Hola, la verdad que este es un proyecto, no se si será UA o fik de capis largo, pero algo es seguro, esto esta aquí, a lo meor será largo y a lo mejor será corto. No lo se, ya me dirán que les parece xD.
Enamorado de mi novia
Sus besos eran dulces, cálidos y continuos. Sus manos acariciaban mis mejillas a cada dos por tres, intentaba sonreírme cuando no era necesario y me amaba cuando no era preciso. Desde bien pequeños siempre lo había hecho, desde que la conocí sus grandes ojos verdes siempre habían estado velando por mi seguridad, siempre y yo lo único que podía hacer por ella era decirle "Hola" no era capaz de nada más.
Con la muerte de su madre ella quedó bastante trastocada, no sonreía ni comía, ya no era la misma de siempre, la chica alegre y gritona que conocía desde el parvulario. Ahora era muy callada, discreta y siempre con la mirada triste. Por eso le pedí para que fuera mi novia. No por nada más, no porque la quisiera o porque estaba perdidamente enamorada de ella, todo lo contrario. No la quería, no estaba enamorado de ella… simplemente era
una más la verdad es que pensar esas palabras mientras sus labios acariciaban los míos o me repetía que me quería no era algo lo bastante bueno ni para estar orgulloso. Simplemente era un hecho que debía aceptar y punto. No la quiero, no puedo. No entra en la cabeza amar a alguien como ella, el cuerpo te dice ella no y si lo dice pues hay que hacer caso.
- ¡Sasuke!- su voz me llamo y me sacó de mis pensamientos.
- ¿Dime?- le conteste mientras observaba su espalda blanca y pasaba una mano por su columna.
- ¿Me quieres?- preguntó mientras sujetaba mis manos entre las suyas.
- ¿Crees que si no te quisiera no saldría contigo?- le pregunté mientras le besaba en los labios.
- Creo que no…-me dedico su sonrisa vergonsoza y se acurrucó en mi pecho.
Ese día hacíamos el año de salir juntos, entre todos los compañeros habíamos decidido ir a celebrarlo. Naruto y Hinata resien casados habían insistido que debíamos celebrar el año con una gran fiesta. Ellos dos llevaban cinco años saliendo juntos, desde que comenzaron la carrera de medicina, ahora ella estaba especealizandoce en Neurocirugía y el en Psiquiatría. Sakura y yo habíamos tomado caminos semejantes, ella en Ginecología y Obstetricia y yo en Oncología.
Los cuatro habíamos quedado justamente para celebrar nuestro año, así que la pareja principal no podía faltar. Me saqué a Sakura de encima y me metí en la ducha. Ella se rió de manera tonta, me sonrió y se cubrió con las mantas alrededor del cuerpo.
No entendía porqué seguía fingiendo que la quería, hacíamos un año y aún no me había dignado a decirle que la quería, no podía ya que era una mentira como una casa. La verdad algo muy triste.
Los cuatro estábamos sentados comiendo un ramen, Hinata hablaba con Sakura sobre algunos pacientes y Naruto y yo comíamos concentrados.
- ¿Aún no piensas decirle que le quieres?- preguntó mi compañero.
- Hmm…no.
- ¿Por?
- No preguntes si sabes la respuesta.
Este se quedo totalmente callado. Suspiro y siguió comiendo en silencio.
La fiesta duro hasta las cuatro de la mañana. Hinata se llevó a su marido un tanto borracho y Sakura y yo fuimos caminando por las calles frías hasta que llegamos a la puerta de su casa.
- Bueno…-comentó con los ojos tristes- ¿Cuándo nos volveremos a ver?
- Siempre que quieras- le contesté sin mucho interés.
- Vale.
Presionó sus labios sobre los míos y entró a su casa. Supe que al entrar a su casa su rostro se contorcionaría y vería a su padre tirado en el sofá con una botella de champán vacía y totalmente borracho. Me dio pena, pero aún así no le invité a quedarse a dormir a mi casa.
No entendía como seguía conmigo, no era un buen novio, no exigía nada, no daba opiniones y tampoco prestaba mucha atención a lo que ella decía. Pero aún así, seguía conmigo. Sonriéndome, besándome…
Volví a mi casa y comencé a buscar el mando de la calefacción y tope con un álbum de fotos. En ella salíamos los dos de pequeños, juntos y con una sonrisa en los labios, páginas más delante ella con quince años, dieciocho, veinte, veintitrés y veinticuatro. Era impresionante como su sonrisa había cambiado en tan poco tiempo. Me rasqué la cabeza y saqué un cigarrillo y comencé a fumar mientras seguía observando las fotos. Con el tiempo había perdido la sonrisa y no era la misma chica de siempre, pero aún así con el siempre era cálida, contenta y amorosa. ¿Por qué sigue así? ¿Por qué no exige?
Con el trabajo y los exámenes para la especialidad nos quedaba muy poco tiempo para vernos, así que cuando nos veíamos tampoco tenía ganas de preguntarle porque seguía conmigo. Simplemente me mantenía callado mientras ella recostaba su cabeza en mi hombro y disfrutaba al igual que yo del silencio.
Los cuatro ibámos mejorando cada uno en nuestra especialidad, varios hospitales y clínicas nos llamaron para asistir ahí para estudiar mejor cada especialidad. A Naruto y a mi nos tocaría en el mismo hospital, Hinata se quedaría en el mismo y Sakura…
- En Londres hay un buen hospital donde me ayudaría totalmente y hay varios espertos- su voz sonaba triste.
- ¿y por qué no me lo habías comentado antes?- pregunté sorprendido mientras me quitaba el cigarrillo de la boca.
- ¿No te importa que valla?- pareció sorprendida.
- Bueno, es tu carrera, no soy nadie para impedírtelo…-volví a darle un sorbo a la nicotina.
Sus ojos verdes se abrieron de par en par, yo me le quedé mirando sorprendido. El brillo de sus ojos se apago, luego miró a sus manos y suspiro.
- Entonces iré…-entrelazó sus manos con fuerza.
- Vale- le contesté sin mucho interés.
- Te quiero- se levantó del banco y me beso.
Al no ser muy conciente de lo ocurrido simplemente veía como se alejaba entre el espeso matorral de el parque, supuse que volvió a su casa.
No tuve noticias de ella durante muchos días, teníamos que decidir cuanto antes si asistiríamos a esos hospitales y comenzar a hacer los papeles, habíamos quedado los cuatro en hacerlo juntos. Sakura tardaba.
- Tio, Sakura tarda mucho- comentó Naruto mientras me daba un codazo en el hombro.
- Ya lo se…-intente no mostrarme inquieto pero la simple idea de no haber escuchado la voz de Sakura me alteraba.
- ¿no vas a hacer nada?- pareció confuso.
- ¿Debería hacer algo?- pregunte con sorna.
Este suspiró hecho el cigarrilo en la papelera y entró al hospital. A mi lado se puso su mujer con cara triste.
- Ella quiere que hagas algo…-comentó ella con su voz baja y tímida.
- ¿Qué?
Sakura sabe que no la amas, lo ha sabido desde el principio…- cada palabra que me decía se me clavaba en el corazón- pero tiene la esperanza que la llegaras a querer…
- ¿y por qué me cuentas esto ahora?- pregunté ya sin ocultar mi inquietud.
-Porque dentro de dos horas coge el avión para Londres.
Cuando comencé a correr pude ver que en su pálido rostro se dibujaba un sonrisa. Corrí hasta llegar a su casa, toqué el timbre una y otra vez pero no abría nadie. Comprendí que nadie estaba en casa. Me maldesí ya que ella muchas veces me había comentado donde estaba la llave de emergencia, pero yo como siempre nunca le prestaba mucha atención.
Me aleje de la casa y cogí el primer taxi que vi. No sabía cuanto tiempo tenía exactamente, pero el hecho es que no podía permitir que se marchara así, no podía. Se suponía que ella tenía que gritarme y decirme que era un mal novio, se suponía pero nunca lo había hecho. ¿Por qué?¿A que estaba esperando?
Llegué al aeropuerto y le entregué el primer billete que saque al conductor, no me preocupe por el cambio. Corrí y corrí hasta llegar a la sala de vuelos, intente encontrar sus cabellos rosas, pero no había nada, ni una señal de ella.
Por el interfonó sonó un número de vuelo dirección Londres. Corrí hasta el cajero, pedí que me diera la hora de salida, estaba lo comentó con mucha calma. Si no me daba prisa no llegaría.
Se que no había hecho bien de decirle a Sasuke que me marchaba, estaba muy mal hecho, pero a el eso le daría totalmente igual. Desde que comencé a salir con el siempre se mostraba distante, todos sus besos eran fríos, sin amor… sin cariño. Yo daba mucho, siempre daba mucho pero nunca recibía… pero me cansé. Intente seguir como siempre, pero no podía y tampoco podía cortar con el ya que formaba parte de mi, por eso el viaje de Londres era como una vía de escape, el no se interpondría… como siempre.
Señoras y Señores, disculpen las molestias y el retraso pero hay un pasajero que aún no ha subido a bordo. Enseguida que este comenzaremos a despegar. Disculpen el retraso.
Miré a la azafata que repetía la misma estrofa en otros idiomas, entendí el ingles y el español, los demás me eran totalmente desconocidos. Intente pensar quien era esa persona, ese pasajero sin pensar en los demás, un egoísta que hacía todo por el solo.
Escuché a lo lejos como las puertas se cerraban y el avión comenzaba a sonar como de despegué. Comprendí que el señor o señora egoísta había llegado.
- Así…que pretendías irte sin decirme nada
Al escuchar esa voz los ojos se me abrieron antes de mirar. Giré la cabeza y lo vi, ahí levantado, con la camisa de vestir abierta por los primero botones, fuera de los pantalones y totalmente sudada. No comprendí que hacía Sasuke ahí. No me podía caber en la cabeza.
- ¿Sasuke?
- ¿Quién otro puede ser?- preguntó con tono de burla.
- ¿Q-qué haces aquí?-logré articular.
- ¿Tú que crees?
- No lo se…-conteste aún sin comprender.
- Yo tampoco…-dijo el totalmente sorprendido- Simplemente sabía que no podía dejarte ir…-se dejó caer al lado mío.
Durante un largo rato me mantuve callada, para decir verdad me quedé totalmente absorta observando a Sasuke, sentado al lado mío con su camisa de traje y totalmente sudado. ¿Qué hacía ahí?
Creo que me plantié más de miles de preguntas y quise hacerlas pero ya era demasiado tarde. Se había quedado frito. Su cabeza cayó recostada en mi hombro y su rostro cansado me sorprendido. Tenía unas grandes ojeras debajo de sus ojos. ¿Se había pasado la noche en vela pensando en mi? No podía saberlo en especial, pero me gustó la idea de que estuviera en el mismo vuelo que yo. A lo mejor… si que me quería.
¿Y Bien? ¿Lo sigo?
