Arianrhod: señora de la Rueda de Plata, diosa virgen asociada con la
magia, el mar y la luna.
La muerte de Arianrhod.
La tristeza humana podría haberse recogido en aquel lugar. Nada del
calor de la naturaleza se encontraba allí. Los arboles, que antaño
brillaron con todo su esplendor, ahora se mostraban secos y sin vida.
Pero lo que más le sorprendió, era el aire que movía sus marchitas
ramas, pues observó su ligero vestido, este solo se movía con el
andar y por más que intentara no notaba en su piel ningún vestigio de
aire.
Ignoró este detalle al comprobar el desolador paisaje que se alzaba
frente a ella. La tierra, quemada por manos humanas, se extendía
hasta unas vallas, vallas recubiertas por cruces, pero no cruces
normales. Toda la simbología que conocía y otra que ignoraba sobre el
cristianismo se mostraba frente a sus ojos. Pero no había señal de
adoración en todo aquello, la advertencia se mostraba frente al
visitante.
Se acercó hacia aquel lugar, y encontró una puerta enrejada, sus
barrotes, oxidados por el paso del tiempo, estaban entrelazados por
una cadena. Al intentar tocarla, su cuerpo atravesó la verja y se
encontró al otro lado de esta.
Al darse media vuelta, se llevó ambas manos a la boca, sus ojos se
dilataron de terror, tuvo que reprimir el dar un grito de sorpresa.
Pero poco a poco se tranquilizó de su impresión inicial.
Filas y filas de tumbas se extendían hasta donde se perdía la vista,
nunca había visto un cementerio así. Tan lúgubre, tan descuidado,
tan...inmenso.
No sabía porque, pero la necesidad de observar los nombres de los que
allí yacían pudo más que ella, y sus pies se encaminaron a las que
estaban más cerca.
Su sorpresa fue tal al observar que no solo una, si no decenas de
familias enteras estaban enterradas juntas, lo más curioso era que
las fechas de fallecimiento eran muy próximas entre sí, tanto los
jóvenes para con los adultos. Qué podría haber causado esa alzada de
la mortalidad entre aquellas personas?
Siguió paseándose por allí, se extrañó de no observar ninguna flor,
ninguna vela, adornando aquellas tumbas.
Pero según iba avanzando, empezó a sorprenderse de que muchos
apellidos le sonaban.
Las piernas le empezaron a temblar al contemplar, efectivamente, que
muchos de los que allí había los conocía: familia Finnigan, familia
Parkinson, familia Patil, familia Longbottom...
- Neville Longbottom?- no podía ser... no podía ser que allí
estuviera enterrado uno de sus compañeros, era... imposible.
Comenzó a andar más deprisa, no había duda, los que se encontraban
allí los conocía. Poco a poco encontró las tumbas de muchos de los
profesores de Hogwarts. Pero qué significaba todo aquello? Las
lágrimas empezaron a derramarse por sus mejillas.
Se estaba acercando al centro de lo que podía ser todo aquel
cementerio, aunque seguía ignorando donde acababa todo aquel horror,
todas aquellas personas, que conocía... que... Se derrumbó frente a
un numeroso grupo de lápidas, sus temores se habían confirmado,
frente a ella se leía: Aquí yace la familia Weasley.
No entendía nada...pero allí estaban, toda la familia que había
conocido, toda su amabilidad allí bajo tierra, perdida entre otras
tantas familias sucumbidas a dormir para siempre. Su querido amigo se
encontraba descansando con su familia. Y como temía...todos con
similares fechas de fallecimiento.
No podía seguir allí sentada, tenía que seguir averiguando que es lo
que había pasado.
Cerca de allí, se encontraba una gran estatua que se alzaba,
ennegrecida por su antigüedad, haciendo sombra a otro grupo de
tumbas. De nuevo las lagrimas brotaron de sus ojos. Una pequeña placa
nombraba: La Orden del Fénix. Todos, todos los que había conocido con
ese nombre; Tonks, Moody, incluso Remus Lupin se apostaban alrededor
de otra lápida con la leyenda de Albus Dumbledore.
Era horrible, todos..todos muertos. Y miró hacia un lado, y pudo
distinguir las tumbas de Narcisa Malfoy y Lucius Malfoy. Y su hijo?
No se encontraba allí.
Al observar el montículo de la estatua, pudo ver, oscuro por las
sombras, otra lápida, no sabía porque pero espera encontrarlo cerca.
Allí se encontraba la tumba de su amigo Harry Potter.
Se abrazó a su cuerpo, no sentía frío, pero su cuerpo temblaba.
Estaba sola, ante todas aquellas tumbas de toda la gente que conocía.
Por qué? Por qué?
Alzó la vista a la escultura. Nunca la había visto e ignoraba lo que
representaba, pero podía distinguir la figura de un hombre, con
corbata y una especie de arma que ella no conocía que sujetaba con la
mano izquierda. Con la otra mano sujetaba fuertemente el brazo de una
joven que se inclinaba en el suelo boca abajo, mientras que el pie
del hombre se clavaba en su espalda. La mujer llevaba una túnica y
unos ropajes que le recordaban a los que empleaban las brujas.
Aquella imagen le provocó repulsión ante el hombre. La mujer no
mostraba ningún dolor, solo la mirada de la sombra de la perdición.
Sus ojos se posaron ante la estatua una vez más y luego miró las
tumbas. De nuevo a la estatua y bajó su vista, se dio cuenta que
había una placa donde se encontraba escrito:
La muerte de Arianrhod
Tocó instintivamente la placa, y de pronto, de la nada, empezó a
escuchar voces que retumbaban por cada una de las lápidas:
Debemos compartir nuestra sabiduría, ellos también quieren
aprender...
Los muggles no deben conocer de nuestra existencia, dejémosles seguir
en la ignorancia...
Porque nosotros no tengamos sangre de magos no quiere decir que no
respetemos vuestras creencias, es más, queremos formar parte de
ellas...
Insólito! Esto es algo inaudito, debemos impedir que sigan
infiltrándose muggles en nuestro mundo...
No tenemos derecho a negarles lo que por derecho es de todos, la
magia pertenece a todos los seres...
Tú no lo entiendes, impidamos que estos magos sigan con esas ideas
que romperían toda nuestra historia....
Es demasiado tarde, ellos lo saben...
Ahora no debemos preocuparnos por el daño que podamos infringir, lo
importante es nuestra supervivencia....
No podemos abusar de nuestros poderes y conocimientos contra aquellos
que no conocen del secreto de la magia...
Como ha ocurrido? Ellos están matando a gente nuestra...
Nuestro poder es inútil, por qué?...
Vosotros, traidores a la sangre, mirad lo que habéis conseguido...
Hogueras...vuelven a encender las hogueras...los están quemando....
Es el fin... hemos perdido....
Tapándose los oídos y cerrando fuertemente los ojos, intentó no
escuchar aquellas voces sin sentido que no cesaban. Alzó la vista y
vio como la joven derramaba lágrimas azules.
Dio media vuelta aterrada y empezó a correr. Pero no llegó muy
lejos, no entendió muy bien, pero después de traspasar como un
fantasma todas aquellas lápidas, tropezó con una de ellas y cayó al
suelo.
Masajeándose el tobillo, alzó la vista para leer de quien era aquella
tumba.
Dejó de tocarse inmediatamente el tobillo y se quedó con la boca
ligeramente abierta. En aquella tumba se leía:
Aquí yace Draco Malfoy y su amada Hermione
No llegó a observar la fecha de muerte, ya corría lejos de allí con
los ojos dilatados de tanto llorar. Que significaba aquello?
Su...su.. propia tumba, y no solo eso, ella estaba enterrada con....
Su cerebro no coordinaba bien, su cabeza le daba vueltas. Llegó a la
verja y corrió para atravesarla. Pero notó el frío y duro contacto
del hierro en su piel. No podía atravesarla. Cerró con sus manos
aquellos barrotes y los asió fuertemente para lograr abrir aquella
puerta. Pero era inútil, no podía salir. De nuevo escuchó voces, pero
ahora procedían del exterior, centenares sonidos de voces que
hablaban al unísono.
Hechiceros, servidores del demonio, en este lugar estáis condenados a
permanecer, junto a vuestro señor cornudo. No podréis salir, nuestro
señor benefactor os encerró y no podréis salir, el camino esta
cerrado. Vosotros, traidores, conspiradores del diablo, magos y
brujas vuestro mundo ha acabado, vuestro mundo ha perecido.
Las llamas de fuego comenzaron a arder sobre la tierra ya quemada, su
vista se nubló de aquel calor insoportable, y un grito a la lejanía
hizo que se girara. La joven de la estatua intentaba levantarse de
debajo del piel del hombre, y su grito desgarrador hizo temblar los
cielos, pero no consiguió levantarse, su mirada se dirigió a ella, y
de su boca surgió el dolor de todo aquel lugar...
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*--*-*-*-*-
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
- NOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
- Hermione! Hermione despierta!!!
De pronto notó que su cabeza le dolía y sintió el frió contacto del
suelo de su habitación. Con lágrimas todavía, abrió lentamente los
ojos y pudo ver las caras de preocupación de Lavender y Parvati.
- Por Merlin Hermione, estás bien?
Hermione seguía tendida en el suelo, junto a la cama y no podía
hablar, seguía temblando de pies a cabeza.
De pronto la puerta de la habitación se abrió de par en par, y por
ella apareció la profesora Mcgonagall.
- Por todos...Granger que ha ocurrido? Ha gritado de una forma que la
ha escuchado toda la escuela!
- Estaba soñando, profesora- dijo Lavender.- no paraba de decir cosas
raras que no entendíamos, y luego se ha puesto a llorar y a gritar.
Hermione miraba a todos los rostros perpleja. Todo había sido un
sueño? Observó detenidamente a Mcgonagall. La profesora le devolvió la
mirada casi sin pestañear.
1. Acompáñeme Granger- dijo cogiendo de los pies de la cama una capa.
Hermione sin preguntar se levantó del suelo y cogió la capa que le
tendía la profesora, sin decir ni una sola palabra se la colocó y
siguió por la puerta a la mujer.
Al salir vio que todas las chicas habían salido del dormitorio para
ver quien había gritado de aquella manera. Entre los rostros vio la
cara preocupada de Ginny, al verla se acordó de los grupos de
tumbas...
Miró la espalda de la profesora y después el suelo por donde
pisaba...No había sido un sueño, estaba segura... pero entonces? Ella
no tenía el don de la videncia, o si? No podía ser eso, detestaba
todas esas artes tan poco demostrables, pero entonces?
Fuera lo que fuera, lo que había visto le había provocado un temor que
solo podía significar que lo que había sentido era cierto.
Debía contárselo a alguien o la tomarían por loca?
De una cosa estaba segura, lo que había visto esa noche...aquel
cementerio, aquellas voces, aquellas escenas, aquella
escultura....solo significaban una cosa...el fin del mundo mágico.
-------------------------------------------FIN DEL CAPÍTULO
Hola a tod@s, no tenía previsto el escribir otro fic por ahora, ya que
quería estar solo con Proscrito, pero hoy me ha venido a la cabeza, en
una productiva clase teorica de Color II, esta idea.
El poner el conocer un futuro nunca me ha llamado porque puede dar pie
a lo que puede suceder, pero claro, me llamaba mucho el escribir sobre
la caida del mundo mágico. Y que Hermione pueda verlo, siempre que se
ha reido de todo lo relacionado con la Adivinacion, pues me parecía
bastante acertado.
Ahora, el reto va a ser escribir lo que va a suceder hasta que pueda
llegar o no, ese devastador futuro que ha visto en sus sueños.
Espero vuestras opiniones sobre este nuevo proyecto, y por supuesto
seguid leyendo proscrito y si alguien no los ha leido antes, mis
anteriores fics; No me importa y Al anochecer.
Muchos besos a tod@s y apoyadme tanto como lo haceis siempre.
Nos leemos pronto.
Shiro, sassech...
magia, el mar y la luna.
La muerte de Arianrhod.
La tristeza humana podría haberse recogido en aquel lugar. Nada del
calor de la naturaleza se encontraba allí. Los arboles, que antaño
brillaron con todo su esplendor, ahora se mostraban secos y sin vida.
Pero lo que más le sorprendió, era el aire que movía sus marchitas
ramas, pues observó su ligero vestido, este solo se movía con el
andar y por más que intentara no notaba en su piel ningún vestigio de
aire.
Ignoró este detalle al comprobar el desolador paisaje que se alzaba
frente a ella. La tierra, quemada por manos humanas, se extendía
hasta unas vallas, vallas recubiertas por cruces, pero no cruces
normales. Toda la simbología que conocía y otra que ignoraba sobre el
cristianismo se mostraba frente a sus ojos. Pero no había señal de
adoración en todo aquello, la advertencia se mostraba frente al
visitante.
Se acercó hacia aquel lugar, y encontró una puerta enrejada, sus
barrotes, oxidados por el paso del tiempo, estaban entrelazados por
una cadena. Al intentar tocarla, su cuerpo atravesó la verja y se
encontró al otro lado de esta.
Al darse media vuelta, se llevó ambas manos a la boca, sus ojos se
dilataron de terror, tuvo que reprimir el dar un grito de sorpresa.
Pero poco a poco se tranquilizó de su impresión inicial.
Filas y filas de tumbas se extendían hasta donde se perdía la vista,
nunca había visto un cementerio así. Tan lúgubre, tan descuidado,
tan...inmenso.
No sabía porque, pero la necesidad de observar los nombres de los que
allí yacían pudo más que ella, y sus pies se encaminaron a las que
estaban más cerca.
Su sorpresa fue tal al observar que no solo una, si no decenas de
familias enteras estaban enterradas juntas, lo más curioso era que
las fechas de fallecimiento eran muy próximas entre sí, tanto los
jóvenes para con los adultos. Qué podría haber causado esa alzada de
la mortalidad entre aquellas personas?
Siguió paseándose por allí, se extrañó de no observar ninguna flor,
ninguna vela, adornando aquellas tumbas.
Pero según iba avanzando, empezó a sorprenderse de que muchos
apellidos le sonaban.
Las piernas le empezaron a temblar al contemplar, efectivamente, que
muchos de los que allí había los conocía: familia Finnigan, familia
Parkinson, familia Patil, familia Longbottom...
- Neville Longbottom?- no podía ser... no podía ser que allí
estuviera enterrado uno de sus compañeros, era... imposible.
Comenzó a andar más deprisa, no había duda, los que se encontraban
allí los conocía. Poco a poco encontró las tumbas de muchos de los
profesores de Hogwarts. Pero qué significaba todo aquello? Las
lágrimas empezaron a derramarse por sus mejillas.
Se estaba acercando al centro de lo que podía ser todo aquel
cementerio, aunque seguía ignorando donde acababa todo aquel horror,
todas aquellas personas, que conocía... que... Se derrumbó frente a
un numeroso grupo de lápidas, sus temores se habían confirmado,
frente a ella se leía: Aquí yace la familia Weasley.
No entendía nada...pero allí estaban, toda la familia que había
conocido, toda su amabilidad allí bajo tierra, perdida entre otras
tantas familias sucumbidas a dormir para siempre. Su querido amigo se
encontraba descansando con su familia. Y como temía...todos con
similares fechas de fallecimiento.
No podía seguir allí sentada, tenía que seguir averiguando que es lo
que había pasado.
Cerca de allí, se encontraba una gran estatua que se alzaba,
ennegrecida por su antigüedad, haciendo sombra a otro grupo de
tumbas. De nuevo las lagrimas brotaron de sus ojos. Una pequeña placa
nombraba: La Orden del Fénix. Todos, todos los que había conocido con
ese nombre; Tonks, Moody, incluso Remus Lupin se apostaban alrededor
de otra lápida con la leyenda de Albus Dumbledore.
Era horrible, todos..todos muertos. Y miró hacia un lado, y pudo
distinguir las tumbas de Narcisa Malfoy y Lucius Malfoy. Y su hijo?
No se encontraba allí.
Al observar el montículo de la estatua, pudo ver, oscuro por las
sombras, otra lápida, no sabía porque pero espera encontrarlo cerca.
Allí se encontraba la tumba de su amigo Harry Potter.
Se abrazó a su cuerpo, no sentía frío, pero su cuerpo temblaba.
Estaba sola, ante todas aquellas tumbas de toda la gente que conocía.
Por qué? Por qué?
Alzó la vista a la escultura. Nunca la había visto e ignoraba lo que
representaba, pero podía distinguir la figura de un hombre, con
corbata y una especie de arma que ella no conocía que sujetaba con la
mano izquierda. Con la otra mano sujetaba fuertemente el brazo de una
joven que se inclinaba en el suelo boca abajo, mientras que el pie
del hombre se clavaba en su espalda. La mujer llevaba una túnica y
unos ropajes que le recordaban a los que empleaban las brujas.
Aquella imagen le provocó repulsión ante el hombre. La mujer no
mostraba ningún dolor, solo la mirada de la sombra de la perdición.
Sus ojos se posaron ante la estatua una vez más y luego miró las
tumbas. De nuevo a la estatua y bajó su vista, se dio cuenta que
había una placa donde se encontraba escrito:
La muerte de Arianrhod
Tocó instintivamente la placa, y de pronto, de la nada, empezó a
escuchar voces que retumbaban por cada una de las lápidas:
Debemos compartir nuestra sabiduría, ellos también quieren
aprender...
Los muggles no deben conocer de nuestra existencia, dejémosles seguir
en la ignorancia...
Porque nosotros no tengamos sangre de magos no quiere decir que no
respetemos vuestras creencias, es más, queremos formar parte de
ellas...
Insólito! Esto es algo inaudito, debemos impedir que sigan
infiltrándose muggles en nuestro mundo...
No tenemos derecho a negarles lo que por derecho es de todos, la
magia pertenece a todos los seres...
Tú no lo entiendes, impidamos que estos magos sigan con esas ideas
que romperían toda nuestra historia....
Es demasiado tarde, ellos lo saben...
Ahora no debemos preocuparnos por el daño que podamos infringir, lo
importante es nuestra supervivencia....
No podemos abusar de nuestros poderes y conocimientos contra aquellos
que no conocen del secreto de la magia...
Como ha ocurrido? Ellos están matando a gente nuestra...
Nuestro poder es inútil, por qué?...
Vosotros, traidores a la sangre, mirad lo que habéis conseguido...
Hogueras...vuelven a encender las hogueras...los están quemando....
Es el fin... hemos perdido....
Tapándose los oídos y cerrando fuertemente los ojos, intentó no
escuchar aquellas voces sin sentido que no cesaban. Alzó la vista y
vio como la joven derramaba lágrimas azules.
Dio media vuelta aterrada y empezó a correr. Pero no llegó muy
lejos, no entendió muy bien, pero después de traspasar como un
fantasma todas aquellas lápidas, tropezó con una de ellas y cayó al
suelo.
Masajeándose el tobillo, alzó la vista para leer de quien era aquella
tumba.
Dejó de tocarse inmediatamente el tobillo y se quedó con la boca
ligeramente abierta. En aquella tumba se leía:
Aquí yace Draco Malfoy y su amada Hermione
No llegó a observar la fecha de muerte, ya corría lejos de allí con
los ojos dilatados de tanto llorar. Que significaba aquello?
Su...su.. propia tumba, y no solo eso, ella estaba enterrada con....
Su cerebro no coordinaba bien, su cabeza le daba vueltas. Llegó a la
verja y corrió para atravesarla. Pero notó el frío y duro contacto
del hierro en su piel. No podía atravesarla. Cerró con sus manos
aquellos barrotes y los asió fuertemente para lograr abrir aquella
puerta. Pero era inútil, no podía salir. De nuevo escuchó voces, pero
ahora procedían del exterior, centenares sonidos de voces que
hablaban al unísono.
Hechiceros, servidores del demonio, en este lugar estáis condenados a
permanecer, junto a vuestro señor cornudo. No podréis salir, nuestro
señor benefactor os encerró y no podréis salir, el camino esta
cerrado. Vosotros, traidores, conspiradores del diablo, magos y
brujas vuestro mundo ha acabado, vuestro mundo ha perecido.
Las llamas de fuego comenzaron a arder sobre la tierra ya quemada, su
vista se nubló de aquel calor insoportable, y un grito a la lejanía
hizo que se girara. La joven de la estatua intentaba levantarse de
debajo del piel del hombre, y su grito desgarrador hizo temblar los
cielos, pero no consiguió levantarse, su mirada se dirigió a ella, y
de su boca surgió el dolor de todo aquel lugar...
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*--*-*-*-*-
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
- NOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
- Hermione! Hermione despierta!!!
De pronto notó que su cabeza le dolía y sintió el frió contacto del
suelo de su habitación. Con lágrimas todavía, abrió lentamente los
ojos y pudo ver las caras de preocupación de Lavender y Parvati.
- Por Merlin Hermione, estás bien?
Hermione seguía tendida en el suelo, junto a la cama y no podía
hablar, seguía temblando de pies a cabeza.
De pronto la puerta de la habitación se abrió de par en par, y por
ella apareció la profesora Mcgonagall.
- Por todos...Granger que ha ocurrido? Ha gritado de una forma que la
ha escuchado toda la escuela!
- Estaba soñando, profesora- dijo Lavender.- no paraba de decir cosas
raras que no entendíamos, y luego se ha puesto a llorar y a gritar.
Hermione miraba a todos los rostros perpleja. Todo había sido un
sueño? Observó detenidamente a Mcgonagall. La profesora le devolvió la
mirada casi sin pestañear.
1. Acompáñeme Granger- dijo cogiendo de los pies de la cama una capa.
Hermione sin preguntar se levantó del suelo y cogió la capa que le
tendía la profesora, sin decir ni una sola palabra se la colocó y
siguió por la puerta a la mujer.
Al salir vio que todas las chicas habían salido del dormitorio para
ver quien había gritado de aquella manera. Entre los rostros vio la
cara preocupada de Ginny, al verla se acordó de los grupos de
tumbas...
Miró la espalda de la profesora y después el suelo por donde
pisaba...No había sido un sueño, estaba segura... pero entonces? Ella
no tenía el don de la videncia, o si? No podía ser eso, detestaba
todas esas artes tan poco demostrables, pero entonces?
Fuera lo que fuera, lo que había visto le había provocado un temor que
solo podía significar que lo que había sentido era cierto.
Debía contárselo a alguien o la tomarían por loca?
De una cosa estaba segura, lo que había visto esa noche...aquel
cementerio, aquellas voces, aquellas escenas, aquella
escultura....solo significaban una cosa...el fin del mundo mágico.
-------------------------------------------FIN DEL CAPÍTULO
Hola a tod@s, no tenía previsto el escribir otro fic por ahora, ya que
quería estar solo con Proscrito, pero hoy me ha venido a la cabeza, en
una productiva clase teorica de Color II, esta idea.
El poner el conocer un futuro nunca me ha llamado porque puede dar pie
a lo que puede suceder, pero claro, me llamaba mucho el escribir sobre
la caida del mundo mágico. Y que Hermione pueda verlo, siempre que se
ha reido de todo lo relacionado con la Adivinacion, pues me parecía
bastante acertado.
Ahora, el reto va a ser escribir lo que va a suceder hasta que pueda
llegar o no, ese devastador futuro que ha visto en sus sueños.
Espero vuestras opiniones sobre este nuevo proyecto, y por supuesto
seguid leyendo proscrito y si alguien no los ha leido antes, mis
anteriores fics; No me importa y Al anochecer.
Muchos besos a tod@s y apoyadme tanto como lo haceis siempre.
Nos leemos pronto.
Shiro, sassech...
