Disclaimer: Son personajes de Himaruya Suiza, Austria, Liechtenstein y... el otro. Ese. Sí, ¿cómo se llamaba? Sí, hombre, ese que es como América pero que no es... bueno, América. Lo que sea.

July One

Suena el timbre del departamento de Canadá, él que está... dando de comer a su oso, pide un momento antes de ir a abrir. Y nos da risa Canadá susurrando "un momento" al aire. Bueno, que al final va a abrir.

"Soy yo..." Susurra Lili en el altavoz.

—¡Oh! ¡Sube! —exclama contento y cuelga sin abrirle, poniéndose nervioso y mirando que no haya nada fuera de lugar. Vueeeelve a sonar el timbre. El canadiense parpadea pensando en si será alguien más y maldice porque quería estar a solas con ella un poco, contestando de nuevo.

—Ehm... Canadá... No abriste...

—Ah... ¡Ah! ¡Ah! ¡Perdona, perdona! —le abre.

Así que un par de minutos más tarde... Suena la puerta en el apartamento de Canadá mientras este ordena desesperadamente... nada. Porque está todo ordenado y se pone una camiseta de Hockey más cool y se peina un poco.

Tocan nueeeeevamante la puerta y ahí va corriendo a abrir por fin. Y lo siento de verdad... Pero sí, Lili y Suiza le saludan... No sé si Austria se haya unido a la comitiva. Pues sí está. Suiza le habrá dicho "voy a acompañar a Lili... ¿Te quedas/vienes?".

"Es el cumpleaños del muchacho..." le habrá respondido, tratando de no ir, tratando que ninguno de los dos fuera. De hecho, si lo pienso bien, es probable que el helvético le haya insistido que fueran porque a Suiza le agobia que no vean a Canadá.

Así que sí está ahí, porque de seguro insistió en que Suiza no fuera, sin ningún éxito. Y ahora está en plan "la próxima vez le diré a Galia que te lo pida". Fulminación suiza.

La sonrisa de Canadá se tuerce un poco al ver a Suiza.

Hallo —saluda Lili sonrojada.

—Siento que vengamos sin avisar —el saludo de Suiza.

—Ah, non, non, está bien. Adelante —se aparta de la puerta para dejarles pasar.

Suiza asiente un poco y le hace un gesto a Austria para que pase detrás de Liechtenstein. Lili sonríe pasando al lado de Canadá con cierta cara de circunstancias porque desde luego habría preferido venir sola.

Canadá la mira y se humedece los labios y bueno, igual siempre es Francia el único que le llama por la noche o al día siguiente si se acuerda, todos los demás siempre le felicitan por el cumpleaños de América, incluso Seychelles e Inglaterra, así que bueno, esto es una mejora considerable.

Alles Gute zum Geburtstag —felicita Liechtenstein muy formalmente en cuanto entran a la sala.

Merci —leve gesto de la cabeza.

Suiza mira a su alrededor y carraspea un poco sentándose en el sillón largo, como cada vez suponiendo que Austria se sentará en el individual.

Austria se acerca a felicitar a Canadá con un suave gesto de cabeza. Todo es suave con Canadá, Austria, mientras no juegues Hockey. Claro, Canadá sonríe un poquito, agradecido.

—Ehm... ¿Cómo lo has pasado? —pregunta Liechtenstein a susurritos acercándose a él, queriendo abrazarlo y darle un besito de cumpleaños al menos. Se sonroja un poco sin hacer nada de todo eso.

—B-Bien, muy tranquilo, como siempre. América me ha llamado esta mañana y... bien. ¿Queréis una cerveza?

Ja, danke, muchacho —asiente Suiza.

—¿Me ayudas? —pide a Liechtenstein para poder ir con ella a la cocina al menos.

—Te ayudo —propone Lili a la vez, sonriendo.

Así que asiente con la cabeza y la hace pasar delante abriéndole la puerta como el caballero que él sí es. La chica le agradece sonriendo. Entra tras ella cerrando un poco la puerta y sonríe un poco tímidamente. En cuanto cierra la puerta, Liechtenstein, con cuidado y suavidad se acerca y le abraza de la cintura.

Él se sonroja un poco, pero sonríe más y le hace un cariñito en la cara, dudando si abrazarla con mucha, mucha fuerza y luego darle un beso de los que quitan el hipo porque está realmente muy contento de verla... pero no lo hace.

—Mi bruder ha dicho de venir él también y yo pensé que... Bueno, quizás no te molestara del todo...

—No me molesta para nada —niega con la cabeza.

—¿No? Estaba preocupada, quería venir yo sola pero él insistió... Y yo sé que se preocupa...

—Bueno, ellos... yo habría preferido que vinieras sola pero, no pasa nada.

—Tiene buena intención y se preocupa por ti.

El americano se humedece los labios y es que... de verdad le interesa lo que le cuentas pero es que...

—... Le gusta que estés acompañado y... —sigue en susurritos daaaandole tiempo para hacer lo que quiere. Venga, Canadá, no seas tímido. Es que sí es tímido así que la escucha ateeeentamente—... le preocupabas, en general, aunque no lo parezca.

—Es... Es muy honorable de su parte.

La sajona le mira y sonríe un poquito, ahora ella humedeciéndose los labios.

—¿Tienes algo planeado?

—Quiero decir, quizás no tendría porque hacerlo pero lo hace y... —se le corta el parloteo nervioso y niega—. Siempre paso este día en casa tranquilo —esperando a que alguien venga a verme o me llame como mínimo.

—Podemos preparar un pastel si quieres —propone sonriendo un poquito—. Tengo unas recetas de Österreich que me salen muy buenas.

Oui! —la abraza un poco más. Ella sonríe contenta y le aprieta.

—Pero antes, tenemos que darte un regalo.

—¡Ah! ¿Además hay un regalo? —le brillan un poco los ojos rezando "queseaqueSuizayAustriaselargan,queseaqueselargan".

—Es tu cumpleaños y he convencido a mi Bruder de que me dejara comprarte algo, y accedió al final. Ven, sirvamos las cervezas y vamos a la sala a que te lo demos.

No la suelta porque es que quiere su beso, Liechteinstein le mira a la cara. Se sonroja otra vez y traga saliva intentando tomar valor, repitiéndose que no es un cobarde... se le resbalan las gafas y se las tiene que subir ahora. Es tan mono.

La chica sonríe un poco y se sonroja... No se crean que ella no quiere su beso. Canadá cierra los ojos y se acerca un poquito. Ella se pone de puntas y se acerca un pooooco.

Y como no se lo den va a aparecer Suiza.

Se lo dan, se lo dan... lentamente, de manera suaaaaveeee, duuuulce y delicaaadaaaa ¿Qué hay del beso a la James Bond que habías imaginado, Canadá? Aún así a Liechtenstein le gusta mucho, así que sonríe en el beso, levanta una mano y le acaricia la mejilla con suavidad mientras le besa.

Y Suiza carraspea sonoramente en la sala. Si nada más carraspea, nadie le hace ni caso. Es incomodito pero tampoco es Britania. De hecho debe estar con ganas de gritar, mirando a Austria y "susurrando"...

—¿Pero qué hacen ahí dentro? —frunce el ceño. Austria le mira de reojo y sonríe de lado—. No, en serio... Están cultivando la cebada o... ¿Qué?

—Deben estar esperando a que se enfríe un poco —decide decirle.

—Claaaaro. Eso o besuqueándose contra la puerta del refrigerador —es lo que yo intentaría estar haciendo de ser ellos dos—. Liechtensteeeein!

—Déjala... —pide sonriendo, poniéndole una mano sobre la pierna. El helvético mira la mano, factor completamente distractor. Traga saliva.

—¿Qué no te preocupa que estén haciendo guarradas ahí?

Nein.

—Bien. Tú eres un desvergonzado. Y yo tengo sed.

—No te mueres de sed, nada más eres demasiado controlador, dale cinco minutos, ya bastante es que estemos aquí.

—Pues sí, ya bastante es que hayamos venido como para estar aquí esperando a que vengan —refunfuña—. Y no soy controlador, si realmente lo fuera no habríamos venido aquí gastando una millonada. No le habría comprado un regalo tampoco.

—Si realmente no lo fueras habrías dejado que ella viniera sola.

—Eso no es ser controlador, es estar preocupado y es muy distinto.

—De verdad apreciamos el esfuerzo que haces —suelta de repente, gratuitamente. Suiza parpadea.

—Lo... —es que las cosas gratis suelen ser sospechosas—. ¿Lo... hacen?

El austriaco se encoge de hombros y Suiza desfrunce un poco el ceño.

—Aprecio que... Lo sepan. ¿Has hablado con ella de esto?

—Sé que lo hace.

Se revuelve y mira a la puerta de reojo y es que le entran ANSIAS por no controlar TODO lo que hace.

—Me... Me parece bien que sepa que sí que me esfuerzo. Además el muchacho me cae bien y no entiendo cómo es que a veces le olvida.

—¿Quién?

England.

—Supongo que es bastante discreto.

—Me agrada... —asiente—. A excepción de cuando está toqueteando a Liechtenstein en la cocina. LIECHTENSTEEEEIN!

El de anteojos se ríe suavemente con eso y Suiza me lo fulmina.

Y por más que Liechtenstein intenta evitarlo y postergarlo, sale de la cocina sonrojadita y con las cervezas, con Canadá detrás con una bolsa de frituras y un bol para ponerlas.

—Lo siento... —susurra ella poniendo servilletas en la mesa y los vasos con cerveza claaaaara y aguaaaaada sobre ellos. Canadá susurra algo parecido, del mismo color rojo que ella.

—Así que ¿cómo has estado, muchacho?

—B-Bien, merci por venir —asiente amablemente. Suiza asiente también y se gira a Liechtenstein.

—¿Le has dado ya lo que has traído?

Nein, Nein... estábamos... Estaba yo... Esperábamos a salir con ustedes y eso —susurra y se estira para tomar su bolsito.

—Liechtenstein lo compró con sus ahorros —sentencia Suiza... Cual si Lili tuviera seis años.

Canadá vuelve a sonrojarse y a subirse las gafas sonriendo para Liechtenstein, que saca entonces una caja de unos 10 cm y se la extiende, sonrojada por además tener que hacer esto con Austria y Suiza aquí.

M-Merci... —susurra tomándola y se sonroja pensando si no será una caja de condones, porque uno no crece con Francia sin tener cierto tipo de mente... se sonroja más con ese pensamiento y se dispone a abrirla.

Ya, claro... Condones. Seguro Suiza le permitiría eso... Así que la abre... Y... Suiza muy amablemente le permitió a Lili gastar dinero en un... Reloj.

—¡Oh! —levanta las cejas sacándolo de la caja, sonriendo.

Evidentemente... Swiss Made. Mira qué complaciente Suiza, que le vende a Lili un reloj. Suiza no mira a Austria... Ejem.

—¿Te gusta? Yo lo elegí y es muy bueno, nunca va a fallarte.

Austria está mirando la cara que pone Canadá mientras este se lo prueba pensando que le gustaría tomar a Liechtenstein de la cintura, acercársele al oído y decirle que ahora va a pensar en ella cada vez que mire la hora... pero nada más asiente tímidamente.

Liechtenstein sonríe un poquito tímidamente también y extiende un poco una mano para enseñarle cualquier característica minúscula del reloj, y aprovechar para tomarle la muñeca suavemente. Traga saliva y mira a su hermano.

—Vamos a preparar uno de los pasteles que suele preparar Herr Österreich... —susurra y luego mira a Austria un poco suplicante.

Por supuesto Canadá se deja, escuchándola con atención y Austria levanta las cejas y hace un gesto de aprobación con la cabeza.

—Pensaba que... Mientras se prepara... ¿Han visto el día tan claro? Quizás podrían ir a la CN Tower y tener una bonita vista de Toronto desde ahí...

—¡Ah! —Canadá asiente—. Las vistas son preciosas.

Suiza levanta las cejas y mira a Liechtenstein con una de esas caras de hermano mayor. Austria piensa que eso está siendo un poco demasiado obvio.

—Me gustaría ir, ya que estamos aquí —aun así decide ayudar. Liechtenstein se revuelve un poco

—Ya, claro que te gustaría ir. No estaría mal. ¿Tú vendrás con nosotros, Canadá?

—Ah... ehm... Es que... No me gustaría dejar a Liechtenstein sola cocinando...

—Ya, sería bueno que te quedaras a "acompañarla" y "ayudarla" mientras hacen un pastel.

Canadá aprieta los ojos.

Je... pardón. Tal vez deberíamos ir todos —mira a Liechtenstein de reojo pidiendo ayuda y en la hora de las miradas suplicantes, ella mira a Austria pidiendo ayuda.

Schweeeeiz —insiste Austria quitándose las gafas y pellizcándose el puente de la nariz.

Was? —le mira y se revuelve un poco sabiendo bieeeen el problema—. Es... Es que...

—Ya lo sé, pero no pasa nada.

Bufidito suizo.

—Sólo vamos a hacer pastel, Bruder... Pueden quedarse y ayudarnos.

—Bien podría Österreich ayudar en algo alguna vez —protesta y hace los ojos en blanco—. Vamos a ver la torre esa que te ENCANTARÍA ver.

—Bien —Austria sonríe tomándose su cerveza con tranquilidad, eso sí, no te creas que se va a dar prisa.

Liechtenstein sonríe con eso un poquito y se recarga en su asiento conociendo a Austria y su parsimonia. Y ahora, la velocidad de Austria, hace que Suiza empiece a estar histérico y mirar el reloj.

Por supuesto... seguramente Canadá más o menos lo mismo. Liechtenstein se mira las manos, tan tranquila.

—Y... ¿Qué más te han regalado? —pregunta Suiza cuando ya le salta el ojo de la histeria.

—Ehm... pues... —ha venido mi chica a verme y se ha morreado conmigo en la cocina—. E-En el supermercado me han dado unos cupones de descuento y —en cuanto os vayáis vamos a tener sexo de cumpleaños—. Me trajeron un pastel a la oficina ayer porque hoy me tomaba el día libre.

Es muy moooono.

—Cupones de descuento... —asiente Suiza sin estar para nada convencido de que eso sea una buena actividad de cumpleaños, por vida suya. Mira a Austria de reojo.

—Y por algún motivo Russia me ha mandado un gato muerto, creo —esperodeseorezo—, me ha confundido con America... otra vez.

—Un... Gato muerto. Eso es un poco amenazador —Suiza parpadea incrédulo.

—No es la primera vez que le confunden —susurra Lili mirando a Austria y sonriendo levemente una vez más.

—De cualquier manera prefiero hacer como si no hubiera sucedido —confiesa.

Suiza niega con la cabeza en desaprobación.

—¿Cómo van tus defensas? ¿Has estado entrenando?

—¡Ah! O-Oui! Aunque aquí no es tan fácil lo de disparar, tengo que cruzar media ciudad para ir al club donde está permitido hacer prácticas...

Suiza se encoge de hombros.

—Eso no es un impedimento. Puedes cruzar caminando o corriendo y harás ejercicio. Además está el asunto de hacer que la gente te note que sigue pareciéndome preocupante —analiza el suizo frunciendo el ceño —, no deberían confundirte.

El canadiense baja la cabeza, regañado, porque Francia le dice lo mismo.

—Yo sé que no es fácil no ser tan llamativo —asegura Suiza y mira a Austria de reojo habiendo olvidado un poco que no quiere irse, porque le ha metido ahora la idea en la cabeza de irse y Austria es molesto por hacer todo tan lento.

Austria está haciendo todo tan lento, en parte, por molestar a Canadá y Liechtenstein y apoyar un poco a Suiza, pero bueno, al final se acaba la cerveza. Austria el rey de la molestia... ¡Ese es mi chico!

Pues por lo visto no lo ha logrado mucho esta vez, nada más a Suiza.

Es que Liechtenstein... Esto es como la tierra prometida con Austria, ¿sabes? Se va a ir. Ya aprobó. Sólo... Es cuestión de no asesinarlo rápidamente. Paciencia... Eventualmente se irá con todo y su hermano, que es el difícil.

La chica sonríe más al ver que ya se termina la cerveza así en modo. ¡Ha! Este arroz ya se coció.

—Bien —suelta Lili dando una suave palmada y poniéndose de pie. Se cuidadosa, niña, sólo te falta echarles.

Canadá da un saltito en su regañiza y Austria levanta una ceja para ella. Ella parpadea mirando a Austria, hace cara de preocupación y se vuelve a sentar.

Austria sonríe un poquito y asiente.

—Vámonos —concede a Liechtenstein más que le pide a Suiza, porque al final, es su niña y maldita sea que le cae bien.

—Finalmente, nadie toma tanto tiempo en beber una cerveza —protesta el helvético levantándose también y frunciendo el ceño. Repentinamente se gira y FULMINA a Canadá.

—¿Hay algo de lo que pase hoy que no te irrite hasta niveles insospechados?

—¿Eh? —sale de su fulminación total y mira a Austria.

—¿No has entendido la pregunta?

—No te he escuchado.

—Si hay algo que no te irrite hoy.

—Ah... Ja, bueno, es... cumpleaños del muchacho, eso es bueno.

—Quien lo diría —eso podría sonar menos irónico. El suizo parpadea.

—Vamos, deja de molestarme tú a mí cual si todo te pareciera bien.

El austriaco hace un gesto pomposo para que pase delante y Suiza suelta un bufidito.

—Eres insufrible —protesta y se gira con Canadá —. Estaremos aquí un par de horas.

Canadá que estaba ahora peleando con la voz de Prusia y su "sé lo que vais a haceeeeer" parpadea saliendo un poco de sus pensamientos.

—Cuidadito, muchacho. CUIDADITO.

El canadiense se sonroja inevitablemente con eso.

—Como haga algo que no quieres, dispararle. Yo te saco de la cárcel —murmura Suiza el delicado hacia Liechtenstein y se va hacia la puerta.

Ella mira a Austria sin terminar de entender cómo su dulce hermano a veces dice esas cosas. Austria la mira con cara de "bueno, va en serio, ya sabes..." yendo tras él. Liechtenstein asiente sabiéndolo, en realidad y yendo a la puerta con ellos.

—Te haré pastel de chocolate —le sonríe a Suiza agradecida, sintiéndose un poco ridícula por hacer justo eso que van a hacer de manera TAN evidente.

Ja, espero que no esté quemado.

—No es precisamente de chocolate de lo que le gusta rellenar el pastel... —suelta Austria desinteresadamente. Liechtesntein se sonroja un poquito sin mirar a nadie... Porque ha visto el video.

—Eso no es... Eso... Österreich! —susurra Suiza sin poder evitarlo. Austria sonríe yendo al ascensor y ahí se va Suiza detrás, protestando sin hacer mucho más caso a nada.

¡Feliz cumpleaños Canadáaaaaa!


¡No te olvides de agradecer a Josita su edición!