Hola! n.n les traigo otro Dip muuuy cortito.

Los personajes no me pertencen a mi, sino a Matt Stone & Trey Parker.

El titulo tiene poco que ver con ls historia, le puse asi por la figura de Miguel Angel "La piedad" que es la pocision el que Damien tiene a Pip.

Sin mas que decir, me despido.


Dentro de poco tiempo, el haber hecho eso habría valido la pena. Habría valido la pena tener que lastimar a su ser amado, tener que haber acabado con su inocente vida. No olvidara esos ojos de sufrimiento y suplica. Le dolió. Pero al fin estaría en paz, solo era de esperar…

Damien estaba sentado en una roca, esta extrañamente simulaba un trono… en sus piernas, yacía el cuerpo de un joven rubio, manchado de sangre, había tenido una dolorosa y sangrienta muerte. Damien tuvo que hacerlo, el hijo del mal había hecho un pacto infernal.

-Oh...Pip…-acaricio el pálido rostro del rubio. Lo miro, Pip tenía una belleza sobrehumana, nunca había visto algo tan hermoso, sus finos cabellos dorados, esos ojos que alguna vez tuvieron un brillo azulado, sus rosados labios carnosos, su voz… amaba su voz.

Damien dio un tierno beso en la frente del fallecido, le acaricio el rostro de nuevo y abrazo el frio cuerpo, no podía sentir su calor… era desesperante.

El pelinegro fue amigo de Pip por mucho tiempo, al principio este le parecía molesto e irritante, solo quería acabar con él, hacerlo desaparecer de la faz de la tierra. Con el tiempo, Pip se había ganado su corazón extrañamente… se enamoro de él como loco, raro incluso para él. Al parecer el rubio sentía lo mismo ya que se lo dijo alguna vez… Damien era inmortal, no soportaría ver a Pip envejecer y morir. Tania que cambiar las cosas, tenía que tenerlo con el por siempre.

Los ojos carmesí del moreno miraron de nuevo el cuerpo con amor, tuvo que a ver matado violentamente a Pip y sacar su corazón, para poder hacer el ritual de inmortalidad. Nada le dolió más que matarlo. Algo que había esperado hacer hace tiempo, ahora era lo más horrible que se pudiera imaginar hacer.

Tomo de nuevo al chico entre sus brazos abrazándolo de nuevo pero dejo de hacerlo cuando sintió que este se retorcía un poco, lo acurruco en sus brazos y le miro fijamente a los ojos.-

-Ah…D-Damien…-se escucho la dulce voz de Pip.

-Oh Pip…-este sonrió ampliamente. Le beso en la frente.

-¿Qué ocurre?-lo miro directo a los ojos.

-Lo que ocurre…es que estaremos juntos por siempre.- Miro a esos enormes ojos brillantes que ahora eran color de la sangre.

-Damien…-se acercó a él, posando una mano en la mejilla del otro y le planto un dulce beso en los labios, haciendo movimientos lentos y suaves, los besaba como si no hubiera un mañana. Damien se dejaba llevar por esos labios…tan dulces. Le tomo de la cintura montándoselo encima, aprontándole esta, subiendo y bajando una de sus manos por la espalda del chico rubio.

Se separaron y se miraron a los ojos, un delicado hilo de saliva salía de la boca de ambos. Damien tenía que poseer a Pip, que mejor manera de demostrarle lo feliz que está en esos momentos.

-¿Te mencione lo sexy que te vez todo cubierto de sangre?-dijo Damien acariciando las piernas de el rubio.

-Tal vez si me vea sexy…-dijo mientras miraba sus ropas.

-Te amo Pip…-recargo su frente en la del chico.

-Te amo Damien.- Y el moreno lo cargo entre sus brazos, esa noche seria larga, pero ¿Por qué solo esa noche? Tienen toda una eternidad…


Espero les guste... sayo! n.n