Fic: Por Accidente
Buenas, soy nueva y este es el primer fic que subo aquí, aunque no es el primero escribo, espero que les guste y si quieren dejarme comentario, bienvenido sea in más les dejo con el capítulo
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"…."-pensamientos
Forzoso encuentro (Cap 1)
Otra vez igual…como cada día como venía siendo desde años… cada tarde…cada noche…pero que podía hacer?... no tenía a nadie, no podía escapar, simplemente…no podía huir.
Ya a altas horas de la madrugada, se desplomó en su cama…como siempre llorosa, impotente, triste… apenas le quedaban 2 horas para levantarse e ir un día más a su primer año de universidad en Pedagogía, con 19 años, una mujer bella, de larga melena y hermosos ojos, de complexión delgada y con buenas curvas, pero ella no se apreciaba…en lo más mínimo, se veía asqueada a sí misma, y nadie podía hacerla cambiar de opinión, no si ni siquiera ella se dejaba ayudar. Apenas conocía a nadie, era nueva, y dada su poca expresividad y gran timidez, tampoco la gente se animaba a hablar con una sosa y cerrada persona, pero hubo una persona que aunque tímidamente al principio se conocieron, se hicieron grandes y buenas amigas: Sango.
La morena, tumbada en su alcoba, sintió que la llamaban, y no podía ser otra que su madrastra: kagura; que seguro estaba deseosa de que partiese a su rutina matutina, pensó la muchacha mientras perezosa y doloridamente se levantaba y caminaba al baño para asearse y darse una rápida pero reconfortante ducha; a los 10 minutos se vistió y sin desayunar, como cada mañana salía de su "casa", la que era un chalet de tres pisos, cercano a una mansión casi, la cual era rico en adornos y comodidades, tenían varias sirvientes a los caprichos de Kagura, una ama de llaves, encargada de toda la casa y su orden, menos una zona, el último piso, en la cuál se hallaba su padrastro Naraku. Cada día se avergonzaba más de su familia, pero que podía decir… afuera, la observó un señor viejo y canoso que con amabilidad le abrió la puerta del coche, estacionado en el patio delante de ella; pero como cada mañana negó y se fue en bicicleta, pues estaba bastante lejos, pero no la importaba, podía haber elegido cualquier otra universidad pero no, fue lo único que la respetaron, y que eternamente agradeció: la universidad Shikon.
La ciudad era grande y llena de edificios, apenas espacio para los árboles y naturaleza que tanto ansiaba, todo era tan diferente a cuando estaba su padre…; pensó mientras pedaleaba sin mucho cuidado, casi ausente a la carretera, la cual se iba llenando rápidamente de coches, semáforos y obstáculos, de los que debería estar atenta, fue entonces que un gritó la sacó de su ensimismamiento.
-¿?: kagome!!-saludó la chica de ojos marrones y pelo castaño oscuro, la pelinegra en bicicleta se acercó a la cera con cuidado y observó que era su amiga, "su única amiga", pensó, con agradecimiento.
-kagome: ola sango! Que haces por aquí, creí que vivías más al centro.
-sango: lo sé, pero salí antes de casa para comprarme una revista: El Diario de Joe Jonas!, así que aquí me tienes
-kagome: Joe Jonas? Así que finalmente te has hecho su fan jeje
-sango: siii, pero míralo, si es que es tan guapo-se sonrojó abrazando la revista, mientras que su amiga la veía sonriente- habrá algún chico tan guapo como él? Aaah-suspiró como enamorada, y la otra expectante roló sus ojos, era tan soñadora, pero a la vez tenía los pies bien puestos en el suelo, a lo cual sonrió sincera, viendo por acto reflejo la hora, empezaban a retrasarse y miró a su amiga seria
-kagome: sango, baja de las nubes, tenemos que ir rápidas ya tenemos que irnos.-comentó mientras su compañera asentía y ambas partieron, sango corriendo, como retando a su amiga en bicicleta, pasando una loca idea por sus mentes, sabiendo que en ello había una apuesta. Y así ambas corrieron, kagome, por supuesto tenía más dificultad, pero no se iba a rendir, aunque no lo pareciese era bastante buena con la bicicleta, incluso con moto pero era muy cauta.
En un barrio bastante limpio de gentes elegantes y ricas, se oía un rugir, un insoportable sonido de motor, procedente de una moto negra, con rayas plateadas en los lados, un peli plateado montado, de larga melena y buen cuerpo, rugía con la moto, queriendo que su amigo saliese de una maldita vez de su casa, como siempre, llegarían tarde, aunque no le importaba lo más mínimo; ambos, hombres guapos con su propio club de fans, eran admirados y casi perseguidos por las chicas, a lo que su amigo no le molestaba, más bien le gustaba, pero a él le hastiaba, ambos de la universidad Shikon, él estudiando Empresariales y su amigo Medicina, el cual, por fin se dignaba a aparecer.
-¿?: ya te tardas!- gritó ofuscado, mientras miraba a su amigo de orbes azules y apenas se inmutó del comentario sonriendo.
-§: ya no te preocupes amigo, sabes que anoche me acosté tarde.-comentó mientras sacaba su moto no tan grande y llamativa como la de su impaciente amigo, pero bonita al fin de al cabo, de un azul marino, sin apenas detalles, solo unas líneas moradas al frente.
-¿?: despojando la virginidad de alguna inocente caída a tus encantos?-preguntó irónico, a lo que su amigo se sintió ofendido, sabiendo que no era cierto.
-§: no seas así inuyasha, sabes que me quedé esperando al lado del teléfono como un desamparado, y tú qué? –miró a su amigo dejando ver sus orbes extrañamente doradas, razón por la que tenía más fans y era mas llamativo-Volviste a ver a la "roca"?-se molestó por la entonación en el apodo que le tenía puesto a su "novia"
-inuyasha: ella no es "roca" es kikyo, miroku y no, no la vi, estamos peleados, es demasiado celosa.-suspiró pesadamente, mientras arrancaban ambos raudos a la universidad, era un largo trayecto, pero ambos temerarios pasaban como si nada evadiendo y esquivando los gritos, quejas y coches que les obstaculizaban, aunque el ojiazul era más cauto y no iba a tanta velocidad como su plateado amigo, viendo como éste se adelantaba, pasando por alto un policía que silbaba y decía con la mano que no, ignorándolo, pasó encontrándose con varias limusinas salir de la nada, a lo cual, sonrió desafiante y dio paso a su maniobra, un brillo se vio en sus orbes y sin mucho esfuerzo esquivó las limusinas y alguna moto que se colaba, dejando a las personas aludidas con sorpresa, a ello solo sonrió más, arrogante y aceleró la velocidad.
Ambas chicas aún corriendo y esquivando los obstáculos aparecieron en la carretera casi vacía que iba recta y directa a las puertas de la universidad, ambas viéndose casi empatadas aceleraron más la velocidad, esquivando algún estudiante o coche más, la pelinegra llevaba las de ganar y sonriente saboreó el pensamiento de saber que tendría su postre favorito en la hora del almuerzo, pero un rugido apareció de la nada, despistándose y cuando pasó el último edificio que lo separaba de la calle paralela en la que iba recorriendo, vio una moto negra de rayas blancas, hermosa y su portador de extraño pelo plateado, el cual apenas se percató de la presencia de la bicicleta, se iban acercando peligrosamente por algunos desniveles del asfalto.
Volteó el ambarino apenas topándose con la bicicleta morada y en ella unos ojos chocolateados asustados al ver el ritmo que ambos llevaban, ella quiso echarse al lado contrario, pero por la velocidad y al notar el roce de la moto, perdió el equilibrio cayendo estrepitosamente al suelo, chocando sin querer la rueda trasera de la bicicleta en la moto del ambarino, el cual intentó esquivarlo pero no pudo, cayendo también al suelo, adolorido y soltando mil maldiciones; sango que oyó el sonido de la caída se paró dándose la vuelta asustada, al ver la tremenda caída de su amiga, corriendo a ayudarla, que aún yacía tumbada; mientras otro rugido de moto apareció pero se tensó al ver a lo lejos la moto y su conductor en el suelo, con una mano en la cabeza, corrió a él raudo, y cuando llegó lo vio con una pequeña herida en la frente, sangrante y pudo apreciar apenas como unas piernas blancas y esbeltas pasaban frente a sus ojos, quedando embelesado, viéndola llegar al parecer hacia la otra víctima de la caída, aparentemente más grabe que su amigo.
-sango: kagome! kagome!!-gritó asustada su amiga, llegando junto a ella.-kagome estas bien?- se agachó a ella viendo que tenía muchos rasguños, y un empiece de moratón en la cabeza, la morena empezó a moverse mareada, viendo a borrosa a su amiga.
-kagome: sango? – Parpadeo varias veces viéndola ya bien, observando su estado y la bicicleta a un par de metros adelante.- mierda…-intentó levantarse olvidando por completo su estado, sintiendo molestia en la muñeca y pie derecho, pero los ignoró centrándose en su bicicleta, viendo si estaba en condiciones- ufff…menos mal que solo fue el impacto al suelo, tranquila sango solo fue la caída, solo tengo algunos rasguños-sonrió dejándola más tranquila pero aún preocupada, ambas se fijaron en los hombres que tenían no muy lejos al frente, levantándose sin dificultad, las chicas se acercaron preocupadas.
-kagome: ola, perdón por la caída me despisté
-inuyasha: ya ya sí- observó su moto y tenía un rasguño en su perfil habiéndose ido gran parte de la pintura y con numerosos rasguños- demonios!- se agachó y tocó observando más de cerca el estado y se puso más rabioso, aún teniendo en mente la discusión de ayer con la otra pelinegra- mira como dejaste mi moto!- gritó dejando sorprendida a la chica
-kagome: perdona, vas a echarme a mi toda la culpa?-preguntó sin creérselo- no sé si te diste cuenta, al parecer no, pero yo iba a tu lado y apenas pude perder el equilibrio pues rozaste conmigo, así que responsabilízate de tu parte chaval- defendió firme frente a su dorada mirada que se crispaba de enfado, pues lo estaba humillando. El azulado que veía que tenía razón se interpuso, poniendo una mano en el hombro de su amigo.
-miroku: bien, pues zanjemos el tema, cada uno tiene lo suyo-observando que su medio de transporte tampoco estaba en las mejores condiciones- vayámonos entonces y olvidemos este desafortunado accidente- dijo desviando la vista a la castaña, que lo miraba con aprobación y curiosidad- y ya que estamos, querida señorita- dirigiéndose a sango y cogiendo delicadamente una de sus manos- quiere tener un hijo conmigo?- la mujer, alucinando, ofendida y completamente a cuadros, le miró con rabia y le plantó la mayor cachetada de su vida, haciéndolo girar la cara
-sango: imbécil! Pero serás pervertido!!- bramó respirando agitada, mientras su amiga la veía entre pasmada y orgullosa y el ambarino pareció sentir la misma bofetada que él, fue un sonido claro y congelante, y así es como lo dejó, vio a su amigo llevarse la mano a la mejilla casi lloroso por el dolor, intentó acercarse una vez más pero esta vez se interpuso la morena.
-kagome: bueno ya dejemos esto, llegamos tarde-dijo apenas pero antes de avanzar se giró al azulado-cuidadito con lo que quieres- avisó peligrosamente amenazante, dejando un poco nervioso al azulado y sorprendido al ambarino, viendo como ambas se iban.
-miroku: me he enamorado-dijo de repente el de la coletilla, pero su amigo no lo escuchaba, se quedó pensando en como aquella chica se había enfrentado a él y en como se había ido, sin saberlo empezó a latirle rápido el corazón; ambos una vez recuperados de su embobamiento, aparcaron sus motos cerca de donde estaba una bicicleta morada, con bastantes rasguños.
-sango: pero será!! Como se atreve!-suspiró hastiada, viendo como su amiga intentaba calmarla- ya habían entrado en clase y el profesor las regañó dándolas deberes extra, cada una en su propia aula y luego por orden partieron a la biblioteca, donde ambas ahora estaban.
-kagome: ssshhh, habla mas bajo, ya tenemos bastante tarea por llegar tarde, a mi también me molesta su comportamiento, el de ambos-comentó rápidamente, recordando el accidente.
-sango: bueno…dejemos ya el tema, total quizás solo nos tropecemos con ellos un par de veces, como también vienen a esta universidad- suspiró cansada, abriendo los libros que tenía en la mesa e igual hizo kagome, empezando a avanzar algo en la tarea. Sintiendo de pronto la puerta abrirse bruscamente, alarmando al encargado de la biblioteca.
-encargado: guarde silencio y siéntese- dijo apenas, viendo como el alumno pasaba con las manos en los bolsillos y ojos cerrados sin inmutarse apenas, agarró la silla de costado y estiró sus piernas como si nadie estuviese presente y en eso se fijó que dos miradas lo miraban consternadas.
Kagome y sango lo miraron sorprendidas, mientras que el aludido se sorprendió al principio pero solo dejó escapar un bufido y se llevo las manos a la cabeza pasando de sus miradas que a los pocos segundos se volvieron a centrar en los deberes. Él abrió un poco sus ojos viendo a la pelinegra centrada al contenido de sus libros, llevándose a la mente el recuerdo de la mirada antes del choque -"asustada pero sorprendida…"-rápidamente cambió de pensamiento frunciendo el ceño recordando la noche anterior por teléfono.
Flash back
-ya kikyo! Deja de exagerar las cosas! Sabes que no hay otra!-
-yo te creo, pero no me fío de esas! Pueden seducirte y tu como hombre caerás en sus redes!-
-no confías en mi o que?! Si tanto desconfías simplemente no mires lo que no quieres! no tengo la culpa de ser atractivo!-
-no es eso amor, no puedo evitar preocuparme por si hay otra, estoy en EEUU y tu allí… tan solo que una cualquiera puede abalanzarte! No ves que estoy preocupada por ti!?-
-que si que si, mira kikyo, no te preocupas ya vale? Si quisiese a otra solo te dejaría y punto!-
-m-me dejarías…por otra?... t-tan mala soy? Tan mal te he tratado..? no inuyasha amor por favor!!-sus llantos se hicieron presentes, cansado más al dorado.
-mira kikyo, en ningún momento he insinuado eso, deja de imaginarte cosas! Tan solo era un ejemplo! Bueno ya tengo que irme, ya hablamos-colgó interrumpiendo el llanto de la joven, ahora molesta.
End flash back
"tsk… siempre tan celosa por todo y por nada…" – siguió inmerso en su mente, mientras se balanceaba un poco en la silla, esperando a que pasase la hora y volver a su correspondiente aula "que suerte tiene miroku… su profesora es amable" carraspeó incómodo por la "ingenua" sonrisa de su amigo.
-§: naraku, como van las negociaciones?
-naraku: bien hakudoshi, todo va según lo planeado, tenemos a kanna investigando cerca y pronto podremos acceder a sus cuantas, pero se lo debo a usted, y pos sus servicios prestados- sonrió cínicamente
-hakudoshi: no sea tan modesto, si no fuera en parte por su hijastra yo no estaría aquí hablando con usted
-naraku: cierto cierto, le satisface?-preguntó osado apoyando sus codos en la mesa aproximándose
-hakudoshi: (con el mismo gesto) por supuesto…-comentó apenas siniestramente, intrigando a su aliado. Y oyendo poco después unos golpes en la puerta.
-naraku: si
-§: perdone señor, el señor Renkotsu quiere verle-informó algo insegura, pues la presencia de aquellos dos hombres daba escalofríos.
-naraku: bien, hazle pasar-pocos segundos después pareció un señor trajeado y calvo de mirada tosca y serio- cuanto tiempo, amigo, pensé que vuestras negociaciones con nosotros estaban a mitades, quieres exigir mas de lo que puedes entregar?
-renkotsu: no vengo por eso, nuestro señor desea ser complacido, como la gran mayoría de sus proveedores hacen, al igual de ofrecerle un mayor trato e interés, recibirá el 25 de las ganancias de las acciones en bolsa de toda nuestra agencia.
-naraku: je… tanto interés por ser complacido por mi hijastra… bien, acepto, pero con una condición más.- pronunció siniestro- que me deje ver su gran tesoro-causando tras esas palabras un temor en el segundo al mando.
-renkotsu: pe-perdón señor? Lo lamento pero eso no será posible, tiene estrictamente prohibido apenas hablar de ello.
-naraku: entonces lo lamento pero no podrá ser, aun sabiendo el gran interés que tiene por mi hija.- recostándose en su asiento como si hubiese zanjado el asunto, su visitante se puso nervioso y realizó una llamada.
-renkotsu: le daremos el 40 y es nuestra última oferta para el trato.
-naraku: mmm… me parece justo, hecho-sentenció mirándolo fríamente y sonrió viéndolo salir.
-hakudoshi: eres un monstruo…pero me gusta, no me extraña tu petición, es algo que todos deseamos ver, pero el no parece ceder, aunque…bien es cierto que esa belleza lo merece.
-naraku: lo sé, y puedo aprovecharme de ello con total libertad, ella no huirá de mí, nunca más.- sonrió arrogante y se relajó dando un sorbo de whisky.
aquí el primer capítulo espero que les haya gustado, si hay reviews, les contestaré en el siguiente capítulo un besoooo
