Prologo.
-¿Porqué querías que viniese con tanta urgencia, Totomaru? ¿Romeo hiso algo malo?
-Es todo lo contrario, Macao.
Totomaru, ex miembro de los Element Four de Phantom Lord, habló con voz tranquila mientras observaba al padre de su estudiante desde la silla de su oficina.
-Romeo no ha hecho nada que deba preocuparte. Más bien deberías enorgullecerte de él. Tú hijo tiene un talento innato para la magia de fuego. Ya llevo tiempo enseñando en esta academia. He tenido a varios alumnos que han demostrado un enorme potencial con la magia de fuego. Sin embargo, ninguno de ellos tiene siquiera la quinta parte del potencial de tu hijo. Hace poco puse a varios estudiantes a pelear entre sí con magia para ver que tanto habían aprendido durante el tiempo que llevan en la academia. Decir que Romeo me impresionó es quedarse corto. Durante su combate no solo demostró ser capaz de dominar perfectamente todas las llamas que enseño, sino que también demostró una excelente pirokinesis. Fue capaz de arrebatarles las llamas a sus rivales y atacarlos con ellas. Además, mostró un control tan preciso en sus llamas que pudo crear distintas armas. ¡Incluso creó pájaros de fuego que volaban a su voluntad y estallaban cuando daba la orden!
Macao se limitó a escuchar atentamente las palabras de Totomaru. Sus palabras eran ciertas. El mismo lo había comprobado.
Un mes después del incidente de Tenrou, su hijo le había pedido que le enseñase su magia de fuego púrpura.
-¿Porqué quieres que te enseñe magia tan de repente?- Había preguntado Macao por aquel entonces.
Romeo había guardado silencio antes de responder.
-Quiere ser un mago poderoso. Uno lo suficientemente poderoso cómo para hacer que Natsu-Nii y los otros se enorgullezcan.
Macao no supo responder en ese momento. Romeo era uno de los que más se había visto afectado por la muerte de sus compañeros de gremio. Macao no quiso poner excusas y aceptó.
Lo que en verdad lo sorprendió, fue el progreso alarmantemente rápido de Romeo para aprender magia de fuego. Solo había tardado dos días en aprender la magia de fuego básica y otros diez días en aprender la magia de fuego púrpura de su padre.
La palabra "prodigio" era poca cosa comparado con la habilidad de Romeo.
Y ahora, Totomaru venía a decirle que con solo cuatro meses en su academia ya había mostrado semejante potencial.
-Lo cierto es que ya no hay nada que pueda enseñarle. Lo único que le queda es comenzar a tomar misiones oficiales para que adquiera experiencia.
Macao soltó un suspiro ante las palabras de Totomaru. Lo que decía era cierto. Ya no había más nada que enseñarle. El resto lo tenía que aprender el mismo a través de misiones oficiales.
Aún sabiendo esto, todavía estaba renuente a dejarlo entrar en el gremio. Le preocupaba que algo malo pudiera pasarle a su hijo.
-Veo por tu cara que todavía estas indeciso.
Las palabras de Totomaru sacaron a Macao de sus cavilaciones. Alzando la vista, observo cómo una sonrisa se formaba en el rostro del ex Element Four.
-Imaginé que aún te preocuparía que algo malo le pase al pequeño Romeo. Tú preocupación es justificada. Después de todo, aún es joven e inmaduro. Sin embargo, tengo algo que tal vez te disuada.
Con esas palabras, Totomaru abrió uno de los cajones de su escritorio y de él sacó una pequeña caja metálica color escarlata. Después de colocar con cuidado la caja sobre su escritorio, desenfundo su katana y se hizo un ligero corte en el pulgar izquierdo, no lo suficientemente profundo cómo para considerarlo grave, pero si lo suficiente para sacarle sangre y hacer que el mago del arcoíris de fuego frunciese el ceño. Una vez hecho esto, colocó su pulgar sobre la caja, la cual liberó un circulo mágico color negro antes de abrirse.
Macao frunció el ceño al ver el contenido.
Un libro color azul oscuro.
Se aventuró a preguntar:
-¿Qué es ese libro?
Agarrando el libro con la mano derecha para no llenarlo de sangre, Totomaru habló.
-Este libro contiene el conocimiento acerca de una antigua magia de fuego casi extinta. Aunque me avergüence decirlo, ésta magia es tan poderosa y compleja que, por más que lo intenté, nunca fui capaz de dominarla- Le tendió el libro a Macao, quien lo tomó frunciendo el seño. Aunque se imaginaba lo que venía, quería estar seguro de lo que Totomaru pretendía.
-Si ésta magia es tan poderosa cómo me dices, ¿Por qué me la estas dando?
Totomaru simplemente enarcó una ceja mientras sonreía levemente.
-¿Qué no es obvio? Tú hijo tiene un enorme potencial que aguarda ser explotado. No me cabe duda que si llega a dominar esta magia, se convertirá en uno de los más poderosos magos de todo Fiore. Demonios, ¡Me atrevería a decir que incluso podría llegar a convertirse en un mago santo!
Aquello sorprendió bastante a Macao. Después de todo, el título de mago santo no era algo que se pudiese obtener así cómo así. Además el hecho de que Totomaru, uno de los magos de fuego más reconocidos de Fiore, fuese incapaz de dominarla, decía mucho acerca de la complejidad de esta magia.
Macao guardó silencio por unos momentos antes de volver a hablar.
-¿Qué tipo de magia de fuego es ésta?
Totomaru se limitó a señalar el libro con la mano derecha.
-Ábrelo y lo descubrirás.
Haciendo caso a Totomaru, Macao abrió el libro y miró la primera página.
Solo habían escritas cuatro palabras.
Sin embargo, esas cuatro palabras fueron suficientes para que Macao pegase un grito al cielo.
-¡OH POR MAVIS!
El pequeño Romeo Conbolt de siete años yacía sentado aburrido afuera de la oficina de Totomaru.
Suspiro con fastidio mientras jugaba con los distintos tipos de fuego que había aprendido en la academia.
Al principio había sido emocionante el ingresar a la academia y aprender distintos tipos de magia de fuego. No obstante, al cabo de cuatro meses ya poseía un control de llamas superior incluso al de muchos profesores. Todo lo que veía ahora en clase le resultaba repetitivo y aburrido.
Lo que no dejaba de preguntarse, era porqué Totomaru-sensei había mandado a llamar a su padre. Hasta donde sabía, el no había hecho nada malo.
Suspirando, volvió a centrar su atención en su magia de fuego, dándole diversas formas al fuego azul en su mano izquierda y al fuego púrpura en su mano derecha.
Normalmente se requeriría una gran concentración y práctica para invocar dos o más tipos de llamas distintas al mismo tiempo, o eso le decían sus profesores y senpais, pero para se el se le estaba haciendo tan fácil cómo respirar.
Espadas, lanzas, hachas, e incluso distintas razas de animales eran creadas a partir de las llamas desprendidas de las manos de Romeo.
Otra cosa en la que se había destacado era en su creatividad para crear cosas con su fuego. Aparentemente, darle una forma específica al fuego también era algo en lo que se requería bastante práctica para dominar. Pero, de nueva cuenta, Romeo había sido capaz de darle forma a su fuego con solo dos semanas de práctica.
Tal vez debería dedicarse a estudiar detenidamente la magia de Fire Make.
Sus pensamientos fueron bruscamente interrumpidos por la violenta apertura de la puerta de oficina.
Volteándose a la puerta, vio a su padre salir brusca y apresuradamente de la oficina de Totomaru.
Antes de siquiera poder pronunciar una palabra, su padre lo tomó del brazo y lo jaló con fuerza.
Antes de que pudiese reclamarle por agarrarlo de esa manera, Macao habló.
-Te explico cuando lleguemos a casa.
Romeo guardó silencio y siguió los pasos de sus padres.
-Y por cierto- Macao se volteó hacia su hijo con una sonrisa-. Felicidades por graduarte de la academia.
Una vez llegaron a casa, Romeo y Macao se sentaron en el comedor.
Macao no perdió el tiempo y le explicó rápidamente a Romeo lo que Totomaru le había dicho. Rome tuvo que admitir que le sorprendió que Totomaru lo reconociese como su mejor alumno.
Y se sorprendió aún más de que le diese un libro con conocimiento acerca de magia perdida.
Tomando el libro con las dos manos, Romeo preguntó:
-¿Ya leíste el libro?
-Solo las primeras tres páginas, pero- Sonrió antes de continuar- no me cabe duda de que querrás aprenderla cuanto antes una vez que leas la primera página.
Romeo bajó su vista al libro y reparó en la portada. Era de color azul oscuro con un resaltante dibujo de una llama color negro en el centro.
Soltando un suspiro, Romeo volvió a hablar:
-Ésta bien. Veamos de qué trata esta magia.
Con esas palabras, finalmente abrió el libro.
La primera página estaba vacía con la excepción de cuatro solitarias palabras.
Al leerlas, sus ojos se abrieron de par en par.
-¡OH POR MAVIS!
Macao no pudo evitar reír ligeramente ante el grito de su hijo.
-Lo sé. Yo también tuve la misma reacción.
Sin perder más tiempo, Romeo continuó a la siguiente página y la leyó completamente en menos de treinta segundos.
Macao sonrió al ver a su hijo leer desenfrenadamente el antiguo libro.
-¿Y bien? ¿Qué te parece?
Alzando su vista del libro, Romeo, por primera vez desde el incidente de Tenrou, le dedicó una sonrisa genuina a su padre.
-Opino que será MUY divertido aprender a usar esta magia.
Macao volvió a reír ante la actitud animada de su hijo.
Seguro que más de uno se preguntara: ¿Qué rayos tenía escrito ese libro para hacer que los dos magos de fuego se emocionasen de esa manera?
Las primeras cuatro palabras del libro eran las siguientes:
God Slayer de Llamas.
¡Hola a todos! A los que no me conozcan, soy un autor relativamente viejo, aunque es la primera vez que escribo un fanfic de Fairy Tail. Espero francamente que sean capaces de apreciar mi trabajo. Pero no hablemos más de mí, mejor les hablo de este fanfic.
Hace bastante tiempo que veo Fairy Tail, y lo cierto es que el personaje de Romeo Conbolt, el cual me cayó bastante bien, me parece que fue muy poco explotado. Inclusive dentro de los fanfics, es raro encontrar alguno en el que sea un mago fuerte. La mayoría son puros RoWen's. No me malentiendan, me gusta esa pareja, pero no me gusta que a Romeo rara vez le den una magia que sea fuerte.
Lo cierto es que la que me inspiró para escribir esta historia, fue el fanfic en inglés Fiery Hurricane of Love de Chaosphoenix123. Viendo cómo alguien se esmeraba en hacer de Romeo un personaje respetado entre el fandom, también me decidí a poner mi granito de arena.
Y al igual que su historia, este fanfic será un Romeo x Chelia.
Sin más que anunciar, ¡Nos vemos!
PD: A los que han leído mi historia Marina Tsukune, me disculpo por los años que tengo sin actualizar, pero todo este tiempo he estado apagado. Trataré de subir un nuevo capítulo la próxima semana.
