5 sentidos— le encantaba el olor que desprendía la azabache, tanto que numerosas veces, disimuladamente cuando la miko se encontraba cerca, aspiraba lo mas que podía la esencia que desprendía, le daba paz, a pesar de que por eso mismo, Kagome atraía a demasiados demonios en busca de una hembra joven y pura, lo que cabreaba considerablemente a Inuyasha.
Volviendo a la realidad, Inuyasha llegó hasta la ventana de la azabache, la cual se encontraba vacía, pero mantenía aquel olor tan característico de ella. Entró sin ningún reparo y dedujo que toda la familia se encontraba en la sala, ya que podía escuchar sus voces y el ruido de aquella caja mágica.
Había decidido bajar cuando la puerta se abrió mostrando a la chica del futuro, quien no se asombró al encontrar la mirada enfadada de su querido hanyou.
—Hola Inuyasha, pensé que tardarías un poco más en venir. — Saludó despreocupada Kagome, mientras tomaba un par de almohadas de su cama.
— ¡Todavía tienes el descaro de decir eso!— Se cruzó de brazos Inuyasha. — Dijiste 3 días, ayer en la tarde debiste volver al Sengoku, así que vámonos de una vez, los fragmentos y Naraku nos esperan. — Declaró mientras se daba la vuelta listo para saltar.
— ¡No espera Inuyasha!—Lo detuvo Kagome. — No me puedo ir, al menos no hasta dentro de un par de horas.
— ¿Debes estar bromeando verdad?—Respondió Inuyasha con un tic la ceja izquierda.
—Es que… Bueno, yo quiero ver… Es mi novela favorita y…— Dudaba Kagome en como reaccionaria el peliplata al saber la razón por la que quería quedarse aun.
—Habla de una vez mujer.
— ¡Esquehoyeselfinaldeminovelafavoritaymequieroquedaraverla!—Habló demasiado rápido la miko que Inuyasha apenas y pudo entender.
— ¿Novela?, ¿Qué es eso?— Preguntó el chico con el seño fruncido.
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No sabía cómo rayos había aceptado que Kagome se quedara unas horas más en su casa.
Ahora, estaba sentado en la sala, entre 4 personas, abrazadas a unos cuadros rellenos de no-se-qué, pero que eran muy cómodos, Kagome y Souta llorando a lágrima viva, todos frente a la estúpida caja mágica, pasando unas imágenes de unas personas en la playa haciendo letras y platicando.
¿Cómo le había dicho Kagome que se llamaba lo que estaba pasando en la caja mágica?, ¿Los chicos comen flores?, ¿Los chicos de las flores? ¡Ah! Lo recordó: "Los chicos son mejores que las flores".
Según Kagome, trataba de 4 mocosos que eran algo así como los más poderosos de una estúpida escuela, y que una chica sin dinero los enfrentaba y se hacia sus amigos y bla bla bla. ¡Keh! Estaba seguro que ninguno de esos niñitos era más poderoso que él, con un solo golpe, los mandaría a volar y nunca más regresarían.
Que fastidio, lo único bueno es que esa estúpida novela ya había acabado y era hora de irse.
—Es hora de ir…—Paró en seco al ver a Kagome y Souta llorar con mas sentimiento que antes. ¿Qué rayos les pasaba?—Kagome, deja de llorar y vámonos.
— ¡Eres un insensible Inuyasha!— Le reprochó la chica. — Acabo de ver el final más hermoso de la novela más exitosa en Japon ¿y tú piensas en irte?— Dijo mientras se sorbía la nariz.
— ¡Superaron todas las pruebas que les puso la madre de Tsukasa, y, y al final si se pudieron casar y, y tendrán un hijo igualito a él pero con la inteligencia de Tsukushi!— Lloraba por igual el pequeño hermano de la miko, mientras Kagome asentía a cada cosa que decía con lagrimas saliendo de sus ojos a más no poder.
—Pero que rayos…— Pensaba Inuyasha al observar la escena mientras una gotita caía por su cabeza.
Mientras tanto, la señora Higurashi y el abuelo solo reían un poco al ver la afición de los menores por aquella novela.
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Ya era demasiado, todavía tuvo que esperar a que Kagome y Sota se calmaran, no dejaban hablar de la excelente actuación un tal Matsutonto Jun, y de una Inuo Mao, o algo así.
Pero lo que más le molestaba, es que Kagome decía que ese tal Matsutonto era perfecto, y que sin duda se casaría con él. ¡Keh! Ningún chico se casaría con Kagome… al menos no dejaría que eso pasara.
Abrió más sus ojos dorados al darse cuenta de sus pensamientos. ¡Feh! A él que le importaba que Kagome se casara con otro, ella tenía todo el derecho… Aunque, el solo pensar a la azabache a lado de otro hombre que no fuera él, le hacía enfurecerse. Agitó repetidas veces su cabeza, tratando de alejar esos pensamientos de su mente, sin darse cuenta que Kagome ya había entrado al cuarto cambiada con su uniforme de escuela.
— ¿Inuyasha qué te pasa?— Preguntó divertida Kagome al verlo, mientras se sentaba en su cama y comenzaba a cepillar su cabello.
—Keh, nada, date prisa y ya vámonos. — Dijo Inuyasha mientras volteaba hacia otro lado, para que Kagome no se diera cuenta de su sonrojo.
Se formó un comodo silencio, mientras Kagome luchaba por desenredar algunos nudos en su cabello.
—Oe, Kagome…— Habló Inuyasha luego de un par de minutos.
—Dime. — Contesto Kagome mientras seguía con el cepillado.
— ¿Enserio te quieres casar con ese tipo, Matsutonto?— Preguntó viendo el piso y en voz baja.
Kagome paró en seco al escuchar esa pregunta, ¿acaso Inuyasha estaba…? No imposible, se dijo a sí misma, él nunca estaría celándola, aun así, le pareció tierno la forma en que lo pregunto. A veces Inuyasha la sorprendía con su actitud.
—Para empezar, se llama Matsumoto Jun, Inuyasha. Y claro que no, jamás me podría casar con él ni aunque yo lo deseara.
El hanyou volteo rápidamente a verla. — ¿Enserio? ¿Por qué?— Preguntó ahora confundido.
—Bueno… Él es un artista famoso, una celebridad. No creo que se fije en una chica como yo, además, hay fuertes rumores que mantiene una relación con Inoue Mao, su compañera en la novela. — Respondió Kagome con estrellitas en los ojos al imaginarse a esos dos juntos.
— ¡Keh!, eso no tiene nada que ver, estoy seguro que cualquiera que te vea se enamoraría de ti. — Declaró Inuyasha cruzándose de brazos, para luego darse cuenta de lo que había dicho. — Bueno… lo que quiero decir es que… yo…— Trato de dar una excusa, poniéndose nervioso.
—Inuyasha…— Lo nombro Kagome enternecida, ¿enserio pensaba eso de ella? No pudo ser más feliz en ese momento.
—Bueno, cualquier chico que le falte algún tornillo, lo haría. — Dijo sin pensar el peliplata. Que se arrepintió de haber abierto la boca, al ver el aura oscura que emanaba ahora Kagome…
—Inuyasha…— Volvió a nombrarlo la miko pero no con el mismo tono enternecido de antes…
Él aludido trago duro, imaginando la cantidad de "Osuwaris" que se avecinaban. —"¡Estúpido Matsutonto, estúpida novela, pero sobre todo, estúpida caja mágica!—Pensó, viendo como Kagome tomaba aire para comenzar con su martirio… Mierda.
Si llegaron hasta aquí, quiere decir que les gustó aunque sea un poco mi historia jejeje. Muchas gracias por leer, espero sus reviews, opiniones, preguntas y uno que otro jitomataso XD Y disculpen si tengo horrores ortográficos, aun sigo trabajando en ellos TTuTT
La verdad no sabría decir cada cuanto subiré un one shot o algún drabble, será cada vez que mi imaginación me de para escribir :33 Gracias y cuídense mucho, saludos!
