Bueno, recién acabé todo la serie y he quedado prendada a esta, definitivamente me encanta y espero que nos llevemos bien!
Tenía que escribir este fanfic, luego le seguirán más!
Yowamushi pedal no me pertenece u.u esta historia es mi creación owo
En la montaña.
Después de la última competencia del inter-escolar, ardua cabe destacar, los integrantes de cada equipo decidieron descansar un rato en el hotel y pasarla bien en lo que quedada del día en Hakone. Los ganadores estaban exhaustos, más eso no evitó el hecho de que asistieran a la mini fiesta dada por los del Hakogaku.
-Kinjou, no faltes, ni tu equipo tampoco.
-Estaremos allí, Fukutomi.-respondió al otro lado de la línea
-Pero recuerda algo, Kinjou…
-¿Qué cosa?
-Yo soy fuerte.
El capitán de Hakone cerró el teléfono a penas lo dijo, sin dejar si quiera que Shingo respondiese. Bueno, tampoco es como si pudiera contradecirle, lo dice todo el tiempo.
Habiendo comunicado ya a sus compañeros, todos en su gran mayoría se emocionaron (menos Makishima) de que les hayan preparado algo, al ver la hora decidieron que lo mejor era arreglarse de una buena vez.
-Es obvio que yo resaltaré en la fiesta, soy el mejor Sprint!
-Sí, sí, resaltará como el cabeza de fosforo que eres.
-Resaltará la sangre que salde de tu cabeza.-atino Imaizumi
-Ha! ¿Qué me dicen ustedes? ¿Don perfecto, no te van estas cosas verdad? Abuelo, ¿no estás viejo para andar en fiestas?
-Ah?!-exclamaron al mismo tiempo.
Por otro lado, Onoda estaba en la sala junto a Makishima, ambos viendo el ocaso por el balcón. El mayor estaba tan tranquilo como siempre, mientras sonreía al recordar los sucesos de esta mañana.
-Me has hecho tan feliz….
-Ah! Makishima-sa-
Cortó lo que iba a decir al sentir que su teléfono esta vibrando, por el tono del ending de Love Hime, le indicaba que era un mensaje.
Era de Manami.
"Escapemos un rato de la fiesta, te veo junto a tu bicicleta a las 8:30 pm, al comienzo de la montaña! No faltes, Sakimichi-kun!
Sangaku"
-Quién es, Sakamichi?
-O-oh… mi mamá haha, dice que llegue bien m-mañana a casa.
-Ah, bueno, entonces… ¿ya estás listo, Sakamichi? Quisiera que me acompañes en toda la reunión, no quiero que Toudou me arrastre a donde sus amigos.
-Cuenta conmigo! A-aun que pienso que debería de relacionarte más c-con los demás.
-Eh?-inquirió con su mirada fría y penetrante, poniendo de pelos de punta al segundo climber.
-N-nada! Será mejor que me vaya a ver si estoy bien así con está ropa ahahaha!-dicho eso desapareció en un instante.
Makishima soltó un sonoro suspiro.
-Creo que lo volví a asustar.
Mientras tanto, muy lejos del hotel de Hakogaku, Manami ya se iba encaminando a hacía la montaña en su bicicleta, este último día sería especial.
-Hoy no escapas de mi montaña, Sakamichi-kun…hoy serás mío…. Hoy conquistaré a la cumbre más pura que haya visto.
Su sonrisa iba incrementando cada que avanzaba más y se imaginaba lo bien que se verían los dos juntos de ahora en adelante, probablemente, "como siempre tuvo que ser".
-Equipo! Es hora de partir! Todos tomen sus bicicletas y andemos tranquilamente, recordemos que no podemos hacer mucho esfuerzo por lo de esta mañana y no hay apuro por llegar a la reunión, o si, Makishima?-preguntó Kinjou.
-¿Q-que? ¡¿Yo que tengo que ver aquí-sho?!
-Haha! Vamos, Makishima, no tienes que ocultar lo ansioso que te vez por ver al bello durmiente de Hakogaku!.-se unió Tadokoro.
-Tráguense sus palabras y vayamos de una vez antes de que me arrepienta!
Así fue como los de Sohoku fueron rumbo al hotel de sus rivales, ya de anticipo les habían dicho que también iban a estar los de Kyoto Fushimi e Hiroshima, para evitar sorpresas o cosas por el estilo.
-Una caminata llena de discusiones y quejas de dolor después-
-Qué bueno que ya estén aquí, Kinjou, mi equipo en especial Toudou, Shinkai e Izumida se han esforzado mucho para crear un ambiente agradable.
-Oh, no hacía falta, pero estamos más que agradecido por sus intenciones, Fukutomi.
-Bueno, que esperan, pasen adelante, Hiroshima ya está aquí y de KyoFushi solo asistió su capitán Ishigaki.
No esperaba menos.-soltó Imaizumi.
El equipo entero entró y apenas Makishima hizo acto de presencia en la sala, Toudou se abalanzó a él, pegándose como un chicle.
-Maki-chan! Creí que no vendrías y que tendría que lidiar con estos! Qué bueno que estás aquí~
El mencionado formó un intento de sonrisa mientras trataba de apartarlo contantemente, el bello durmiente no cedía ni aun que Yuusuke haya tomado la mano de Onoda para que le ayudase.
-Dile al cuatro ojos que vaya con sus amigos a conversar por allí, estaremos muy ocupado hoy!
-Lo siento, Jinpachi, pero hoy…Sakamichi me acompaña, nos vemos.
Makishima tiró un poco más de Toudou y se dirigió a otro extremos de la sala junto al pequeño climber, quien sorprendido por lo que dijo su sempai, no supo que decirle al respecto. Pudo ver de reojo como Toudou fruncía el ceño y refunfuñaba como un gato malhumorado.
-Ignóralo, solo disfruta de esto, Sakamichi.
-Makishima-san, Toudou-san en verdad quería estar con usted ¿por qué lo rechazo de esa forma? Se ve triste y un poco abatido, aproveche la oportunidad y conversen un poco más.
Makishima lo miró unos instantes, luego la desvió hacia la luna y suspiró.
-Tú no entiendes, Sakamichi.
-Eh… ¿a qué se refiere?
Viendo que no había nadie en el patio y que la puerta de la sala estaba cerrada, tomó con ambas manos el rostro de su kohai y se fue acercando para plantarle un beso rápido pero suave, por supuesto, junto al toque sensual que solo Makishima podía sumarle.
-M-makishima-san…
-Olvídalo, creo que he hecho algo inapropiado, discúlpame.
-Y-yo… SON LAS 8:20 PM!
-¿Qué..?
Onoda salió corriendo del hotel de lujo en un dos por tres, dejando a Yuusuke con los ojos bien abiertos de la impresión, luego regresó a su expresión normal a sabiendas que alguien estaba detrás de él.
-Debes dejar de asustarme así, Jinpachi.
-Serás mejor que te vayas olvidando de tus "sentimiento" por el cuatro ojos, Maki-chan.-contestó, serio y cortante, nada normal en el extrovertido Toudou.
-¿Ja? ¿A qué viene eso, Toudou?¿Tus celos infantiles otra vez?
-Quizás una parte sea por eso, pero la otra…no creo que tu kohai pueda estar contigo realmente.
-¿Por qué?
-Tiene a un demonio tras de él.
Makishima no sabía muy bien a lo que se refería, más un presentimiento malo vino a su corazón, las palabras de Toudou tenían veracidad y sin ni una sola pizca de chiste en ellas. Su rival de la infancia lo tomó de la mano y ambos salieron completamente de la reunión.
Con Onoda—
Anduvo lo más rápido que pudo en su bicicleta, llegar a la montaña de Hakone era más difícil de noche y estar solo le aterraba un poco.
Pero como podía ponerse a pensar montañas y cosas aterradoras si acaba de ser besado por su sempai y que este le haya confesado sus sentimiento tan a su manera? Siempre creyó que a Makishima-san le gustaba Toudou-san pero que nunca se dignaba a decirlo abiertamente y ahora sale con esto.
La vida no estaba de su lado. A él no le gustaba su sempai y solo lo veía como un gran amigo y lo admiraba y todo, no sabía cómo decirlo de la mejor manera.
Sin embargo, porque Manami querría verlo y más a estar horas en la montaña Hakone? ¿Una revancha acaso? ¡Pero si estaba molido y apenas podía andar un poco rápido! ¿O solo querrá conversar de cualquier cosa lejos de todos? Realmente no logra descifrar el porqué.
A lo lejos pudo divisar a alguien junto a un bicicleta, suponía que era él, su cabello lo día todo. Estando más cerca pudo ver gracias a la luz de su bicicleta la hermosa sonrisa que Manami le brindaba.
-Sakamichi-kun! Estás aquí!
El aludido bajo de su bicicleta, siendo abrazado inmediatamente por Sangaku. Admitía abiertamente que le agradaba mucho que lo hiciese, le hacía sentir seguro y muy cálido, aun que a veces le hiciese dar miedo.
-Mana-
-Subamos hasta donde yo te diga en la colina, si~?
-Pero Manami-Kun…
No obstante, Manami ya estaba comenzando a subir antes de que se diera cuenta. Tal vez si estaba en lo cierto y Manami solo quería ir en bicicleta un rato más con el no conforme con lo de hoy en la mañana.
-Makishima y Toudou-
-Creo que acá estamos mejor y así nadie podrá escucharnos, ¿cómo puedes ser tan irresponsable Maki-chan? Tienes suerte de yo haya sido el único que los haya visto! Imagínate si…si otro los haya atrapado…
Toudou empezó a parlotear y después de unos segundo empezaron a brotar pequeñas lágrimas de sus ojos, rápidamente se las secó al ver la expresión impactada de Makishima.
-Jinpachi…
-CALLA AHÍ! No sabes lo mal que se siente verte besando al cuatro ojos cuando él ni siquiera siente lo mismo que tú? NO! de hecho, ni siquiera tu sabes lo que sientes!
-Toudou…
-ESPERA QUE NO HE TERMINADO! ¿Y sabes que más Maki-chan? Lo más estúpido que una persona tan asombrosa como yo haya decidido hacer es no rendirse con un para nada con estilo como tú! En serio que eres de lo peor!
-Toudou Jinpachi cálmate de una buena vez!
Ambos quedaron en silencio y con las miradas apartadas, Jinpachi seguía con el ceño fruncido y Makishima no sabía que decirle. Ambos rivales estaban en tensión.
-Dame un respiro Toudou, se que lo que hice no fue lo más razonable que pude haber hecho y que probablemente en ese momento no haya sabido ni que hacer, acepto que estoy confundiendo mis sentimientos hacia Sakamichi, pero que esperas de una persona que no sabe relacionarse como yo?
El climber de Hakone solo se limitó a tirarlo sobre el piso frío, lentamente se fue posicionando encima de él hasta quedar completamente sentado en sus caderas. Su rival lo miraba atónito, más a Toudou no le importaba mucho lo que estuviese pensando de él, después de todo sus sentimientos siempre han estado al descubierto y no tenía por qué negarlo.
-Déjame sacarte las dudas…Yuusuke.
Makishima solo sabía que para aquel entonces, realmente él era virgen y que a juzgar por la mirada que Toudou le ofrecía, no iba a durar mucho con ese pensamiento.
a estos chicos arreglar sus problemas y vayamos a ver cómo está yendo el de sus menores, que por cierto, la situación no está mejor que esta.-
Manami había guiado a Onoda hasta la mitad de la montaña, donde lo sorprendió con un camino lleno de pétalos de rosa y a los lados dos filas de velas aromáticas. Al final del sendero había un árbol frondoso y debajo de este una enorme manta color celeste, esta vez con pétalos azules.
Sin duda un ambiente muy romántico.
-Manami-kun, que significa todo esto?
-Sabes? Hoy me di cuenta de lo mucho que ambos podríamos llegar a ser si estuviéramos juntos, no, de hecho ya lo había pensando desde el primer día en que te conocí…Siempre pensé que estaría solo en la montaña, que no habría nadie capaz de seguirme, pero tú lo hiciste y lo hicimos juntos, eso fue realmente asombroso!
Le decía mientras ya había dejado sus bicicletas e iban caminando por el sendero. Los ojos de Sangaku tenían un brillo muy en particular que Onoda no podía descifrar bien, el chico le estaba diciendo todas cosas y lo estaba confundiendo aun más y de paso el lugar no ayudaba en nada.
Su amigo seguía hablando mientras el escuchaba atentamente para unir piezas y entenderlo mejor, hasta que al final del camino el paro en seco y también dejó de hablar. Su repentino silencio, le asustó un poco.
-Me gustas, Sakamichi-kun.
Y por segunda vez en el día, el había sido besado. Sin embargo, estaba vez no era solo un toque de labios, Sangaku le mordió levemente el labio haciendo que este soltara un quejido y así el chico de Hakone pudiera introducir su lengua sin problemas.
Eran sensaciones nuevas las que estaba probando, quería apartarse de él por su bien y el de su amigo, pero este cada vez intensificaba mucho el contacto, haciéndolo estremecer, atrapándolo en sus redes al tanto que acariciaba suavemente sus caderas y las pegaba a las suyas.
-Ah!
Manami estaba imparable, en el mismo beso hizo que ambos se lanzaran al suelo, el cual por suerte estaba cubierto por aquella manta suave y cómoda. Para acabar con las contantes luchas de Onoda por escaparse de él, tomó ambas manos y las subió por arriba de su cabeza, facilitando el acceso al cuello de Sakamichi.
Con su mano libre iba desabotonando la camisa que traía puesta y a medida que iba avanzado, dejaba un camino de besos por su pecho.
-E-espero…ah ~ M-manami-kun…N-no…
-Sé que deseas estoy, no tanto como yo, pero de haberme rechazado ya hubieras utilizado tu fuerza interior, Sakamichi-kun.
-P-pero…
-Shhh, solo siénteme y se libre, vivamos.
Al ver que Onoda ya no forcejaba decidió soltar sus manos y seguir con lo suyo, en el trayecto notó como las manos temblorosas de su chico intentaban tocarlo con cierto recelo, a Manami le pareció perfecto
-Tócame también, soy tuyo, así como tú lo eres de mí.
Tomo ambas manos y las fue pasando por su pecho hasta dejarlas cerca de sus hombros y volvió a besarlo, esta vez Sakamichi tímidamente accedió a darle el paso y Sangaku aceptó gustoso, dándose también paso entre las piernas de Onoda, para tener fácil accesibilidad a este.
-E-eh?
-Tranquilo, no te haré daño, será todo lo contrario….
Sus piernas y muslos estaban siendo toqueteados por las hábiles manos del climber, cosa que cada vez iba prendiendo más y más a Onoda, su sonrojo era intenso, pero eso no competía con el palpitar salvaje de su corazón.
-Puedo escuchar tu corazón desde aquí, es bueno estar vivo, y saber que yo causo todo esto en ti… pero, mira como me tienes!
En efecto, cierto amigo de Sangaku ya había deportado hace unos momentos cuando estaba besándose y accidentalmente Onoda rozó más sus caderas en busca de más.
-Ma…manami-kun.
-Dime "Sangaku"
-Sangaku… tómame.
Ambas ropas sacadas en un instante, cuerpos chocando, gemidos llenos de placer y muchos besos por sobre todo, hasta que el momento decisivo llegó. Para Sangaku, onoda ya estaba listo.
-Voy a entrar.-susurró en su oído, su aliento cálido y abrumador.
-Mmh…
Un segundo….dos segundos…. Un minuto.
-P-puedes moverte.
-Hai~
Para apaciguar el dolor, Manami repartía besos por todo el cuerpo de Sakamichi, hasta llegar a sus labios y hacer que este se olvide de la tierra y vaya a su cielo. Sus estancadas eran lentas pero firmes, quería que lo sintiera, que ambos se unieran y formaran a un solo ser.
-M-más…necesito más de ti…
-De quién?
-De ti, Sangaku.
Por la expresión de su amante sabía que había tocado "ese" punto, su mirada, sus sonrojo, su éxtasis los decía todo y por qué no? él también ya estaba llegando al límite, deleitándose con la vista que Sakamichi le ofrecía, con los llamados en su nombre.
Todo era perfecto si ambos estaban juntos.
-A-ah!Sangaku, s-sangaku! Estoy…
-mmnh y-yo también…ah…juntos.
El climax fue tomado por ambos al mismo tiempo, dejando exhausto a Onoda en su primera vez. Manami en cambio siguió allí, mirándolo atentamente, su rostro, sus ojos, su todo, para él era lo más hermoso que había visto.
La cumbre más pura había sido conquistada por él.
-Definitivamente me gustas mucho…-soltó, mientras lo besaba con toda la pasión que aún le quedaba, Sakamichi hizo lo mismo, abrazándolo en el trayecto, fundiéndose en su calor y confort que el chico de Hakone le proporcionaba.
El corazón de Sangaku latía aun más fuerte que el suyo.
-Es realmente bueno estar vivo…-dijo por último, antes de caer rendido en los brazos de Onoda.
-Lo es, Sangaku…-respondió, siguiéndole a los brazos del morfeo.
Aquí acabamos este cap, será dos un Two-shot! ;)
Dejen sus mensajes para ver que tal quedó eh~
Lin-
