As always, solo poseo las 448 palabras que conforman el drabble, el resto es de Ohtaka.

La verdad es que detesto como quedo, enserio —y como es mi drabble, lo puedo odiar todo lo que quiera—, en mi mente era mucho mejor, más angst, más hurt/confort, pero es lo que salio. La verdad me quedo bien considerando que estaba prácticamente dormida y enojada con el fandom —osea, 7 fics que lo incluyen nada más, y creo que solo uno lo tiene medio de principal y sin meterse en los feels y toda la cosa— cuando lo escribí, pero no me quedo como esperaba, termino siendo solo un vomito verbal lleno del cariño que le tengo a un personaje que parece que soy la única que lo quiere, y esperaba que fuese algo mejor.

Advertencias —que nunca están de más, debería acostumbrarme a esto—: Probablemente algo de ooc, mi primera vez escribiendo de este personaje, muerte de un personaje —de eso se trata XD— y ¿debería incluir que lo escribí mientras las letras bailaban enfrente mio por el sueño?

Anyway, no los entretengo más a aquellos que leen las notas.


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Absolution.

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Muerde su labio para intentar contener la opresión en su pecho. Se siente liviano por el ruhk que lo rodea, el ruhk de Solomon, y se siente terrible consigo mismo ante aquello, ante ese sentimiento cálido, ante la aceptación que el bastardo le muestra aun después de traicionarlo, aun después de que la destrucción de Alma Toran y la muerte de Sheba fuese en parte culpa suya, pero tampoco siente que tiene el valor o la fuerza para negarse o quejarse, no con todo lo que ah hecho.

se siente horriblemente culpable pero el sentimiento desaparece con cada segundo que la energía del gran rey lo envuelve, y al final solo puede sonreír al sentir sus pecados ser expiados, siendo devuelta al menos esa parte de si mismo al gran flujo que Solomon había establecido, y por un segundo se olvida de Al-Tharmen y Ill Ilha y finalmente se siente en paz consigo mismo y los pensamientos que tantas noches lo habían mantenido en vela.

Aun no entiende por que a pesar de todo, por que él lo perdona y le da una nueva oportunidad después de haberlo culpado por un crimen que no había cometido y haber canalizado su ira en él y traído tanto sufrimiento, de haber mentido por décadas sobre odiarlo a él y a su arrogancia, de pretender un sentimiento que ya no se encontraba allí; porque a fin de cuentas la muerte de Setta había sido por culpa de David, pero había culpado al mago prodigio en una ceguera de ira, dolor y soledad tras perder a quien siempre había estado a su lado, como siempre debió ser.

Y se deja llevar, tomando la mano que Solomon, aquel rey al que había jurado lealtad y a quien hubiera protegido con su propia vida aun cuando no era rey, le ofrece para llevarlo a un lugar parecido al hogar, un hogar donde no están ni Setta, ni Falan, ni Wahid y mucho menos Ugo o Arba, pero que quizá, algún día puedan estar, y hasta entonces los esperaría, junto a su rey y su reina.

Es entonces que lo nota, ya cuando su cuerpo es una masa de energía dorada semitranslucida y esta rodeado de otras almas que jamas había visto, que en realidad extrañaba aquello. Extrañaba el ambiente familiar, la sonrisa deslumbrante de su rey y la dulzura que solía mostrar Sheba, y extrañaba ser él mismo, aquel mago con baja resistencia por el alcohol en lugar de aquella masa de odio en la que David y Arba lo habían convertido.

Pero ahora todo esta bien, se dice, porque al fin esta de regreso y Al-Tharmen ya no puede atarlo.