era temprano no tenía ni las mínimas ganas de levantarme para ir al instituto.

Tomé mi uniforme y emprendí rumbo a este. Desde que mis padres han estado juntos mi vida pasa de mal en peor. No es por envidiarles de su amor ni nada por el estilo. Me siento vacía... incompleta como si me faltara algo cuando en realidad parece que lo tengo todo, pese a mis problemas aún conservo lo que queda de mi amor por Gogeta. Es algo prohibido lo nuestro y lo sé pero no puedo evitar enamorarme cada vez más de él.

Corrí desesperadamente para el aula de clases Me tocó tercero cuatro. Alcé mi reloj pequeño y vi la hora, Diablos!, diez minutos tarde.

Los estudiantes caminaban entreverados pasándome, rozándome; por ello no he podido volar o sino los rebasaba a todos en un santiamén. Cuando por fin llegué a la puerta del salón tropecé y caí al suelo después de haber empujado hacia dentro.- Señorita Osata... Estas son horas de llegar?!- preguntó la de Geografía. La profesora de geografía se llamaba Vera. Mis ojos se agrandaron a la vez que un leve rubor no de Sonrojo aparecía sin mi consentimiento.- Gomenasai!, No volverá a pasar.- Cuando me senté saqué mi cuaderno para copiar de la pizarra. Cuando de pronto escucho voces atrás de mí.- Por favor pueden devolvérmela, es un regalo de mi abuelita.- pedía una chica de 142 centímetros y cabello color trigo. Al observarle los ojos tenía unos anteojos redondos y grandes que ocupaban casi toda su cara.- Ya cállate Bagre con anteojos.- Profesora... no ve que están molestando a esa alumna?- Shhh, Haz silencio Osata, ocúpate de tus asuntos.- Gruñí por lo bajo, Odio que molesten a los demás solo por ser diferentes. Como era de esperar mis piernas comenzaron a hacer pulso sobre el suelo embaldosado.- Huo... Un terremoto!- Gritó otro compañero llevándose las manos a la cabeza y corriendo hacia la salida seguido por todos. Lo raro de esa situación fue ver a la adolescente con las piernas abrazadas y llorando. Caminé hacia ella y pregunté.- Hola... Cómo te llamas...?- S-soy Miki

Sanawa.- Dijo tímida.- No tienes miedo al terremoto?- pregunté con una cara de interesada.- Qué más da?, total ya no tengo a nadie en este mundo, ese terremoto me haría un gran favor al acabar con mi vida.- sentí lástima

por ella. Me hizo acordar en la vez que perdí a mamá en la pelea contra Freezer.- No digas esas cosas, tienes tantas experiencias maravillosas por vivir y solamente porque unos idiotas te molesten no quiere decir que tengas que morir.- levantó el rostro encontrándose con mis ojos llorosos.- Gracias, y tú eres...?- Soy Kazumi Osata!- Mucho gusto Osata-chan- Sonreí, apenas nos conocimos y ya eramos las mejores amigas. La ayudé a pararse y nos fuimos caminando a la salida lo más felices, si así se podría decir. Felizmente tuve el valor de invitarla a una cena familiar en mi casa, a mi madre le encantó conocerla sin embargo mi padre seguía gruñón como siempre. Kota se pegaba a su pierna como un desesperado.- Me aza en sus bazos?- preguntó a Miki.- Ahre?... Oh, si, que bonito eres, tanto como tu rostro es igual al de tu mamá y Osata-chan.- Y.. dinos cuántos años tienes?- Etto... Tengo dieciséis

señora.- Miki-san no me diga Señora, dime Suroha.- C-claro Suroha-san.- en su voz se notaba que le temía a mi madre.

Comimos una ensalada de lechugas ya que me estaba conteniendo de no devorar como una bestia todos los alimentos. Mi habitación era amplia y contaba con una litera enorme de dos piezas. Sabanas rosas cremas y almohadas de corazones rojos para ambas camas intercaladas.- Osata-chan puedo tomar una ducha?- Si, el baño está en el otro lado.- mientras ella se duchaba vi una sombra aproximarse. De un momento a otro entró Gogeta tirándose encima de mí.- Goge...- Shhh... si me siente tu padre estoy muerto.- lo hice a un lado mientras me arreglaba la ropa.- No tienes que aparecer

así, está una amiga bañándose en la bañera, idiota.- No me importa, atravesaría el mundo por tan solo verte.- vete o vendrá mi padre...- Murmuré a su oído.- Cómo me deshago de estas hormonas... o mejor dicho cómo aguanto este deseo?- se inclinó a mis labios lentamente introduciendo su lengua en mi cavidad bucal. Como no recordarlo, mi primer beso. Mientras nos distraíamos por los besos se apresuró a meter su mano en mi sujetador y masajear mi seno a pellizcos.- Im...bécil.. De.. Jah... de hacer eso.- Te está gustando?- Ya para.- dije entre besos.- Detente.- Exigí nuevamente.- BASTA!- grité empujándolo.- Qué sucede Kazumi?- No quiero hacerlo.- No estás lista?- NO ES ESO!, yo... no me gusta que lo hagas!- Me odias?- Nunca te odiaría. Puedes esperar a otro momento?- asintió besándome.-

esperaré..- por último volvió alejándose por la ventana. Yo solo miraba babeando.- Osata-chan?- estaba con un camisón celeste de tul y una bata de baño.- Eh?- Mañana me gustaría presentarte a alguien.- dije mirándola.- A... Alguien?- Obvio pequeña, superarás esa timidez constante.- le guiñé el ojo.- Buenas noches.- Buenas noches...- dijimos al unísono antes de apagar las luces.

Notas del Autor: Bueno después de "tanto tiempo". Volví

jaja más inspirado que nunca. Por cierto somos dos personas que escribimos en la misma cuenta solamente que ella me ayuda con las faltas y todo eso... Gracias Tamari-chan y a todos ustedes por leer este fanfic como su pasatiempo XDDD.