hola chicas.

tengo muchas historias rondando en mi cabeza y se que si no salen ahora,volverán a cubrirse de telarañas.

así que espero que la acepten y les guste tanto como a mi. no recuerdo de que autora de fics leí esto, pero era algo parecido. " historias obligadas de toda escritora de fics" veelas, omegaverse,viajes en el tiempo, mpreg y ya no recuerdo cuales mas. Pues este fic es un mpreg y dependiendo de la aceptación escribiré uno de los fics por los cuales es que decidí escribir aquí.

Titulo: If you

Romance/Drama

Mpreg

Harco

+18 -M

Capitulo 1

La vida de Draco después de la guerra no fue sencilla, los juicios, la muerte de su padrino, el exilio de sus padres. Pero como buen Malfoy había logrado hacerse de nuevo de una buena reputación y con ello el respeto de la comunidad mágica.

Sería muy desatinado decir que todo estaba perdonado, el pueblo que no conoce su historia, está condenado a repetirla, recita un dicho conocido y la comunidad mágica inglesa no olvidaba. Por ello no todo era bueno, Malfoy aun debía, después de 7 años de acabada la guerra, presentar su varita para revisiones, debía de dejar en claro a donde viajaría si es que salía del país y por ningún motivo debía traer de regreso a sus padres.

Así que Malfoy podría decirse que vivía bien y en armonía, hasta que... bueno, hasta que Potter se entrometió en su camino. De nuevo.

Era la primera vez en meses en que volvían, o por lo menos Draco volvía a verle después de su último encuentro. Giró su mirada para hacer de cuenta que nunca lo vio y siguió andando seguro de que Potter no lo había visto. Pero cuando jodida suerte podía hacerse algo a su gusto, puesto que el maldito de Potter lo saludo desde lejos.

—¡Malfoy! — le llamó el chico de gafas redondas y si hubiera sido por Malfoy habría seguido de largo ignorándolo como era debido, pero para que negarlo, hablar con Potter era beneficioso para su reputación.

Iba a saludarlo con educación y luego se iría a comprar una hermosa túnica entallada que había visto en un aparador, eso sí, primero pasaría por un delicioso helado de chocolate doble. Pero el cuatro ojos siempre le salía con sorpresas, y esta vez no tendría precio.

Saludo cortésmente con una inclinación de cabeza y estaba apunto de decir un —hasta luego Potter— cuando el morocho lo interrumpió.

—¡irradias calidez! — sonrió como si aquello lo reconfortara y dio dos pasos más hacia Draco.

—¿que…? — iba a debatir el rubio. Harry prosiguió.

—¡aquí! — señaló una parte del estomago de Draco — es como si brotara magia en ondas cálidas.

El Slytherin bajó su vista hasta el lugar del que Potter hablaba y repitiendo las ultimas palabras del moreno, como saboreándolas, es que comprendió todo. El color se le fue del rostro y Harry pudo vislumbrar una emoción nueva en el rubio, y ese fue el de miedo.

Acto seguido Draco Malfoy había desaparecido.

—¿Estas escuchando lo que estoy diciendo? — Harry parpadeo confundido y miro a la mujer que tenia enfrente interrogante. Ella rodo los ojos. —que si vas a ir al cumpleaños de rose, es este fin de semana.

—Claro que iré, no me lo perdería por nada. Es mas le comprare ese hermoso dragón que vimos en la galería de madame Manon— Hermione levanto una ceja— ¿el sitio de peluches que abrió hace un mes? — ella negó nuevamente, Harry suspiró— aun lado de la librería donde Malfoy en cuanto me vio huyo como si hubiera visto al mismo Voldemort.

—¡oh! La librería, por ahí hubieras empezado, será un estupendo presente, Harry. Solo recuerda no consentirla tanto—

Harry asintió acomodándose mejor en su silla. Hermione tomo otro sorbo de la cerveza de mantequilla que tenia entre sus mano y suspiro satisfecha.

—Hablando de Malfoy— dijo ella —Me enteré que pidió un permiso para salir del país. Según se es por cuestiones de salud. Espero no sea nada grave, es un miembro importante en el área de pociones.

Harry sonrió.

—Solo es eso, un buen proveedor de pociones, vamos herm, te creí mejor que eso— ella rodó los ojos.

—Sabes a lo que me refiero— se justificó.

—su enfermedad tendrá algo que ver con lo que sentí hace unas semanas—

—¿qué sentiste? — inquirió ella interesada.

—pues me lo encontré saliendo de Gringotts, y pude sentir su magia desde la distancia, era cálida y atrayente, pero conforme me acerqué para saludarlo pude deducir que provenía de su estómago— Harry detuvo el relato por la mirada espantada de su amiga.

—Harry james Potter ¡Qué es lo que has hecho!

Draco corría de un lado a otro apurando el equipaje que volaba por sobre su cabeza. Había tenido que apurar las cosas en cuanto su elfo le aviso que Potter estaba en la entrada principal demandando una audiencia. Vamos que dudaba que el cuatro ojos hubiera usado esas palabras, pero eso no quitaba el terror que sintió solo de escucharlo.

Terminó de encoger la ultima valija y caminó presuroso a su despacho, tendría que tomar la red flu, porque aparecerse estaba descartado. Entró como bólido buscando las ultimas pertenencias que le faltaban, hasta que el portazo que escucho lo saco de su concentración.

—Malfoy, Malfoy. ¿Sales de viaje? — Harry se encontraba recargado en la enorme puerta de roble y lo miraba con enojo. El aludido trago saliva.

—así es, un viaje que surgió de la nada— tomó los polvos flu que se encontraban sobre su escritorio y camino, mejor dicho, casi corrió a la chimenea. —si me disculpas, Potter— entro en la chimenea lanzado los polvos, pero nada sucedió.

—no lo creo, Draco. Puedo tutearte verdad ya que nos conocemos a fondo y casualmente llevas algo que también me pertenece— Draco trago saliva.

—no sé de qué hablas y que le hiciste a mi chimenea—

—hablo de esto, Malfoy— rugió cuando estuvo de frente al rubio y posaba una mano en su bajo vientre. Lo que llevas dentro me pertenece.

Malfoy decidió que ese era el momento perfecto para desmayarse.

04/02/2019