Ya lo sé, ya lo sé…"¡¿Qué mierda haces publicando otra historia si ni siquiera terminas las otras dos?" Pues en realidad no tengo excusa. Prometí un capítulo por semana y he fallado. Por otro lado, mientras hacía mi mudanza de datos (tengo una laptop *o*), encontré este fic que tenía casi el primer capítulo. Estaba inspirado en un manga el cual no encuentro entre mis desordenadas carpetas o en el mismo Internet. Si alguien sabe el título, me avisa por favor. En fin, ya que no lo tengo para guiarme, lo hice más o menos de lo que recuerdo. Ahora, este fanfic, no les prometo, sino les juro que está completo. Publicaré cada semana hasta subirlo todo mientras me dedico a los otros, cuando termine uno de ellos, será el siguiente. Aunque francamente es más probable que termine Born Romance en lugar de Unión Mágica. Creo que no debí haber empezado algo con tantos personajes…quedará suspendido por un buen tiempo, al menos hasta que tome más experiencia e ideas para darle una mejor trama. Ya sin más, ¡aquí les dejo el primer capítulo de mi primer fanfic-no-one-shot terminado *o*!
Disclaimer: Hetalia, Power Rangers, Justin Bieber, Armstrong de FMA o el manga en el que me inspiré no me pertenecen, sino a sus respectivos dueños. A mí sólo me da la gana de poner a Hidekaz que me lo sé de memoria.
Capítulo 1 - ¿Un travesti?
Eran alrededor de las 8 de la noche. Antonio y Francis, amigos de la universidad, caminaban tranquilamente por las calles de España mientras mantenían una interesante charla.
—…Y entonces yo le dije "¿Quieres probar mi churro?" y ella dijo "¡Estúpido!" y me golpeó ¿Puedes creerlo? ¡Me golpeó y se fue! ¡Y yo que sólo le ofrecí uno de los churros que había hecho! De ahí dicen que una señorita nunca piensa mal…
—Pues debo decirte, Mon ami, que aunque deba aceptar que tus churros son deliciosos, no puedes ir ofreciéndolos así como así. Las señoritas de hoy ya no son como las que decían que había en los libros de Historia…
—Aun así…no era necesario el golpe... —siguió quejándose el de ojos verdes — hablando de golpes, cuéntame, ¿Qué pasó? ¿Qué te hizo Alfred cuando te encontró acorralando a Matty? Debió haberse armado una, considerando que Arthur también andaba cerca…
—Pues ahora que lo recuerdo, olvidé agradecerte la ayuda — replicó Francis con cierta molestia mientras Antonio hacía un gesto de disculpa por haber huido— pero en realidad lo que pasó fue que…
Francis tuvo que cortarse a media frase. Escucharon quejas y burlas que parecían venir del a la vuelta de la esquina. Antonio apresuró el paso y se encontró a un tipo alto y fornido forcejeando con una señorita.
— Anda, ven conmigo preciosa, a una muñeca como tú le encantará conocer mi muñeco— decía mientras se relamía los labios de una forma muy desagradable
— ¿Ve~? No entiendo a qué se refiere, señor, pero me da mucho miedo, déjeme por favor— pedía asustada y a punto de llorar
— Si no es a las buenas, tendrá que ser a las malas, entonces…—sentenció mientras la jaloneaba.
— ¡Alto ahí, sucio rufián! —gritó Antonio al puro estilo Power Ranger, una de sus series favoritas— ¡Quita tus asquerosas manos de esa damisela o haré que supliques no haber nacido!
El 'rufián' volteó para mirarlo con sorna y decir:
— ¿Sí? ¿Tú y cuántos más?
— ¡Pues conmigo es suficiente! — luego jaló al francés que estaba detrás suyo — ¡Pero sólo por si acaso también cuento con esta pequeña ayuda!
En ese momento, el tipo soltó a la damisela, quien cayó sobándose el brazo, para encargarse de esos que acababan de interrumpir su platillo nocturno. Dio unos pasos mientras Antonio adoptaba una pose de lucha de lo más ridícula y Francis se ocultaba detrás de él pidiendo por un milagro. Y el milagro sí que pasó: resultaba ser que el bandido había tenido una mala experiencia con los payasos (que incluía un secuestro, un pedófilo y ositos de peluche) y para suerte de nuestros héroes, uno pasó cerca, haciendo así que el tipo huyera gritando peor que una madre al enterarse que su hija es fan de Justin Bieber.
Entonces, después de un pequeño lapso de asimilación, Antonio concluyó que ir al gimnasio una vez al mes si hacía efecto. Luego, se acercó a la dama y la observó mejor: Llevaba un vestido verde al estilo sirvienta y el cabello marrón rojizo semi-largo atado en una coleta.
— ¿Se encuentra bien señorita? — preguntó mientras le tendía su mano y ponía la mejor cara de galante que tenía, con brillito y todo al puro estilo de Armstrong de FMA.
—Vee~—respondió recibiendo la ayuda y levantándose— Sí, gracias por ayudarme, no sé lo que quería ese tipo, pero tenía mucho miedo — entonces se llevó una mano a la cabeza y se quitó la peluca que traía revelando su corto cabello— pero supongo que no debí haber salido así de noche, ¿nee~? Cierto, me llamo Feliciano.
Antonio se le quedó viendo un rato y luego volteó a hablar con Francis mientras intentaba alejarse lo más rápido posible.
—La verdad es que no esperaba que en esta zona también habían travestis que…
— ¡Vee~! — pero el grito del ahora señorito le interrumpió – No soy travesti, esto—dijo tomando la parte baja del vestido — es para una obra. Si quieren pueden venir a verla, está por empezar, ve~
El de ojos verdes lo pensó y le preguntó a su compañero.
—Bueno, me interesa saber en qué clase de obra se usaría ese disfraz — y con esto, los tres fueron a un establecimiento que se hallaba a una cuadra, no sin antes comprar los guantes blancos, que era para lo que Feliciano había salido al principio.
El español y el francés compraron sus entradas y se sentaron en sus respectivos lugares al despedirse del chico del vestido en la entrada.
Al final, la obra era una extraña tragicomedia de amor entre dos jóvenes, un soldado que debía servir a su país en una guerra y una joven sirvienta que termina sola, pues su amado es muerto en batalla. Tanto Antonio como Francis no pudieron evitar llorar cuando se despedían con un beso y ella le entregaba sus pantaletas como recuerdo. Luego de eso se perdieron cuando no se enteraron cuándo y por qué llegaron visitantes del otro planeta que se ponían a pintar de blanco a todos.
El elenco salió a despedirse y le gente aplaudía para no quedar en ridículo pensando que eran los únicos que no habían captado la mitad de la función, aunque al final Antonio escuchó que algunos decían '¿Te gustó el final?' '¡Claro, estuvo fantástico! Porque…lo entendiste, ¿verdad?' '¿Yo? ¡Por supuesto!, hasta un niño lo hubiera hecho, jajaja' 'Cierto, hasta una niño, jajaja', otros más sinceros se preguntaban qué rayos había pasado y concordaban en un final que estaba mucho más lejos del que había entendido él.
Esperó a que salieran todos y divisó a Feliciano charlando con un rubio que inmediatamente se fue como preocupado por algo o alguien.
— ¿Les gustó la obra, Antonio, Francis? — preguntó con un rostro lleno de esperanza.
—Po- por supuesto—respondieron a la vez, sin ganas de desilusionarlo.
— ¡Qué bien! Si quieren pueden venir a la fiesta que hacemos después de la obra. Gilbert, nuestro jefe, siempre nos da cosas ricas cuando actuamos bien.
Los tres terminaron en una habitación en la que se encontraban todos los del elenco y unos más que ayudaban con el vestuario, luces y demás.
—Kesesese~ El Grandioso yo tiene noticias—un peliblanco de ojos rojos entró a la habitación con grandes paquetes de cerveza y detrás venía el rubio con el que Feliciano había estado hablando hace un rato, cargando bolsas de frituras y golosinas— ¡Al parecer de nuevo fue un éxito! ¡A celebrar! —Todos los presentes dieron un grito de júbilo y tomaron algo de lo que trajo. Gilbert dejó lo que sobró en la mesa y volvió a hablar con una lata en la mano —la mala noticia es que un 5% del público era muy tonto para entender la historia—muchos no tomaron importancia a lo último y siguieron en lo suyo.
—Gilbert, Gilbert—llamó Feliciano, el albino volteó y se acercó sonriendo— ellos son de los que te hablé hace un rato—explicó señalando a ambos chicos.
—Así que ustedes salvaron a Feli—les tendió la mano— Yo soy Gilbert.
—Francis
—Antonio
— ¿Y a qué se dedican?
—Ambos estamos en la universidad, pero yo estudio Gastronomía y Antonio se dedica al área de Letras—explicó Francis.
—Pero nos conocemos desde la secundaria—afirmó sonriente el castaño.
—Bueno, yo estudié Administración, pero la verdad no me atrajo mucho—comentó el de ojos rojos. Los tres se pasaron mucho rato conversando, pero en un momento Gilbert se tuvo que marchar a cumplir con algunas obligaciones, mencionando algo sobre hablar con el encargado de la música*. Ambos amigos quedaron nuevamente solos, pues Feliciano también había desaparecido.
—Toño, creo que es momento de retirarnos, si bebemos más terminaremos borrachos—expresó al francés mirando la hora—además, recuerda que mañana tenemos exámenes por la tarde y debemos estudiar.
—No, no esh jushto, yo quiero qued-arme un ratito másh—trató de hablar el otro. Francis le quitó la lata de cerveza y lo levantó como pudo a pesar de sus quejas incoherentes. Cuando estuvo cerca a la puerta se encontraron con Feliciano nuevamente.
— ¿Ya se van? —cuestionó con una lata de jugo en su mano.
—Oui, Toño está a punto de caer, debo llevarlo a nuestro departamento.
—Ya veo…Addio!
—Yo no me quieero irsh, yo quiero quedarme conti-go Felishianito—reclamó tratando de abrazarlo mientras era sostenido por su amigo. El rubio se disculpó y se lo llevó a rastras. Al llegar frente a su departamento, sacó las llaves y abrió la puerta. Hiso entrar al ahora dormido Antonio y lo tiró en su cama para luego desabrochar un poco su ropa y sacarle los zapatos. Luego se retiró a su habitación y se acostó, con algo de dificultad debido a los sonoros ronquidos de su compañero.
—Dieu!
Se despertó con un horrible dolor de cabeza y no puedo evitar lanzar un leve gemido al levantarse. Se metió directamente al baño al sentirse sucio y con mal aliento. Al salir, un exquisito olor invadió por completo sus fosas nasales y en menos de lo que se dice Olé, se encontraba ya sentado en el comedor.
— ¿Qué hay de desayuno, Francis?
— Tu favorito—dijo mientras servía unas tostadas con mantequilla y otras con jalea, unos bollos dulces y una jarra de jugo de naranja. Antonio tomó una taza y se preparó un café con leche, mientras que su amigo se hacía uno amargo.
—Estás de buen, humor, ¿saldrás hoy con Matthew?—preguntó mientras se terminaba un bollo en dos bocados.
—Oui, no te lo terminé de contar ayer, pero Matty se enfrentó a Alfred y éste tuvo que terminar dejándonos en paz por el momento. Hoy en la mañana me llamó algo preocupado diciendo que Alfred le había pedido tener una cita doble.
— ¿Cita doble? ¿Significa que Arthur también irá? ¿Y estás bien con eso?
—Sí irá y la verdad no me importa. Mi meta es lograr que tanto él como Alfred nos dejen en paz, así que les demostraré lo bueno que puedo ser —Antonio se atoró con una tostada al reírse y tuvo que usar el jugo para pasarlo. Francis ignoró el detalle y siguió—Además, si Matty está feliz, yo también lo estoy—cualquier persona que escuchara ello pensaría que era muy romántico. Pero como el de ojos verdes no era cualquiera y lo conocía de años, sabía que su felicidad equivalía a un rubio muy dócil en la cama.
Ambos siguieron desayunando hasta que el francés se levantó a darse unos últimos toques y tomar una cartera y un abrigo.
—No me esperes despierto— Antonio asintió y terminó su desayuno más calmado. Luego tomó unos cuantos libros y se dispuso a estudiar para su examen.
Llegó a su casa a eso de las 7 de la noche, con unas bolsas de la librería y otra de comida china. Se tiró al sillón tras dejar todo en la mesa y respiró profundo, estaba aburrido. Pensó en una que otra cosa sin importancia hasta que se le vino a la mente Feliciano. Era un chico muy feliz y alegre, también debía aceptar que era muy lindo, tal vez podría intentar algo con él. Sí, definitivamente era su tipo, tierno y violable, sin duda iría a por él. Comió un poco de lo que trajo pensando en cómo acercársele, tal vez podría ir a ver sus presentaciones, la siguiente sería mañana. Era lo mejor, mañana lo vería de nuevo. Apagó las luces y se metió a su habitación.
Ahora las aclaraciones. Primero, sí odio a Justin Bieber; segundo, para quienes no conozcan Full Metal Alchemist, se los recomiendo; tercero, al encargado de la música que se refiere Gilbert es a Roderich, pero todos sabemos que va a buscarle para todo menos para discutir sobre ello; cuarto y último, algunos términos que de seguro se imaginarán el significado pero por si acaso pongo:
Oui=Sí Addio!=Adiós Mon ami=Amigo mío Dieu!=Dios mío
Ahora sí creo que no olvido nada. Sin más ahora me despido,
Lis.
PD: Aquí, sí, justo aquí abajo, hay un botoncito mágico que me hará feliz. Si quieres darme felicidad, comenta algo, mientras no sea demasiado ofensivo xD
