Bleach no me pertenece.
Fanfic por el cumpleaños de Byakuya, mi segundo esposo que todas mis amigas conocen.
Feliz Cumpleaños
Estaba despierto, aunque no abría los ojos, hoy se tomaría las cosas con calma, aún era temprano y no le apetecía ir a trabajar, en especial no quería escuchar las felicitaciones sin sentido de aquellos que sólo querían ganar el favor del gran Capitán Kuchiki.
– Byakuya sama feliz cumpleaños. - Siente unos labios rozar los suyos y seguido de un tierno y amoroso beso.
Siente, también, como sus delicados dedos recorren su rostro y se enredan en sus cabellos, entonces se da cuenta que no tiene sentido fingir más, Hisana tiene la capacidad de saber cuando él despierta.
-¿Cómo sabes cuándo despierto?
-Tu respiración, la forma en que tu pecho sube y baja cuando estas despierto es diferente a cuando duermes, además tus parpados se mueven un poco, diferente a cuando tienes una pesadilla o un sueño placentero.
Byakuya sonríe sin apartar su mirada de los purpuras ojos de su esposa y aprovechando que ella está recostada a su lado la atrae a su cuerpo, besándola.
-Me encanta que me conozcas más que yo. Gracias por tus felicitaciones, sólo estar a tu lado es suficiente para que tenga un feliz día.
Ella recostó su cabeza en su pecho y duraron ahí un rato, hasta que el estomago de Byakuya empezó a gruñir, provocando que ella se ría un poco y se aparte de él.
-Eso me recuerda, que tenía la intención de darte el desayuno en la cama desde que entrara. Aquí está, - señala la bandeja que está al lado - aunque seguro ahora está frío.
-No importa, puede estar como un hielo y me lo comería si es contigo.
Hisana se sonrojó y acercó la bandeja, por suerte aun estaba tibio. Byakuya empezó a comer y entre besos y caricias se comieron todo lo que ella había preparado esa mañana.
Cuando terminaron de desayunar volvieron a acostarse en el futón y siguieron disfrutando de la mañana. En un momento Byakuya la miró a los ojos – Te amo tanto y quisiera estar aquí todo el tiempo, lástima que debo ir a trabajar. Te extraño, lástima que esto sea un sueño.
-Amor, siempre estaré aquí cuando me necesites. Por eso no quiero que dejes de disfrutar el mundo exterior, disfruta este día en familia y sé feliz, eso me hace feliz a mí.
De repente abrió los ojos, seguía en el mismo futón de siempre, sólo que ahora parecía más frio y solitario. Escuchó ruidos fuera de su habitación y sintió el reiatsu de Rukia y recordó que hoy era su cumpleaños.
Muy a pesar de su tristeza, sonrió imaginándose las cosas que habrá preparado Rukia. Al principio su presencia era un triste recordatorio de la mujer que ama y perdió, pero luego de la condena y rescate se hicieron muy cercanos y ahora es la hermana que nunca tuvo, la hermana que desea proteger.
-Familia. – Susurra para si antes de esbozar una sonrisa.
Se levanta y se pone su yukata antes de abrir la puerta y ver a Rukia con una bandeja en sus manos, aparte del desayuno traía dos cupcakes cada uno con una vela.
-Nii-sama, perdón si te desperté, sé que está prohibido traer el desayuno a los aposentos, pero quería sorprenderte hoy. Es algo sencillo, no como estás acostumbrado. Espero que te guste.
Rukia estaba nerviosa y él lo notaba, tomó la bandeja de sus manos y se dispuso entrar otra vez a su habitación.
-¿Quieres compartir este dulce conmigo?
-¡Si hermano!
Ambos entran al cuarto y por un momento Byakuya piensa que no es este no es un mal día, en especial si lo pasa en familia.
