Un castigo compartido no es medio castigo
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Todo Harry Potter y sus personajes y universo le pertenecen a JK Rowling, yo sólo los tomo prestados.
Este un relato corto de una escena que me surgió esta tarde. Es un Harry-Draco, con un pasado Lucius-James, por lo tanto se trata de un universo absolutamente alternativo.
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Reían, se miraban, se decían palabras cariñosas al oído, giraban con la música, se besaban. Eran felices.
Lucius Malfoy observaba cómo su único hijo bailaba con su novio, no, se corrigió, con su esposo. Estaban casados. Casados. No le había sido fácil dar su bendición para que Draco desposara a Harry Potter. Nada fácil. No era que el chico le pareciera indigno de un Malfoy...el asunto era su padre.
-Hacen una pareja preciosa, ¿verdad?- Preguntó James Potter, acercándosele por detrás. Enseguida agregó, en un murmullo urgente. -No te des vuelta. Quédate así...sólo escúchame-. Lucius intentó girar, y James insistió. -Me lo debes.
Lucius se quedó quieto, simulando observar la pista de baile y escuchando las palabras que iban a cambiarle la vida.
-Me usaste para llegar hasta Remus-, empezó James, con un tono de hielo, que mantuvo sin inflexiones hasta el fin del relato. -De otro modo no hubieses entrado a nuestro círculo de amigos. Me usaste y me descartaste, y después conquistaste a uno de mis amigos, te casaste con él, tuviste un hijo maravilloso...toooodo el cuento con final feliz, ¿cierto? NO, Lucius, tu final no será del todo feliz.
¿Acaso creíste mi historia de la bruja española que conocí y del trabajo que me ofrecieron, y mi viudez inconsolable? Vamos, Lucius, piensa-. Hizo una pausa y notó que el mago unía la imagen que tenía delante: Harry y Draco enamorados y el relato de James. La respiración del rubio se agitó y tragó saliva.
James resopló y siguió. -Bien. Tuve a Harry en España, apenas unos meses antes de que Remus tuviera a Draco. Irónico, ¿no? Uno te salió moreno y el otro rubio...¿te imaginas por qué no volví a Inglaterra sino hasta que Harry entró a Hogwarts? Quería que no tuviera nada que ver contigo ni con tu hijo...pero, la vida me abofeteó de la peor manera Lucius. Harry no sólo conoció a Draco y se hizo su amigo, sino que se enamoró de él y yo no tuve el corazón para destruirlo, contándole la verdad...La primera vez que los ví juntos...¡Dios, eramos nosotros, tú y yo!...Pero como jamás nos sentimos estando juntos. ¿Los ves, Lucius? Míralos, se aman con locura...Son her-
-No termines esa frase, Potter-. Advirtió Lucius, girando y enfrentándose a James.
-Lo son, y ahora lo sabes. Y no vas a decir ni una palabra de esto, a ninguno de los dos. Y tampoco a Remus. Porque si lo haces, los perderás...sabes que así será.
Harry y Draco son felices y seguirán siéndolo. Me mudaré a España definitivamente. No serás bienvenido en mi casa. Sin embargo, me aseguraré de que mi hijo, su esposo y mis nietos me visiten regularmente.
La culpa compartida no es media culpa, Lucius, tampoco el castigo, pero tú y yo compartiremos este castigo por el resto de nuestras vidas.
Una voz ligera, musical, feliz, terminó la conversación.
-¡Papá! ¿Bailas conmigo?- Un sonriente Harry Potter se llevó a su padre a la pista de baile, donde su esposo bailaba con el mago que lo dio a luz.
dddddddddddddddddddDulzura Letal, 18 de julio de 2011 xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx