Prologo: Señales y un Portgas.

.

.

.

.

Ella venia de una familia noble, siempre estuvo rodeada de sirvientes que la adoraban por ser la pequeña heredera del clan, su primo era su guardia personal y sus padres un ejemplo a seguir; tenía una hermana cinco años menor que ella. Ella lo tenía todo y aun asi deseaba más, tenía cada juguete que ella pidiera, todos sus caprichos se cumplían en un chasquido de dedos, pero ella no tenía amigos. Neji tenía prohibido jugar con la heredera de la rama principal por lo que solo le acompañaba y veía con pesar como su prima miraba el horizonte en el acantilado que estaba atrás de la mansión. Hitomi Hyuuga, madre de Hinata, observaba a su hija mayor mirar con más ansias el mar, temió que cuando fuera mayor decidiera irse o algo peor, sabía que su esposo era duro con ella para que fuera fuerte, para que no se sorprendiera cuando el cruel mundo le diera la bienvenida… Pero algo en su corazón le decía que su pequeña Hinata no pertenecía a esa larga línea de mujeres Hyuuga que se dedicaban a criar a sus hijos y mantener presencia en eventos importantes.

¿Cuándo dio la primera señal? Fácil, Hinata vio con curiosidad seguir al horizonte infinito cuando encontró un viejo libro en la biblioteca de la mansión, hablaba sobre piratas, era más bien la lista de piratas que tenía la Marina desde que hicieron a los países naturales parte del Gobierno, después de todo habían pasado siglos sin ser encontrados por piratas o marines que vinieran de Grand Line. Hitomi vio cómo su hija leía fascinada la ficha de cada pirata en aquella libreta roja, sus ojitos brillaban con luz propia cada vez que encontraba un pirata más fuerte que el otro, su favorito era el que se llegó a llamar Rey de los Piratas, Gold D. Roger. Recordó habérselo comentado a su esposo y el mismo le respondió que ya se le pasaría.

La segunda señal fue cuando la descubrió escabullirse de los ojos de Neji para ir a la playa, no hacía nada, solo se quedaba ahí de pie, dejando que la brisa salina meciera sus cabellos azulinos. Una noche en particular vio a la pequeña de nueve años arrastrar una pequeña de los pescadores hasta la orilla del mar, se montó en ella y comenzó a empujarla; la tristeza la inundo profundamente en aquel entonces, solo se acercó a su hija y en vez de reprocharla solo se montó en la lancha y empujo, no se alejaron mucho de la playa, solo estuvieron ahí observando las estrellas y la luna. Hinata se veía tan fascinada con las pequeñas cosas a su alrededor, pensó Hitomi, sabía que cambiaría todo para seguir siendo fácil en ese ambiente. La tercera señal fue más directo.

En una de las visitas a la playa, Hinata conoció a un grupo de niños bastantes particulares, eran de la aldea pero ella no tenía permitido salir de los terrenos de su familia hasta tener cierta edad. Tendría unos doce años cuando conoció a Naruto Uzumaki y a su futura tripulación, estaban reparando un barco que había encallado hace años, cuando Gold D. Roger aún era joven. Ella los ayudo dándoles dinero para madera y cosas por el estilo, se hiso mejor amiga de Inuzuka Kiba y Shino Aburame, Hitomi nunca llego a preguntar dónde su hija había conocido a aquellos dos niños tan extraños por miedo a la respuesta. Su hija realizaba todos sus deberes sin chistar para después del medio día desaparecer y llegar a las seis, su esposo vio ese comportamiento como un acto rebelde.

Una noche, la peor de todas, escucho llorar a su hija, Hanabi tendría unos ocho años cuando eso. Hinata tenía la cabeza hundida en la almohada y gritaba que la habían abandonado, que el barco ya no estaba… lo que su hija no sabía era que Uzumaki Naruto había sido apresado por los marines locales.

Cuando Hinata cumplió quince años ya no eran señales, era una decisión tomada.

La batalla para conocer a la siguiente heredera del clan se estaba llevando acabo públicamente, ahí Hitomi conoció al resto de los niños con los que su hija había entablado una amistad más fuerte que cualquier mineral. El primero el gritar había sido Uchiha Sasuke, siempre recordaría perfectamente sus palabras.

— ¡No te contengas solo porque sea tu hermana! —Hitomi lo vio sorprendida.

Al parecer eso les dio fuerza a los otros chicos.

— ¡Tú puedes, Hina!

— ¡Shino y yo sabemos que tú puedes!

— ¡No existe flor más fuerte que tú!

— ¡Todo esto es un problema innecesario!

Su marido se había enojado y mando a sacar a los niños, dos años y medio había pasado desde que Naruto Uzumaki había sido encerrado...

— ¡Hinataa! —Pero, de alguna u otra forma, ahí estaba el rubio con los brazos cruzados, irradiando superioridad y con una sonrisa zorruna— ¡¿quieres o no subir al Kyuubi?!

Ahora, ahí estaba, haciendo lo mismo que su hija. Visito la playa cada noche después de su partida con la tripulación del Zorro, ya su cabeza tenia precio en los libros de la marina y un joven pecoso le contaba con detalle cómo era actualmente su hija, sabía que no había foto más inadecuada que el cartel de "Se busca" de un pirata, pero por alguna razón, por alguna extraña razón, sonrió al ver a su ya no tan pequeña niña con una sonrisa amable y su cabello largo, parecía estar contenta de que su cabeza valiera doscientos millones Berries. Con una mano seco las lágrimas de alegría al verla sana en otras fotos con la tripulación del zorro, ya todos eran tan grades y fuertes, pensó. Ace D. Portgas se acostó en la arena con una sonrisa y los ojos cerrados.

—…Y cuando coloco ese muro de agua de mar para salvarme—Dijo, recordando el grito que dio la joven para que Luffy y él se marcharan— ¡Debía de haberla visto...!

Ace guardo silencio las escuchar los sollozos de la mujer, agradeció que fuera de noche y que la tenue luz de la luna no alcanzaba a iluminar perfectamente su rostro, porque el sonrojo que debía tener en las mejillas no eran normales. Hitomi Hyuuga y su hija eran más parecidas de lo que parecían, la mujer seguía quitando las lágrimas que seguían sin parar, manteniendo una sonrisa en el rostro y la nariz y mejillas rojas.

—Tienes razón… debí de haberla visto—una ligera risa se le escapo—, ella era tan infeliz aquí, con una vida llena de comodidades… y ahora es feliz teniendo problemas y viviendo en un barco. Siendo buscada viva o muerta—Ace no esperaba la carcajada—. La vida es tan irónica. Gracias por venir, Ace-kun.

Ace puso los ojos en blanco y sonrió.

—Ojala que la gotita me llamara asi—El pecoso se levantó y sacudió la arena en su pantalón—. Es lo menos que podía hacer, le debo la vida a su hija… y admito que no me pude resistir a la carita que puso cuando supo que pasaríamos por aquí.

—Ah, esa cara—recordó la mujer—. La imito del cachorro de Kiba—sus ojos se abrieron sorprendidos al ver el enorme perro que cargaba a una dormida Ino en su lomo—…Vaya.

Ace se estaba preparando para usar su poder para regresar al barco de su capitán cuando recordó algo, una enorme sonrisa surco su rostro al imaginarse el rostro enojado cierto castaño y cierto espadachín.

—Hitomi-san—Los modales primeros—. Crio una buena chica, ella siempre le recuerda ¡y tiene un talento para cocinar impresionante! —Hitomi ladeo la cabeza, Ace la miro de reojo aun con la sonrisa en la cara— ¡por eso le pido permiso para pedir la mano de Hinata!

Quedo en blanco, proceso el pedido y luego rio aun mas, ya le dolía el estómago. Se levantó de la arena.

—Eres un buen chico, Ace-kun, tienes mi permiso—se sintió victorioso—. Pero, esa decisión no es mía. A quien deberías pedirle permiso es a su actual familia.

—Mmm… tiene razón—no se sorprendió al ver como las llamas comenzaron a rodear el cuerpo de joven—. Hasta la próxima, Hitomi-san.

.

.

.

.

Un escalofrió recorrió la espalda de la joven y a continuación un estornudo que sorprendió a las chicas en el camarote. Ino dejó caer su largo y rubio cabello al mismo tiempo que Hinata pasaba un dedo debajo de su nariz.

— ¿Estas bien? —Hinata asintió—. Vístete, por más usuaria de la *Mizu Mizu no Mi que seas no significa que eres inmune a los resfriados.

—S-Sí.

Se miró por última vez en el espejo, ya no era una niña, lo había dejado de ser desde la primera vez que se metió en problemas, recorrió su espalda descubierta hasta llegar a aquella quemadura con forma de pata que se encontraba en su omoplato derecho, escucho la vez de Sakura regañando al rubio, recordándole que nadie comería hasta que estuvieran todos en la mesa, antes que la puerta fuera abierta por Ino se colocó su chaqueta rápidamente y oculto aquella marca. Se recordó asi misma rogándole a Ace D. Portgas que omitiera la forma en la que se habían conocido, cuando su tripulación quedo encallada y Ten-ten, Sakura y ella se volvieron esclavas por un tiempo.

— ¡Ino, Hinata, apúrense! —Grito Naruto al verlas salir— ¡que nos morimos de hambre!

Ella sonrió al verlos reunidos en el suelo del barco, cada uno con su respectivo plato de comida. Kiba le daba más carne a Akamaru, Shikamaru discutía con Chouji e Ino ya estaba al lado de ellos, Ten-ten estaba pidiéndole que se sentara junto a ella, Sakura ignoraba a Naruto mientras que ella le buscaba atención de Sasuke y el pelinegro retaba a Naruto con la mirada.

—ya sabes cómo se pondrán si no te apuras.

Y como siempre, Gaara saliendo de la nada.

— ¡Itadakimasu!

Ahora si lo tenía todo.

Y tenía miedo de perderlo…


*Mizu: Agua

Hola! Yo aquí con otro Crossover :v no me culpen, One Piece me está llevando al lado oscuro.

Advierto que eh visto solamente los primeros cinco o diez capítulo de OP, y lo poco que se del anime es por spoilers y uno que otro amv, y los fanfics. Perdón si algún personaje queda muy OoC.

Primero que nada, este fanfic tendrá un curso diferente al de la historia de OP, todo iba bien hasta la captura de Ace y como ya ven aquí seguirá vivito y coleando… Esto será algo asi como capítulos de relleno en el anime (? O una muy larga película xD

Ya las parejas están definidas excepto Hinata :v no se con quién dejarla asi que lo dejo a votación de ustedes.

Trafalgar D. Water Law.

Portgas D. Ace

Roronoa Zoro

También tenía planeado poner a Sasuke pero a él ya le decidí una relación en especifica con Hinata y quiero que quede solterito solterito para el final que tengo planeado 030.

Gracias por los Rw que dejen y nos leemos luego!

Jackei fuera!