Hola, bueno soy nueva por acá, al menos en lo que a escribir respecta. Esto es un Koharin, me idealizo más con esta pareja porque, bueno, Kohaku no es un perro demonio con siglos de existencia :v
Aclaraciones: todos lostextos en cursiva son recuerdos. Los textos en cursiva y entre comillas son pensamientos. Textos en negrita conversaciones a lo lejos.
Disclamer: Los personajes no me pertenecen en lo absoluto sólo los utilizó con fines de entretenimiento
Cansada y con hambre, así estaba, la noche anterior tuvo que montar guardia, para variar no habían conseguido pescar nada.
Esas dos cosas la tenían con un humor de los diablos, no se soportaba ni a ella misma. Lo único que no la hacía reventar era el recuerdo de su último encuentro con el moreno.
Estaban celebrando el cumpleaños número 18 de Rin, se encontraban en la aldea de la anciana Kaede todos parecían disfrutar de la pequeña celebración que habían armado Kagome y Sango, ahí se encontraban todos sus amigos: Kagome, Sango, el monje Miroku, Inuyasha, Kohaku, Shipou, Sesshomaru y Jaken, aunque, estos últimos se encontraban aislados de los demás, esperando a Rin para saber su decisión.
Rin se encontraba hablando muy animada con Kohaku quien la miraba con ojos de fascinación como si ella fuera su mundo entero, claro para nadie era un secreto que Kohaku estaba profundamente enamorado de Rin, a excepción de Rin quien creía que lo que Kohaku sentía por ella era simple afecto como el que un hermano sentía por una hermana ya que así lo veía ella a él, aunque para serse sincera sus sentimientos hacia el morocho estaban cambiando.
¿Entonces Rin dime qué crees tú?-pregunto el chico esperando una respuesta habían estado hablando sobre la importancia de una nueva aldea de exterminadores durante un buen rato y Kohaku ya había dado en el punto, él lo sabía, pero quería que la chica lo reconociera.
Ajá - respondió pensando que si su decisión sería la correcta.
¿Rin?-dijo tratando de captar su atención.
Ajá-respondió aun sumida en sus pensamientos.
Como no obtenía una respuesta una idea fugaz cruzó su mente y decidió ponerla en práctica.
¿Rin es cierto que tu verdadero nombre es Pandolfa?
Ajá-dijo sin prestar atención.
¡RIN!-grito desesperado.
El grito del castaño la hiso reaccionar pegando un brinquito debido a la sorpresa, por el repentino grito del moreno.
¿Qué paso Kohaku?
Rin, acabas de aceptar que tu nombre verdadero es Pandolfa-respondió con una suave carcajada la cual fue correspondida por Rin.
"Que risa tan hermosa tiene" pensó Rin con un ligero sonrojo.
Rin- la llamo el castaño.
Dime Kohaku- respondió la chica mirándolo a los ojos enterándose de cuanto amaba al chico.
Rin, yo... veras, he llegado a conocerte tanto, que podría decir que te conozco más a ti que a mí mismo- hizo una pequeña pausa en la cual soltó una ligera risilla- y eventualmente te he ido queriendo más y más, Rin, he pensado esto durante mucho tiempo y creo que es lo correcto así que ahí voy... ¿Rin, quisieras ser mi novia?
Kohaku; me encantaría de verdad que sí, pero, bueno no estoy lista quiero decir, tú no me permitirías salir a alguna aventura, en todo caso, sólo quiero una aventura más, nada más ni nada menos. Sólo una aventura.
Rin por favor- pidió suplicante- No me perdonaría si te llegara a pasar algo si vas con Sesshomaru. – Quédate conmigo, tengamos nuestras propias aventuras - Susurró con delicadeza y voz anhelante.
Ya sé lo que haré Kohaku dame un mes ¿Si? Iré con el amo Sesshomaru por un mes, sólo un mes, como un último viaje, sólo para despedirme de él – Hablo decidida la azabache, el chico asintió y le beso la frente con delicadeza.
Te estaré esperando Rin- dijo el morocho regalándole una diminuta sonrisa.
Al día siguiente se despidió de todos, pero antes de irse Kohaku la atrajo delicadamente a él y beso su mejilla y le susurro en el oído: "Hasta pronto, Rin".
La frustración se apoderó de su ser, ella esperaba otra cosa como un beso de despedida, no uno en la mejilla, aun sabiendo que un beso de despedida no era lo correcto porque ella iba a volver, ese viaje sólo era su última aventura con sus amigos inmortales.
Sólo esperaba volver, ya había muerto muchas veces, además Kohaku la estaba esperando.
