Hola hola gente Canon... les he traído al segunda parte de Llevado al Altar. La llamé: Mi posesión. Espero la disfruten y si no han leído el final de Llevado al Altar, no entenderán ésta parte ni las demás. Para aquellos que querían ver a Naruto serio con Hinata, esta es su historia. Aquí Naruto ya aceptará sus sentimientos... pero pasará por muchas cosas antes... Como un secuestro. jojojojojojojo Dije mucho. :D
Les invito a unirse a la página de Facebook dedicada al Naruhina: Mundo Fanfic Naruhina.
Allí compartimos muchas cosas y entre ellas muchos fics... pasen por allá. :D
...
PD: Disculpen las faltas de Ortografía.
Título original: Tempestuoso reencuentro
Protagonistas: Naruto Namikaze y Hinata Himawari
Autora Original: Lynne Graham
.
.
Mi posesión
.
.
Argumento:
Hinata Himawari era una chica normal, sin experiencia en relaciones sentimentales, y Naruto Namikaze, un magnate increíblemente apuesto. ¿Qué podían tener en común? Poco, salvo una increíble atracción sexual.
Pero después de casarse, Hinatad escubrió que Naruto había sido engañado para llevarla al altar. Cuando creían que su apresurado matrimonio se había roto, Hinata y Naruto volvieron a reunirse y la pasión entre ellos fue tan poderosa como antes. Sin embargo, Naruto tenía oscuras razones para quererla en su cama de nuevo, y también Hinata ocultaba un terrible secreto…
.
.
Prólogo
Naruto observó la foto de su mujer, que era bajita pero sexy, con un elegante vestido de noche rojo, del brazo de otro hombre.
La ola de furia que siguió al primer momento de perplejidad hizo que lo viese todo rojo. Era como una llama que lo quemaba por dentro, dejándolo curiosamente vacío.
Kiba Inosuka.
Bueno, no era una sorpresa. Naruto había notado dos años antes, durante el fin de semana en Westgrave Konoha Manor, que a Inosuka le gustaba Hinata en cuanto puso los ojos en ella. Como le había pasado a él. Pero, a pesar de su ira, apartó a un lado la revista y miró a su padre para decir, con cara de póquer:
–¿Y bien...?
–¿Cuándo te vas librar de ella? –le preguntó Minato Namikaze, como si una esposa de la que estaba separado y cuya nueva vida de soltera era documentada a menudo en la prensa fuese una vergüenza para la familia.
–Soy libre ahora –respondió Naruto, encogiéndose de hombros.
Aunque el proceso de divorcio no había finalizado, Hinata y él estaban separados oficialmente.
Pero, cuando involuntariamente su mirada se clavó de nuevo en la revista, se cuestionó su visceral reacción al ver a Hinatacon otro hombre. Estaban separados y no debería ser una sorpresa que saliera con un amigo, pero eso le atormentaba.
¿Por qué? Antes de su ruptura, Hinata se había mostrado tan indiferente con él que supuso que ningún otro podría romper esa barrera. Y la idea de que otro hombre hubiera tenido éxito donde él había fracasado le enfurecía.
–No te veo saliendo en las revistas como antes de casarte –dijo su padre.
–Ya no soy un crío. Y, además, ahora soy más discreto.
–Hinata Himawari fue un error, pero no quiero hablar más del tema –comentó Minato Namikaze, notando cómo su hijo apretaba la orgullosa mandíbula.
Pero Naruto no tenía nada que decir, al menos nada que quisiera decir. Le sorprendía que sus padres, que ni siquiera le habían dado el pésame por la muerte de su hijo, pensaran que cualquier aspecto de su matrimonio era asunto suyo.
Las relaciones entre ellos habían sido siempre tirantes. A pesar de la muerte de su hermano mayor, Menma, el favorito de la familia, en un trágico accidente de coche, y a pesar de que sólo gracias a Naruto la naviera Namikaze se había recuperado de la desastrosa dirección de su hermano, seguía sintiéndose como un segundón.
Y, de repente, se daba cuenta de que su meteórico éxito en el mundo de los negocios era un terrible contraste con el fracaso de su vida personal.
Hinata, por el contrario, había retomado su vida a una velocidad de vértigo. Y, evidentemente, estaba disfrutando de un éxito considerable: nueva empresa, nueva casa, nuevo hombre.
Ese pensamiento enfureció a Naruto, que recordaba a una Hinata mucho más inocente; una cría de veinte años que una vez se había quedado sin respiración sólo con besarlo.
No podía soportar la idea de que se acostara con Kiba Inosuka y eso le sorprendía, porque él no había sido nunca un hombre posesivo…
.
.
.
. Continuará...
.
.
.
.
Bueno... hasta aquí llego hasta que hayan disfrutado la lectura. Pronto actualizaré... depende de cómo lo vean. La historia no es mía, yo sólo la adapté al Naruhina.
Ya saben lo usual... Revew = Escritora feliz = Más capítulos/ Fics
.
Hasta la Próxima... :D
