Hola a todos por acá…espero estén muy bien.

Esta historia comienza cuando todos son prácticamente adolescentes, por ende en este fics no hay odios, rencillas o envidias… no las hay al comienzo. Al inicio son simples muchachos que pertenecen al mismo círculo de amistades, de hecho es Pre-Thor 1, pero la trama se seguirá desarrollando…

Espero les guste y me den su opinión, publicaré este fic un domingo sí, un domingo no, a las 9 pm hora de Caracas, Venezuela.

Un Beso a todos y gracias por leerme.

Capítulo 1

Las cosas en el gran Palacio de Valaskjálf iban normales, como siempre. Lo que variaba eran las hormonas revolucionadas de algunos jóvenes en Asgard; los príncipes contaban con 20 y 18 años respectivamente. El fuerte Thor y el ingenioso Loki ya eran hombres gallardos y atractivos, que destrozaban corazones a lo largo de los 9 reinos de Yggdrasil cosa que preocupaba a la Reina Frigga, pero no había manera de ponerle control a ese par, se conformaba con que el menor de sus hijos fuese más consiente y menos escandaloso que el heredero al trono.

Suerte tenía Thor de poseer tanto carisma, de no ser así el pueblo pediría a gritos que alguien tan inteligente y hábil con la lengua como Loki fuese el heredero. Los hermanos se llevaban muy bien y ya Loki tenía la mayoría de edad para ir de viaje con Thor, estaba ansioso por conocer los otros reinos y sus mujeres, el guerrero Fandral contemporáneo con Thor le tenía el cerebro envenenado a Loki de los maravillosos prostíbulos que existían en Midgard o Vanaheim y mejor aún Alfheim. Ya había probado este último pues fue la primera tierra a la que viajo junto con los guerreros. Y volvió enamorado de las Elfas de Luz.

Era de tarde y el más joven de los príncipes caminaba con paso ligero a las instancias de la Reina Frigga.

— Buenas tardes, madre —se acercó a ella y le dio un par de besos, Frigga le sonrió ampliamente.

— Buenas tardes, mi vida —se levantó y le regalo un nuevo beso en la frente, él era el más cariñoso de sus hijos.

Estaban rodeados por las 5 damas de compañía de la reina, que soltaban risitas nerviosas tapándose la boca, y a Loki no le importaba que ella fuese dulce con él, en cambio Thor se retorcía retrocediendo del cariño poniendo cara de "me avergüenzas madre, ya no soy un niño".

— Me dijeron que mandaste a llamarme —comentó él mientras veía con picardía a las 5 jóvenes que aparentaban leer o bordar, pero apenas captaron la mirada del príncipe nuevas risillas salieron de ellas.

— Acompáñame —pidió la reina tomándolo del brazo hasta salir a la terraza.

Necesitaba poner distancia entre él y las doncellas, o las risitas no terminarían nunca. Thor era asediado por ser gallardo, musculoso, sonreído. Loki era asediado por lo contrario, por su porte elegante, su seriedad y el misterio que lo envolvía, con media sonrisa de lado era capaz de hacer desmayar a una doncella de palacio.

— El magistrado Bork me ha pedido un favor —dijo ella cuando estaban alejados de oídos indiscretos.

— ¿Qué será? —la miró de frente olvidándose de las chicas, cosa que Thor no hubiese hecho hasta escucharla molesta porque no le ponía atención.

— ¿Conoces a Lady Sif?

— Claro madre, somos amigos.

— Sabes que ella se ha entrenado desde niña para ser una guerrera, pero ahora quiere pertenecer a la guardia real de verdad, es su vocación y eso es lo que desea hacer.

— Muchas mujeres de Asgard saben manejar una espada pero de allí a ser guerreras del ejército, nunca ha había una guerrera que yo sepa.

— Ella sería la primera —informó la reina madre.

— ¿Y qué tiene que ver esto conmigo? —no entendía por qué lo informaba a él. Ella le sonrió afable.

— Ya tu padre está informado y ha dado su aprobación, Lady Sif comenzará a entrenar mañana con ustedes.

— ¿¡Con nosotros!? —dijo con asombro y preocupación.

— Sí, el favor que te quiero pedir es que la cuides.

— ¿¡Qué la cuide!? —no podía con la sorpresa— Madre, Volstagg se la desayunara, y luego Thor la usara de mondadientes si es que alguno de ellos acepta tenerla de compañera de prácticas.

— Lo sé, por eso te lo pido.

— ¿¡Yo!?

— Loki —le acarició el brazo hasta tomarlo de la mano— No tengo a nadie más a quien pedírselo, te imaginas que se lo pidiera a Thor.

— Se reiría a carcajadas y se burlaría por diversión, Fandral solo intentaría seducirla, Hogun ni le hablaría y Volstagg la machacaría hasta hacerla polvo —ella lo miró de manera significante, él se acaba de responder su pregunta— Tienes razón madre, no hay nadie más a quien se lo puedas pedir, pero…

— Lo sé, mi amor —le volvió a sonreír—. Si quiere ser guerrera del ejército real deberá soportar los golpes. Ella debió comenzar sus prácticas el año pasado pero su padre no consideró que estuviese lista, ahora tiene 17 años y tanto Bork como Odín consideran que es el momento. —Frigga podía leer a su hijo como si fuese un libro, por eso se llevaban tan bien.

— Trataré de que no la lastimen demasiado, pero no creo que le debas temer al dolor físico, una guerrera no es algo propio de Asgard, veremos como la acogen los demás.

— Le informaré a los otros personalmente, ¿será que me puedes hacer otro favor?

— El que quieras madre.

— Mañana, creo que sería bueno que llegara contigo a las prácticas.

Loki suspiró, y asintió, no podía negarse a las cosas que su madre le pedía.

— Pasaré por ella temprano.

— Gracias, sé que siempre puedo contar contigo —le dio otro beso en la mejilla en gratitud y volvió a su recamara.

Loki la siguió y salió sin más de los aposentos de su madre, claro, no sin antes volver a causar risitas entre las doncellas con una picada de ojo.

Conocía a Sif por su padre el magistrado, de toda la vida había asistido a los eventos de palacio y había visto un par de materias con ella en la escuela, esa chica no tenía idea en lo que se estaba metiendo.

Había pasado un mes desde la última vez que la vio y sabía que Fandral y Thor se comportarían con ella como perros tras un hueso, Sif era muy guapa, alta, atlética, con un cuerpo y rostro hermoso. Hogun la ignoraría por ser mujer y no estaba seguro de la reacción de Volstagg, esa sería una sorpresa.

La mañana llegó y a las 8 am estaba Loki tocando la puerta de la casa de Sif, sin retardo un sirviente lo escoltó hasta la sala donde se encontró con el Magistrado Bork.

— Príncipe Loki —saludó respetuoso el hombre.

— Buenos días magistrado —respondió cortés.

— Su majestad muchísimas gracias por llevar a Sif en su primer día de prácticas, imagino lo extraño que debe ser para usted y el príncipe Thor aceptar a una chica como guerrera.

— No tiene nada que agradecer magistrado, conozco a Lady Sif desde niño, siempre he sabido que ella practicaba en casa con un maestro de espada, es mi placer escoltarla el primer día. Por lo otro, a mí no se me hace raro su decisión de ser guerrera, ni me incomoda.

Sif que escuchaba desde las escaleras y sonrió ante sus palabras, Loki siempre había sido amable con ella y se emocionó que por lo menos uno de los príncipes la aceptara como compañera de armas.

— Buenos días Príncipe Loki —se mostró ante ellos e hizo una reverencia.

— Buenos días para ti Sif, si vas a ser parte de los guerreros cuidaras mi espalda y yo la tuya así que llámame Loki, no tenemos formalismos entre nosotros —le sonrió —la chica estaba radiante con su cabello recogido con una coleta, y su corpiño de metal junto con pantalones negros de cuero ajustados y una falda corta encima de color plateado— La joven asintió y él continuó hablando—. ¿Estas lista para irnos?

— Sí, estoy lista.

— Pues vamos.

La muchacha le dio un beso en la mejilla a su padre y salió casi a la carrera, estaba feliz y emocionada, no dejaba de sonreír, y Loki casi la compadeció, dentro de poco estaría tragando tierra.

Llegaron a las caballerizas de palacio y dejaron sus caballos allí.

— Estoy emocionada —confesó.

— Se te nota, pero no te hagas muchas expectativas.

— ¿Lo dices por qué soy mujer?

— No me mal interpretes —se puso frente a ella mirándola fijamente—. La guerra es un mundo de hombres y todos o casi todos te subestimaran por ser mujer, así que tendrás que patear muchos traseros para ganarte el respeto, y eso no será fácil, además mi hermano y sus amigos tienes modales que dejan mucho a desear y no sé si serán capaces de contenerse en tu presencia.

— Sé a lo que me enfrento —respondió seria y decidida.

— Eso espero, vamos.

Siguieron su camino en silencio, si su madre no le hubiese pedido que la cuidara, estaría burlándose de ella ahora mismo, pero dejaría ese trabajo a otros y se limitaría a reír.

Llegaron a la arena y ya Thor y Fandral sudaban como unos cerdos, Loki no se explicaba cómo se enlodaban tan rápido, claro su estilo de pelea era mucho más elegante que el de los otros, solo Hogun distinguía un poco de la barbarie.

Apenas entraron todos se voltearon a mirarlos, no estaban solo los 3 guerreros y Thor, también estaban otros 10 hombres del ejército allí, el silencio era súper incómodo y Loki pensó en apartarse y comenzar a divertirse viendo cómo se burlaban de ella, pero no sería tan cruel en su primer día.

Le cedió su brazo y ella lo tomó con una sonrisa que denotaba miedo, la escoltó hasta estar frente a sus amigos.

— Lady Sif, creo que conoces a todos —dijo Loki.

— Sí, Príncipe Thor —hizo una reverencia y Thor le respondió besándole la mano cómo se debía — Sir Fandral —este respondió la acción de Thor al igual que Volstagg y Hogun.

— Pensé que la reina estaba bromeando al decir que una chica se uniría a las prácticas —soltó el guerrero pelirrojo frente a todos.

— Por lo visto no era una broma —respondió Thor mirándola de arriba abajo— Loki comienza a practicar con ella —ordenó a su hermano menor.

— ¡Oh no! —dijo negando con la cabeza— No creas ni por un instante que vas a darme a mí esta tarea, tu eres el líder de este grupo, compórtate como tal, ya yo hice mi trabajo.

— ¡Loki! —lo miró suplicante. Actuaban como si ella no estuviese al frente de ellos—, por favor… —miró a Sif de arriba abajo nuevamente— No tengo ni idea de qué hacer con ella, por lo menos no dentro de esta arena.

Loki se llevó las manos al rostro mientras resollaba.

Serás inútil hermano, haz lo mismo que con cualquier guerrero, Sif ha tenido clases de espada desde niña. Ponla a pelear con alguien a ver su estilo y cuáles son sus defectos —le respondió queriendo pegarle.

— Tienes razón.

Sif pasaba la mirada de un Príncipe a otro. Sin poder creer que Thor dijera "no sé qué hacer con ella, por lo menos no dentro de esta arena." Era completamente ofensivo.

— Ok. Sif toma una espada y un escudo si lo quieres, pelearas con Fandral a ver dónde están tus fallas.

— Y virtudes —completo la frase Loki— Si padre le dio permiso de unirse a nosotros no creo que haya sido por su cara bonita.

Sif miró con los ojos desorbitados a Loki, pensó que aquello sería al revés, que Loki la menospreciaría y que Thor la motivaría. Los conocía a los dos pero era más cercana a Thor o eso era lo que ella creía, por lo visto no le tenía ningún respeto como aspirante a guerrera.

— ¿¡Yo!? ¿Por qué yo? —brincó Fandral— No le pegare a una chica.

— Antepasados míos denme paciencia —susurró Loki— Quiere ser guerrera, crees que no sabe que le dolerá —miró a Sif que aún no emitía sonido— Coge la maldita espada, alguien tiene que hacer el trabajo sucio y casi siempre soy yo, "los héroes" no tienen las bolas necesaria.

Todos los hombres presentes protestaron y en el acto Loki le cedió la espada a cada uno para ver si tomaban su lugar y probaran a Sif como guerreros y ninguno la tomo.

— ¿Ves? —le dijo Loki— Tienen las pelotas de adorno, disculpa el lengua Sif, pero debes acostumbrarte.

— Te agradezco lo que haces, no tienes nada de qué disculparte.

La chica tomó la espada de madera para entrenar, era más pesada de lo que esperaba pero eso no la amedrentaría y se paró frente a Loki.

— Quien toque 3 veces bien sea pecho, espalda u hombros, ganara —explicó Loki—. Mantendremos las reglas estándar de combate ¿te parece bien? —ella solo asintió.

La pelea comenzó; al cuarto movimiento Loki la tocó en el pecho con la espada, fue un punto a su favor. El piso estaba lleno de barro y eso la hacía perder la estabilidad, era la primera vez que peleaba en una superficie tan resbaladiza.

— Vamos, pon la fuerza en las piernas o a la próxima te tumbo —el más joven de los príncipes no se estaría con muchas más gentilezas.

Un choque, luego otro, Loki la hizo corretearlo por la arena y ella perdía un poco el equilibrio, comenzó a sudar copiosamente, no solo por el ejercicio sino por lo nerviosa que estaba. Un nuevo choque de espadas, luego dos, tres, cuatro, al quinto Loki chocó tan fuerte la espada de ella que la hizo caer sentada sobre su trasero y se ensucio de lodo. Todos se echaron a reír menos Loki, que pensó que sería divertido verla caer, pero la chica de verdad no lo hacía mal.

—Arriba —le extendió la mano y ella se la tomó, de un pequeño jalón la puso de pie como si no pesara nada— Tú técnica es buena pero no tienes fuerza en las piernas, tendrás que ejercitarte mucho más.

— Lo haré.

Reanudaron el combate, en dos movimientos la desarmó, la giró tomándola de la muñeca y así torciéndole el brazo para luego hincarle la punta de la espada de madera en la espalda.

— Estás muerta pequeña —dijo Loki y Sif lejos de mirarlo con mala cara le sonrió más que complacida.

Los otros hombres que estaban sentados en las gradas gritaron y aplaudieron por la buena clase de esgrima que acababa de impartir Loki.

— Excelente hermano —le dijo Thor.

— Ahora es tu turno —le lanzó la espada.

Thor y los 3 guerreros se batieron en duelo con Sif, y a pesar que salió con un golpe en la mejilla al chocar contra una pared, sucia, sudada, y casi cojeando todos habían sido excesivamente amables con ella.

— ¡ERES UNA VERGÜENZA VOLSTAGG! —gritaba Thor, ya que el guerrero pelirrojo veía a Sif tan débil y delicada que le daba miedo tocarla.

— Vamos Volstadd, no me voy a partir —lo desafió Sif.

El guerrero pelirrojo en su gesto menos rudo la lanzó contra la pared y se partió un poco el pómulo.

El mediodía llegó y todos se fueron a almorzar. Loki se desvió del camino al comedor y Sif lo alcanzó en un corredor.

— Gracias —dijo con una gran sonrisa en los labios.

— ¿Por qué? ¿Por ensuciarte de barro? —sonrió Loki de medio lado.

— No, por respetar mi decisión de ser guerrera, por defenderme delante de los demás y por instarlos a entrenarme como se debe. Estoy en deuda contigo Loki y espero algún día poder pagarte.

Él sonrió pícaro, pero no porque pensará algo malo o sexual, sino porque esa sonrisa formaba parte de su personalidad.

— Me pagaras la cortesía, te lo recordare en el futuro. Ahora si me disculpas.

— Claro.

Loki se fue a alguna otra parte, mientras ella se iba al comedor. En verdad estaba agradecida con él y ahora lo admiraba mucho más que antes, era un hombre con coraje y por lo visto tenía más pelotas que sus compañeros. Sif miró a los hombres y fue a sentarse con ellos, pero no le dieron precisamente la bienvenida, así que guardo silencio.

A los pocos minutos sirvieron los primeros aperitivos y ella solo escuchaba a los demás hablar.

— Claro que sí Thor, esa chica es puro fuego y eso que era doncella —comentó Fandral en voz más alta y Hogun le metió un codazo recordándole que estaba allí Lady Sif —¡Mierda! Digo, perdón Sif.

— No tienes nada de que disculparte; lo que has dicho no es algo que me incomode.

En ese momento vio a Loki entrar en el comedor, perfectamente pulcro, oliendo a esencias, vestido y peinado a la perfección, tomó asiento junto a ella y Sif se quería morir, él estaba resplandeciente como el sol y ella tenía el culo llenó de barro, aunque se había lavado las manos y la cara, tenía tierra debajo de las uñas. En el acto vio las manos de Loki estaban con la manicure perfecta ‹‹Mierda›› pensó y se extrañó de que le importara su apariencia, sobre todo su apariencia ante Loki, nunca antes le había importado algo así. Metió las manos debajo de la mesa.

— ¿Tienes algo que hacer luego del almuerzo? —preguntó pues la curiosidad le ganó, estaba arreglado como si fuese a salir.

— Sí, tengo clases de hechicería —respondió sin más.

— ¿A qué hora? —estaba siendo indiscreta, pero no le importó.

— A las 4 ¿por qué?

¡A las 4pm! Eran la 1 pm, pudo ducharse luego de comer, lo miró de arriba abajo una vez más y luego miró a los otros 4 hombres, todos estaban sucios y casi que malolientes, incluyéndola y él estaba como lo que era; un príncipe.

— No, por nada, es que pensé que sí podías entrenarme para fortalecer las piernas.

Loki la miró de manera sugerente, esta vez sí por un pensamiento de doble sentido y las mejillas de Sif se encendieron enseguida y bajo la mirada. Loki debió reprimir las ganas de carcajearse, pues la chica capto su expresión inmediatamente.

— Puedo enseñarte algunos movimientos —ahora si se rio, no podía evitar el pensar mal y Sif se puso más colorada—, lo siento —dijo y se volvió a reír. Ella solo asintió, ambos sabían que estaban pensando en todo menos en ejercicios—. Hablando en serio, puedo pasar una hora más contigo —no dijo más o su mente terminaría de volar a donde no debía.

Comenzó el almuerzo y Sif quería un par de guantes para ocultar sus uñas sucias, sintió que moriría de vergüenza, pero comenzaron a charlar con ella los otros guerreros y eso la relajo.

A las 3 estaba con Loki en la arena techada que tenía distintos aparatos de prácticas y ejercicios, el mago la hizo sudar y no de la manera que le gustaría. Si la chica podía caminar al día siguiente sería un milagro. Cerró la ronda de ejercicios haciéndola hacer flexiones. Ella no se había quejado la primera vez y había hecho todo sin cuestionar.

— ¿En verdad quieres esta vida? —preguntó Loki.

— Sí, es lo que más deseo, mi padre fue un gran guerrero y mi hermano también lo fue, pero murió muy joven y… —no siguió hablando.

— Cayó en la guerra con Vanaheim, ¿verdad?

— Sí, y con él se fueron muchos anhelos de mis padres.

— Lo siento.

— Gracias —le ardían los brazos a más no poder pero igual seguía.

Él le dijo que era suficiente y ella lo agradeció mentalmente.

— Mañana a las 8 aquí, luego a la arena destechada, está bien por hoy.

— Mañana a las 8 estaré aquí, Loki.

— Eso si te puedes parar de la cama —se burló riéndose.

— Si podré —dijo segura de sí.

— Hasta mañana, ahora me retiro, permiso.

— Hasta mañana, Loki —le gustaba llamarlo por su nombre.

Hacerla sufrir y sudar le recompensó el hecho que Thor no haría su trabajo con ella, por lo menos no completo, pero se lo había prometido a su madre, así que tendría que ayudarla.