"Volver a Empezar

Capítulo I : Ida y llegada

- No me puedes estar haciendo esto, dime que es una broma, por favor, VAMOS DILO! – gritaba una morena, con los ojos cargados de dolor

- Lo siento, ya tome una decisión y tú la sabías, lo supiste desde el primer día

- Dios, no lo puedo creer, como me pude enamorar de ti?, como pude estar con una persona como tú ?– se acercaba a la rubia que tenía en frente y la señalaba

- Nunca estuvo en mis planes que esto pasará, te lo dije muchas veces, yo quiero ser libre, quiero salir de este miserable pueblo, estudiar y viajar, conocer el mundo, una familia es en lo último que pensaba – se alejaba de ella

- Un hombre, que se había mantenido ajeno a esta discusión, se puso de pie y golpeo la mesa, en donde se encontraban las dos mujeres –Entonces, señorita Berry, va a firmar?

- Sin decir ni una palabra, tomó el documento que estaba sobre esa elegante mesa y firmó, se secó las lágrimas que corrían por sus mejillas, levanto su vista y encontró la mirada de esa rubia que siempre amó, desde el primer día que la conoció - Te odio– y salió de ese despacho sabiendo que había perdido a su gran amor, pero obteniendo en cambio, uno más puro e incondicional, ese amor que es la mayor motivación que puede tener una persona para vivir.

New York, 5 años después:

Una niña de 5 años, se levantaba calladita de su cama, se puso las pantuflas, se refregó sus ojitos y camino a la habitación de su madre, abrió con cuidado la puerta y sin hacer ruido se subió arriba de la cama, con una sonrisa observo a su mamá y pensó en dejarla dormir, pero sus ganas de comer esos ricos pasteles de día domingo gano más, así que con sus deditos comenzó a contar, 1,2,3 – MAMÁAAAAAAAAAAAAAAAAAA – se tapó la boca con sus manitos cuando vio a su madre, caer de la cama

- Emma, cuantas veces te he dicho que no hagas eso? – se puso una mano en el pecho para trata de controlar mejor su respiración, nuevamente se acostó y miraba a su hija como se aguantaba la risa, sonrió, le encantaba verla feliz aunque eso signifique caerse cada domingo de su cama – puedes reírte si quieres eh

- Jajajajajajajajajajjajaja , porque, siempre te caes mami? Jajajajajajaja – daba vueltas por la cama, agarrándose la panza

- Ya , ya , a ver , ven a revisar mi brazo creo que me lo lastime cuando me caí – hizo un puchero, para que su hija se acerque – necesita que le des besitos – Emma de apoco llegaba donde su madre –

- Te duele? – le pregunto con toda preocupación, mientras le examinaba su brazo

- Un poco – más pucheros y su hija comenzó a darle besitos en su brazo para tratar de aliviar ese "dolor" – mmmm creo que ya estoy mejor – movió su brazo para demostrarle que ya estaba todo bien y cuando su hija bajaba de su cama, la agarro de su pequeño pijama y comenzó a hacerle cosquillas – crees que te dejaré ir así? Pues no

- Jajajjajajajajjajaa , no mamá jajajajajjajajja mamiiiiiiiii nunca más jajajajajaja lo juro, lo juro jajajajajajajaja, me voy hacer pis jajajajaajajaa

- SE PUEDEN CALLAR? HAY GENTE DURMIENDO! – una voz se escuchó desde el living y Emma salió corriendo, ya que conocía perfectamente de quien se trataba

- Tía SANNNNNNNN - se tiró encima de ella en el sofá donde se encontraba su tía y la llenaba de besos, sabía que de ese modo, no había retos por parte de la latina por despertarla temprano

- La latina aunque se quería hacer la ruda, sencillamente con su sobrina no podía, así que comenzó nuevamente una guerra de cosquillas, esta vez por la pequeña y su tía – Bueno ya, dejen sus juegos, Emma a bañarse

- Calma tus celos Berry, no es culpa mía que tu hija me prefiera a mi – con un guiño de ojos se levantaba del sillón y se acercaba a su amiga para darle un golpe en el trasero

- Y que te paso? De nuevo no encontraste tu casa?

- Ja ja ja, que gracioso, muy gracioso - camino a la cocina – van a ir a comer esos pasteles de cada domingo? – se servía café – Dios nunca más salgo, lo juro, me revienta la cabeza

- Así es – miraba a su amiga que estaba con sus manos en la cabeza - Eso dices cada fin de semana y como cada fin de semana siempre terminas así – hace un movimiento con su maño señalándola

- En serio, que te comiste esta mañana, un payaso?

- Bueno me iré a ver a mi hija a ver si terminó de bañarse y tu – la apuntó – toma ese café rápido para que nos vayamos a comer esos riquísimos pasteles de día domingo

- No puedo, se me había olvidado, que hoy llega la nueva arquitecta de la constructora y debo llevarle su contrato – bufó – puedes creerlo? Haciéndome trabajar un domingo, eso es pecado

- Para ti es pecado trabajar hasta los lunes jajajaja ... auch – se sobaba la cabeza – imbécil me pudiste matar con esa manzana

- Ya deja el drama y anda a ver a Emma que de seguro, está inundando tu baño como el titanic

Una rubia miraba el edificio que tenía al frente y suspiraba, esperaba que esta decisión que había tomado sea la correcta, ya que las anteriores no salieron del todo bien, puso sus manos en la cadera y respiraba una vez más, hay veces en esta vida que la cobardía nos hace perder grandes oportunidades y ella lo sabía muy bien. Comenzó a caminar a la entrada, en donde un guardia le abrió la puerta, le pregunto su nombre, cuando se lo dio, el hombre, sonrió y dejándola pasar , mientras se dirigía a la oficina principal , observa cada rincón de su nuevo trabajo, antes que pudiera tocar un hombre, de unos 50 años, vestido formal salía a recibirla.

- Señorita Stone – le tiende la mano en modo de saludo – mucho gusto, mi nombre es Robert Martin, el gerente de esta agencia, mucho gusto, disculpe por hacer que venga un día domingo, pero necesito que mañana mismo viaje a supervisar las obras

- Mucho gusto – soltaba la mano, de quien sería ahora su jefe – no se preocupe, yo entiendo

- la dirigía a un despacho – bueno esto tomará solo unos minutos, aún no llega nuestra abogada,luego de que firme el contrato me gustaría mostrarle las instalaciones y su oficina

- Claro me encantaría –

Unos ruidos afuera advirtieron la llegada de otra persona – debe ser ella, por favor tome asiento, yo iré a buscarla

- Perfecto – miraba a su alrededor, era una gran oficina, con muebles elegantes y modernos, camino hacía un ventanal y observo las calles, las personas, que transitaban por esa concurrida avenida, vio a unos niños tomados de la mano de sus padres y cerró los ojos

- Buenos Días, disculpe la tardanza, pero había un tráfico que – no pudo continuar con lo que decía porque al ver a la persona que se encontraba en frente su cuerpo solo se llenó de rabia

- Santana – la rubia asombrada, se dispuso a caminar a donde se encontraba la latina, nunca imagino que en una ciudad con miles de habitantes , iba a encontrar a la mejor amiga de la persona que tanto amó