Prólogo.

Hoy es un día perfecto, un día donde el cielo es mas azul de lo parecido, y donde la hierva es mas hierva que otras veces, donde las aves cantan con mucho más entusiasmo durante el día, si, definitivamente hoy es un día perfecto, pero no para mi. La historia de mi vida es algo compleja, pues siempre estuvo llena de curiosidades, mostrándose frente a una chica curiosa, lo malo era que siempre atraía algo malo, principalmente de mi aspecto. Todos habían de alejarse de una chica de cabellos negros como un cuervo, y que tenía el cuerpo lleno de cicatrices, principalmente por la tez blanca que remarcaba las costuras que cerraban mis heridas. Que no me quisieran a su lado, me constaba muy bien. Desde que los Frankenstein me adoptaron, fue totalmente obligatorio llevar una educación adecuada, pues, desde que la familia inicio a crecer, todos han estudiado, como técnicos en armas, ya que era una costumbre entrar a Shibusen (Shinigami no Buki no yūzā no tome no Senmon gakkō) a convertirse en un técnico. Y para colmo, yo era una técnica sin arma, y apenas iniciaba el ciclo escolar. Miraba a todos lados, observando a quienes me rodeaban, mientras recordaba mucha cosas que me habían sucedido. Como la muerte de mis padres... —¿Aún no tienes compañero, eh? — un chico de cabello blanco y ojos carmesí se me acerca y me sonríe gentilmente. —¿Esto es una clase de burla, Víctor Frankenstein? Este sonríe y toma de mis hombros. —No te desanimes Victoria, se que al inicio es difícil pero, en cuanto vean esa alma tan grande que tienes, te lloverán compañeros, pero solo tu sabrás el indicado. Por cierto, solo dime Víctor, toda la familia seguimos siendo hermanos, ¿o no? Por cierto, nunca he mencionado mi nombre, soy Victoria Bonvatisfera, hija de los descendientes científicos más talentosos, los Da Vinci, Larry y Victoria Da Vinci. La muerte de mis padres es algo que recuerdo bien, pues hice una promesa de contárselo a nadie, pues nadie sabia donde estaban sus cuerpos, a excepción de mi. En momentos así me hubiera gustado morir con ellos. Al Doctor Stein no le gusta que diga eso, y tampoco que lo llame "Doctor", el prefiere que lo llame "Padre". La extraña familia Frankenstein solía llamarse por hermanos, en lugar de primos o tíos, solo llamaban "Padres" quienes eran superiores dentro de una familia "individual". Lo malo es que yo no era una Frankenstein, pero tampoco soy una Da Vinci, yo soy Bonvatisfera.