Sin ser mi "especialidad" –solo me he atrevido a publicar fics de Harry Potter- les dejo con una idea que tenía dándome vueltas desde hace un tiempo.

Feliz Navidad.


El regalo perfecto.


Esta navidad Santa se había adelantado.

Le regaló a Carlisle el mejor objeto de investigación que un médico puede pedir. No experimentaba con el regalo: solo lo observaba con devoción; se preocupaba por él e incluso le amaba incondicionalmente.

A Esme le trajo la oportunidad de ser más que una madre. Eso, ni por todo el tiempo del mundo se le hubiera ocurrido que pudiera existir.

Con Emmett, Santa fue muy complaciente, pues le trajo una nueva oportunidad de obtener sonrojos luego de una broma.

A Jasper… digamos que el regalo de Jasper fue solo una prueba más hacia su autodominio ante la nueva vida como vegetariano: pero él la aceptó con tal gusto que por momentos muy largos olvidaba que él era quien controlaba los sentimientos y simplemente se dejaba controlar.

A Rosalie le trajo un hermoso regalo de amor y perdón, y la oportunidad única de saldar cuentas con ese terrible vacío de ser madre. Por fin, luego de tantos años, lo había superado.

Para Alice fue la menor navidad de todas… santa le había traído su propia muñeca la cual vestir, peinar, sacar fotos y mimar, varias veces al día, además de adorar, proteger y cuidar por digamos… toda la eternidad.

A Charlie, luego de un susto inicial, le había traído esperanza, y le había quitado la venda que le cubría la vista de un mundo mágico que no podía creer aún; pero que aceptaría.

A Edward le había regalado TODO: todo lo que jamás esperó tener, todo cuanto amaba y protegía más allá de la razón. El regalo perfecto e imposible se había convertido para Edward en solo otra razón más para vivir. Para reír. Para que su corazón de piedra creciera y albergara más amor del que nadie jamás ha tenido.

A Bella, sin proponérselo, sin necesitarlo o quererlo, le había llegado el regalo de vida más maravilloso que existía. Y ahora, no concebía su existencia sin su presencia.

Santa había sido tan benévolo que incluso le había otorgado paz y perdón a Nahuel con solo un momento de compartir y conocer el regalo de la familia Cullen.

Pero, -de manera egoísta- a Jacob Black le trajo el mejor de los mejores regalos: una respuesta. Ahora su vida tenía sentido y por supuesto una razón de ser.

Ya tenía al amor de su vida junto a él.

Porque ese año el verdadero sentido de la navidad se había perfeccionado, Santa se había adelantado todo un trimestre y les había traído a todos un pedacito de amor.

Renesmee se había convertido en la bendición más grande que la familia Cullen había recibido nunca, y estaban devotamente agradecidos con ella. Nessie era justo lo que todos necesitaban, ella vino a llenar sus vidas incompletas de manera natural, desde ahora y por toda la eternidad.