Bella se frotó la cara con enojo mientras se daba vuelta en la cama.

Otra vez.

Había soñado otra vez con él.

El sudor empapaba su cuerpo, mientras recordaba el para nada decente sueño que acababa de tener.

Se giró, y fijó su vista en el reloj, que con grandes números rojos, le indicaba que se había vuelto a desvelar.

¡Eran las 4 de la mañana!

Joder.

Bella odiaba desvelarse, sobretodo porque no podía volver a dormirse, y se quedaba girando en la cama, intentando no pensar en el muchacho ojiverde que invadía sus sueños constantemente.

Cabe destacar que nunca lo conseguía.

Si tan solo supiera que es…

Pero no, Bella no lo sabía.

Bella tan solo sabía que a los 7 años, había comenzado a soñar con un niño de cabellos dorados, ojos verdes y sonrisa radiante.

Y que con el paso de los años, ese niño de sus sueños, había crecido a la par de ella.

Pasando a ser un adolecente divertido y sonriente, a un joven-adulto, de cabellos rebeldes, ojos chispeantes y sonrisa atrevida.

Bella no sabía quién era.

Pero lo conocía más que a nadie.

Sabía que era un joven extrovertido, lleno de vida y risas. También sabía que era seductor y misterioso cuando se lo proponía, que su mirada podía hacerte derretir como paleta helada al sol, y que su voz ronca te impulsaba a hacer lo que él quisiera hacer contigo.

Sabía que era posesivo y celoso, y que amaba el cine, sabía que tenía el mismo gusto musical que ella, pero amaba las comidas que ella odiaba.

Sabía que adoraba a su familia y amigos, y los cuidaba como un tesoro, sabía que estudiaba medicina, y que le encantaban los niños, y por eso se dedicaría a ser médico pediatra.

Y también sabía, que estaba completamente enamorada de él.

Sí, estaba enamorada de un producto de su imaginación.

O aunque sea quería creer que lo era, a pesar de que ella siempre había tenido menos imaginación que una roca.

Porque si no era un invento de su cabeza, ¿Qué más podría ser?

A veces Bella tenía miedo, lo admitía.

Tenía miedo de amar tanto a alguien que nunca había visto en persona, tenía miedo de que un día dejara de soñar con él y no volver a verlo nunca.

Bella sabía que era por él que sus relaciones nunca habían funcionado.

Sólo había tenido dos novios en su vida: Mike y Jacob.

Mike, bueno, había que admitir que ese era un idiota. Y Bella estuvo tres meses para darse cuenta.

Y Jacob, bueno… Jacob era un buen chico. Simpático, agradable, lleno de comprensión y amor, un amor totalmente dirigido a Bella.

Y ella no podía corresponderle, porque él no era su cobrizo.

Él no era como aquel chico de sus sueños.

Como aquel chico con el que nunca había dejado de soñar, y con el que, debía admitir con vergüenza, sus sueños se volvían cada vez más calientes.

Bella lo intentó, no saben cuento intentó amar a Jacob, ser feliz con él, pretender que se sentía completa.

Pero por más esfuerzos que Bella hacía, Jacob, luego de un año de relación, decidió terminar con ella.

Se dio cuenta de cómo eran las cosas.

Notó la mirada ausente de Bella, el esfuerzo que ella hacía para devolverle los besos fingiendo amor.

Habló con ella durante un largo tiempo, y le hizo comprender, que de esa forma, ninguno de los dos sería feliz, nunca.

Y luego se fue, dejando a Bella sola con su verdad.

Amaba a un hombre, del que ni siquiera sabía el nombre.

Y de esa forma, Bella decidió que necesitaba cambiar de aires.

Irse del asfixiante cielo encapotado de Forks.

Conocer gente nueva, lugares nuevos.

Y así, se decidió en Manhattan, NY.

Conoció a Alice Cullen por internet, una muchacha que había puesto un anuncio online para conseguir un compañero de piso para su hermano, que se acababa de regresar a Nueva York luego de una larga estancia en Londres, y había alquilado un departamento, demasiado grande y costoso para una sola persona.

Bella decidió que era perfecto, el lugar contaba con dos grandes habitaciones, dos baños, un gran salón, y una biblioteca gigante.

Bella siempre había soñado con tener una biblioteca.

Asique allí estaba, su última noche en Forks, y ni siquiera podía dormir toda la noche.

Cerró los ojos con fuerza mientras rodaba en la cama, e intentaba por vigésima vez quedarse dormida.

….

..

Bella avanzó con indecisión entre la gran masa de gente del aeropuerto LAX de NY.

Alice la tendría que estar esperando para llevarla a su nuevo departamento.

Bella casi cae al suelo cuando un hombre de traje de unos 2 metros de altura pasó a su lado, empujándola del hombro.

¿Es que todos en Nueva York eran tan maleducados?

Bella resopló, y a lo lejos divisó un pequeño cartelito que rezaba "Isabella Swan."

Caminó hasta la mujercita que lo portaba.

Era delgada y petiza, con cabello negro azabache en puntas muy graciosas, y saltaba como una niña emocionada.

-¿Bella?-le preguntó en cuanto ella llegó a su lado.

-¡Sí! ¿Tú eres Alice?-le preguntó con una gran sonrisa.

-¡Lo soy! Vámonos de aquí, este lugar esta que estalla de gente.

Una vez fuera, en las nevadas calles de Manhattan en diciembre, Alice pidió un taxi y le indico que las llevara a una dirección entre la 5ta y la 55.

Cuando llegaron, Bella se asombró de lo bien ubicado que se encontraba el departamento, y de lo lujoso que era.

Luego de subir todas las cajas, con la ayuda de Alice y el portero, Alice le dijo que su hermano, es decir, su compañero de piso, había salido a hacer unas compras, y que volvería en un par de horas, y entregándole a Bella unas llaves, se despidió con un efusivo abraso.

-¡Me encantará tenerte en la familia!-exclamó, antes de salir corriendo, dejándola algo boleada.

Bella sacudió la cabeza, y se decidió por darse una ducha, y ponerse unos jeans y una camiseta mangas largas.

La calefacción del lugar era increíble.

Acomodó algunas cosas en su habitación y en su baño, y a las 8.30 decidió hacerme la comida.

Era algo tarde, y no sabía si mi compañero de piso vendría a comer hoy, lo más probable es que no lo hiciera, por lo que ordenó comida china a un pequeño local en la esquina de mi edificio, del cual Alice le había dado la tarjeta, y media hora más tarde se encontraba viendo televisión con su caja de comida china en la mano.

Estaban dando un especial de viejos dibujos animados, de esos que Bella adoraba.

-¿Así que tu eres mi compañera de piso, eh?- Una voz masculina, justo detrás de el sillón la hizo dar un salto, tirar la comida china al suelo, y gritar como si alguien acabara de tirar la puerta abajo.

Bella se cubrió la cara con las manos avergonzada, mientras se ponía roja como un tomate.

-Oye, no es nada, fue mi culpa por entrar sin avisar-La voz del chico sonaba divertida, sin perder su tono sexi. Bella sintió como dos manos grandes y fuertes rodeaban sus muñecas, apartándole las manos de la cara- En serio, no te averg…-pero la voz del chico se cortó cuando la cara de Bella estuvo completamente descubierta.

Oh. Dios. Mío.

¿Era…? ¿Acaso era él?

Bella lo miró abriendo los ojos desmesuradamente.

-Ay, mierda-se le escapo en un susurró, mientras el chico inspeccionaba su cara lentamente.

-Eres real- el susurro apenas audible del chico la hizo abrir los ojos desmesuradamente.

¿Él sabía quién era ella?

-¿Tu…tu sabes quién soy?-tartamudeo Bella.

-Por supuesto que se quién eres, princesa-El cobrizo hablaba en un susurro como si temiera romper la magia del momento-Has estado invadiendo mi sueño desde los 9 años-una sonrisa afloró en los labios del chico.

-Por favor, dime cómo te llamas-casi rogó Bella mientras se acercaba al hombre que la miraba como si no la fuera a dejar ir nunca.

-Edward, me llamo Edward-Bella suspiro feliz.

-Isabella, pero todos-

-Todos te llaman Bella- Edward completó la frase, justo antes de estampar sus labios con los de Bella.

Fue mágico, Bella pudo notar las chispas de colores saltando entre ambos.

-Te amo, Isabella Swan, te amo.-Susurró Edward a escasos centímetros de sus labios.

-Y yo te amo a ti…-Bella abrió los ojos y lo miró extrañada-espera, ¿tú sabías mi nombre? Eso no es justo…-se quejó con un pequeño mohín.

Edward soltó una carcajada suave y la miro con ternura.

-Sólo lo sé porque Alice me dijo que ese sería el nombre de mi compañera de piso…Pero nunca me imagine que mi compañera de piso sería la chica con la que vengo soñando hace tantos años.

Bella sonrió, y se acurrucó entre los brazos de Edward.

-Esto es raro ¿no lo crees?

-Demasiado raro-concordó el cobrizo- pero mientras este a tu lado, no me importa.

-A mi tampoco- le dijo Bella con una sonrisa mientras se acercaban para fundirse en otro beso increíble.

-Creo…que deberíamos limpiar el piso antes que nada-murmuró Edward divertido al separarse.

Bella dirigió su vista al desastre que ella había causado con la comida china.

-Fue tu culpa-se defendió mientras buscaba un trapo en la cocina-no deberías haberme asustado así.

-¿Mí culpa? Yo sólo te hable, cariño. No es mi culpa que seas una miedosa-esto último lo susurró en el oído de Bella, provocando un escalofrío en el menudo cuerpo de la castaña.

-Malo-le dijo con un puchero mientras se dedicaba a sacar el arroz de las tablas de madera.

-Hermosa-respondió el cobrizo mientras estampaba un beso en los suaves labios de la castaña.

Cuando terminaron de limpiar, Bella fue a la cocina a lavar el trapo en el fregadero.

-Te amo-las palabras de Edward sonaron ahogadas mientras rodeaba la cintura de Bella con ambas manos, y enterraba su cara en el cuello de la castaña.

-Bella dejó reposar su cabeza en el hombro de Edward.

-Y yo te amo a ti, chico de mis sueños-le respondió, con una sonrisa radiante de felicidad.

Bueeeeeeeeeeeno, acá les dejo una ocurrencia de un día de tormenta.

Lo hice ayer, 14 de febrero, (sisi el día de los enamorados), y como había tormenta, yo estaba cansada y no tenía ganas de hacer nada, pase un hermoso dia de San Valentín encerrada en mi cuarto, en compañía de la portátil y del aire acondicionado.

Sep, no tenia nada mejor qe hacer el 14 de febrero.

Mierda, necesito un novio.

Volviendo al tema, espero que les guste y que ustedes hallan pasado un mejor 14 de febrero que el mío (aunque estaría bueno si dijeran que también lo pasaron solos como una mosca, ya saben, asi no me siento taaaan mal) es broma jjaja

xD

Beesotes, y espero que lo disfruten.

Emma

S.S.S.S.S.S.S