Disclaimer: No, Harry Potter no es mío, todo lo que reconozcan es de JK. "YO NO SOY TUYO", pasa Potter gritándole a la genia rubia. "Claro que no, Pequeño. Avada Kedavra!". Voldy y Harry se van tomados del codo... porque los Dark Lords no se toman del brazo ni de la mano. La rubia se levanta del falso final que fingió para no contrariar a su villano favorito y se peina laciamente.
Nota de la autora: Esta es mi "opera prima". Bah, mi primer fic. Así que todavía leo ávidamente todos sus reviews, con consejos, críticas, crucios, avadas –corren el riesgo de que reboten-, encantamientos estimulantes…
Tiene spoilers de todos los libros. Trato de no repetir escenas ya escritas, no me gustan las "tal y tal leen el libro", yo ya lo leí y me lo sé casi de memoria, una vez usé la escena del pseudo suicidio de Harry para un monólogo y jaja, eran todos adultos, nadie se dio cuenta de dónde era la cita (le saqué las referencias mágicas y los nombres de personajes) pero esto no viene al caso.
Para tener en cuenta: el fic está narrado desde el punto de vista de muchos personajes. No dice "fulano point of view", la idea es que darse cuenta de quién está hablando sea parte de la magia. Y lo reedito constantemente.
Dicen que la historia empieza a tener sentido a partir del capítulo 7. Si en el 8 no te convencí, ríndete.
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-Hechizos
Con ustedes, estimado público ya que ustedes no tienen nada mejor que hacer y yo tampoco... la historia:
Bajo el signo de la ardilla
Tendidos junto a la fuente, se miran durante un largo, largo minuto. Parece como si a cada uno le hubieran dado un mundo y no supieran que hacer con él. El mayor de pronto lanza una sonrisa maliciosa y le da un mordisco al pezón del joven tendido sobre la cama de pétalos silvestres a través de su camiseta muggle desgastada que no sabemos por qué sigue usando. El ojiverde da una mezcla de gemido y chillido.
-¡No diste ningún aviso!
-El ataque inesperado siempre constituye una ventaja.
-¿Acaso todavía esto es un juego de guerra?
-No te ofendas, bonito. Pero todo es una guerra. Y voy a vencer, cómo bien sabes…
-No siempre ganas, ¿o te olvi… -Pero fue interrumpido por su compañero, quién le robó un beso a su alma, poseyendo esos labios carnosos y rosados por siempre tan generosos. Una suave plea salió de ellos y el mayor aprovechó para introducir su esbelta lengua bífida dentro de esa preciosa cueva y saquearle y tomar todo lo que pudiera. Cuando se separó para tomar aire, vio satisfecho que su amante tenía los labios entreabiertos, sudaba con los ojos cerrados, totalmente olvidado de lo que iba a…
-¡Eres un tramposo, Volds! –Pero reía. Fue atrapado en un abrazo cerrado, irrompible como el yunque.
-¿Todavía esperas que sea justo y noble, mi leoncito? Empezaré a creer que no me conoces lo suficiente, Harry. Tendré que darme a conocer de alguna manera…
Los ojos de Harry Potter se tiñeron de ansiedad y deseo.
-¿Y se te ocurre alguna?
-Alguna idea tendré, pero precisaría un incentivo, ningún profesional trabaja gratis.
El Gryffindor hizo un mohín. Luego de una mirada astuta que desapareció tan pronto como vino y cualquier otro que ellos habría pasado por alto, Harry cerró los ojos, estirándose como un felino, pareciendo dispuesto a dormir.
-Oh, maldita sea, Harry… Tú eres mi caída, mi alma… Piensa eso de nuevo…
-Creo que precisaría un incentivo –el león parecía haber atrapado a una gacela, y la gacela llamada Tom Riddle se perdió en sus labios una vez más mientras sus ágiles largos dedos le arrancaban la camisa a su perdición y su triunfo, ese muchacho flaco que tanto deseaba esto, su éxtasis por el que había esperado tantos años…
_Ssíiiiiii… Más, Tom, sí…
Unos 20 metros más arriba, dejé de mirarlos. Salté de árbol en árbol con silencio y gracia, pero aunque hubiese despegado un torpedo a ellos no los hubiese inmutado en su milenario danzar.
Cuando salí del bosquecillo, había un claro iluminado. Me senté sobre una piedra plana, a meditar.
Una mariposa blanca pasó volando y se chocó con la piedra. Se lastimó las alas. La curé y pronto revoloteaba alrededor de una oscura.
Aunque fuera tan feliz por ellos, no podía evitar sentirme terriblemente sola.
Era una especie de chiste malsano y criminal. Quiero matar a alguien.
Nagini se enrosca a mi alrededor. Paso los dedos por sus escamas, permanece callada.
Soltera y deprimida, mientras la naturaleza canta su sinfonía de hojas marrones y caobas cayendo, con una serpiente negra gigante en rededor, me sumerjo en los recuerdos. El destino es algo tan, tan raro…
Julio de 1996:
Este verano pasé por la casa de mi padre.
No estaba muy segura de con qué ánimo le encontraría. ¿Estaría eufórico y lleno de planes? ¿O deprimido por la reciente encarcelación de los secuaces que habíamos liberado?
_¡Chiquilla!
_¿Me extrañaste, mi preciosura? –las serpientes se derriten cuando les dicen que son bellas, y ella ciertamente lo es, así que no le miento_. ¿Cómo has estado? –le acaricio suavemente las escamas de su cabeza diamantina.
_Hace bastante calor, un tiempo excelente. Se me escapó una presa roja en invierno,pero el Amo dijo que los traidores a la sangre no eran la mejor carne, pero a mí me pareció muy sabroso. ¿Tú qué opinas?
_No sé, Nagi, nunca me comí a un traidor a la sangre –me reí.
Me bajé la capucha y me quité las lentes de contacto antes de entrar a la sala. No me desilusiono, pero estoy tentada de hacerlo. Una parte de mí querría hacer pública mi existencia y que todo el mundo aquí se mate intentando servirme café, pero se filtraría y perdería mi tan preciada libertad de, por ejemplo, ir a la ópera de manera visible. Claro que me disfrazo y oculto mi aura, pero aún así, es un gran riesgo del que soy consciente.
Golpeo la puerta, preparo mi mente y entro sin esperar respuesta.
-¡Crucio!
-¡Ilusion! –el rayo rojo me golpea, pero mis ojos ya están desviados en su océano de infinita calma y nada sucede.
-Pequeña Áspid, no te esperaba hasta mañana -. Me quito la capucha y mis ojos rojos se encuentran con unos idénticos, rabiosos unos, calmos otros.
-No tenía demasiadas cosas que hacer y me aburría, padre.
-Yo sí tengo demasiadas cosas que hacer -. Su mandíbula está muy tensa. También su espalda. Por primera vez, pienso que este hombre precisaría una amante. Destierro la idea tras mi bosque imaginario-. Vete.
-Oh, olvidaba lo duro –saboreo un instante la palabra resonante- que es destruir Inglaterra… ¿pensaste en bombas atómicas?
-Fascio Inflamare! –me aparto de la nube de óxido de un ágil salto y salgo por la ventana.
_¡Vendré mañana! – le grito y me escabullo, mientras siento derretirse el vidrio que conjuré sin palabras.
Cuando llego a las rejas del fondo, oigo los gritos del desafortunado mortífago que tuvo la desdicha de presentarse en este momento… o en cualquier momento, claro.
No le conozco amores a mi padre. Ni yo ni nadie. Cierto que es viejo, y que su apariencia no es humana –y él tampoco es humano-. Pero tampoco escuché que hubiese tenido amantes cuando era joven. Sé que flirteó con todas las damas y hombres que le interesaba encandilar, y que de joven era realmente guapo. (Yo pienso que ahora también lo es, pero soy consciente de que debo ser la única que lo piensa. Bueno, yo y Bella, pero ella está dañada, precisa un tratamiento contra su adicción y otro contra Azkaban). Sin embargo, no se le conoce ningún noviazgo de ningún tipo.
Nadie sabe que tuvo un lío de una noche con al menos 40 francesas (una distinta por noche), a las que mataba al día siguiente, y entregaba sus cuerpos a la madre de Nagini, que estaba embarazada1 y tenía antojo de francesas de grandes senos con reciente olor a sexo. Padre temía que si tomaba putas de la calle, alguna tuviese alguna enfermedad venérea y se la contagiase a Nizumi o a Nagini, así que las seleccionó vírgenes y seducía y follaba él mismo. Un hombre muy sacrificado. Podría haber usado Imperius, pero como era guapo y galante, sólo lo utilizaba si caía la noche y no había levantado a ninguna, algo muy inusual. A la mañana, las mataba. Si la chica trataba de irse mientras él dormía, Nizumi la mordía y se daba un atracón.
¿Por qué no presumió con nadie tal hazaña? ¿Y cómo me enteré de tal historia? Por Nagini, claro, a quién su madre transmitió sus memorias –es una práctica común entre serpientes. Se pasan todo su pasado por largas generaciones. Tener serpientes es un excelente formato para conservar información. No entiendo por qué las bibliotecas no las utilizan, son más fiables que el PDF y el WinZip.
El método "doncella para la cena" sólo falló una vez, por la gracia de una ardilla.
Annette Croissant siempre padeció de sueño muy ligero. Esa noche, contempló a su joven y recién descubierto amante, y se dijo que era el hombre más dulce que conocía. Fue al baño, que tenía una pequeña ventanita al jardín. De alguna manera, había una ardilla ahogándose en el inodoro. Annette pensó que era un destino muy cruel y la rescató, pero las ganas se le habían ido. La joven salió del baño con el animalito temblando en la mano, lista para contarle su aventura a su amante. Vio que bloqueando la puerta de salida había una serpiente gigante que se relamía. Sus siseos se parecían a los gemidos del hombre que dormía en la cama. Sintió miedo.
Sin embargo, la chica recordó que siempre había tenido miedo de su tía Margot, y que para encubrir sus recelos y angustias, cuando ella venía le preparaba los mejores manjares y la hinchaba de vino. Llena de comida, la tía Margot no era tan mala. Así que alzó valientemente la cuchilla de cocina… y decapitó a la ardilla. La lavó, hirvió y sazonó con mil y una especias aromáticas y rellenó con higos y miel. Cuando estuvo completamente apetecible, se la ofreció a una tentada Nizumi. No habituada a la miel, Nizumi cayó en un delicioso sopor. Anne puso los pies en polvorosa y se tomó el primer colectivo que pasó. La bajaron 2 cuadras después por no haber pagado el pasaje. Hizo dedo por 3 días. Vendió en la calle empanadas a 15 céntimos más caras que el precio con el que las había comprado en el almacén. Después volvió a su ciudad. Nunca volvió a ver al joven, y alguna vez pensó que había sido un sueño. Unos meses más tarde, constató que no lo era: una hermosa niña de ojos rojos nacería en noviembre. La llamó Marie, Marie Croissant.
Nota de la Autora:
1 Que las serpientes no se embarazan sino que ponen huevos: lo sé, pero mismo argumento de siempre: Nagini y Nizumi no son serpientes normales, sino cruzas mágicas con otros bicharracos y fueron tratadas con diversas pociones experimentales. Voldemort probó con unos cuantos hibridajes hasta contentarse con Nagini y, ahora que es su horcrux, no la reemplazaría. Además, en El cáliz de fuego, Riddle le pregunta a Wormtail si "terminó de ordeñar a Nagini". Usualmente pensás que se refiere a extraerle veneno de los colmillos vía esponja, pero ¿y si Nagini es medio mamífero? Entonces Nizumi podría haber estado embarazada. Además, recuerden que esta es una novela, y mando yo, je.
¡Gracias a todos por leer!
... y ...
¿no es un review demasiado pedir? ¿Hacia dónde creen que irá la historia? Apuestas... apuestas... no, no será con galeón leprechaun.
