¡Hola! Mil gracias por tomarte tu tiempo y leerme :D Este Short-Fic lo escribí hace 4 años y nunca tuve oportunidad de darle un cierre, ahora, con Halloween tan cerca decidí retomarlo y finalizarlo, y espero actualizarlo muy seguido así que no olvides seguirlo :D Feliz Lectura!


Hermione buscaba entre los grandes aparadores una vestimenta adecuada para la ocasión. Llevaba horas en el centro del Londres Muggle buscando aquello que tanto necesitaba y había prometido. Justo cuando se había dado por vencida, vio en un maniquí eso que tanto quería. Sonrió dichosa y entró a la gran tienda, le pidió a la empleada aquella prenda y después de pagarla, se retiró contenta con su compra.

Camino hasta encontrar una calle lo suficientemente obscura y se desapareció con rumbo a su hogar. Llegó a su morada, una casa amplia de dos pisos, con un gran jardín por delante, tenía cinco años viviendo con el amor de su vida y a pesar de que vivía alejada de todos los que quería, no podía negar que era infinitamente feliz. Abrió la pequeña reja de metal y entró al amplio jardín, dirigiéndose hacia la puerta, más no hubo necesidad de tocar, un pequeño de grandes ojos grises y cabello rubio había salido a darle la bienvenida a su madre

-¡Mami! ¡Mami! ¡Llegaste!.—Gritaba el pequeño que no ocultaba la alegría de ver a su madre.-¿Qué me trajiste? ¿Qué me trajiste?

Hermione sonrió ampliamente y se incoó para poder abrazar al pequeño con el que compartía su vida.

-Vamos adentro cariño. Aquí empieza a hacer frio. ¿Dónde está tu abuela?

-Aquí estoy Hermione. — Respondió una mujer de cabello castaño como su hija y un rostro lleno de experiencia, recalcado en pequeñas arrugas que empezaban a enmarcar sus ojos y labios.

-¡Vamos mami, ya estamos adentro! ¡Muéstrame, muéstrame!—Gritaba emocionado el pequeño.

-Cierra los ojos Ethan. —Dijo sonriente la joven madre mientras desenvolvía de una bolsa negra un hermoso disfraz de Dragón verde, con escamas brillantes y un gran gorro con cuernos amarillos. —Ábrelos.

-¡Sí! ¡Mi disfraz de Dragón para Halloween! ¡Gracias Mami, Gracias!

-De nada mi amor. Me alegra que te haya gustado.

Hermione vio feliz como el pequeño corría con su abuela y le pedía le probara su nuevo disfraz para la noche de brujas. Era curioso que justamente hubiera pedido un Dragón sobre todos los demás disfraces, parecía una burla del destino.

Aunque Ethan era el amor de su vida, nunca imaginó ser madre soltera, pero había entendido que la vida así lo había querido y no podía dejar de dar gracias por su pequeño.

Después de saber que estaba embarazada de Ethan, casi cinco años atrás, dejo su vida en el mundo mágico, y decidió regresar al mundo Muggle para criar a su hijo al lado de sus padres. ellos y su hijo eran su única familia.

Aunque para Hermione había sido muy difícil separarse de sus amigos, prefería tener alejado a su hijo del mundo donde el hombre que ella había amado intensamente y también tanto daño le había hecho, vivía.

Acompañó a su pequeño a lavarse los dientes y después de leerle un cuento, este cayó totalmente dormido. Ella aprovechó para preparar una taza de café y sentarse frente a la chimenea, y como cada noche cuando le regresaba la nostalgia, rememoraba aquel año perfecto en el que todo comenzó.

Despertó a la mañana siguiente aún con la taza vacía de café en las manos, era noche de brujas, y después de cinco años, regresaría al mundo mágico en compañía de Ron, que después de tanto insistir, la había convencido de regresar a celebrar Halloween con él y Harry. Aunque al principio le pareció mala idea, ya que Ethan no sabía absolutamente nada sobre la magia, después de meditarlo, entendió que era mejor que él lo supiera desde antes, además el alejarlo de su mundo, no impediría que la gente supiera que ella había tenido un hijo, mas esperaba que se desconociera quien era el padre.

Cuando Ron supo que Hermione estaba embarazada, estalló en ira. Si bien no habían podido consolidar su relación ya que ella había regresado a Hogwarts, nunca esperó perderla, y menos que fuera porque esperara un niño y que él bebe fuera de Draco Malfoy. En un principio no la perdonó, se sentía de lo más decepcionado de ella, pero después comprendió que en su corazón no había otra mujer, y después de años de escribirse llevaba unas semanas saliendo con ella, había aprendido a amar a Ethan como suyo desde el momento que lo vio en brazos de Hermione e imaginó que esa pudo haber sido su vida.

Al medio día después de vestir al niño, Ron y Hermione fueron por el vecindario a pedir dulces y al finalizar se dirigieron hacia el Caldero Chorreante, visitarían el callejón Diagon y así, le explicarían todo a Ethan.

Aun con su disfraz puesto, el infante estaba asombradísimo por todo lo que veía alrededor, desde hombres y mujeres con vestimentas bastante extrañas hasta artículos que funcionaban por medio de magia. Conforme avanzaban, Ron y Hermione contestaban sus preguntas y le explicaban todo, ya que siendo tan pequeño todo le parecía un juego, pero al avanzar más, el trió no noto que desde unos metros un hombre delgado, rubio y de apariencia aristocrática los observaba sorprendido.

Hermione. —Dijo inaudiblemente, Él iba acompañado por su joven prometida, quien mientras él no quitaba la mirada de su ex compañera de colegio, ella platicaba animadamente con un grupo de mujeres.

Después de tantos años ahí estaba ella. No pensaba encontrársela después de que perdieran toda comunicación y menos acompañada por Ron Weasley y tomada de la mano de un niño. ¿Sería acaso que ese infante fuera de la Comadreja? La sola idea le revolvió el estómago.

A pesar del largo tiempo que había pasado, los sentimientos que tenía hacia ella no habían desaparecido. No pudo dejar los celos, la intriga y la curiosidad a un lado y después de inventar una excusa, salió tras la pareja para comprobar con sus propios ojos si ese niño era hijo de Hermione ya que el disfraz que lucía tapaba su rostro.

Ron y Hermione caminaron por el callejón Diagon hasta llegar a Sortilegios Weasley, donde ya los esperaban George y Angelina para conocer al pequeño Ethan, y detrás de ellos, sin que lo notaran, Draco Malfoy.

Ethan estaba fascinado con todos los productos mágicos que poca atención puso a George y Angelina, separándose de su madre y hiendo a observar cada objeto mágico en compañía de una empleada. Draco aprovechó la distracción de los adultos y se mezcló entre los clientes para acercarse más al pequeño con disfraz de Dragón.

-¿Qué es esto?—Le pregunto Ethan a la empleada, señalando unas cajas que se abrían y cerraban soltando chispas multicolores.

-Son regalos de broma, los abres y un hechizo te pinta la cara de colores. –Respondió amablemente la chica.

Mientras Ethan observaba todo detenidamente, la empleada se distrajo con unos niños que confundieron dulces comunes con caramelo Longuilinguo, y Draco se acercó más al pequeño, cuidándose de no ser visto por Hermione o los Weasleys.

-Hola. —Lo saludo Malfoy por la espalda, deseando no espantar al niño, pero cuando este giro y lo vio de frente, Draco sintió un remolino en su estómago que se dirigió hasta sus pies. Esos ojos… ¿Sería posible?

-Hola. ¿Quién eres?—Dijo Ethan mirando con precaución al adulto que ahora lo miraba con un rostro anonadado.

-Soy… Soy… Amigo de tu Mamá, Hermione y de tu Papá, Ron. —Dijo, sintiendose aturdido y algo comocionado, la sensación de vacio en su estomago estaba empezando a ser acompañado de un terrible temblor de manos, sin embargo se hincó frente al niño, deseando que Ron no fuera su Padre.

-Ron no es mi Papa. —Respondió Ethan empezando a mirarlo extraño y con algo de miedo al hombre que tenía enfrente.

Aunque Draco sintió gran alivio al saber que Ron no era su Padre, la incertidumbre y el recelo de pensar que Hermione tuviera un hijo y no supiera quien era el Padre lo invadian por completo, pero había una idea que aun estaba latente, una que estaba a punto de averiguar, una que empezaba a hacer que su corazón latiera tan desesperadamente y su mente se nublara por el nerviosismo del momento.

-Disculpa no quise asustarte, es solo que no sabía que tu Mami se había casado. ¿Y cómo te llamas pequeño?— Pregunto temiendo que la empleada regresara y alertara a Hermione de su presencia.

-Ethan. —Dijo.

-¡Qué bonito nombre! Oye Ethan ¿te molestaría enseñarme tu cabello?—Era lo último que necesitaba ver para saber si el pequeño llevaba su sangre, sabía que el pelo rubio era muy recesivo en su familia, y si Ethan era rubio, no le quedaría ninguna duda sobre la paternidad del infante.

Ethan negó con la cabeza y calmadamente se quitó el gorro con los cuernos de Dragón dejando al descubierto su cabello corto pero rubio.

Draco sonrió nerviosamente, eh ahí la prueba que necesitaba para comprobar que aquel niño era suyo. Debía tener unos cuatro o cinco años, el mismo tiempo que tenía sin saber ni ver a Hermione, hasta ese día. Justo cuando iba a preguntarle más, vio a Hermione acercase al niño y rápidamente se puso de pie y se dirigió a la salida a toda prisa, evitando que esta lo viera.

-¿Qué haces mi amor?—Pregunto la ex Griffindor mirando al pequeño mirar hacia la puerta en silencio.

-Estaba platicando con tu amigo, Mami. —Dijo inocentemente tomando la mano de su madre y caminar hacia los MicroPuffs de colores, quienes saltaban alegremente dentro de un exhibidor redondo.

-¿Cuál amigo mi amor?—Preguntó extrañada Hermione.

-El hombre rubio alto. Dijo que era tu amigo.

Hermione soltó la mano del niño y se paralizo borrando toda expresión de su rostro remplazándolas por una mirada llena de terror.

-Ethan, ¿Qué te dijo ese hombre?—Dijo nerviosa Hermione mirando a todos lados, buscando entre la multitud a un hombre rubio que no fuera Malfoy, deseando que fuese otra persona y no él quien se hubiera acercado a su hijo.

-Me dijo que era tu amigo y me pregunto si Ron era mi Papá, y mi nombre. —Respondió alegremente el pequeño, ignorando el miedo que sentía su madre en esos momentos.

-¿Y él te pidió que te quitaras tu gorro de Dragón?

-Si mami, quería ver mi cabello. ¡Mira mami! ¿Me compras una bolita con ojos, por favor?

Hermione asintió robóticamente y se dirigió hasta Ron quien al verla acercársele, noto de inmediato que algo no iba bien.

-Hermione ¿Qué sucede?—Dijo acariciando una mejilla de su novia, quien estaba demasiado pálida.

-Él estuvo aquí. Vio a Ethan. —Respondió con terror en su voz.

-¿Quién Hermione? ¿Quién vio a Ethan?—Preguntó confundido.

-Draco… Draco lo sabe.