El winx club no es mío. (¿No es ya obvio?)
¿Alguna vez has sentido el viento correr por todo tu cuerpo? Ese agradable frescor y libertad que hace estremecer... siempre me encantó esa sensación... la que ahora mismo estoy experimentando.
Choca contra mis descalzos pies, una leve brisa se cuela en mi pantalón, recorre mi torso desnudo y mi rostro, agita mi pelo y vuelve a emprender su viaje hasta el horizonte.
En mi campo de visión solo se encuentra la luna llena, sin estrellas a su alrededor. Es siniestro y bello a la vez. Obviamente, no puede faltar el cortejo de los lobos hacia este satélite, esos cánticos del cielo...
Revisando todos los pensamientos, siento el alma poética de Helia en mí. Solo pensarlo, me da un escalofrío...
Me siento, cambiando mi posición y observando mi torso arañado. ¿Qué mejor día para morir que Halloween?
"¿Por que está herido?" se preguntarán.
Hoy todo el mundo estaba ocupado con sus hermanos, hermanas, familias... ¿Con quién festejo yo este día, si soy huérfano? Tras horas pensando, decidí ir a un bar, a tomar alguna que otra cerveza. El alcohol siempre ha sido mi hombro en el que llorar, mi arrogancia llega más alto que el mendigar pidiendo consuelo. Aparte de un problema en el baño, seis botellas de estas bebidas también pueden significar ebriedad.
Lo que ocurre cuando uno está borracho, es que vas buscando pelea hasta con una farola. Pero para mi maldita suerte, mi rival era mas fuerte. Me corrijo: mis rivales. ¿Conocen a ese grupo pandillero de calles que siempre van armados con navajas y cosas por el estilo?
Y aquí estoy yo. Tras casi matarme, me llevaron a un cementerio. Que ironía, ¿verdad?
Increíblemente, la noche empieza a tomar rumbo al de una historia de terror. Niebla, plantas secas...
Reviso mis heridas para calcular el tiempo de vida que me queda. Tengo una muy profunda a lo largo de mis abdominales, la cual sangra mucho. Al parecer, estos imbéciles se han molestado en escribirme insultos en los brazos. Algunos muy desagradables. Se que tengo otras tantas en mi cara, pero no puedo verme y tocarme podría significar mi muerte.
Como puedo, me levanto. Pero piso un vidrio roto, pierdo el equilibrio y caigo a los espinos. Pero algo extraño sucede. No siento dolor. No. Rectifico. Ahí esta. Matando lentamente a mi personalidad de fuerte y malo. Me siento tan vulnerable y frágil.
Sin razón alguna siento una mirada posada sobre mí. No le doy importancia y me levanto. Esta vez sí. Nada consigue estimular a mi sentido del tacto. Encuentro un lago en mitad de la nada.
-¿Para qué es esto? ¿Para que los muertos beban?
-Deberías tener más sensibilidad, Riven.
Me doy la vuelta sin saber que eso cambiaría todo.
-La vas a necesitar.
Veo a una hermosa mujer. De bellos ojos azabache, melena negra con destellos azulados, piel de porcelana, labios de fresa y facciones de diosa. Solo iba vestida con una tela negra que solo le cubría lo suficiente para no ir del todo desnuda. No llevaba zapatos, y, por ridículo que suene, me sentí identificado con ella.
Tenía algo a sus espaldas pero la penumbra de la noche no me dejaba distinguir la silueta. Me dejo de concentrar en lo que sea que lleve detrás y la miro entera. Era lo más hermoso que había visto en toda mi vida. Y eso que recuerdo haber salido con una modelo.
-¿Sabes? No me importaría pasar mil veces por lo que pase esta noche si tú eres la recompensa.
-Trágicamente, tu recompensa por la vida no soy yo. Mi jefe me manda para que seas informado de asuntos relevantes.
Acerqué mis pasos a ella, ansioso por descubrir quién o qué era exactamente. Retrocedía cada vez que yo avanzaba. Decidí detenerme.
-¿Y cuáles son esos asuntos?
Entonces colocó una mano apuntando a mi cabeza y me disparó una esfera de energía.
¿No habéis oído que cuando mueres, te pasa tu vida por delante? Eso vi yo. Cuando me abandonaron, cuando Saladino me encontró, cuando llegué a Fuente Roja, cuando conocí a mi escuadrón... todo. Eran como pequeñas tomas de la película que fue mi vida. No me sentí bien recordando lo que pasé. Era doloroso saber que ya no había vuelta atrás, no podía rebobinar esa cinta de vídeo.
Por fin, esos flashbacks terminaron. Me levanto y me encuentro cerca del lago. Busco con la vista a esa mujer, pero no consigo localizarla.
-Aquí.
Subo la mirada y la veo subida en un árbol. Al fin distingo. Eran alas lo que tenía a sus espaldas. Eran enormes, de plumas, como si fuese un ángel. Pero un ángel negro.
-Ya has muerto.- Lo dice de una manera tan indiferente y sin compasión que siento un dolor tremendo. Dirijo la mirada al suelo. ¿Cómo que he muerto? ¡No puedo haber muerto! Recapacito un poco, negándole el lujo de verme llorar.
-¡¿Y tú quién eres y qué me has hecho?!- Pega un salto y baja del árbol.
-Te he hecho todo.- No comprendo esa frase. La miro, en sus ojos encuentro una leve chispa de compasión.
-Yo estuve ahí cuando tu madre te abandonó, cuando Saladino te encontró... te vi crecer. Yo soy Musa, he sido tu ángel de la guarda. Yo no puedo elegir tu destino, simplemente observarte y cambiar algunos detalles en tu vida. No es mi culpa que hayas muerto, Riven. Es solo tuya. No pude hacer nada. Si no te mataba en ese momento... dejaría de ser lo que fui para ti. Tú vida sería un simple juego de azar. Ni tú ni yo podríamos cambiar nada. Yo...
-Entonces, ¿tú decidiste que mi madre me abandonara?
-Existen ángeles buenos y ángeles malos, Riven.- Recorro su cuerpo con la mirada, sorprendido de que ella pertenezca al lado oscuro.-La simple vestimenta no indica nada. -Creo que lo notó.- El o la que manipulaba a tu madre, era uno malo. Yo no puedo decidir en más de una persona. Yo solo soy culpable de que Saladino te encontrará, su ángel era mi amigo.
-Y... ¿donde iré yo ahora que perdí la vida?- Desvío la mirada encontrando a mi cadáver tumbado en el suelo. Me miro las manos, notando que son translúcidas. ¿Pero donde se ha metido ahora? La veo caminando hacia el lago. La sigo a paso acelerado. Noto que mira al agua. La imito. Gran fue la sorpresa al ver que no había reflejo.
-Y así son las cosas. Uno pasa de ser feliz e ignorante a estar en un solo lado del espejo, sin más. Sin amigos ni familiares a tu alrededor. Sin gente que te quiera o te vea. Sabes a qué ángel pertenece cada persona, pero no puedes verla ni hablar con él o ella.
Noto nostalgia en su voz. Siento que ella perdió a un ser querido y no lo puede volver a ver.
Era algo extraño lo que sentí en ese momento. No recuerdo que antes me hubiera pasado. Como un impulso. ¿Nunca nadie ha tenido amor a primera vista? Pues eso me pasó a mí.
Ella me miró y yo voltee para verla. Sus ojos expresaban un sentimiento definible por primera vez en toda la noche. Se acercó a mí. Yo avancé hasta que nuestros rostros casi se tocaban.
-¿Y es normal que un humano se enamore de su ángel? Porque yo lo he hecho.
Avanzo un poco más y ella cierra los ojos. Decido aprovechar la oportunidad.
Sin pensármelo dos veces, le levanto la barbilla y la beso. Al principio estaba tensa, pero se fue relajando. Envolvió sus ligeros brazos alrededor de mi cuello y yo le respondí poniendo mis manos en sus caderas. Se intensificó, hasta que decidimos romperlo, el aire ya no era un problema para nosotros.
Sus ojos con los míos, a tan corta distancia era brujería, magia negra. Y me gustaba eso.
-Cuando un ángel mata a su humano, la víctima puede elegir si quiere ir al infierno, al cielo o vagar por todo el mundo.-Me comenta, aún un poco excitada por el beso.-Elije.
-Donde quiera que tú vayas.- Le digo repitiendo la escena anterior.
Y así nos quedamos, besándonos bajo la luna llena de Halloween, un muerto y un ángel juntos. En esos momentos agradecí que me hubiese matado, pues pasaríamos la eternidad juntos. Ella era mi ángel caído, mi diosa... mi Lucifer.
Hey. E aquí una historia sobrenatural de como Musa y Riven se conocieron. La verdad, no entiendo el por que de esta historia. Vi una imagen (no la consegui encontratar de nuevo, no es la de la portada) y me inspire.
No se si suele gustar este tipo de historias, no he leido muchas asi que quedejenme su opinion por review o por PM. Tambien comentarios, dudas, ideas ¡Lo que quieran!
¡Nos leemos pronto!
