Ya era muy tarde, la luna ya casi había tomado completo mando de los dominios del cielo mientras en la oscuridad se veía una pequeña luz, en aquella luz un chico de 16 años lloraba en silencio mirando aquellas estrellas que junto a la hermosa luna llena iluminaban aquella noche tan fría y desolada. El tiempo se había detenido, el chico miraba la luna sin quitarle la mirada mientras desde un lugar alejado pero no tanto se encontraba un hombre de piel blanca, ojos azules y pelo de un bello color plata, observaba muy intrigado al pequeño llorando, como si le causara dolor y a la misma vez disfrutara de tal escena.
Disculpa,¿ conoces un chico llamado nikaido akira?- pegunto el peliplata con una sonrisa picarona un poco pervertida a la cual el chico respondió sin mirar- si soy yo, que quieres conmigo
El peliplata le puso una de sus manos en el rostro y lo levanto un poco para que pudiera verlo- te eh estado buscando mi querido akira-kun
El chico al ver aquel rostro se sorprendió tanto que sus lagrimas dejaron de salir, quien estaba delante de él no era más ni menos que shirogane, su querido shirogane por el cual había llorado, por el cual sentía el amor que nunca había sentido por nadie, los brazos del chico se extendieron sin que él se diera cuenta reposándolos en el cuerpo de su tan esperado camarada, al hacer esto el mayor se quedo anonadado respondiendo el abrazo a su amado akira.
No sabes cuánto me había preocupado por ti, no sabes cómo es vivir durante este tiempo con la incertidumbre de no saber si estabas vivo o muerto en verdad no lo sabes, yo… ¡yo quería verte!- el mayor no podía creer lo que estaba pasando, su akira lo estaba abrazando, su amado akira lo había extrañado, era algo que no podía describir, esa emoción era una que para el no podía describir.
Akira yo también te eh extrañado… pero es mejor que te alejes de mi, adiós… aki…
¡akira, vamos akira despierta, es hora de ir al insti!- dijo un chico de la misma edad de cabellos dorados - ¡akira!
Kengo!- dijo el chico con un aura maligna- podrías salir de mi cuarto maldito engendro del demonio
Pero… está bien me iré
Era un sueño… absolutamente todo, shirogane… el ya no está aquí, ya no está aquí, que voy a hacer, ahora que lo pienso en los momentos que le necesito nunca esta, pero porque esta vez es diferente, porque no puedo hacer nada más que pensar en él, porque no me puedo sacar de la mente el no verle junto a mí, porque no puedo ver que las cosas han cambiado… que el ya no volverá a mí, porque te fuiste… porque si ahora yo te amo.
