Disclaimer: No soy dueña, ni me pertenece ningún personaje de Harry Potter. Todos los derechos corren para J.K Rowling, la cual amo con mi corazón, y la gente de Warner, un abrazo a toda esa muchachada.

Capítulo 1: La estela de tu perfume

Veía la silueta avanzar a paso redoblado, muy lentamente. Lo único que permitía distinguir algo de la sala del Ministerio era el hechizo Lumos que mantenían Ron, Harry y ella misma. Ginny, Neville y Luna se preparaban para defenderse. La misteriosa silueta pasó de vislumbrarse a verse claramente. Los brazos escondidos detrás de la espalda y una máscara característica de los mortífagos. Harry empezó la conversación esta vez, el mortífago reveló su rostro. Lucius Malfoy. Padre de Draco, marido de Narcissa. El miedo recorría su cuerpo, dejo todo en manos del Ñiño que Vivió.

—Intenta cualquier cosa y la romperé—. Amenazó Harry con firmeza, sin titubear.

Rápidamente sin que nadie se diera cuenta, otra silueta se divisaba detrás de Lucius. Una risa escalofriante, consumida por un eco, perturbó a todos. El desconocimiento asusta. Cuántos eran. De donde salían, que tan poderosos eran. Los ojos de Hermione se ensancharon cuando vio lo que tenía en frente, tambaleándose, de manera juguetona.

—¡Él sabe como jugar! Peque... ñito... bebé... Potter—. Escupió el apellido con tanta amargura y asco que el odio se manifestaba en la densidad del lugar. La miró, fueron microsegundos. En esa millonésima parte de un segundo, todos sus sentimientos no pasaron desapercibidos. No habia tiempo para analizarlos uno por uno, de igual manera, Hermione no tenía muy claro su significado. Pero si algo le enseño la vida mientras crecía era que todos teníamos gustos y preferencias. Y esto, a Hermione le gustó...demacrada, pálida, mirada desquiciada. Todo lo contrario le pasó a Neville.

—Bellatrix Lestrange ...—. Este último dio un paso adelante, reuniendo la valentía que caracteriza a los Gryffindors. Hermione se enderezó al reaccionar. Bellatrix Lestrange. Prohibido. Tabú. Imposible. Su cerebro etiquetaba pequeñas pegatinas que reforzaban su estabilidad emocional y moral. Los pensamientos iban demasiado rápido, como la situación. Tenia que despertar, despegarse por muy pegajoso que fuese. Dejar de mirarla de esa manera.

—¿Neville Longbottom, ¿no?—. Lanzó la pregunta de manera delirante, recargando para otra descarga contra Neville. Cosquillas para Hermione.

—¿Como estan mamá y papá?—. Guiñó el ojo izquierdo, y arqueó las dos cejas. Ambos torturados y muertos en manos de ella. Hermione sabía que sentir coraje era lo normal en esta situación. Pero no podía. Quería sonreír. Por el humor macabro, gestos tiernos, la picardía, ese toque infantil, el pelo descontrolado, el corsé, la forma en la que su pecho subía y bajaba cuando Neville levantó su varita y Lucius pidio calma. ¡¿Que acaba de pasar?!. Se lo advirtió segundos antes, no te distraigas con esta mujer. Hermione nunca tuvo problemas de concentración, pero Bellatrix se podía denominar hipnótica en este caso. Su cerebro desactivo los oídos para todo lo que no salga de los labios de Bellatrix. Harry exigió la presencia de Voldemort.

—¿Cómo te atreves a pronunciar su nombre?—. Susurró para la sorpresa de todos. —¡Asqueroso mestizo!—. Gritó de manera imponente. Sus ojos salían de sus cuencas, el contorno de sus mejillas sobresalía al tensar el rostro de una manera enfermiza.

Hermione pensó en lo obsesionada que estaba Bellatrix. La obsesión la convirtió en lo que estaba viendo en este preciso momento. Sin olvidar a la crianza estricta de los Black. Entonces, sabiendo esto, ¿que podrían tener en común Bellatrix y Hermione?. Mientras la observaba, dejando todo de lado, deseaba que sus miradas se encuentren. NECESITABA que note su presencia. Bellatrix mantenía una mirada psicótica en la profecía, mientras que Lucius se acercaba paulatinamente. Hermione sintió el sonido del cuero rozándose, chirriante. Botas. Completamente rodeados. Sostuvo su varita con más firmeza, poniéndose en posición combativa. Cuando volteó la cabeza para ver a Lucius, frenó en seco.

Cuencas ojerosas, mirada centrada, cabeza cabizbaja, boca semiabierta. Feroz, apuntando a su objetivo. Alzó la varita junto con su cabeza y se relamió los labios de manera seductora, Como si estuviera a punto de devorarla. Sus dientes maltratados por los años agarraron su propio labio inferior, arrastrándose. Hermione pasó de mirar como se mordía los labios, a como exponía el cuello. Tatuaje número noventa y tres, Azkaban. Bajó a su colgante. Bellatrix seguía relamiéndose, fijándola como a una presa. Hermione presionó los labios, temblando, a punto de descontrolarse.

—¡AHORA!—. Gritó Harry —¡Stupefy!—. El ejercito de Dumbledore comenzó el ataque. Cada uno de ellos disparó el hechizo con un segundo de diferencia.

Algunos mortífagos lo esquivaron, otros se desvanecieron cuando recibieron el impacto. Hermione se movió por inercia, tratando de procesar ese estado mixto de emociones. La adrenalina recorría su cuerpo, pero no era como cuando se encontró con el Trol en el baño. No era como cuando abrieron la cámara. Tampoco como cuando salvaron a Sirius. Bellatrix la había mirado. Y Hermione quería que las miradas se vuelvan a cruzar.

Sus esperanzas de toparse con ella se desvanecieron por la cantidad de mortífagos con los que se toparon. Una nube negra, que se diferenciaba de las demás por su velocidad, comenzó a seguirla. ¿Podría ser...? Corrió lo mas rápido que su cuerpo le permitió. El humo estaba rozando su nuca.

Pudo diferenciar que realmente era ella por ese olor, ese perfume de calidad, dulce, atrapante.

—...sangre sucia...—. Un leve susurro mezclado con un aroma atrayente impactó como ráfaga en su tímpano.

Era ella. Quería dejar de correr. Quería ser atrapada. Su paso empezó a ceder, dejándose llevar por la estela de su perfume.

Autora: Bueno, primero quiero que tengan en cuenta que es mi primer fic en la historia de la humanidad. Y segundo que es muy corto el primer capítulo porque estoy pisando nuevos terrenos y quiero ver como esta el shippeo en este 2017, si Bellamione sigue con el barco en alto, o ya lo olvidaron, si hay leyentes, o no hay nadie. Otra cosa que quiero que tengan en cuenta es que no entiendo absolutamente nada el editor, así que si las lineas que dividen los comentarios de autor y el disclaimer no son claras, expliquen en reviews como editar eso. Mis disculpas si hay alguna falla ortográfica, o de narración. No soy Booh, ni Anne Rice.

Sugerencias, comentarios y otras yerbas, serán bien recibidos.