Normal POV
Aquella despedida, fue en una noche fría, era pleno invierno en magnolia, las calles estaban húmedas.
Luego de varios meses él aparecía, luchando por sobrevivir y demostrándole a ella, que seguía expiando sus pecados, pero aun así, de las nieblas de donde él emergía, desaparecía.
Y a ella cada despedida le sabía amarga, eran vacías, tenía demasiado de que hablar pero al memento de decir el adiós, ya nada se podía hacer.. Sólo observar su silueta desaparecer.
Pero aquella noche ella no regresaría a su casa con ese sabor amargo, no sabía si lo volvería a ver, quizás mañana él moriría en una lucha contra los gremios oscuros y ¿acaso ella se quedaría tan sólo con las ganas de haberle dicho todo lo que pensaba o sentía?
Miró fijamente a sus ojos tímidos, siempre desviaba la mirada, como si estuviera avergonzado de que observaran su penosa existencia, pero aun así, ella lo percibía, ese brillo de que él ansiaba la calidez, deseaba que lo amaran. Y ella lo hacía, entonces ¿por qué era tan difícil decirle todo lo que Jellal le hacía sentir?
-hace frío …- suspiró, soltando vaho
-sí…- miro hacia riba, tirando del paño para esconder aun más su rostro oculto.
-¿vas a regresar?-
Él la miro a los ojos
Ella abrió la boca para hablar, pero la volvió a cerrar
-tienes que volver.- lo miró fijamente
-no lo sé, erza- desvió la mirada
-eres una persona importante para mí-
Jellal sonrío de lado, abrió su chaqueta larga y saco algo de su bolsillo interno.
-ten-
Le paso un collar de cadena plateada que le colgaba un pequeño corazón de cuarzo, era simple y femenino. Erza lo observó atónita.
-no es suficiente…-
Lo abrazó con fuerza al cuello, como si al soltarse caería a un abismo, Jellal se estremeció, y le devolvió el abrazo suavemente.
-porque te amo Jellal y te quiero volver a ver-
Apretó su rostro contra el hombro de Jellal, él suspiró dolorido y la abrazó con fuerza.
-…un hombre como yo, no merece tu amor.-
Ahí venia de nuevo, siempre con que no se merecía nada de ella, ni nada del mundo, y Erza no podía hacer algo al respecto, lo amaba tal cual era y él no se valoraría nunca, siempre seria una escoria ante sí mismo.
Tomó su rostro, le bajó el pañuelo y antes de que se diera cuenta de lo que iba a hacer, lo besó, sus labios eran suaves y cálidos, sintió su cuerpo destensarse, y la abrazó con fuerza, una de sus manos estaba en su cabellera escarlata y la otra en su cintura. El beso se profundizó, sintió su respiración lenta y tranquila, sus lenguas de acariciaron sin ningún tipo de guerra, Erza gimió levemente al sentirse sin aire, y lentamente terminaron su beso.
-por favor quédate un día más-
Jellal le acarició su mejilla y le sonrío con ternura.
-me quedaré-
Erza lo abrazó y rozó su mejilla contra la de él
-gracias Jellal-
Erza agarró la mano de Jellal y se dirigió a su casa, tenía mucho que decirle, pero no podía hablarle allí, sobre un puente a la intemperie.
Su mano era suave y él entrelazo sus dedos con los de ella pero aun así seguía evadiendo su mirada.
La casa de erza estaba en completo silencio, al entrar encendió las luces y se saco su chaquetón, Jellal observaba con curiosidad el hogar.
-es muy bonita-
-¿sí? , no es la gran cosa, pero para una persona que vive sola está bien… Por cierto ¿te ofrezco algo?-
-no, gracias-
Se sentaron en uno de los sillones y junto a un silencio incómodo, a erza le desapareció todo el coraje que había reunido, mientras Jellal observaba la habitación con atención, evitando los ojos de ella.
-muchas gracias por el collar, está muy bonito- erza saco el collar de su bolsillo y se lo señaló, Jellal se volteo a mirarla y le entrego una sonrisa tímida.
-es bueno que te haya gustado, creí que quizás no te gustaría algo tan "cursi"- se encogió de hombros.
-es perfecto, ¿puedes ayudarme a ponérmelo?-
Se volteó y agarro sus cabellos escarlata, desnudando su delgado cuello pálido, Jellal nervioso se lo abrochó con cuidado.
Erza sintió sus brazos abrazarla en el cuello con cuidado.
-yo también te amo-
Y le abrazó con más fuerza, Erza se giró para mirarlo fijamente, le acaricio el tatuaje de su rostro y lo besó.
Jellal la abrazó con más fuerza, no quería que se fuera de su lado y profundizó su beso llenándolo de pasión, Erza lo acarició y abrazó. Se comunicaban mucho mejor así, en el silencio, sus cuerpos demostraban todo el amor que se tenían y con el paso de los minutos, Erza deseo sentir su piel, cuidadosamente intentó sacarle sus ropas, Jellal aceptó haciéndole la tarea más fácil, entre besos y caricias, pero ella no se escaparía, al cabo de un rato se besaban desnudos.
POV Erza
Sentía su aroma característico llenando mi ser, acaricie su cuerpo y me grabe mentalmente como era exactamente, sus imperfecciones junto con sus atribuciones, escuchaba su respiración tranquila, su cuerpo era cálido y él me observaba con amor y admiración, como si fuera una de las esculturas más bellas del arte, al contrario de varios hombres, que sus ojos me miran con lujuria y deseo de poseerme.
Sus besos eran exquisitos, no me mordía ni intento hacerme algún daño, me besó el cuello con pasión y amor, me acarició el cuerpo con cuidado, me decía cuanto me amaba, lo bella que era y sonreía, él era feliz allí conmigo y yo lo era también. Mis pezones se sensibilizaron al sentir su pecho sobre mí, y me abrazó rodeándome de su aroma y calor.
POV Jellal
Estaba debajo de mí, sus cabellos escarlata estaban esparcidos por todos lados y me miraba fijamente, su respiración estaba acelerada, su piel era suave, olía muy bien, se veía tan frágil, no era la misma Erza tenaz, pero tenía una sonrisa tan cálida y temía asustarla, al sentir mi miembro endurecerse al contacto con su vientre, pero si dejaba de abrazarla lo vería y no podía evitarlo, sus besos, caricias, miradas, ella era perfecta y la quería sólo para mi, era frustrante tener esos pensamientos tan egoístas.
-quiero hacerte el amor-
Ella me dijo, mirándome fijamente y con decisión, yo no estaba pensando muy claro y me sorprendió, no sabía que decidir, no quería hacerle más daño del que ya le había hecho.
Sentí que abrió suavemente sus piernas y se acomodo debajo de mí, luego me miro tranquilamente esperando mi respuesta.
-te amo, y no quiero volverte hacer algún daño-
-yo sé que no lo harás- sonrió y me beso con ternura.
Puse mi miembro frente a su entrada, la sentí húmeda, ella se puso algo nerviosa, me recosté para abrazarla y besarla. Entre lentamente, ella se estremeció y gimió con dolor, yo sentí una ola de placer, la bese y ella me respondió pero seguía estremeciéndose a medida que entraba.
-voy a parar, te estoy haciendo daño-
-no, es normal, se pasara-
Me miro nerviosa y me acarició la nuca, termine de entrar y empecé a hacerle el amor lentamente, escuche un gemido de placer, ella cerro sus ojos con delicia, cada vez fui más rápido, erza arqueaba su espalda y gemía, me miraba fijamente con lujuria, me besaba y emitía unos suspiros hermosos.
Ella se sentía tan bien, era cálida, húmeda, estrecha. Nuestros cuerpos empezaron a sudar y la habitación se lleno de sonidos de placer.
POV Erza
Su miembro se sentía tan bien, con cada estocada una ola eléctrica de placer me colmaba el cuerpo, el gruñía de placer y observaba cada expresión mía, sentía que llegaría el clímax, el iba cada vez más rápido y yo cada vez sentía que alcanzaría ese gran orgasmo, hasta que fue más lento el movimiento y sentí su miembro palpitar, junto con mi gemido del orgasmo, él liberaba su fluido tibio que se mezclaron con los míos en mi interior, me desplome del cansancio.
Jellal me dio un beso en mi hombro, puso su mano en mi nuca y me besó.
Normal POV
Jellal se recostó al lado de Erza y la abrazó.
-te hice sangrar-
-no te preocupes, fue maravilloso-
Erza sonrió plenamente
-sí, lo fue-
-te amo Jellal-
Él la abrazo con fuerza y Erza se acomodo entre sus brazos, su calor, su aroma, su amor y se quedaron dormidos juntos, esa noche fría.
